Capítulo Dos

Repostero de Mi Corazón [KaiSoo/HunHan]

Capítulo Dos: KyungSoo Hyung es Mi nuevo vecino.

 

KyungSoo se sorprendió un poco. Había perdió contacto con JongIn después de su confesión y su posterior mudanza.

Para el hombrecito, hacía tiempo que   se había hecho a la idea, que su enamoramiento por JongIn fue solo era una confusión de su época de adolescente, sin embargo, volverlo a ver removió algo en su interior.

 KyungSoo dio media vuelta con dirección al ascensor, presiono el botón que indicaba el cuarto piso y sin mayor alboroto el castaño de labios acorazonados se retiró.  

Dodo de mi corazón, no me dejes. Amor mío.

Segundos más tarde LuHan fue tras KyungSoo, con una mueca de felicidad en su rostro. LuHan   había hecho una de las suyas, esa tarde sin darse cuenta.

SeHun, acostumbrado al comportamiento de sus vecinos, restó importancia a la situación Vamos negro, hay que subir tus maletas.

¡Que no soy negro!  —dijo el pelirrojo irritado.

 Su día había sido algo estresante, como para que su primo, lo coronara con sus bromas sobre su tono piel. Tomaron las pertenencias del pelirrojo y subieron en el ascensor hasta el 4to piso, donde estaba ubicado el departamento de SeHun.  

El rubio se notaba apresurado, y salió a prisa del ascensor, con algunas de las maletas de JongIn. El las dejo frente a su departamento, con dificultad abrió la puerta de su vivienda, permitiendo el paso al pelirrojo.

 Aún apresurado, dejo las valijas de JongIn en el salón, le explico brevemente las normas de su —no tan —humilde morada y le indico cuál sería su habitación de ahora en adelante.

Luego, sin avisarle a JongIn, SeHun se fue al departamento de LuHan para seguir con su interrumpida conversación. Mientras JongIn desempacaba alguna de sus cosas.

El pelirrojo salió de su habitación un rato, en busca de su primo, pero no vio ninguna señal del rubio. Cansado por el viaje y de cargar sus maletas. JongIn tomó una sienta en el sofá de la sala.

Cerca de una hora y media más tarde, SeHun regreso, trayendo consigo, un plato cubierto en aluminio como forma de proteger el contenido del mismo. 

Negro despierta, traje la cena… o lo que quedo de ella —exclamo SeHun, lo último para sí mismo, con algo de burla poco disimulada.

¿Dónde estabas? —respondió adormilado el joven de piel tostada, cambiando su postura en el sofá, mientras trataba de alejar el sueño de su cuerpo.  

Fui a ordenar la cena —dijo el rubio, con una expresión divertida en su rostro, quien aún mantenía el plato de comida en sus manos.

¿La cena?  ¿Qué comeremos?

Querrás decir que comerás, porque yo ya lo hice. Lo siento, son solo las sobras —advirtió el rubio, caminado a la cocina para dejar el plato sobre el mesón de la misma.

Sobras ¿Enserio? Soy tu primo ¿Y solo me darás sobras? —el pelirrojo se quejó, levantándose del sofá haciendo mayor énfasis en su protesta.

         SeHun rio internamente, de las expresiones que el pelirrojo manifestaba, eran graciosas Cierto. Olvide decirte esa parte.  Los vecinos se encargan de las comidas. Hermano yo no cocino, pero ni el agua del Ramyun.

¿Los vecinos?  —indago el pelirrojo.

 JongIn meditaba si debía preguntar o no por las dos los individuos, que vieron en el vestíbulo horas antes, curiosidad que tenía más por el chico de labios acorazonados, que por el LuHan. 

Por cierto ¿quiénes son las personas que bajaron en el ascensor justo después de ti?  —Dijo en moreno mientras, revisaba su cena, las sobras no se veían tan mal después de todo.

Los vecinos de del 4-12 los que hicieron la cenaExclamo con simpleza el rubio, dejando al moreno solo con su cena, gourmet de sobras.

 

XOXO

Los primos del 4-12 se encontraban en la cocina lavando los utensilios y la vajilla que había utilizado esa noche.

KyungSoo se mantenía en silencio, mientras debatía si debía decirle o no a LuHan sobre JongIn, ya que él había decidido, omitir el nombre del joven que lo rechazo. Antes de mudarse a Seúl.   

—Soo, yo quiero pedirte un favor.

LuHan rompió el silencio.

  ¿Un favor? ¿A mí? ¿Qué está cruzando por tu extraña cabeza, Lu-ge?

 Sí.  Ha pasado un tiempo y creo que es hora de dejar de jugar y ser oficialmente una pareja, pero, no sé cómo decírselo a SeHun. ¡Ayúdame Dodito!

—Bien te ayudare, pero solo si me compras esa batidora —dijo el castaño menor, extrayendo los platos del lava-vajillas.

Tal vez parecía interesado, pero LuHan había roto sin querer su preciada batidora, un par de días atrás y la había tirado a la basura para borrar la evidencia. Para KyungSoo era hora de cobrar venganza por su bebé.     

Lo que tú quieras pastelito de azúcar —contesto LuHan con una voz infantil, como si le hablara a un bebé. Tomando los platos para guardarlos en su lugar.

Terminada su tarea nocturna tanto LuHan como KyungSoo, se fueron a sus respectivas habitaciones, LuHan ya había entrado a la suya, pero sin cerrar la puerta como de costumbre.

KyungSoo se detuvo en medio del marco de la puerta de su habitación. —Lu. El primo de SeHun… es el chico que me rechazo al finalizar la preparatoria.

 Revelo el pequeño castaño ante de cerrar la puerta de su habitación, sin permitirle a LuHan alegato alguno. Sorprendido por la declaración de KyungSoo, LuHan decidió no tocar el tema.

 

Temprano en la mañana KyungSoo deambulaba de un lado a otro en la cocina, preparando el desayuno. Igual que cada mañana, pero hoy debía colocar un plato extra al menú del día.

 SeHun, le había contado el día anterior durante la cena, que JongIn viviría en su departamento, a partir de ahora pidiéndole a KyungSoo agregar un plato extra a cada comida.

LuHan acaba de levantarse, había salido del baño y caminoo en dirección al sofá, recostándose.

 ¿Era necesario que nos levantaríamos tan temprano mi gordito relleno? LuHan exteriorizo sus pensamientos en voz alta.

     .

     LuHan se levantó de sofá y se fue a la cocina, se acercó lo suficiente al castaño, para pellizcar las mejillas, obstaculizando su camino en el proceso ¿Cómo amaneció la cosa más bonita y amanzánate del mundo?     

KyungSoo, lo vio de forma amenazadora, como todas las veces en que LuHan se le acercaba para pellizcarle las mejillas, con un leve empujón alejo a LuHan de su rostro.

No me hagas usar el bate. Hyung.  

 

Un par de horas más tarde, los primos del departamento 4-12, se encontraban en centro comercial. Eran cerca de las 10 de la mañana, KyungSoo caminaba de regreso a aparcamiento junto a LuHan, con una caja mediana en sus brazos. 

¿Soo estás seguro de llevar esta? —dijo LuHan, aun con dudas sobre la batidora, que para él era demasiado grande.

¿Quieres mi ayuda o no?  —exclamo KyungSoo, fingiendo disgusto. Una táctica que el mismo LuHan le había enseñado cuando eran unos niños y aún seguía surtiendo efecto.   

Claro pero…

KyungSoo respiro profundo y se detuvo frente a la cajuela de BMW de LuHan Además, se me ocurrió una brillante forma, para que le muestre tus intenciones a SeHun.

¿En serio? ¿Qué?

Un pastel para SeHun. Él siempre pide las sobras de lo que hago y que mejor forma de decirle lo que quieres que un pastel —exclamo mientras cerraba la cajuela del auto.

¡Oh! Do KyungSoo eres un maldito genio, si haces un pastel para SeHun… —hablo emocionado el chino, dando un salto antes de adentrar en su auto y abrirle la puerta al repostero.   

Yo no haré nada. Lo harás tu solito Lu, como muestra de tu madurez y amor por SeHunexclamo el pastelero entrando al auto, con una sonrisa traviesa en su rostro, que en cierto modo causando temor. 

—Eres un genio. Mi primo favorito… mí amado KyungSoo – expreso LuHan abalanzándose sobre KyungSoo para darle un abrazo. 

—Lu, soy tu único primo.

LuHan arranco y salieron del estacionamiento a toda prisa. Ser el copiloto de LuHan era en sí mismo una travesía, el chino muchas veces se alocaba al tomar el volante. Por suerte aún no había causado ningún accidente o tenido infracciones.

Llegaron al edificio en poco tiempo, KyungSoo tomo en brazos cual bebé a su nueva batidora.

Si no estuviese acostumbrado a tu forma de conducción ya te hubiese, golpeado Hyung.

XOXO

 

Bien. ¿Qué es lo primero que debo hacer Baby Soo? —pregunto el castaño.

 LuHan estaba emocionado y había tomado uno de los uniformes de KyungSoo para la ocasión.     

¿Baby Soo?  Esa es nueva —dijo KyungSoo arqueando una ceja en señal de vacilación.

KyungSoo dejo pasar el hecho de que LuHan usara uno de sus uniformes, solo por esta ocasión.  El repostero saco los ingredientes para el biscocho dejándolo sobre el gran mesón de la cocina.

Siempre nuevo material tengo para ti. Hermoso —dijo LuHan guiñándole el ojo, mientras observaba a su primo buscar cosas aquí y allá.

¿Qué hay de SeHun? 

Riendo un poco de la pregunta de su querido primo, LuHan le respondió con simpleza El material que tengo para él, es para mayores de 18 años, Mi querido Soo.  

KyungSoo guio paso por paso a LuHan, dándole instrucciones precisas y detallas de lo que debía hacer, sin ninguna queja, KyungSoo, se mantuvo calmado y más amable de lo normal. De hecho, cuando el bizcocho estuvo listo, se ofreció el mismo a decorar el pastel de LuHan para que  fuese perfecto… 

 

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