En lo que podía considerarse nuestra puerta me paré y me di la vuelta para tenderle la mano e invitarle a seguirme. Lo hizo. Se levantó y entrelazó sus dedos a los míos. Había llegado la hora de irse a esa dichosa fiesta que sin empezar ya nos había costado más de un disgusto.

Cuando por fin llegamos Kikwang seguía sin articular palabra. Había estado todo el viaje abrazado al regalo, canturreando las canciones que iban sonando y mirando de vez en cuando por la ventana.

Estabamos delante de la puerta 0407, aquella puerta donde nos habiamos conocido hacía ya algo más de un año. Aquella puerta donde había visto por primera vez esos adorables pantalones de Bugs Bunny y unos preciosos ojos marrones que desaparecían cada vez que una sonrisa se formaba en su cara y...

- …mar?

- ¿Mar? -Pregunté cuando me di cuenta que no había estado prestando atención.

- Que si no vas a llamar... -Dijo sin mirarme mientras agarraba el enorme peluche con un brazo y con la mano que le quedaba libre buscaba la mía.

¿Por qué tenía que ser tan adorable? ¿Por qué no me le podía llevar de nuevo a casa y abrazarle hasta el final de los días? ¿Por qué...?

- ...hoy?

- ¿Eh?

- Que si vas a llamar hoy... -Dijo con algo de desesperación. Pero por fin me miró y sin poder evitarlo le besé. Sabía que iba a resistirse así que lo hice con cuidado, sin soltar su mano de la mía y acariciándole la mejilla con la otra. No pasó mucho tiempo hasta que se rindió y se dejó besar. Pero la felicidad no duró demasiado, un carraspeo nos hizo separarnos repentinamente.

- Vaya, vaya, vaya... Voy a empezar a llevar palomitas en la mochila para el espectaculo diario.

- Ahjumma, te he dicho mil veces que dejes a los chicos tranquilos.

- ¡Yah! ¿A quién estás llamando ahjumma ahjussi?

- ¿Prefieres que te llame princesa? -Dijo guiñándole un ojo mientras se acercaba hacia nosotros.

- Yong Jaesoon... espera a que lleguemos a casa... -Susurró pensando que nadie le escuchaba con una mezcla de amenaza y vergüenza, la cual no podía evitar esconder con esas mejillas tan coloradas.

- ¡Y luego somos nosotros los del espectáculo! ¿Ves Doodoo? Ahora seguro que tenemos la mejor de las fiestas, jejeje -Dijo el cumpleañero con una sonrisa demasiado sospechosa. Al parecer las voces de la ahjumma le habían anunciado nuestra llegada.

Después de los saludos correspondientes, los apretones de manos y los abrazos Yoseob no tardó ni medio segundo en arrebatarle el regalo a Kikwang de las manos y preguntarle directamente a Hyunseung dónde tenía escondido el suyo. Después de eso Doojoon se llevó las manos a la cabeza y Jun y yo no pudimos evitar reírnos con lo absurdo de la situación.

Lo mejor de todo fue ver como Yoseob desnudaba, literalmente, a Hyunseung para buscar su regalo mientras Junhyung disfrutaba con las vistas, Kikwang se escondía tras mi espalda y Doojoon trataba de despegar al pequeño acosador de su victima. Sí, esta fiesta iba a ser muy interesante.

- ¿No había nada más grande? -Un no muy contento Doojoon se acercó a preguntarme mientras su pequeño compañero abría el paquete y disfrutaba de su nuevo peludo y enorme amigo.

- La verdad es que no, lo siento. -Le contesté mientras contemplaba como Kikwang acariciaba la cabeza del bicho y lo miraba con tristeza- Pero espero que tengan otro igual en la tienda.

- Estás loco...

- Lo que está es enamorado -Dijo Junhyung a la vez que pasaba su brazo por mis hombros y me revolvía el pelo.

- Enamorado y loco -Contesté más para mí que para ellos mientras apartaba su brazo y me acercaba hacia mi pequeño lesionado.

Kikwang se había sentado en el suelo abrazando al bicho viendo como Yoseob abría su otro regalo. Y si nosotros habíamos tenido la brillante idea de regalarle un “animal” de peluche la junseung couple había pensado que uno de verdad sería todavía mejor. Lo mismo que pensaba Doojoon, si total, donde caben dos caben tres...

- ¿También quieres uno como ese?

- ¡Woonie! -Mi repentina cercanía le había sobresaltado- Aunque lo quisiera no podríamos tenerlo...

- ¿Por qué no? -Pregunté mientras le separaba del peluche y le atraía hacia mí para sentarle entre mis piernas y mordisqueba su oreja.

- Yah... -Se quejaba pero dejaba caer su espalda sobre mi pecho y recostaba su cabeza en mi hombro- Porque con mis horarios apenas podría ocuparme de él...

- Pero para eso estoy yo -Le susurraba mientras besaba su cuello.

- Pero... tú... tampoco... tienes... mucho tiempo... -Decía y gemía a la vez mientras mis manos recorrían sus abdominales y mi boca seguía jugando con su cuello y el lóbulo de su oreja.

- Siempre hay tiempo para todo -Le obligué a girarse y le besé, o más bien decidí saborear sus labios y su lengua con deseo. No se negó.

- Os prestaría mi habitación pero a Seobie no le haría mucha gracia...

- No te preocupes hyung -Contesté mientras seguía disfrutando de sus labios carnosos cada vez más húmedos y enrojecidos- El suelo nos vale.

- ¡¡Woonie!!

- ¿Qué? Si lo hemos hecho en sitios peores...

- ¡Yah! ¡Dongwoonah! -Doojoon nos gritaba y mientras tanto Kikwang aprovechaba para esconderse en mi pecho.

- ¡Yah! ¡Hyung! No somos los únicos -Dije señalando a la pareja que se estaba fusionando en el sofá.

- ¡Yoseob! -Gritaba de nuevo Doojoon mientras cargaba a un sorprendido Yoseob sobre sus hombros como si de un saco de patatas se tratara- Tú, yo, la cama. ¡Ahora!

TBC