La palabra cita se refiere al acto de encontrarse e involucrarse en una actividad social que ha sido mutuamente acordada. Las actividades tradicionales en una cita incluyen salir a divertirse o a comer. Una cita romántica es una actividad social realizada por dos personas con el objeto de evaluar la idoneidad mutua como compañero en una relación íntima o de pareja.

Para las dos mujeres no había necesidad de evaluar si la otra era apropiada para ser su compañera de vida, ellas eran compañeras de vida desde que se conocieron, pasaron de ser dos desconocidas a la razón de vivir de la otra.

Después de esa confesión por parte de ambas no podían separarse, tenían esa enorme necesidad de estar junto a la otra, de tocarla, besarla y sentirla cerca; Jessica solo quería estar abrazada a Stephanie con su cabeza en el espacio que había entre el cuello y el hombro de la pelinegra, y esta no paraba de jugar con los dedos de la castaña, acariciar su piel y robarle uno que otro beso.

Eunbi estaba más que contenta, le encantaba ver a su tía con esa sonrisa de oreja a oreja que hacia sus ojos desaparecer como los de ella, su mama espaciaba más de lo normal, aunque esta vez lo hacía con una sonrisa, despertaba temprano y cantaba mientras cocinaba.

Stephanie llegaba al apartamento de Jessica, estaba esperando que abrieran la puerta, podría entrar fácilmente con su llave o el código de acceso, pero por esta vez no lo haría, sería su primera cita y quería hacerlo bien, aunque la cita no era necesaria, ambas consideraban que se lo merecían.

-“Hola, Tiff”-

La sonrisa en su rostro se borró inmediatamente al ver al ex esposo de su futura novia, aún no habían formalizado, pero estaba implícito.

-“¿Qué haces aquí?”- pregunto con molestia

-“¿Tan feo soy?”- bromeo

-“No es gracioso”- frunció el ceño

El ver a Nichkhun le generaba cierta inseguridad, tenía miedo que Jessica cambiara de opinión y le dijera que regreso con el tailandés.

-“Cuidare de SinB, estoy en la ciudad, pero ella no quería irse hasta que tu llegaras”- ella asintió

-“¿Dónde está Eunbi?”-

-“Con Jess”- ella lo miraba molesta –“Vamos, Tiff. No me mires así”- le sonrió –“Pasa”-

-“Puedo esperar aquí”-

-“Stephanie…”-

-“Soy Tiffany”-

-“Tiffany, lo siento”- se rasco la parte de atrás de su cuello –“Pensé que éramos amigos”-

Ella suspiro –“lo siento, solo me asuste al verte aquí”-

-“Estamos divorciados, ahora es tu turno”-

-“Suena horrible”- él se puso nervioso al ver el ceño fruncido de su amiga

-“Yo… no… eh… no lo decía de esa forma”- la pelinegra comenzó a reír y el negó con la cabeza, había caído en su trampa

-“No has cambiando”- dijo ella riendo, formando su conocida ojo sonrisa

Nichkhun la miraba maravillado, Stephanie era sumamente hermosa, la quería como una hermana, así la chica se alejara después de que el comenzó a salir con Jessica. Se reprochaba el no haberse dado cuenta que su ex esposa le correspondía a su amiga, las cosas serían muy diferentes, hubiese hecho todo para que estuvieran juntas.

-“Espero sean muy felices, lo merecen”-

-“Gracias, Nick”- ella lo abrazo

-“Tienen un segundo para separarse”- se escuchó una voz muy conocida por los dos

-“Jess/Jessi”- dijeron al unísono

Jessica agarro la mano de Stephanie y la acerco a ella

-“Pensé que la posesiva era Fany”- bromeo el tailandés señalando a la pelinegra

-“Piérdete, Nichkhun”-

-“¡Mami!”- grito emocionada la niña al ver a su tía

-“Hola, mi amor”- se agacho a abrazarla

Nichkhun y Jessica las veían sonrientes

-“¿Nos vamos?”- pregunto la pelinegra

-“Por favor”- dijeron los otros dos adultos recibiendo una mirada confundida de Stephanie

-“¿Qué?”- dijo el tailandés –“Quiero pasar tiempo con nuestra hija”-

Stephanie tuvo que agachar la cabeza para que no vieran las lágrimas de felicidad que estaban a punto de caer al escuchar a su amigo decir que Eunbi también era su hija.

-“Necesito al baño”- susurro y sin más se alejo

-“Eres realmente afortunada, Jess”-

-“Lo sé”- dijo sonriendo viendo por donde se fue su amiga

-“Lo somos”- la niña también se había quedado viendo por donde se había ido Stephanie

Un año y medio había pasado, Jessica regresaba a su casa muy sonriente, pero al abrir la puerta encontró a Yuri sentada en su sofá comiendo, ¿Qué era eso? ¡Pepino!

-“¿Qué haces aquí?”-

-“Vengo a estar pendiente de ti”- la castaña frunció el ceño –“Ordenes de Fany”-

-“No soy una bebe”-

-“Eres una princesa”- es encogió de hombros –“Me pidió que te trajera comida”- señalaba los envases –“Y algunos dulces que te gustan”- señalo otras bolsas –“También que esperara a que llegaras a casa”- se levantó –“Así que me voy”- camino a la puerta y se frenó –“Te dejo esto”- le entrego un sobre –“Te busco mañana temprano”- sin más salió

Miro el sobre rosa con el ceño fruncido, pero al ver la letra de la pelinegra sonrió y lo abrió, lo primero que encontró fue una foto de Eunbi y Stephanie, luego vio un pasaje de avión con destino a Los Ángeles y una pequeña nota que decía “Te esperamos”. No lo pensó dos veces y marco el número de la mujer, pero no recibió respuesta; reviso la fecha del pasa y era para la mañana siguiente, corrió a su habitación para hacer la maleta.

Se había terminado de vestir cuando el timbre sonó mostrando, cuando abrió la puerta, a Yuri y su novia Sooyoung

-“¿Qué hacen aquí?”-

-“Hola a ti también”- respondió Yuri entrando para agarrar las maletas –“Venimos a buscarte”-

-“El taxi nos espera”- agrego Sooyoung

-“¿Qué traes aquí?”- pregunto la morena –“Están muy pesadas”-

-“Lo esencial”- dijo después agarro su bolso y salieron