Capítulo Nueve

Repostero de Mi Corazón [KaiSoo/HunHan]

Capítulo Nueve: Hyung no me odia.

 

El martes en la mañana, el departamento 4-12 seguía en condiciones similares, a las que KyungSoo lo había dejado la noche anterior luego de tirar algunas fotografías de la estantería de LuHan. Esa fue su forma de lidiar con la ira, que se había manifestado en su ser. Luego se fue a su habitación cerrado la puerta con fuerza.

KyungSoo, salió de habitación justo en el momento en que LuHan y compañía entraban a la casa.

Dodito de mi corazón. My Sunshine. Limpiaremos este desastre minuciosamente.

Eso espero. Hyung.

 El repostero tomo sus cosas y salió del departamento.

De la que nos libramoss. Bien, a limpiar, sino seremos sacrificios humanos de ese pequeño...

LuHan, Bebé. No exageres.

 

XOXO

JongIn s se fue en dirección a la cocina. Observó el enorme desastre del lugar. Le daba toda la razón, a KyungSoo, por su enojo.  Limpio superficialmente.  Él no eran el causante de el desorden, ese crédito se lo lleva todo LuHan.  

  JongIn dejo de limpiar y se fue en dirección a las habitaciones sin que el par de enamorados lo descubriera. Sentía la adrenalina, recorrer su cuerpo. Entro, a la alcoba del repostero, con sigilo. El pelirrojo, había sentido curiosidad desde la última vez que estuvo allí.

JongIn, camino por la habitación observado el ordenado lugar. No le había prestado mucha atención a la decoración la última vez.

Rondando un poco más, algo llamó su atención, el pequeño libro sobre la mesa de noche, que había visto en múltiples ocasiones. Se trataba de un álbum fotográfico, propiedad del castaño.

El pelirrojo se acercó a la cama, se sentó en ella y tomo el libro. Lo abrió en una de las páginas al azar. Había una fotografía de KyungSoo y él. Tendrían en ese momento 5 o quizás 6 años. La imagen impresa tenía un pequeño pie de página. 

 Soo & Innie, jugando en la nieve.

Pasando a otra página, había una fotografía, de KyungSoo, el pre adolescente con un delantal de cocina.

 

                     Soo Hyung, haciendo galletas.
Fotografía: Kim JongIn

El pelirrojo, se saltó a hasta una de las últimas páginas, había una fotografía de ellos juntos de nuevo, ambos sonriendo. La preparatoria. 

Celebrando la entrega de resultado para la universidad.

Esa última vez que KyungSoo y él se llevaron bien, sin incomodidades. Eso fotografía fue justo antes, que su Hyung le declarar sus sentimientos. Justo antes que él tomara una decisión drástica.

Justo antes de romper su amistad.

 

XOXO

KyungSoo había salido en la mañana para distraerse un poco y no matar con sus manos a LuHan. Una caminata por el parque, tomar aire fresco y dejar sus problemas de lado.  Ese martes no tenía clases, pues las habían suspendidos, por mantenimiento a las instalaciones educativas.  

El castaño se sentó en una banca. Mientras observaba el paisaje, comenzó a reflexionar, sobre los últimos días.  Dejando salir un suspiro, el único resultado que daba   sus deliberaciones, era que había sido bueno después de todo, que LuHan hay olvidado mencionar la llave de repuesto.

La tensión y la incomodidad entre JongIn y él había disminuido lo suficiente como para mantener un conversación, aunque solo fuese un dialogo superficial.

 Una sonrisa, se instauro en su rostro.

 Tal vez podríamos, ser amigos de nuevo.

El castaño, miro su reloj, era poca más de medio día y su estómago pedía algo de comer. El desayuno/ comida chatarra, no era tan buena después de todo.

 KyungSoo, se levantó de la banca y retomo el camino a casa. Tenía hambre y nada mejor que la comida hecha en casa.

De regreso, KyungSoo compro algunos ingredientes, para un almuerzo sencillo. Veinte minutos, más tarde estaba en ascensor del edificio. Tarareando una melodía, pegajosa, de un grupo de moda. KyungSoo llego a casa.

Tomo su llave y abrió la puerta. No se sorprendió al ver el lugar inmaculado, con LuHan y SeHun vaporizando los muebles.

Entro a la cocina, preparo un almuerzo rápido para 4 personas y al terminar, comió solo mientras los demás trabajaban. Lavo sus platos y se fue a su habitación.

¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo entraste?

 El pelirrojo se levando asustado de la cama. Sujetando el libro hacia su pecho.   

Hyung... yo.

¿Qué es eso?  —KyungSoo se acercó y pudo ver de cerca, JongIn tenía en sus manos el álbum de fotos.

Dame eso.

No.

Dame eso JongIn. No voy a repetirlo.

¿Porque aun conservas estas fotos?  

JongIn se había alejado de la cama como forma de huir de castaño.

Devuelve ese libro en este instante Kim JongIn.

No. Hasta que respondas mi pregunta.

 KyungSoo, sujeto el libro, comenzando a forcejar, por el control físico del objeto. 

¡JongIn!

 El pequeño libro, salió volando de sus manos y aterrizo lejos de ellos. El silencio los invadió, sumándole el hecho de estar tan cerca uno del otro. JongIn vislumbraba el rostro del castaño.

 Su ojos grandes que lo miraban fijamente, sus algo regordetas mejillas y no podía olvidar sus labios. Sus acorazonados labios, que lo llamaban cada vez que castaño hablaba.

JongIn no pensó. Tomo el rostro del repostero entre sus manos y le planto un beso. Creyendo que no duraría mucho, pues conocía bien el temperamento de castaño.

Para su sorpresa, KyungSoo no se negó al contacto y por un pequeño instante, dejo de pensar, liberando brevemente los sentimientos que él, había encerrado en lo más profundo de su ser.

KyungSoo, sujeto a JongIn por la camiseta, como si no quisiera sepárese del pelirrojo. 

♥♥♥

LuHan y SeHun había terminado la limpieza y de almorzar. Se sentaron en el sofá, a descansar un poco.

Ahora que lo pienso ¿Dónde está JongIn?

Mmmm… no lo sé. Desapareció en la mañana. Creí que estaba limpiando la cocina pero, solo armo las bolsas de basura.

Es raro, SeHunnie.

Supongo.

Iré a ver a KyungSoo, ya vuelvo. 

El chino camino hacia la habitación del repostero. Toco la puerta, por miedo, y no por decencia. Al no ver respuesta, la abrió sin contemplaciones.

¡Wow!

El repostero alejo bruscamente a JongIn de su lado.

Así ¿por eso es que se llevan tan bien ahora?

No es lo que estas pensado —KyungSoo apenas pudo articular esa frase.

— ¿Ah no?

¡Salgan de mi habitación! —KyungSoo grito.

Pero…

¡Ahora!

 El castaño suspiro cuando la puerta de su habitación fue cerrada. Llevo su mano a sus labios, cerró los ojos y los toco. JongIn lo había besado y él no se había negado en absoluto. Sus mejillas ardían, como las de una colegiala enamora y no quería imaginar cuan rojo estaba su rostro.

Un recuero que atesorare por siempre —se dijo así mismo, antes de sacudir su cabeza y mandar esos sentimientos, de nuevo al olvido…

¿O tal vez no?       

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