Capitulo XIV

Tras el telon de pino

Tiffany apartó las mantas de un golpe, harta de luchar contra el intranquilo sueño que por fin había conseguido echarla de la cama. Todavía era muy temprano, pero recordaba que en los viejos tiempos Taeyeon era más bien madrugadora. Prepararía el café y después se daría una ducha. Se puso una bata por encima del informal camisón y fue descalza hasta la sala, sin molestarse siquiera en encender las luces. De pronto se abrió la puerta del cuarto de baño de invitados y apareció Taeyeon, desnuda de la cabeza a los pies, con las sinuosas líneas de su cuerpo destacadas por la brillante luz del lavabo. Tiffany se quedó clavada en el sitio por la sorpresa, mientras sus ojos recorrían el cuerpo de Taeyeon, que se disponía a girar hacia el pasillo. Los pechos seguían siendo menudos, y su cuerpo tan esbelto como siempre. Tiffany tragó saliva y se dio cuenta de que había estado conteniendo el aliento. En ese momento, Taeyeon alzó la vista y se la encontró allí, mirándola.

—¡Dios! Lo siento, creí que seguías dormida —dijo, al tiempo que entraba a toda prisa en el baño y cogía la toalla para cubrirse.

Tiffany sonrió. Taeyeon siempre había sido muy pudorosa. En eso no había cambiado, al parecer.

—No pasa nada. Iba a preparar la cafetera.

—Sí, bueno, pero... lo siento.

Tiffany se echó a reír.

—Siempre te escondías de mí en el instituto, también. Relájate, ¿vale? Ya te he visto otras veces, Taeyeon.

Taeyeon enrojeció y se fue a toda prisa hacia la habitación de invitados, cerrando de golpe la puerta para apoyarse después contra ella. Se escondía de Tiffany en el instituto porque estaba segura de que su cuerpo dejaría traslucir el deseo que sentía por su amiga. La inocente Tiffany no solía hacer otra cosa que pasearse medio desnuda frente a ella. Había sido una tortura, una verdadera tortura.

Tiffany seguía sonriendo mientras depositaba varias cucharadas de café sobre el filtro. Taeyeon tenía un cuerpo precioso, y no podía comprender por qué se avergonzaba tanto de él. En ese momento su mano se quedó inmóvil, mientras su mente regresaba a la época del instituto: ella nunca se había avergonzado de su cuerpo, ni había sentido el menor reparo en vestirse frente a Taeyeon. Y, si lo pensaba bien, Taeyeon tampoco lo sentía, al principio. Pero ese último año le pareció que Taeyeon evitaba desnudarse frente a ella, y también estar presente mientras su amiga se vestía.

Entonces lo comprendió todo. Taeyeon había descubierto ya que era lesbiana, se sentía avergonzada y creía que, si Tiffany se enteraba, dejaría de ser su amiga.

—¡Oh, Taeyeon! —murmuró.

Movió la cabeza de un lado a otro, preguntándose qué pensamientos habrían torturado a Taeyeon en esa época. Sin duda estaría muy asustada, temerosa de perder su amistad. Tiffany se preguntó qué habría hecho si Taeyeon le hubiese contado su secreto. ¿Habría tenido miedo de ella? Imposible, Taeyeon era su mejor amiga. Nunca la habría rechazado, pasase lo que pasase.

—Ya estoy decente, por si te interesa —oyó decir a Taeyeon a su espalda.

Tiffany se volvió lentamente y la miró con fijeza a los ojos.

—Siempre has sido decente, Taeyeon —dijo Tiffany, dando unos pasos hacia ella hasta cogerla de las manos—. Somos amigas y, pase lo que pase, eso no va a cambiar.

Después sonrió antes de añadir

—Así que alegra esa cara, ¿quieres?

—Claro, claro, lo siento. Es que yo...

—No te avergüences. Tienes un cuerpo precioso, Taeyeon, siempre lo he pensado.

Tiffany soltó las manos de Taeyeon y se alejó antes de que ésta pudiese replicar, dejándola con la boca abierta.

El domingo después del mediodía estaban sentadas en el patio de Amie, jugando apasionadamente a las cartas entre los cuatro.

—¡Nunca has podido vencernos, y esta vez no será diferente! —se jactó Tiffany.

—Ah, ¿sí? Dudo mucho que Taeyeon y tú recuerden los códigos secretos que solían utilizar para hacer trampas —contraatacó Amie.

—¿Trampas? Amie, no teníamos necesidad de hacer trampas para ganarte. ¡Dios, si Eric y tú eran malísimos!

—No era yo, era Eric. ¡Y ahora Greg y yo les daremos una buena patada en el culo!

Taeyeon sonrió al oír las bromas entre ambas hermanas, mientras Greg repartía los naipes. No jugaba a Picas desde... bueno, desde la última vez que había jugado con Tiffany y Amie. Era casi un ritual en las noches del sábado, cuando Taeyeon se quedaba a dormir.

—¡Mami, quiero jugar!

La niña intentó trepar al regazo de Amie, pero esta volvió a bajarla al suelo.

—Se supone que debes cuidar de tus hermanitos, Lee Ann.

—¡Tengo seis años, soy demasiado pequeña para cuidar de nadie!

—Están durmiendo, así que no debe de ser muy difícil.

—¿Quieres sentarte en mi regazo y mirar? —ofreció Tiffany.

—¡Yupi!

Amie hizo una mueca de desesperación.

—¿Lo ves? —le dijo a Taeyeon —. Estoy deseando que tenga hijos. Pienso convertirlos en unos mocosos malcriados, igual que ella ha hecho con los míos.

—¿Qué quiere decir malcriado? —preguntó inocentemente Lee Ann.

—Es lo que tú eres cuando anda por aquí la tía Tiffany.

—La tía Tiffany dice que soy un amor.

—Y eso eres —intervino Tiffany, alzando a la niña en brazos mientras le guiñaba un ojo a su amiga.

Taeyeon contestó con una sonrisa, y después desplegó las cartas en la mano, esperando poder recordar cómo era el juego. Sorprendentemente, descubrió que tenía el as de picas. «Eso era bueno, ¿no?» Miró a Tiffany y alzó una ceja. ¿Cuál era la seña para el as? Ah, sí, un tirón en la oreja derecha.

Tiffany soltó una carcajada y Amie la miró con gesto ceñudo.

—¿Qué pasa?

—Nada —contestó con los ojos chispeantes, mirando a Taeyeon mientras asentía discretamente.

—¿Qué están tramando ustedes dos? ¡Ni siquiera hemos empezado todavía! ¡Greg, no las pierdas de vista, son unas tramposas!

—Ni siquiera estoy segura de recordar cómo era el juego —dijo Taeyeon —. Pero yo digo que seis.

—¿Seis? ¡Jesús! —Dijo Amie estudiando sus cartas—. Dos.

—Vamos a ganar —anunció Tiffany—. Yo digo que cuatro.

—¿Greg?

—Dos.

—¿Dos? —exclamó Amie, inclinándose hacia él por encima de la mesa—. ¡Sólo hay trece bazas!

—¡Vamos a ganar! —coreó Taeyeon, dejando sobre la mesa el dos de trébol para comenzar el juego.

Seguidamente todos la imitaron, y Tiffany recogió la primera baza. Taeyeon estaba maravillada de ver lo rápidamente que se había acordado de todo. Tiffany y ella sintonizaron desde el principio, de modo que no sólo derrotaron a Amie y Greg, sino que éstos no consiguieron más que una baza.

—Había olvidado lo mucho que odiaba jugar con ustedes —gruñó Amie mientras repartía las cartas para la siguiente mano.

—Muy bien, Taeyeon. Desde que te fuiste no había tenido un compañero de juego como es debido —dijo Tiffany.

—Ahora la obligo a jugar con Eric —intervino Amie.

Así continuaron. Tiffany y Taeyeon ganaron con facilidad el primer juego y, en cuanto acabaron, Amie y Greg les pidieron la revancha.

—Creía que nos habían prometido una cena —dijo Tiffany—. Y algo de beber, si puede ser. Ya estoy harta de té.

—Preparé lasaña esta mañana. Sólo necesita una hora de horno —dijo Amie—. Taeyeon, ¿te gusta la lasaña?

—Claro que sí, aunque me vendría bien una cerveza.

—También a mí —añadió Tiffany.

—Voy a por ellas —dijo Greg, llevándose consigo a Lee Ann.

—¡Echa un vistazo a las niñas! —le pidió Amie—. Es tan bueno con ellas... La verdad es que he tenido mucha suerte.

—Parece un buen tipo —dijo Taeyeon —. Aunque no muy hablador.

—¿Con Amie al lado? No le da ocasión —se burló Tiffany.

Jugaron una vez más, y esta vez quedaron mucho más igualados, aunque Tiffany y Taeyeon volvieron a ganar, para alegría de Tiffany y disgusto de Amie. Para cuando estuvo lista la lasaña, los cuatro chiquillos estaban ya despiertos y cargados de un exceso de energía. Tiffany parecía estar a sus anchas con ellos, pero Taeyeon, que nunca había tratado con niños pequeños, tenía los nervios destrozados.

Amie los sorprendió a todos con una carísima botella de vino. Se la entregó a Greg para que la abriese.

—¿De dónde la has sacado? —quiso saber su marido.

—He estado reservándola para una ocasión especial, y he pensado que el volver a tener a Taeyeon aquí era lo bastante especial.

—Gracias, me siento muy honrada —dijo Taeyeon de todo corazón, emocionada por el detalle.

Cuatro adultos y cuatro niños se acomodaron como buenamente pudieron alrededor de la mesa de seis plazas. Taeyeon pasó el pan de ajo a los demás, después de reservarse dos rebanadas. Se dio cuenta de que había echado de menos aquello; las comidas informales eran muy poco frecuentes en su vida actual, excepto cuando Hara y Cheryl la incluían en sus reuniones, lo cual sucedía bastante a menudo, pero no era lo mismo que compartir una comida con el clan Hwang. Antaño siempre se había sentido una más de la familia, robando comida del plato de Eric tan sólo por el gusto de fastidiarlo. El hermano mayor de Tiffany fingía enfadarse, pero Taeyeon sabía incluso entonces que llevaba años enamorado de ella. Desgraciadamente, de quien ella se había enamorado era de su hermana.

Observó a Tiffany mientras Lee Ann y el pequeño Denny luchaban por acaparar su atención. Se notaba que Tiffany tenía cierta predilección por Lee Ann, sin duda por ser la mayor. Tiffany alzó la vista y la pilló mirando. Alzó las cejas, interrogante:

—¿Quieres uno?

—No, no, veo que te las arreglas perfectamente.

—¿Cuánto tiempo piensas quedarte, Taeyeon? —preguntó Amie.

—No lo he decidido todavía. El señor Lee leerá el testamento el miércoles. Después de eso —añadió encogiéndose de hombros—, ya veremos.

—Pero tu madre no podrá acudir, entonces.

—No, gracias a Dios. Pero el tío Heechul estará, seguro.

Después se volvió hacia Greg y añadió:

—¿Lo conoces bien?

—¿A Heechul? Oh, está a sus anchas en la planta; el trabajo de oficina no le va demasiado. Pero es un tipo bastante agradable. La verdad es que he trabajado más estrechamente con tu padre que con él.

—Ah, ¿sí? Me temo que yo no sé mucho de aserraderos.

Tiffany la miró a los ojos, preguntándose si Taeyeon pensaba contarles lo del testamento. Probablemente no, ya que todavía no había decidido siquiera si deseaba quedarse con el negocio.

—Con los años, tu padre convirtió el aserradero en un enorme conjunto de empresas. Ahora ya no se trata solamente de cuántos metros cuadrados de tablero producimos, sino que tenemos también una planta que fabrica contrachapado y otra que hace aglomerado. Y en el último lustro hemos abierto una planta de cartón piedra.

—Así que, en lugar de vender a otras empresas el serrín y la viruta, los reutilizan ustedes mismos —concluyó Taeyeon.

—Exacto. En los viejos tiempos hacíamos simplemente tablas o cosas como molduras, madera para revestimientos... y vendíamos todos los residuos. Pero tu padre era un gran hombre de negocios. ¿Por qué vender todo aquello por una cantidad casi simbólica y dejar que fuesen otras empresas las que sacasen millones? Así que primero construyó la planta de contrachapado. Todo partió de allí. La última adquisición fue la planta de creosota.

Taeyeon no conseguía imaginarse todo aquello. Nunca había pasado demasiado tiempo en el aserradero. Lo único que recordaba era el enorme edificio en el que entraban los troncos y salían convertidos en tablas, todas de la misma medida. ¿Y ahora todo aquello? ¿Creosota? ¡Menuda contaminación!

—¿Cuántos empleados hay?

—Uf, no sé —contestó Greg encogiéndose de hombros—. Unos quinientos diría yo, en la planta de aquí. Eso no incluye la empresa de transporte maderero.

—¡Caray! ¿Tenía una empresa de transporte de madera? Creí que eso lo contrataba con terceros.

—Sí, creo que hace años era con terceros. Ahora, Industrias Kim es la mayor firma en esa área, con diferencia.

—Entonces, ¿Maderas Pine Springs está separada de Industrias Kim? —preguntó Taeyeon, mirando de reojo a Tiffany.

Greg la miró a ella y después a su esposa.

—Bueno, el aserradero sigue utilizando el nombre de Maderas Pine Springs, pero el resto está todo bajo la firma Industrias Kim.

Taeyeon respiró hondo.

—Creo que no lo entiendo. ¿Estás diciéndome que el viejo aserradero que era propiedad de mi padre y del tío Heechul es una empresa completamente independiente de Industrias Kim?

—Pues sí, más o menos. Es decir, las plantas están todas donde siempre ha estado el aserradero. Todo ocupa poco más de ochenta hectáreas. Pero Industrias Kim pertenece solamente a tu padre, no a Heechul.

—¿Cómo puede ser, si utiliza la madera del aserradero?

—No conozco todos los detalles, Taeyeon. Seguro que el señor Lee y los contables podrán explicártelo.

Taeyeon miró a Tiffany.

—¡Maldita sea!

—¿Qué ocurre? —quiso saber Amie.

Tiffany cabeceó ligeramente y Taeyeon asintió.

—Nada, simplemente yo... bueno, no tenía ni la menor idea de que hubiese crecido tanto.

—Ahora que tu padre ha muerto, todos se preguntan qué sucederá. Tu tío Heechul puede seguir llevando las plantas, pero carece de la visión de tu padre para los negocios —dijo Greg —. Hay gente que puede seguir ocupándose de todo, sin duda, encargados de planta y eso, pero aun así todo pasaba por tu padre. Ahora la gente contará con que lo haga Heechul, pero creo que esa tarea le viene demasiado grande. No te ofendas, ¿eh?, es sólo una opinión.

—Greg, no sé siquiera cuántos años llevo sin ver al tío Heechul y tampoco es que estuviésemos entonces muy unidos, así que no me considero ofendida.

La mente de Taeyeon era un torbellino. Lo primero que haría a la mañana siguiente, decidió, era hacer una visita a Lee Minho.

—Basta de hablar del trabajo, ¿vale? —dijo Amie—. Lo único que me interesa saber es si Taeyeon seguirá aquí el viernes por la noche.

—¿Por qué? —preguntó Taeyeon, dubitativa.

—Mamá dice que Eric volverá ese día. He pensado que podríamos reunirnos todos y hacernos unas hamburguesas en la barbacoa o algo así. Seguro que estará encantado de verte.

Taeyeon dudó. Hara la mataría. Entonces miró a Tiffany y pudo ver la expectación que había en sus ojos.

—Supongo que depende de si sigo teniendo donde quedarme —concedió; sí, definitivamente, Hara iba a matarla.

Tiffany sonrió.

—Por supuesto. ¡Pero no esperes que cocine para ti todas las noches!

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Comments

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Karen-14213
#1
Chapter 35: Fue so cute!!!
Thiabel2128
#2
Chapter 35: awwwwwwww :3
LlamaAmerica #3
Encantada con tu histora! :)
gaby_tomala
#4
..por favorrrr ... epilogoo sii??
tiffany0108 #5
Chapter 35: Me encanto el fic, disfrute de cada capitulo
LectoraLemon #6
Chapter 35: Estuvo muy buena esta historia :).. pase toda la madrugada leyendo este hermoso fic .... Gracias <3
gaby_tomala
#7
x favorrrrrrrrrr!!! epilogooooo :)
geral53 #8
Chapter 35: Epilogo :c por fi(?)
mamurayamaken #9
Chapter 35: ........really?
no puedo creerlo
todavía lo intento procesar
loveable11 #10
Chapter 35: ....tan corto el final ?? epilogo ¡¡ ¡¡:3