Este capítulo es el comienzo de «A simple life», la historia de Dongwoon y Kikwang :)

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Eran las siete de la tarde de un viernes y él estaba en la biblioteca de la facultad contando los minutos que quedaban para salir de ahí. Llevaba más de una hora escuchando a su nuevo ligue parlotear de lo injustos que habían sido con él en las audiciones para uno de los nuevos musicales de la temporada.

Apoyó su cabeza en su mano mientras se recostaba sobre la mesa y le contemplaba. Debía admitir que era guapo, aunque no tanto como el anterior, y su altura era perfecta, no tenía que agacharse para besarse como ocurría con alguno de los otros, pero estaba claro que le faltaba algo.

- Rompamos – Dijo mientras se incorporaba y recogía la americana y la mochila.

Como era de esperar y antes de poder rodear la mesa ya le tenía pegado a su cuello.  Un escalofrío le recorrió la espalda. Esa manera de suplicarle era demasiado sensual. Qué demonios, una buena despedida no le haría daño, y además les dejaría a los dos con un buen sabor de boca. Si es que era todo un caballero.

Acabado el trabajo, y viendo la hora que era, decidió que lo mejor sería ir directo a la residencia, darse una ducha rápida, comprar algo sencillo en el 24h y pasar una noche tranquila en buena compañía. Y tenía el candidato perfecto.

Serían cerca de las diez cuando llegó al bloque de apartamentos. No había llamado, como tantas otras veces, pero tampoco lo consideró necesario. Apretó el timbre y esperó. Viendo que no pasaba nada volvió a llamar.

- ¡Hyung! – Gritó mientras golpeaba la puerta con el puño repetidas veces.

Al poco escuchó pasos que se acercaban. Silencio. Un cerrojo descorriéndose.

- Hyung, vam... – No pudo terminar la frase. La puerta se abrió pero su hyung no estaba ahí.

Era bajito y parecía que su espalda era el doble de ancha que el resto de su cuerpo. Su cabeza era pequeña y sus ojos estaban escondidos detrás de unas horribles gafas de pasta. Iba descalzo. Y prácticamente desnudo...

Retrocedió, miro el número de la puerta. Después de tantos años no podía haberse equivocado de piso. 0407. No, era el apartamento correcto. Parpadeó. Sabía que los gustos de su hyung eran especiales pero nunca pensó que pudieran serlo tanto.

- Tú no eres mi hyung.

Y sin esperar respuesta le apartó bruscamente y entró. No paró hasta llegar al salón. Todo estaba a oscuras y en completo silencio. Se dio la vuelta al notar que la luz se encendía.

Mientras miraba al extraño desconocido, al que parecía haber despertado, observó que bajo esas gafas había unos ojos hinchados y rojos. Notó una punzada en el pecho.

- Pe.. perdona... No... No era mi intención hacerte daño – ¿Estaba tartamudeando?

- Lee Kikwang – Dijo el ahora ya no desconocido alargando su mano mientras una pequeña sonrisa asomaba en su cara y sus mejillas se sonrosaban. Otra punzada en el pecho.

- Woon, Dong, Son... Son Dongwoon – Estaba nervioso. Muy nervioso. ¿Por qué?

Se estrecharon la mano. Su piel era suave pero estaba fría. De nuevo se fijó en sus pies descalzos y en su torso desnudo. Se ruborizó y se apartó señalando la habitación. Kikwang pareció entenderle y desapareció tras la puerta del dormitorio. Minutos después apareció con unas zapatillas y ¿un gorro? Este chico debía de ser realmente tonto. Pero estaba increíblemente adorable y y con esos pantalones de Bugs Bunny.

- He roto con mi novio hace unas horas y Doojoon me dijo que podía pasar la noche aquí – Soltó de golpe mientras miraba al suelo y movía tímidamente el pie derecho.

- Oh... – Fue todo lo que pudo decir.

No sabía cuánto tiempo había estado observándole. En algún punto de su ensimismamiento dejó de mirar el suelo y levantó  la cabeza, la había ladeado ligeramente y había sonreído ocultando esos ojos llorosos. Fue en ese momento cuando supo que ese Lee Kikwang iba a ser una fuente de problemas.

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