A pesar de la insistencia de Taeyeon, ni Yuri ni Yoona se atreven a llamar a Jessica de nuevo; lo cierto es que ambas temen perder el fino hilo de confianza que las une y las situación ya está demasiado tensa como para sumarle una pelea adicional. Es una situación delicada que ninguna de las dos quiere empeorar. 

Ven que la líder se deteriora de a poco, de todos modos. Come incluso menos de lo habitual, toma agua en medidas justas y necesarias, se encierra en su habitación y practica sin el entusiasmo que solía tener al creerse a cargo y, por lo tanto, un ejemplo a seguir para las demás.

Lo cierto es que ya no tienen quince años y Taeyeon ya no tiene que hacerse cargo de ellas. A pesar de ser la líder, la jefa, la que está al mando, Taeyeon es de cristal, un cristal que fue cubriendo las pequeñas grietas hasta que se hizo insostenible y se quiebra, como ahora.

Todas la escuchan llorar, no es necesario estar en la misma habitación de ella. Es claro que Taeyeon intenta ocultar su llanto contra la almohada pero no sirve de mucho. Las paredes son finas y sus oídos, pegados estratégicamente a la puerta, les dan a entender que hay que hacer algo, porque Taeyeon ya está sufriendo demasiado.

Es Yoona, sorpresivamente, quien decide entrar. La puerta no está cerrada, nunca lo estuvo, pero un aura de respeto mayor siempre está alrededor de Taeyeon y ninguna de ellas siente el valor suficiente para atreverse a interrumpir la privacidad de la mayor.

"Creo que Tiffany debería entrar," acota Seohyun antes de que Yoona abra la puerta "Tae la quiere demasiado"

Yuri niega "No, no, creo que Tiffany es la peor opción"

"¿Disculpa? ¿A qué te refieres?" pregunta, ofendida, la mitad americana "No la conoces tanto como Seo, o como yo" lanza una carcajada sarcástica "Quizá lo harías si no le hubieras prestado tanta atención a la traidora"

"Detente, Miyoung" advierte Yuri "Estás yendo demasiado lejos. No te olvides de que todas sabemos qué pasó en realidad"

Tiffany decide tragarse su respuesta y es entonces cuando Yoona finalmente abre la puerta a la habitación de Taeyeon.

La encuentra hecha un ovillo en su cama, su rostro tapado por una almohada, aún así, los pequeños sollozos son audibles y esa escena es suficiente para romper en mil pedazos el frágil corazón de Yoona. Es entonces cuando se siente culpable, quizá fue muy dura con ella; quizá no se merezca ser tratada con la mayor amabilidad, pero no es ella quien deba decidir eso. Taeyeon no le ha hecho nada directamente, y, si hay problemas con sus amigas, es algo que deberán solucionar entre ellas.

Taeyeon no la escucha entrar, por eso se sobresalta cuando la suave voz de Yoona inunda la habitación "Tae"

"¿Qué haces aquí?" pregunta, con la voz quebrada, dejando ver una pequeña porción de su rostro. Sus ojos están rojos y vidriosos, el escaso maquillaje que tenía aplicado se encuentra como manchas grises sobre sus pálidas mejillas y Yoona piensa que es la viva representación de un fantasma.

"No puedo dejar que sigas así, Tae" responde, busca ser lo más suave posible para que la mujer en frente suyo no se altere; esto puede ser una solución pero también puede derivar en un problema más grande y ya tienen suficientes "Estamos preocupadas por ti"

Taeyeon deja caer lentamente su cabeza contra la superficie esponjosa abajo suyo "Lo sé" afirma "Pero no lo sé, Yoona, no quiero salir. Estoy pensando demasiado y ya no sé qué es lo correcto"

Yoona se acerca a la cama sigilosamente y se sienta a su lado, aunque no la toca ni eleva el tono de voz "¿A qué te refieres?"

"A que ya no conozco a nadie, Yoona. No sé si entiendes a lo que me refiero o si estoy diciendo algo muy loco" suspira y, por primera vez, la mira directo a los ojos "No conozco a Jessica, ni a Tiffany, ni a Seo, ni a Sunny. Siento que todo cambió drásticamente, Yoona, nada es igual a cómo era y, sinceramente, lo extraño"

Yoona traga saliva y se queda sin palabras; usualmente,ella puede arreglar las cosas con unas simples oraciones pero esa respuesta supera cualquiera de sus expectativas. Aunque le cueste admitirlo, razón no le falta. Es cierto que todo ha cambiado, para bien o para mal, tiene que adaptarse y seguir porque pretender que todo sigue igual no solo es ridículo, también es inútil y una mentira.

"¿Sabes qué es lo peor?" pregunta Taeyeon, al no recibir respuesta de la delgada mujer frente suyo.

Yoona levanta la cabeza "¿Qué"

"Que tampoco me reconozco a mí misma. No sé en qué estaba pensando cuando traté tan mal a Sunny, cuando dejé que Tiffany la pisoteara cuanto quisiera o cuando permití que Seohyun se riera de ella. No era gracioso, Yoona,