Se quedó inmóvil en su lugar, esperando a las palabras que YiFan le diría. Él nunca le había dicho a nadie sobre su pasado, excepto a ella hacía sólo unos días atrás, así que le tomó un momento poder comenzar con su declaración.

Empezando desde el principio, YiFan había sido producto de una aventura entre su padre y madre. Ésta última murió poco después de darle a luz, así que su progenitor le crio desde su más dulce infancia. Pero su padre no estaba en condiciones de enseñar lo que un padre debería y, al contrario, sólo le enseñó a YiFan sobre armas y formas de golpear. Desde pequeño le daba enormes palizas a YiFan, ya que le consideraba un débil y bueno para nada. El padre jamás vio más allá de los robos y matanzas, por lo que no es muy difícil adivinar el calibre de cosas que enseñaba a su pequeño hijo. A los 5 años fue la primera vez que el niño debió hacerse partícipe del penalizado acto, y por no realizarlo bien fue golpeado cruelmente por su padre. Éste lo siguió llevando consigo a donde quiera que fuere, fue entonces que llegó el día en que dieron con la casa de la familia Kim, que se veía bien acomodada. Un blanco fácil y , por lo tanto, perfecto.

Ya estaba todo el grupo de malhechores dentro de aquella casa. Habían logrado amordazar e inmovilizar a sus pobladores en muy pocos minutos, lo que seguía era sólo robar el dinero y, lo que consideraran, valiera la pena hurtar.

De pronto Lee, amigo de andanzas de su padre, le tomó bruscamente del cabello, y puso su rostro frente al de una pequeña niña.

-Mírala, YiFan. Puedes hacer de ella lo que quieras.

El mayor le sonrió maliciosamente, como si el menor pudiese entender de lo que hablaban sus sucios labios, y el sostuvo la mirada por un par de segundos con esa dulce niña, a quien los ojos se le veían cristalinos por sus lágrimas.

Se alejó luego de soltarse del agarre de Lee. Nunca había tenido un sentimiento como el de entonces. Pocos momentos después, comenzaron a rodear al que parecía ser el padre de la familia, para que confesara y entregara supuesto el dineral, pero éste no dijo nada más que no sabía de qué hablaban y que no tenían nada más que sus posesiones materiales de aquella casa. El padre de YiFan, en un ataque de ira, comenzó a patearlo sin compasión, a lo que se unieron todos sus compañeros. La señora emitía gritos desesperados, hasta que uno de ellos le golpeó varias veces hasta perder el conocimiento. YiFan miraba cómo golpeaban al señor Kim, y recordó todo lo que su padre le había dicho. Le dio un coraje tal que, corrió hacia donde estaba el hombre empapado en sangre que botaba por la boca y nariz, y le dio un golpe con el que, por fin, Kim perdió el conocimiento.

Y se fueron junto con las cosas que, pensaron, fueran algo dignas de haber entrado, más que nada para no irse con las manos vacías.

No lograron cometer muchos más actos como éste cuando, uno a uno, capturaron a los compañeros de su padre y a éste mismo. YiFan había logrado escapar, pero siendo sólo un niño de 7 años, no pasaron muchos días cuando le tomaron y le llevaron a un orfanato.

El niño no sabía cómo era el mundo más allá de lo que su padre enseñó a su persona. No sabía lo que era el cariño. Fue civilizándose muy costosamente y a medida que iba a la escuela con niños menores que él, ya que ya había perdido bastante tiempo de enseñanza. Sin embargo, el destino comenzó a sonreírle a YiFan desde el momento en que aquel matrimonio llegó decidido a adoptar un niño, y lo escogieron a él.

Una vez estuvo en el que sería su hogar, sus nuevos padres buscaron una nueva escuela para él. Tenían todo lo que un niño pudiese querer, haciendo notar que le esperaban desde hacía mucho tiempo. Su actual padre era un hombre muy adinerado, de aproximadamente 40 años, serio en sus negocios y un buen ejemplo para YiFan, ya que aparte de ser un buen comerciante, logró ser muy comprensivo y cariñoso con nuevo hijo. Su madre era modelo, por lo tanto, una mujer hermosa y dulce con él. El pequeño sólo conoció el amor hasta que ellos llegaron a su vida.

Cuando pasaron los años, YiFan, ya hecho un adolescente, le preguntó a sus padres adoptivos por qué lo habían elegido; éstos le dijeron que habían visto en él alguna clase de potencial que no pudieron explicar en ese entonces, pero le consideraban muy capaz e inteligente. Así YiFan creció, alejándose cada vez más de la figura que su padre biológico le había inculcado.

Al terminar su relato estaba abrazado a las caderas de MinJi, de rodillas mientras hundía su rostro en su vientre.

-MinJi, por favor -dijo a la menor- Perdóname…

-Sólo... -dijo con voz temblorosa- dame un momento ¿sí?

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Sería genial si pudieran echarle un vistazo a la mini-fic que escribí "Un Ángel Guardián" (http://www.asianfanfics.com/story/view/889265/un---ngel-guardi--n-exo-luhan-suho-suhoxoc-minific) ¡Díganme qué les parece! ^^
Gracias por leer<3