Hey se que ha pasado mucho desde que no subo un capítulo nuevo, también sé que no he sido la mejor fanfiquer pero he pasado por unas cuantas situaciones, hubo cambios en mi vida que realmente me hicieron dudar del quién era  yo y pues aquí regreso, me olvidé un poco de lo que me gusta hacer, de lo que siento y hasta cambié cosas de mi, aún así espero que sigan la historia, gracias por todo. Los tkm. XD 

Soyeon tomó el camión que la dejaría cerca de la entrada de su casa. Caminó hasta la puerta que la conduciría a un enorme espacio verde, al fondo se encontraba una gran casa, que aunque por fuera parecía común, para nada lo era.

Acercó su rostro al lector personal que se hallaba escondido en el timbre y la puerta se abrió.

Qri estaba en la sala viendo algún programa de variedades.

—¡Aaah! ¡Llegaste! Muero de hambre. ¿Por qué tardaste? —dijo la pelirroja mientras se acercaba a las bolsas de papel que Soyeon dejó en la barra de la cocina.

No obtuvo respuesta, pensó que tal vez estaría agotada o no la había escuchado por el ruido que hacía mientras la otra sacaba dos charolas.

—¿So?

—¿Ah, qué? —contestó distraída mientras ponía las hamburguesas y las patatas en la charola.

—¿Porqué tardaste?— preguntó mientras tomaba una papa frita.

—Ah...El servicio estaba algo lento y había un poco de tráfico hacia acá.

— Mmm...Cierto.— le hechó una mirada cargada de incertidumbre.

Soyeon notó que Qri se estaba percatando de que algo pasaba, la conocía muy bien, así que decidió controlar la situación e hizo un intento por cambiar cualquier expresión que su cara tenía por una más aceptable...Sólo sonrió.

—Vamos Kyul...¿Por qué tantas preguntas? Estoy bien— tocó el lunar de la mayor con su dedo índice y le guiñó.

De inmediato dió efecto su táctica, pues el semblante de la otra también cambió.

—Está bien, está bien— tomó su charola y se dirigió a la sala para seguir viendo la t.v. mientras cenaban. La menor sólo se limitó a seguirla. 

«Menos mal que dejó de interrogarme, tengo que encontrar la forma de decírselo. De otro modo se alterará y querrá irse a otro lugar por un tiempo.»

—¿Cómo estuvo hoy el recital público?—la distrajo de sus pensamientos.

—Mmm...— pasó su bocado de hamburguesa— un chico me pidió que tocara una canción especial, se le declaró a la chica mientras yo tocaba para ellos.

—¡Ommo, ommo!...Al final me imagino que no se pudo negar.—Tomó un sorbo de soda.

—Era imposible, fue muy romántico.

—¡Daebak!— Qri abrió la boca y dibujó una 'O', luego suspiró.—Quisiera que alguien se declarara conmigo de esa forma o incluso algo más romántico.

Puso una cara desinflada.

Su compañera pudo darse cuenta de que estaba triste, que le preocupaba no tener al alguien con quien compartir sus días a medida que los años pasaban.

—¿Y el chico de la otra vez? El que llevaste al departamento. ¿No volvió a llamar?

La pelirroja dió un suspiro más pesado.

—No, está muy ocupado, tanto como yo. No teníamos mucho en común, no lo sé,  no era para mí...—Dejó la hamburguesa a un lado.

—Entiendo...Y...¿No te gusta alguien más del trabajo o algún maestro en la Universidad?

Al pasar de los años Qri se había convertido en una científica reconocida, tenía múltiples títulos en varias áreas, trabajaba en una importante compañía del gobierno que se dedicaba a la investigación tecnologíca y otras cosas fuera de este mundo, además de eso, la habían asignado para dar clases en la importante Universidad de Corea.

—Hay hombres que me parecen atractivos, pero están casados o simplemente sólo es atracción. No es algo profundo...Algunos son muy jóvenes y tontos...Por eso sigo soltera.— Rió sarcásticamente.

—Entonces, ¿no sientes que la persona indicanda viva en este mundo? O tal vez...¿buscas a alguien que se asemeje a la capitana Amber?— Preguntó Soyeon.

Qri paró en seco sus pensamientos y su expresión se tornó dolorosa ante lo que escuchó, aún así, de inmediato cambió su semblante.

—Aún no lo sé, tal vez tengo que poner más atención en las personas que me rodean. Jajaja.—Volvió a su cena.

En ese momento, Soyeon no supo que responder, podía disculparse, se sentía culpable, pero al mismo tiempo eso era asunto sólo de ella y de lo que deseara en su vida. Y tal vez, sólo tal vez, esa persona no estaría en el planeta Tierra.

— So...

—¿Si?

—Necesito pedirte algo, sé que no te sientes segura interactuando con muchos terrícolas.—Dijo con cautela.

—Sólo dímelo y ya. 

—Queda un mes de vacaciones,  pero el señor Joon me puso a cargo de una investigación a las afueras de Gangman. Pasó algo hoy y me avisó por teléfono porque el ya está allá. No ha querido decirme de que se trata hasta mañana en la planta, pero parece algo importante. Partiré el lunes y regresaré para la primera semana de clases, luego tendré que estar una semana de tiempo completo en la compañía para acabar la investigación. Lo que quiere decir que estaré con los alumnos para darles la bienvenida, sólo quiero que sigas con los temas que empiece hasta que pueda venir a dar clases. 

La menor casi se ahoga al escuchar las palabras de su hermana.

—¿Qué dices?— la menor tenía algunos problemas en interactuar con muchas personas, a veces se ponía muy nerviosa, lo cierto es que prefería estar a solas o con pocas personas.

Tenía sólo dos amigos. Un chico al que conoció en las lecciones de violín a los 10 años. Y una chica que se les unió un año después. Ellos no sabían su secreto.

—Sé que no será fácil para ti, sobre todo porque eres casi de la misma edad que mis alumnos, pero, sé que puedes— le guiñó un ojo.

—¿Queeeeeé? ¿Quieres que yo le de clases a esos chicos? ¿Sabes qué harán al verme al frente de la clase?— Se levantó del asiento y se llevó las manos a las sienes tratando de controlar su estrés.—Qri...quiero ayudarte, sólo que... no puedo...no así...

—¿Nada más una semana?—Dijo usando un tono de súplica. 

Dió un suspiro.

—Creo que no tengo de otra más que aceptar. El tiempo límite son 7 días, no más— advirtió.

En un movimiento repentino la más grande dió un abrazo efusivo a su hermana.

—¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!— gritó la pelirroja.

—No puedo decir que no— Sonrió.

—Terminemos de cenar. Se enfriará más y no me gusta la comida fría. 

—Estoy de acuerdo.

Las dos soltaron una risilla y se miraron con complicidad.

—Bueno....Y a todo esto ¿Qué enseñaré?

—Anatomía para el grupo de Medicina y un poco de Leyes.

—¡Pff! Ya recuerdo porque das clases.

—¡Jajajajajaja!— se cubrió la boca.

—Tengo que ponerme a estudiar un poco, tal vez algo se me haya olvidado, y no quiero ser el centro de sus burlas.

—No exageres, te aseguro que no es tan malo como parece. —le decicó una mirada suspicaz— tal vez hasta podrías encontrar nuevas amistades...o alguien que te guste.

—¡YA! ¿Qué estás tratando de decir?

—¡Nada, nada!— disimuló una risa.

****

—¿Esta es la última maleta?— 

—Si, creo...

Soyeon la puso en el maletero que ya estaba a reventar y luego cerró. 

—Parece que te vas de por vida— dijo en tono burlón.

—¿Eeeh? Yo no puedo andar poniéndome la misma ropa todos los días, a penas si tendré tiempo para dormir, no podré lavarla.

—Lo sé, no te alteres hermanita, es sólo que te voy a extrañar...—Soyeon trató de disimular su voz quebrada.

—Vamos So...Ya he hecho esto muchas veces, además, sabes que si hay algo sospechoso tenemos nuestra manera de comunicarnos. 

La menor dió un suspiro.

—Entiendo, es sólo que...sinceramente estoy un poco nerviosa por esto, es distinto a otras veces y el misterio del señor Joon me deja inquieta...

—Sé por qué estás de esta manera, pero si algo se complicara, él o los demás te contactarán de inmediato. 

—Está bien, está bien, sólo vete, porque se te hará tarde. Y llámame cuando llegues.— La empujó por detrás de los hombros hasta la puerta del conductor. 

Después de abrir la puerta, Qri le dió un abrazo y se montó en su KIA negro. 

—¡Adiós Soo!— dijo la mayor por la ventanilla.

—¡Con cuidado! ¡Te quiero!— exclamó observando cómo se alejaba el auto e iba hacia la puerta de salida.