Han pasado un par de semanas entre citas y escapadas a escondidas. La más memorable, una terrible cena con la familia de Krystal, en donde quedó muy claro que jamás tendremos apoyo de su parte, incluida Jessica.

Quiero pensar que eso es lo que ha mantenido a Krystal algo distante esta última semana. Eso y su trabajo, el cual ha sido bastante. Aunque me siento algo incomoda con el hecho de que ha estado saliendo mucho con Kai. Su excusa, trabajo. Pero no puedo evitar sentirme insegura y algo celosa. Definitivamente él no me cae bien. Hay algo en el que no termina de convencerme.

Por mi parte he tratado de mantenerme ocupada creando música y entre mis consultas al Psiquiatra, buscando bajar mis medicamentos, ya que el último tiempo me he sentido bien y casi no he tenido pesadillas. Jong y yo terminamos visitando al mismo doctor. El cual insiste en solo medicarnos y no tratar realmente el fondo. Aunque claro, no hay una solución definitiva cuando tu cerebro es el que está dañado y decide dejar de producir serotonina e impide que seamos felices realmente.

Hoy terminé temprano con mi terapia y sesiones de producción, por lo que puedo llegar a mi apartamento un poco antes, y así encontrarme con Krystal.

La encuentro en la cocina “intentando” cocinar lo que pareciera ser un estofado. Pero parece más una poción para invocar a un demonio. Así que amable y disimuladamente le pido que me deje a mí terminarlo y ella se puede ocupar del postre. Eso sí es algo que Krystal hace muy bien. La repostería es su fuerte.

Una vez que termino de cocinar, la invito a sentarse a la mesa y así podamos hablar de nuestro día.

Tras una breve y muy banal conversación notó que algo le molesta y me mira como si quisiera decirme algo, pero no encuentra las palabras

 “Soojung, ¿hay algo que te esté molestando? Desde le cena con tus padres has estado algo…Distante”

“¿De qué hablas? Todo está bien. Solo estoy algo cansada. Entre los Photoshoot y nuestras salidas en la madrugada, realmente no he logrado dormir bien estos días”

“Si quieres puedes ir a descansar ahora. Trata de dormir. Puedo despertarte cuando sea la hora en que vengan por ti.”

“Gracias Amber, eres un sol”

“Claro”

Mientras la veo dormir pienso en si pude haber hecho algo para estropear lo que tenemos y mientras barajo las opciones, noto que su celular suena reiteradas veces, indicando que le llegan múltiples mensajes. Mi primera reacción es leerlos, después de todo puedo acceder a su teléfono. Pero lo pienso mejor, y solo lo pongo en silencio para que no moleste el ruido. Al tomarlo, un nuevo mensaje llega y solo me quedo con el nombre  en la pantalla. Jongin…

Mis inseguridades se vuelven aún más grandes e irracionales. Así que para evitar hacer alguna escena o sobre reaccionar, decido salir a caminar por los alrededores. Mientras camino e intento buscar una excusa razonable de por qué Krystal se mantiene tanto en contacto con él, pierdo la noción del tiempo. Y cuando me doy cuenta ya es pasada las 8 p.m. hora en que ya debería haberla despertado. Pero como no recibí una llamada, o algún mensaje de ella, asumo que todo está bien. Pero cuando busco mi celular para llamar a Krystal, me doy cuenta de que no lo traje conmigo. Debo haberlo dejado en el apartamento cuando salí tan apurada.

Tardo un poco en llegar al apartamento, ya que dentro de mi enojo caminé bastante. Al llegar Krystal ya no está, y mi teléfono tiene varias llamadas perdidas y mensajes de Krystal. Intento llamarla de vuelta pero no consigo comunicarme. Supongo que tendré que esperar a que vuelva a llamarme.

Así pasan dos días. Dos malditos días en donde no recibí ni una maldita llamada o mensaje de Krystal. Intenté llamarla en reiteradas ocasiones, consiguiendo nada más que la contestadora. Ya harta de esperar que me busque, decido ir a su casa y hablar con ella directamente.

Mientras manejo a su casa comienzo a acobardarme un poco, ya que recuerdo la no placentera conversación que tuvieron sus padres cuando salió el tema de una posible relación gay entre algunos artistas. Dejándonos en claro que si les dijéramos sobre nuestra relación, jamás nos apoyarían. Intento dejar mis miedos de lado y me estaciono en la entrada preguntando por ella. Krystal aún no está en su casa, pero sus padres me permiten esperar por ella en la casa.

“Salió hace varias horas, ya debería estar de vuelta. Puedes esperarla aquí mientras regresa”

“Muchas gracias Señora Jung. Intenté llamarla, pero no me contestó”

“Si, ha estado algo distraída el último tiempo. Supongo que su nueva relación la tiene algo alterada. Se preocupa mucho de que puedan verla y fotografiarla. Eso causaría una gran conmoción en el espectáculo seguramente”

“¿Su nueva relación?”

“Oh… veo que aún no te lo ha contado. Dijo que estaba algo preocupada de cómo decírtelo. A todas en realidad. Ya sabes cómo es Soojung, es muy reservada en todo aspecto”

“¿Ella está saliendo con alguien? Es curioso. Por qué ciertamente no me mencionó nada estos días”

“Si. La descubrimos hace unos días. No quería contarnos, pensó en que nos enfadaríamos o nos opondríamos. Pero Soojung ya esa grande, y en edad de poder salir. Además, ese chico se ve bastante serio y educado. Tienen un carácter muy similar. Solo espero que sean cuidadosos”

“ese chico”… esa frase quedó dando vueltas en mi cabeza y fue lo último que escuche. Pues dejé de poner atención a lo que me decía la señora Jung. Ese chico, no podía ser posible. No era posible. ¿Cómo? ¿Cuándo pasó? ¿Desde cuándo? Tenía tantas preguntas. Comencé a sentir mucha angustia, así que me despedí con la excusa de que no tenía tiempo de esperar y me fui a mi departamento.

Cuando llegué me puse a caminar en círculos en la habitación tratando de buscar una explicación. Quería encontrar una respuesta de porque estaba pasando eso. De que significaba el que Krystal les dijera a sus padres que estaba saliendo con Jongin. Comencé a sentir que me faltaba el aire, y peinar mi cabello excesivamente al punto de tirarlo. Pero estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta. Ni siquiera me di cuenta de que el timbre estaba sonando hasta que vi a alguien parado en la entrada del apartamento.

“Hola Amber… Necesito que hablemos”