Capítulo Uno

Repostero de Mi Corazón [KaiSoo/HunHan]

Capítulo Uno: Un bocado dulce, con sabor a nostalgia.

 

El sol y su luz dan paso a un nuevo día.  Dando inicio a las aburridas vidas de los habitantes de la capital sur coreana.  En un departamento ubicado en alguna zona residencial de Seúl, un joven castaño de mediana estatura se encontraba impaciente. Hoy, un evento muy importante para su aun joven y prometedora carrera como repostero.

Do KyungSoo tenía los nervios de punta. La razón es simple, su primo y el conductor designado, porque el hombrecito no tiene su propio auto, estaba tardando demasiado en arreglarse para salir, sumándole a esto los nervios por la gran responsabilidad que pesaba sobre sus hombros.

 También, el hecho de que, debían buscar a su vecino y el tráfico que se formando a esas horas en el área de Seúl. Solo había llevado a KyungSoo  al límite de su paciencia.

¡Hyung!

No apresures la rellena de perfección, Mi dona maldad Afirmo LuHan, quien salía de su habitación tan exuberante como el mismo.

El pequeño hombrecito desvío la mirada hacia su primo dándole una señal de alerta, al también castaño LuHan, con sus enormes ojos.  KyungSoo, con su poca paciencia a punto de acabarse, respiro profundo y le sonrió a LuHan.  

Si he de llegar tarde tus pagaras las consecuencias… Hyung —exclamó el pequeño hombrecito. Esa mueca algo distorsionada en los labios en forma de corazón de KyungSoo, solo significaba una cosa. LuHan estaba en problemas.

¡Oh!  Apresúrate KyungSoo no podemos llegar tarde hoy es un día muy importante —Él pequeño castaño, solo lo observo y luego se dirigió a la salida. Contando hasta diez, para no golpear a LuHan por su retraso. 

Dodo, amor. Espérame.

Deja de tus apodos raros, sabes que odio eso.

Salieron del departamento al que llamaban hogar en busca del vecino. Oh SeHun, un muchacho que se había mudado hace tres años al mismo edifico departamental y mantenía una relación sin definir con LuHan.

 Con el destino fijado no les tomo mucho tiempo llegar, gracias la excesiva velocidad con la que el chino acostumbraba a conducir.

KyungSoo salió disparado del estacionamiento para buscar su amada creación, que encontraba resguardada en uno de los refrigeradores de hotel. Por otro lado LuHan y SeHun se encaminaron con calma, a la ubicación que había sido previamente reservada por el pequeño repostero.

XOXO

 

     El evento había transcurrido de forma exitosa, varios periodistas estaban en el lugar. El medio día había llegado y era hora de que algunos visitantes pudiesen probar los platillos de la exhibición.

En mismo lugar se encontraba JongIn, a causa de sus prácticas profesionales fue enviando como el corresponsal. JongIn Al igual que todos los periodistas contaba con los privilegios de probar la deliciosa comida sin pagar ningún centavo.

Él joven universitario de piel bronceada ubicado en el área asignada a la prensa, esperaba el postre. Lleno de expectativas gracias a la calidad que los exponentes le habían dado a cada platillo.  Poco después uno de los asistentes le sirvió, una porción.   

Delicioso… <> —pensó el muchacho, algo en esa ración de mousse el recordaba la preparatoria. A su amigo KyungSoo Hyung…

 Alguien con quien perdió comunicación hacía varios años. El joven saboreo cada bocado del dulce de fresas, frente a él. Con la esperanza de conocer, al creador de ese bocado de nostalgia.

Pero para su mala suerte, cuando llego la hora de conocer a la persona que él quería entrevistar. Este se había retirado temprano junto con los demás, exponentes del evento culinario; en su lugar estaban los maestros quienes alababan con gran orgullo a sus aprendices.   

     Esa misma tarde y luego de recoger su pertenecías en su antiguo departamento, dicho sea de paso compartido. El pelirrojo muchacho, se encontraba en la recepción del edificio donde vivía su primo, a la espera de este.

   La razón es muy sencilla, su compañero de habitación y propietario de su antigua vivienda lo desalojo para introducir a su novio, en ella.

Pero, no todo eran reveses para el pelirrojo, gracias a su querida madre, que contacto a su tío, lograron converse a su primo, SeHun, para que le permitiera quedarse en su departamento.

Se suponía que el rubio le informaría al encargado de seguridad sobre su llegada y le dejara una copia de la llave, pero de alguna forma SeHun había olvidado ese pequeño detalle y ahora JongIn se encontraba con todas sus pertenencias en la recepción de edificio, sin ninguna señal de SeHun.

Estúpido SeHun, que no les dijo nada. Estúpido ChanYeol y su también estúpido novio por querer mudarse —refunfuño el muchacho por su suerte, cansado de esperar.

 El pelirrojo arto de su situación y viendo que el hombre de seguridad no lograba contactar SeHun, decidió llamarle el mismo. El aparato de comunicación inicio el contacto y después de dos repiques el rubio contesto el teléfono celular ¿hola? ¿Kai?

SeHun ¿Por qué no les avisaste? Estoy en la recepción del edificio —Reclamo el joven, sin ninguna contemplación. 

Espera ya bajo.

XOXO

     SeHun guardo de nuevo su celular, el rubio no estaba en su departamento cuando, el sr Lee, el custodio del edificio intento contactarlo por el sistema interno.

Esa era la razón del desconocimiento, sobre JongIn y que se encontraba ahora en la recepción del edificio, esperándolo.

 — ¿Qué sucede SeHun? —indago LuHan por la corta llamada, que recibió el rubio.  

Mi primo vivirá conmigo a partir de hoy y olvide infórmale a seguridad sobre él —dijo el rubio.

 SeHun salió del departamento de LuHan, para buscar a JongIn.  Mientras. LuHan llevaba a KyungSoo contra su voluntad, para conocer al primo de SeHun.

Tomaron el ascensor hacia la planta baja, sin perder mucho tiempo en llegar allí.

 LuHan con algo de bulla salió de este, tratando de convencer a su primo de la buena idea que era conocer al nuevo inquilino. Solo quiero conocer a nuestro nuevo vecino no es tan malo. Soo.

No estoy tan seguro.

La voz elevada de LuHan al expresar su punto, en esa irrelevante discusión, provoco que el pelirrojo desviara su mira hacia la dirección del bullicio.

 Grande fue la sorpresa que se llevó JongIn, quien quedó sin palabras. Frente a él estaba KyungSoo, su amigo de infancia, el chico que hacía años no veía, justo después que el bajito se mudara de GoYang.

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