(VIII)
Mi Gran AmigaLlegar a un nuevo lugar no es fácil, más si es otro país con un idioma distinto totalmente diferente al tuyo, al igual que su cultura, aunque siempre esta ese lado de poder comenzar de cero, el empezar en un lugar donde nadie sabe quién eres, poder ser tú mismo sin tener que limitarte, por supuesto respetando a los demás y las leyes. Ese es el plan de Jessica y Stephanie, comenzar de cero y es literalmente eso porque no sabían el idioma y tenían que buscar un trabajo, ya que no quería depender tanto de sus padres.
-“Es aquí”- dijo Jessica señalando el edificio que vio en su laptop cuando investigaba
El taxi se detuvo y ellas bajaron, el hombre las ayudo a bajar sus pertenencias y subirlas al apartamento por lo que recibió un pago extra.
-“Hogar, dulce hogar”- dijo la castaña
-“Así es”-
Las dos chicas observaban todo el sitio hasta que se miraron y comenzaron a saltar, gritar y celebrar.
-“Vivimos juntos”-
-“Juntas”- se abrazaron –“Y solas”-
-“No más padres”-
-“No más hermanos”-
-“Libertad”-
Hicieron un baile de celebración
-“Creo que debemos comenzar a arreglar todo”- dijo Stephanie
-“¿Ahora?”-
-“¿Cuándo?”-
-“No sé, otro día”-
-“Jessi”- dijo en tono de advertencia
-“Bien, bien”- suspiro
Las dos comenzaron a acomodar, obligadas por Stephanie, a la pelinegra no le gustaba el desorden ni dejar las cosas para después
-“Estoy agostada”- se tiró a la única cama que estaba en el lugar
-“Debemos comprar otra cama”-
-“¿Para qué?”-
-“La otra habitación”-
-“¿No quieres compartir habitación?”- hizo un puchero
Stephanie no pudo resistir a eso –“Pero habrán reglas”-
-“¿Cuáles?”-
-“Debe ser ordenada”-
-“Yah”- se cruzó de brazos –“No me gusta limpiar”-
-“Tendrás que hacerlo o me mudare de habitación”-
-“Bien, seré ordenada”-
Stephanie sonrió y la abrazo dándole las gracias. Jessica sonrió también aunque se hacia la molesta. Esta era la única forma de compartir cama y habitación con Stephanie así fuera bajo sus reglas, no importaba dormiría abrazada a ella todas las noches.
Después de todo el proceso de orden se fueron a descansar sin comer, al día siguiente corrieron a la cafetería más cerca donde comieron un delicioso desayuno coreano, recorrieron las calles cercanas para conocer, en el proceso se perdieron, por suerte sus teléfonos móviles las ayudaron a regresar a casa. S
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