『Cap í tulo III』

You're beautiful

Sentía su corazón latir a toda máquina por el miedo que le invadía en aquel momento. Muchos hombres enmascarados rodeándole a ella y MinSeok, quien se encontraba recostado a su lado, inconsciente por la cantidad de golpes que le habían propinado aquellos hombres. Tembló de miedo cuando uno de ellos le dirigió la mirada y, empujando a otro, aproximó a éste a su rostro. Pudo mirar con detención sus ojos; una mirada intensa y fuerte que le aterrorizó al principio, pero con el lento paso de los segundos, vio juventud y vida en ellos. Él, quien había sido empujado, dijo una serie de palabras en chino que para ella fueron incomprensibles; escuchó su delgada voz. Era apenas un niño, o eso fue lo que ella supuso. Se veía muy alto y era excesivamente delgado. Le sorprendió mucho ver a alguien que se aproximara a su edad en una pandilla como ésta, abordando una casa para asaltarla. Quiso hablarle y preguntar tantas cosas que para una niña de seis años son incomprensibles en ese momento, pero había sido amordazada, y sus manos y pies habían sido atados.

Varios minutos después, sintió un grito. Alzó la vista para poder ver de dónde provenía, era de su padre, quien estaba igualmente atado y estaba siendo apaleado por los ladrones sin compasión. La sangre emanaba incansable de sus heridas, al igual que las súplicas de piedad salían de su boca. Ella lloraba desconsolada viendo todo aquello. Pero no había sido suficiente para ellos, porque el niño que recientemente se había acercado fue el que dio el más fuerte golpe, dejándole inconsciente, empapando sus manos de sangre.

Despertó en su cuarto con lágrimas en sus ojos y emitiendo gritos de auxilio. Su hermano llegó al instante a socorrerla, y limpió las lágrimas de sus mejillas con sus pulgares mientras sostenía el rostro de la menor en sus manos.

 

 

-¡¿Qué sucedió, MinJi?!

-Mi papá -dijo entre sollozos- Lo van a matar, MinSeok, lo van a matar.

 

 

Supo inmediatamente de qué estaba hablando; era de aquel episodio vivido en China hacía casi diez años, cuando estuvieron un par de meses por el trabajo de su papá y repentinamente entraron, a la casa que habían alquilado y que apenas hacía unos días habían habitado, unos desconocidos que se hicieron de todo lo que encontraron. No le dolían las cosas que habían robado, sino el hecho de que su padre estuvo meses en recuperación luego de ello, y si hoy en día era capaz de caminar, era completamente por un milagro.

No era una huella fácil de borrar. No para ella, quien tuvo la oportunidad de ver esa escena.

 

 

-Está bien, MinJi. Papá está bien. Sano y salvo aquí en casa, con nosotros.

 

 

Le aprisionó en un abrazo y acarició su cabello hasta que pudo conciliar el sueño nuevamente, y se quedó con ella hasta asegurarse de que no volvería a tener pesadillas otra vez.

La mañana siguiente transcurrió normal, sus padres, quienes no supieron lo que pasó la noche anterior, partieron muy temprano por la mañana a sus respectivos trabajos, quedando ella sola con MinSeok.

Éste último presentaba grandes ojeras por lo de la noche anterior, pero aún tenía esa calidez y cariño que siempre había tenido con ella. Mientras tomaban su desayuno, fue la menor quien tomó la palabra.

 

 

-No le dijiste a papá lo de anoche ¿verdad? –Él negó con la cabeza ante su pregunta-

-¿Debí haberlo hecho?

-No, porque me enviarían a terapia nuevamente –rio-

-¿qué sucedió con YiFan ayer? –Cambió drásticamente de tema-

-Discutimos por la materia. Tenemos una investigación y... no podemos ponernos de acuerdo.

 

 

Todo el resto de su explicación constó en quejas de esto y aquello del día anterior. Minseok sólo le escuchó, aguantando un ataque de risa que estaba por venir.

 

 

-Hora de buscar nuestras cosas, pequeña. Ah -sonrió burlescamente- y me alegra que estés feliz de poder estar con YiFan, aunque sea por una investigación -se alejó sabiendo que las mejillas de su hermana se tornaban rojas como un tomate-

 

 

Como cada día de semana, llegaban puntuales al instituto. La primera materia de la mañana sería historia, lo que quería decir que su exposición sería dentro de un momento.

 

 

-Vamos, Señor Yang. Diga de una vez que YiFan se equivoca –dijo ella, cuando culminaban su presentación-

 

 

La voz, con tono altanero de MinJi, sonó en todo el salón de clase. Acercó su oído al profesor, expectante por sentir el placer de escuchar un simple 'es verdad' mientras su compañero en aquella investigación le dedicaba una mirada desaprobadora. Pero, para sorpresa de MinJi, su profesor estalló en una carcajada, dejándole pasmada. Una vez se hubo tranquilizado, se puso de pie con las manos aún sobre su escritorio ante toda la clase.

 

 

-La verdad, MinJi, nadie está equivocado aquí. La perspectiva desde la que YiFan ve es tan válida como la tuya. -hizo una corta pausa- Me ha encantado su exposición, fue muy completa. Sabía que cumplirían con mis expectativas, tengan por seguro que obtendrán la calificación máxima.

 

 

Ambos tomaron los mismos asientos de la última vez luego de agradecerle. Ella se sentía apocada y tenía la mirada perdida luego de confirmar que se había equivocado. Casi nunca lo hacía y esta vez era una de las razones por las que tenía que agregar un 'por lo general' a la frase 'no me equivoco'.

 

 

-¿Satisfecha, MinJi? -dijo YiFan suavemente-

 

 

Ella guardó silencio mientras tomaba notas en su cuaderno. Esa fue la clase más larga de su vida; aunque YiFan no dijo nada más con respecto a ello, se sentía avergonzada de sí misma. El timbre tocó, y ella se apresuró para irse.

 

 

-No hace falta que te mortifiques tanto -colocó la mano en su hombro-

-Lo lamento, YiFan -suspiró-

-A pesar de las discusiones, creo que... hacemos un buen equipo, MinJi.

 

 

Dio una leve sonrisa que, ella sintió, iluminó su día. Devolvió la sonrisa al instante y emitió un suave 'no hay duda'. Salieron juntos del salón de clases mientras charlaban, bajo la mirada pícara de su profesor y la mirada sospechosa de LuHan.

Éste último había estado varios meses buscándole incansable para que pudiera haber algo más que una simple e inocente amistad entre él y ella; ahora, con YiFan dentro del juego, sentía que su notable acercamiento se había esfumado. No le quería cerca de ella. Pero él conocía de su amargo y oscuro pasado, y podía hacer que se alejaran en un abrir y cerrar de ojos. Sonrió relajado a la masa de muchachas de su edad que se acercaban preguntándole si iría a la fiesta la próxima semana. Entre ellas, había unas muy bonitas. Pero él hizo caso omiso a sus preguntas y sólo se dedicó a sonreír. Había encontrado la oportunidad perfecta. Invitaría a MinJi a ir con él. 

YiFan y MinJi decidieron compartir esa tarde en un café por la fuerte lluvia que les había sorprendido luego de salir del instituto. Como ambos llevaban sus teléfonos, comenzaron a textearse por ellos, aun teniéndose el uno frente al otro. También hicieron preguntas de citas a ciegas, gracias a las cuales pudieron saber más de ambos; como, por ejemplo, que ella apenas escuchaba un par de segundos de una canción cuando decidía cambiarla, o que él no había estado un solo día sin tomar café por más de dos años. También que éste último jamás había tenido novia y que había sido adoptado a una edad no tan corta. Ella preguntó curiosa qué había sucedido con sus padres biológicos, pero él advirtió que no se sentía preparado para hablar de ello. Ella posó una mano sobre su hombro y le sonrió comprensiva.

 

 

-Gracias por traerme a casa, YiFan.

-De nada, nos vemos mañana en clases –sonrió tímidamente-

 

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Comments

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MimiXD #1
Chapter 2: Waaaaaaa!!!!! Ok ok esta historia me encanta y me intriga muchoooo!!! Sigue adelante autora-nim ya tienes una fiel fan!!! ^O^^O^^O^^O^