~POV Young Min~

Minzy salía hoy del hospital, me levanté muy temprano para prepararle una deliciosa caja de almuerzo, Kwang Min escuchó el ruido en la cocina y salió.

-¿Por qué haces tanto ruido? - Decía mientras bostezaba

-Preparo una caja de almuerzo - Sonreí para mis adentros

-Es para~ ¿Minzy?

-Ne

-Pero~ Tú no sabes ni preparar ramen

Sacó del bolsillo su celular y empezó a buscar algunas recetas. Nos llevamos un buen tiempo en preparar el kimbap y los huevos rellenos, respiré aliviado al ver el resultado, lo acomodamos en el recipiente y lo cubrimos con una linda manta rosa, hacer esto me hacía sentir emocionado y feliz.

Tome una rápida ducha, me puse la bufanda, ya que afuera estaba haciendo un poco de frio. Tomé la caja de almuerzo y me encaminé al hospital donde estaba Minzy.

Llegué justo cuando estaba saliendo con su padre, me acerqué a ellos y los saludé cortésmente.

Minzy parecía confundida, era como si no me reconociera, le entregué la caja de almuerzo mientras su padre contestaba una llamada, me gustaba verla reír, esa tierna sonrisa que desde siempre me había gustado.

Me ofrecí a llevarla a casa, afortunadamente su padre lo permitió y caminábamos juntos en la acera.

Mis sospechas eran aclaradas, Minzy no podía recordar lo que había pasado aquella vez en la bodega con Jun Hee e incluso no sabía quién era yo… Al llegar al parque empezamos a comer, decidí presentarme, de nuevo, con ella, probablemente esto le ayudaría con su memoria, su actitud era tan fuerte y ella lo tomaba con optimismo.

“¿Esta era una  oportunidad para poder estar junto a ella?” Me preguntaba. Mis sentimientos por ella no habían desaparecido, no podía verla solo como amiga, ella me gustaba y me gustaba mucho, ver su sonrisa y sus ojos cuando reía, quería estar junto a ella y protegerla.

Cuando terminamos de comer, caminábamos juntos por el parque y empezaba a nevar, Minzy jugaba con la nieve, la observé detenidamente mientras daba vueltas intentando atrapar los copos de nieve, parecía tener un resplandor que me impedía dejar de mirarla, me acerqué para ponerle su gorrito “Te refriarás” Dije mientras mis pupilas nadaban profundamente en sus claros ojos cafés y lentamente iban recorriendo la tersa piel de su rostro, sus labios eran rosas por el frío y su boca exhalaba un cálido aliento, no pude evitarlo, quería besarla, tome lentamente sus mejillas con ambas manos mientras me inclinaba ligeramente y poco a poco me acercaba mas a ella. Minzy me evadió delicadamente, me sentí abrumado por su rechazo pero estaba seguro de algo “Esta vez no me daría por vencido”

“¡Mira una cafetería!” Minzy señaló el lugar y salió corriendo abruptamente al cruzar la calle, sinceramente me asusté, ella recién salía del hospital y cruzar la calle de esa manera era peligroso, “¡Yaah! ¿Acaso no tomas enserio tu vida?” Dije muy preocupado y ella agachó la mirada tristemente al sentirse regañada, esa no era mi intención. Yo solo no quiero que le pase nada, solo quiero protegerla. La abrace fuerte contra mi pecho, sentir su cuerpo junto al mío me hacía sentir tan feliz y lleno de alegría que quería decirle que la amaba, que ella era la única chica que me gustaba, que nunca había conocido a alguien como ella, que ella era perfecta para mí. La alejé ligeramente y miré detenidamente sus ojos, estaba punto de decirle todo, pero ¡Chunji!, recordé, él era su novio y yo simplemente su amigo…

Entramos a la cafetería, me hacía recordar aquel día que había ido a la cafetería cerca de la academia, le hable sobre ese día a Minzy, tal vez eso le ayudaría, ella se veía tan tierna y aún más cuando le quedó un poco de espuma sobre su labio, acerqué despacio mis dedos y roce lentamente quitando el chocolate de sus suaves labios rosados, ella sonrió discretamente era como ver a un ángel... Todo era perfecto hasta que la mesera derramó el café sobre mí, afortunadamente no estaba caliente porque hubiera sido un grave problema, la chica se disculpaba continuamente conmigo, le dije que no había ningún problema y después fui al baño para limpiarme.

Estaba pensativo sobre Chunji y Minzy “¿sí ella no lo recuerda lo seguirá amando? ¿Ella podrá verme de otra manera?” Miré mi imagen frente al espejo “¡Ani!” Dije. Todo esto me hacia estar lleno de confusión.   

Salí del baño e iba de regreso con Minzy, ella estaba contestando una llamada, me acerqué más y dije su nombre tímidamente al escucharlo dejó caer el celular al suelo, yo no sabía porque se disculpaba tanto, lo entendí cuando vi que era mi celular el que estaba en el suelo, ella lo recogió y me lo daba pero su aspecto no era bueno se veía mareada y confundida “Minzy ¿estás bien?” Ella contestó positivamente pero se desvaneció en mis brazos, la sujete fuertemente para que no cayera al suelo y la recosté en la silla más cercana a nosotros, inmediatamente el encargado de la cafetería actuó prudentemente y auxiliaron a Minzy que minutos después despertó “¿Q-Qué me pasó?” Minzy estaba confundida

-Te llevaré a casa - La ayudé a levantarse y salimos del lugar. Tomamos un taxi e íbamos en camino a su casa.

-¿Te encuentras mejor? - Pregunté tímido

Ella sólo asintió ligeramente, ciertamente se veía agotada. Llegamos a su casa, la ayudé a bajar del auto y la acompañé hasta la puerta, me despedí de ella con un largo beso sobre la frente y daba media vuelta -No te vallas... -Me abrazaba fuertemente por la espalda y  susurraba cerca de mi

~POV Minzy~

Desperté y Young Min estaba junto a mi “¿Q-Qué me pasó?” Me sentía ligeramente cansada pero Young Min me ayudaba a levantarme, su brazo me rodeó y sujetaba delicadamente mi cintura.

Salimos de la cafetería y tomamos un taxi para ir a mi casa. Al llegar Young Min amablemente me ayudaba a bajar del auto y me acompañaba hasta la entrada; sentía mucha confianza al estar junto a él, y tenía sentimientos raros hacia él, no podía entender bien que pasaba dentro de mí, todo era tan confuso. Young Min se despidió con un tierno beso y me miraba profundamente, sus rasgados ojos me miraban claramente, dio media vuelta y al verlo caminar inconscientemente lo tome por la espalda y rodee su cintura con mis brazos sujetándolo cuidadosamente “No te vayas” Dije con la voz baja. No entendía porque estaba haciendo esto y él no decía nada así que me sentí apenada y sutilmente empezaba a alejarme, pero él tomó mis manos y giraba hacia mí, no sé qué estaba pasando conmigo, estaba muy confundida por todo esto, agaché un poco la mirada y todo mi fleco se vino a mi cara.

-Minzy~ Yo~ - Tomaba aire - Esto~ Ani~ No puedo…

-¿Ah? - Levanté el rostro y lo mire desconcertada mientras iba quitando mis manos

-Será mejor que me valla a casa - Dijo apurado

Young Min se fue y ciertamente no entendía mucho sus actitudes, todo esto era una confusión extrema, ¿él y yo éramos algo? O ¿yo tenía novio? ¿Quién era el de la llamada de hace rato? Que hizo que me pusiera tan mal. Eran muchas las preguntas que tenía en mi cabeza.

Entré a la casa muy contrariada. ¿Aquí vivo? Me preguntaba mientras empezaba a entrar a la sala

-Ah~ Sí, sí~ Estaremos allá en una semana~ Gracias~ gracias - Se escuchaba en la otra habitación la voz de mi padre

-¡Papá! - Grité y corrí hacia él

-Ah Minzy, ya estás aquí - Me decía con cierto tono

-¿Qué? ¿Pasa algo?

-No~ Nada de eso

-Entonces~ ¿Por qué estás así? ¿Quién te llamó?

-Eso~ - Hizo una pausa - Iremos una semana a Estados Unidos para~ Te harán un psicoanálisis…

-¡¿Q-Qué?! P-Pero yo no estoy loca

-No, no es eso~ Es para que te ayude a recuperar tus recuerdos…

-Pero... - Me quede pensativa - D-De acuerdo~ Iremos

Los días pasaban rápido, Young Min venía a visitarme constantemente, en realidad era diario. Aunque por ser un idol su tiempo libre era muy corto, él siempre tenía tiempo para mí, la pasábamos muy bien juntos. Hoy era mi último día en Corea puesto que mañana estaría tomando un avión para los Estados Unidos, aún no le había dicho a Young Min que mañana me iría, esto de cierta manera me hacía sentir triste porque realmente me agradaba éste país, Young Min me había invitado a una especie de ensayo con su grupo en la academia conde daba clases mi tía. Desafortunadamente ella se encontraba en otro país arreglando algunos problemas, realmente esperaba encontrarla pero no se pudo.

-¡Wah! -Dije impresionada al ver lo fantástico que era el lugar 
-¿Te gusta? 
-Mh - Asentí con una sonrisa 
-Vamos~ Te llevare con mi grupo 

Caminamos entre los pasillos hasta llegar a un amplio salón en donde estaban 5 chicos dentro de éste, al mis abrir la puerta todos voltearon y nos miraban detenidamente, un par de ellos se secretearon algo, me pareció gracioso y les sonreí. 

-Ven - Dijo Young Min tomándome de la mano 

-Noona~ Ya estas mejor - Decía uno de ellos que tenía una linda sonrisa 
-Young Min nos dijo lo de tú accidente~ Y además estuvo muy preocupado por ti durante todo este tiempo 
-¿Así? - Reí un poco nerviosa
-Ne~ - Decían todos en un tono burlón
-Young Min te extraño - Voltee a ver quién había dicho eso

Me impacte al ver a la persona, Young Min me había dicho que tenía un hermano pero nunca imaginé que sería gemelo, lo miré detenidamente mientras lo comparaba físicamente con Young Min para saber sí mi vista no me estaba engañando. Los chicos se reían ante mi reacción. 
Pasé un buen rato hablando con ellos, todos eran muy lindos y simpáticos. 
Salí discretamente porque necesitaba ir al baño y además deseaba conocer al edificio y no quería interrumpir su concentración. Caminaba asombrada por los pasillos y frente a mi me encontré con un balcón que tenía una vista hermosa de la ciudad, me recargué sobre él y una extraña sensación inundó todo mi cuerpo, era algo inexplicable, era como un mariposeo en el estomago no sabía porque sentía esto pero de alguna manera me gustaba.

Pasé un rato admirando la ciudad mientras me dejaba envolver por el mar de sensaciones que me provocaba estar ahí.

Empecé a buscar el baño, caminaba entre los pasillos para poder encontrarlo pero una voz que provenía de uno de los salones que había pasado rezumbaba en mi cabeza y la llenaba de recuerdos que no podía entender; unos hermosos ojos rasgados en combinación con una tierna sonrisa, la voz me cantaba en el hospital y en mi habitación, todo pasaba tan rápido que me resultaba difícil comprender todo eso, mi corazón palpitaba igual que aquella vez en la cafetería con la llamada de ese extraño ¿Era la misma voz? ¿Quién era él y por qué me hacía sentir de ésta manera? Me recargué sobre la pared y quería abrir la puerta de donde provenía la voz, yo estaba muy abrumada y todo me daba vueltas.

-¿Te encuentras bien? - Una voz de mujer dijo detrás de mí y me tomaba del hombro - ¿Estás…

Me levanté de golpe y parpadee un par de veces.

-¿Te encuentras bien~? ¿Necesitas ayuda? - La chica seguía preguntando

Di media vuelta para verla, su altura era similar a la mía, tenía un largo cabello obscuro y ondulado, sus mejillas eran rosadas y sus ojos a pesar de ser rasgados eran grandes y brillantes.

-¿Estás bien? - Reiteró la pregunta

Asentí sin decir nada ya que se me dificultaba un poco la respiración.

 -G-Gracias… - Dije con la voz cortada

-¿Hablas coreano?

-Mh - Asentí nuevamente

-¿Cómo te llamas?

-M-Min… - No lograba decir mi nombre completo

-¿Segura que no quieres ir a la hospital? - La chica tomó mi hombro

-No te preocupes~ E-Estoy bien…

-De acuerdo… Mi nombre es

-¿¡Han Na!? - Alguien dijo detrás de ella