Ante la aparición del robot gigante, los amigos se apresuraron a separarse y esconderse detrás de los escombros repartidos por el lugar. La apariencia ovalada con una luz roja en el centro parecida a un ojo sumado al gran brazo metálico que poseía el robot hacía que se esforzaran en mantenerse alerta y alejados de su rango de acción.

-¡Tengan cuidado! – Exclamó Chanyeol. - ¡Lo más probable es que pueda herirnos de verdad también!

Junto con el ambiente, el cielo violeta, las extrañas luces atravesándolo todo y la cuadrilla en el suelo, la escena parecía salida de una película de ciencia ficción. Los chicos se mantuvieron escondidos, espiando los movimientos del robot intentando descifrar cómo actuar.

De pronto Kyungsoo se puso de pie, salió del escondite y dio un gran pisotón en el suelo con la idea de utilizar sus habilidades para dañar el robot; pero su plan se vio frustrado cuando no sucedió nada, y en cambio llamó la atención del enemigo. Kyungsoo se quedó congelado, sorprendido de que sus habilidades no tuvieran efecto, mientras los demás lo miraban del mismo modo, asustados por el hecho de que ahora se encontraba al descubierto. El gran brazo metálico del robot se disparó hacia él pero gracias a Jongin, quien lo tomó por el brazo y tiró de él hacia el suelo, el brazo sólo le rozó la mejilla dejando una pequeña marca en ella.

Los chicos se miraron entre ellos incrédulos. Era extraño que las habilidades no funcionaran, pero era aún más sospechoso que directamente no pudieran utilizarlas. Uno a uno intentaron ponerlas en uso, pero se encontraron con que efectivamente, era inútil. No podían convocarlas.

Chanyeol activó su visor y comenzó a analizar el lugar, sus personajes y por último al robot. Llegó a una conclusión que hizo que su corazón saltara en temor. ¿Cómo iban a afrontar la situación ahora?

-Sunjong está bloqueando nuestras habilidades. – Le dijo a los demás.

-Oh, genial. – Respondió Jongdae poniendo los ojos en blanco y sentándose contra una pared.

-Pero hay algo más…

Seis cabezas se giraron rápidamente hacia Chanyeol justo en el momento en el que escuchaban una serie de sonidos provenientes del robot indicando que los había encontrado. Las grandes patas comenzaron a moverse al mismo tiempo que la garra del brazo metálico comenzaba a girar creando llamas en el centro que luego disparó en el lugar donde estaban los amigos. Los escombros les sirvieron para amortiguar el ataque, pero sabían que debían moverse rápido.

-¡¿Puede utilizar nuestras habilidades?! – Exclamó Jongin sorprendido. Chanyeol asintió rápidamente.

-Las usa a través de nosotros, creando una especie de vínculo. Intentaré hacer algo al respecto, pero hasta entonces tendremos que usar las armas convencionales.

-Bien, escuchen. Nos separaremos y lo tomaremos por sorpresa. – Junmyeon asumió el liderazgo una vez más mientras desenfundaba su arma. – Tengan cuidado.

Los demás asintieron en señal de confirmación y comenzaron a moverse detrás de los escombros para evitar ser vistos. Disparaban cuando les era posible pero las balas poco hacían para detener el cuerpo metálico del robot. Kyungsoo y Minseok se llevaron un susto tremendo cuando la garra del brazo rompió una pared cercana a ellos, Sehun intentaba disparar desde su escondite a ciegas para evitar resultar herido, y Jongin prácticamente salvó la vida de Junmyeon al dispararle al brazo metálico justo antes de que se dirigiera hacia él.

De vez en cuando la garra comenzaba a girar y a disparar alguna de las habilidades especiales; sea una bola de fuego, rayos eléctricos, viento huracanado o hielo congelado. Junmyeon, Sehun y Kyungsoo se encontraron y decidieron atacar los tres juntos para ver si tenían una mejor oportunidad de causar daño. Lamentablemente las balas apenas tocaron la superficie del robot, mientras que el brazo metálico desvió el resto. Chanyeol y Jongin se unieron al grupo con sus armas, seguidos de Minseok.

-¿Dónde está Chen? – Preguntó Sehun, haciendo que los demás aprovecharan el momento de confusión del robot para echar un vistazo alrededor.

Jongdae se encontraba en un rincón no muy lejos, agachado sobre algo que no llegaban a ver. Pronto volvieron a fijar la vista al frente cuando notaron que la garra del brazo metálico comenzaba a girar, signo de que iba a utilizar alguna de las habilidades. Los amigos pronto intentaron cubrirse para el impacto, acercándose unos a otros y retrocediendo hasta que sus espaldas chocaron con la pared que tenían detrás. Era demasiado tarde, podían intentar correr pero no escaparían muy lejos.

Levantaron sus armas para cubrirse cuando la bola de electricidad comenzó a formarse en la garra del robot, pero el impacto nunca los alcanzó. Miraron extrañados a Jongdae, quien tenía lo que parecía un escudo en frente con el que había bloqueado el ataque.

-¿Qué tal? – Preguntó sonriendo.

-¿De dónde has sacado eso? – Contestó Kyungsoo feliz de seguir con vida.

-Hey, Chanyeol y Minseok no son los únicos con conocimiento sobre código en EXO. Tengo mis trucos bajo la manga. – Sonrió. – Y no es todo.

Dirigió su nuevo invento hacia el robot justo en el momento en el que el rayo eléctrico salía disparado y le pegaba al enemigo. Éste comenzó a girar confundido; se detuvo por un momento y las diversas luces comenzaron a titilar.

-¡Vamos, ahora! – Junmyeon apuró al grupo para que salieran de donde se encontraban y volvieran a ponerse a resguardo.

-¿Qué más podemos hacer? – Preguntó Sehun una vez estuvieron detrás de más escombros.

-Las habilidades parecen surtir efecto. – Dijo Junmyeon analizando la situación. – Jongdae, ¿cuánto durará tu escudo?

-No lo sé, pero supongo que ya lo averiguaremos.

-No puedes arriesgarte sin estar seguro de que no saldrás herido.

-¿Acaso tienes una mejor idea? ¡Estaremos muertos de todos modos!

Los chicos se quedaron callados procesando la escena. Iban a encontrarse en un aprieto incluso más grande si no podían detener el avance del enemigo. Sunjong claramente los superaba en poder, pero eso no quitaba el hecho de que debían derribarlo y evitar que más personas salieran heridas a causa de su locura.

Luego de unos minutos de discutir y analizar la situación, se dieron cuenta de algo: no había movimiento por parte del robot. No escuchaban pasos, ni sonidos extraños ni el giro del brazo metálico. Los amigos se miraron extrañados entre sí para luego espiar por sobre los escombros y averiguar qué sucedía. El ataque de Jongdae había hecho más daño del que parecía en un principio, logrando que el robot continuara confundido sin moverse del lugar. Chanyeol activó su visor y comenzó a mover los dedos rápidamente sobre el teclado que se proyectaba en su brazo.

-Nuestras habilidades ya no están bloqueadas, pero continuamos sin poder utilizarlas. – Los muchachos lo miraron. – El robot sigue alimentándose de nuestra fuerza a través del vínculo.

Los hombros de Junmyeon cayeron al mismo tiempo que se apretaba el puente de la nariz en señal de frustración. Jongdae se sentó en el suelo con fuerza, mientras el resto desviaba la mirada e intentaban hallar una solución. Incluso Chanyeol estaba perdiendo la fe; si Sunjong había creado un vínculo entre ellos y la fuerza del robot, la única manera de ganarle era desapareciendo. Y aun así no existía manera de asegurarse de que no encontraría otra fuente de poder.

El tiempo de descanso no les fue suficiente; pronto comenzaron a escuchar cómo el robot se ponía en marcha otra vez. Chanyeol se asomó rápidamente por sobre la pared que los cubría para observar al enemigo y rechinó los dientes ante la situación. ¿Qué podía hacer para derrotarlo? Sunjong había reconocido sus habilidades pero él se sentía inútil sin poder utilizarlas para salir de este embrollo.

-Veo que necesitan ayuda.

Esa melodiosa voz que había extrañado durante tanto tiempo y que lo había convencido de ayudar en la búsqueda de Yixing hizo que su corazón se sobresaltarla al oírla. Chanyeol se giró rápidamente y observó a Baekhyun de pie a varios metros por delante de él. Los amigos copiaron el gesto, quedando mudos de la sorpresa. Baekhyun levantó una mano con la palma hacia arriba mientras creaba una pequeña bola de luz en ella. Dobló un poco la cabeza y sonrió satisfecho.