(V)
Mi Gran AmigaEl aceptar algo abiertamente es difícil, aunque aún más difícil es aceptarse uno mismo. El aceptar que te gusta alguien de tu mismo o es difícil y más cuando es tu mejor amiga, pero la peor parte es darte cuenta de los sentimientos por esa persona.
Eso fue lo que le paso a Jessica con solo quince años, darse cuenta que sentía cosas por su mejor amiga, que todas esas sensaciones que la hacía sentir no era clasificada como “normal” para una simple amiga.
Jessica estaba en su clase como cualquier día normal cuando un chico se le acerca para pedirle ayuda sobre algo de la clase en lo que la chica era muy buena, el profesor le había recomendado pedirle ayuda a Jessica para mejorar sus calificaciones.
-“¿Puedes ayudarme?”- pregunto el chico desesperado
Jessica miro a la puerta donde la esperaba su mejor amiga, ya que no compartían esa clase; Stephanie o Tiffany, como pedía que la llamaran ahora, la esperaba en la puerta al terminar sus clases para acompañarla a la próxima. Le hizo una señal que la esperara un poco más.
-“Bien, te ayudare”- respondió con fastidio –“Después de clases te espero en la biblioteca”- el chico sonrió –“Dos horas máximo, tengo otras responsabilidades”- el asintió enérgicamente
-“Gracias, Jessica”- sonrió y salió
La chica camino a la entrada donde la recibió la sonrisa hermosa de su mejor amiga que le alegraba el día. La castaña le explico lo que le pidió el chico, Stephanie le comento que compartía dos clases con él y era bueno en ellas. Jessica simplemente asintió y le restó importancia. La pelinegra le propuso acompañarla en su tutoría así ella aprovechaba de estudiar y por supuesto Jessica acepto, así no se separarían.
Al día siguiente las dos chicas esperaban al chico en la biblioteca, susurraban cosas y se sonreía hasta que lo vieron llegar. Jessica lo vio mirar a todos lados buscándola, cuando la encontró comenzó a acercarse con su sonrisa y relajado hasta que vio a Stephanie y su lenguaje corporal cambio a nervioso. La castaña lo dejo pasar, tal vez el chico era tímido con respecto a que otros supieran que necesitaba ayuda en esa clase; cuando llego saludo normal y las tutorías comenzaron.
Todo iba bien hasta que Jessica se dio cuenta como el chico miraba demasiado de reojo, para su gusto, a su amiga y como le sonreía más de lo que debería; entonces se dio cuenta que al chico le gustaba Stephanie y eso la hizo molestar al punto en que se levantó de la mesa, los otros dos la miraron sorprendidos.
-“Debo irme”- dijo. Stephanie la miro y al ver su ceño fruncido decidió no decir nada –“Continuamos otro día”- El chico asintió y todos comenzaron a recoger sus cosas.
Salieron del edificio y se despidieron, el chico fue a otro lado y las dos chicas comenzaron su camino a casa.
-“¿Qué fue eso?”- pregunto Stephanie para romper el silencio
-“Debo hacer un informe”- la pelinegra frunció el ceño, no recordaba algún informe –“Lo había olvidado”-
Stephanie se quedó mirándola un momento esperando leer algo en ella, pero no vio nada y aunque sabía que era mentira decidió creerle.
Para la próxima tutoría Jessica se negó a dejar que Stephanie la acompañara, le dijo que mejor se veían cuando regresara a casa ya que no se concentraba bien, la pelinegra solo suspiro y acepto.
Los días de tutoría fueron pasando y el chico se hacía más agradable, además aprendía rápido por lo que ya no era tan molesto, pero todo cambio con solo unas palabras.
-“Muchas gracias, Jessica”- la castaña solo asintió mientras recogía sus cosas
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