Sábado, ya era sábado. No entendía como había podido estar con ese saco de músculos más de dos horas sin abrir apenas la boca, y sin poder apartar sus ojos de él. Algo no iba bien, nada bien. Y el culpable era él, Lee Kikwang, al que su novio acababa de dejar y su hyung le había dejado su casa.

- Eres confortable -Decía acomodando su cabeza en mi pecho.

- Perdona... ¿Qué has dicho? -¿Acaba de decir que soy confortable? ¿¡Confortable!?

- Mi ex era todo huesos. Era incómodo. Jiji -Sus ojos se cerraron y esa magnífica sonrisa apareció de nuevo. Volví a perderme en ella...

No sólo me había dejado sin palabras, también había invadido mi espacio personal, me había llamado gordo, de una manera muy delicada eso sí, pero gordo al fin y al cabo. ¡Y yo le estaba dejando dormir en mis brazos! Frustración.

- Soy actor -Dijo con una voz suave mientras movía sus dedos por el dibujo de mi camiseta. Escalofríos.

- Ah... -De pronto encontré en el techo un motivo muy interesante.

- Mis fans me llaman babokwang, jeje -Su mano se quedó quieta en mi pecho y noté como levantaba la cabeza para mirarme.

- Razón no les falta -Dije poniéndome tenso.

- ¿Eh? -Se separó y se quedó mirándome con cara de haberse perdido algo. Help...

- Nada, em... curioso mote. Muy... ¿Cute? -Le miré a los ojos. Los cerró y se convirtieron en medias lunas. Mal... Muy mal.

- Ellas lo son más. Esto me lo han regalado ellas -Dijo señalando sus pantalones. Su... Oh Dios mío...

- ¡Creo que será mejor que me vaya! -Me puse en pié de un salto. Le tiré al suelo.

- ¡Ay! -Se frotaba sus partes traseras gimoteando mientras me miraba frunciendo sus labios -¡Podías tener más cuidado! -Se levantó enfadado y se acercó peligrosamente a mí.

El tiempo pareció detenerse. Estaba de pié frente a mí. Su cabeza levantada en modo desafiante. Sus ojos almendrados tras esas feas gafas de pasta. Sus brazos en jarras a ambos lados de su cintura desnuda. Sus pantalones de Bugs Bunny algo caídos dejando ver parte de la banda de su ropa interior. Calvin Klein. Y sus labios... Sus labios apretados, el inferior parcialmente hacia afuera. Respiraba con fuerza. Y yo me quería morir...

- Pe... per.dona... -Di un paso atrás. Él un paso al frente.

- ¿Y bien? -Me golpeó el pecho con su dedo indice sin apartar su mirada.

- … -Tragué saliva y reculé. ¿Pero qué estaba haciendo?- ¿Y bien? -Dije sacando pecho acercándome a él.

- ¡Quiero una disculpa! -Él hizo lo mismo. Su pecho tocaba el mío y su cara estaba a escasos centímetros de la mía.

Le besé. Se apartó y sus ojos se hicieron más grandes. Abrió la boca y se pasó los dedos por los labios. Yo no podía dejar de mirarlos. Él pareció darse cuenta. Se tapó la boca con ambas manos. Adorable. Se las aparté y le volví a besar. Suave y brevemente.

- Lo siento... pero no lo siento -Le guiñé un ojo.

Y mientras ese... ese ser que había puesto mi mundo patas arriba parecía procesar lo que había pasado hacía sólo unos segundo yo cogí mi americana, que había dejado sobre una de las sillas antes de que se pusiera a dormir sobre mí, y me dirigí a la puerta. La abrí.

- Buenas noches, Lee Kikwang... -Cerré la puerta tras de mí y comencé mi sábado con una sonrisa.