-¿Por qué yo? –pregunto esa rubia chica, se notaba en su mirada que no lo esperaba y mucho menos de mi parte.
-No lo sé –conteste pausadamente, acababa de confesar mis sentimientos y no tenía un argumento para valerme, qué estúpido soy, debí pensar mejor antes de decirle que me gustaba, ya no había marcha atrás ya ella lo sabía y no había mucho que yo pudiera hacer; sabía que ella jamás fijaría sus ojos en alguien como yo, así que tome aire.
-Solo quería decírtelo, no quería incomodarte, no siendo más me voy –dije mientras lentamente salí de la sala de ensayo con mi orgullo por el suelo, aun no podía creer que hace unos segundos estábamos riendo y ahora lo arruine todo por querer confesar mis sentimientos, que estúpido eres, me repetía mi cabeza una y otra vez.
-¡Espera!…
Era mi imaginacion o ella acababa de hablarme, quería creerlo pero no sabía si mi mente solo jugaba conmigo.
-Espera stiven debo decirte algo.
¡Era ella! No lo puedo creer, ella quiere decirme algo, ¿que podría ser?. Por mi mente pasaron infinidad de posibilidades de lo que ella quería decirme, una menos acertada que la anterior.
-¿Qué es eso que quieres decirme? –le dije mientras giraba, logre notar un leve rubor en sus mejillas pero no podía asegurar un motivo.

-¿Por qué me dices todo esto? –dijo ella de forma cortante -Apenas y me conoces, llegaste aquí hace un par de días, ¿Crees que es tiempo suficiente para sentir tal cosa?.
-¿Sabes? siento que te conozco desde hace una vida –dije tomando aire -Y respondiendo a tu pregunta, 2 días no bastan para sentir este sentimiento, pero él no está ahí hace 2 días, este sentimiento ha estado en mi corazón desde años atrás.
Ella abrió sus ojos como platos, no lograba asimilar lo que yo pretendía decirle, y la verdad tenía miedo de contarle sobre aquel sueño
-Entonces dime –ordenó ella mirándome directo a los ojos, sentía que me podía congelar en ese preciso instante -¿Porque motivo tienes ese sentimiento hacia mi?.
No tenía el valor para responder  esa pregunta, sentí que mi rodillas comenzaron a flaquear  y los nervios se apoderaron de mí.
-Lo que pasa… –dije pausadamente con mi corazón a mil. -TuveUnSueñoCuandoEraNiñoEnElCualTeViYDesdeEseDiaMeEnamore. –Lo dije tan rápido como pude, pero inmediatamente su mirada me demostró que no entendió lo que yo acababa de decir, así que respiré hondo y de nuevo tome valor. -Cuando solo era un niño… tuve un sueño en cual… yo te conocía –el miedo se apoderaba de mi -Desde ese día tomé la decisión de hacerlo realidad y hacerte conocer todos mis sentimientos hacia ti, pero hoy me doy cuenta que fue en vano. –decidí irme antes de hacerme un mar de lágrimas frente a ella, sabía que esto sucedería pronto, no quería que me viera llorar.
-¿De verdad pensabas que yo podría fijarme en ti? –dijo mi chica de ensueño con un tono burlón.
Mi corazón se desmoronaba en mil pedazos, salí corriendo de la sala de ensayo por uno de los largos pasillos del complejo campestre,  corrí lo mas que pude creyendo que mi dolor se quedaría atrás, pero no fue así. Gracias a que no estaba mirando en qué dirección iba termine de narices contra una puerta que acaba de abrirse frente a mí y caí al suelo algo aturdido.
-¡Oye lo siento! –escuche la voz dulce de una chica. -¿Estas bien? De verdad lo siento, ¿Quieres que te lleve a la enfermería?
-Estoy bien, estoy bien –dije intentando ponerme de pie con algo de dificultad, ¿Podría este día ir peor?
Sentí como unas cálidas manos se posaban sobre las mías, sentí un leve corrientazo, esto me indicaba algo.
Por años siempre que conocía una persona y teníamos algún contacto físico por muy leve que fuera, yo sentía ese choque eléctrico, pero cada vez era diferente, este me indicaba cómo era aquella persona, me daba una idea de su personalidad y si nos llevaríamos bien, lo que aún no saben es que cada choque tiene un olor particular, si es raro lo sé, pero gracias a este olor yo podría casi precisar si aquí se formaría una amistad o no.
Misteriosamente el corrientazo que sentí con ella tuvo un lindo olor a chocolate, lo que indicaba que podría ser una buena amiga.
Desde que llegue a corea no he tenido tiempo de hacer amigos, estaba tan enfocado en conocer a “mi chica” que me olvide de mi vida social totalmente, mi única amiga la cual yo aún conservaba se encontraba a unos pocos días de llegar a Seoul, esto me pareció algo deprimente, saber que aun no tengo un amigo propio de este país, en ese momento una sonrisa pícara surgió de mi rostro, sabía que ella podría ser mi amiga.
-Estas llorando –dijo.
¡Mierda! Me había olvidado que venía hecho un mar de lágrimas, hacia un segundo acaba de ser humillado y no quería que nadie me viera en estas condiciones.
-Oh… –no sabía que iba a decirle -solo fue por el golpe, no te preocupes –sonreí.
-Está Bien, digamos que por hoy creeré tu mentira –dijo.
¿Como diablos se dio cuenta? Toda mi vida he sido un buen mentiroso y por primera vez alguien me descubría.
Mi mente volvió a entrar en sí, y me di cuenta que no había mirado detenidamente a esta chica y me tomé el tiempo de hacerlo.
Algo en ella me parecía familiar, era una chica alta, tenía unos labios grandes los cuales hacía resaltar su linda sonrisa, su cabello era color azabache que iba hasta un poco más debajo de sus hombros y un gorra de color negro, no podía ver sus ojos ya que traía unos grandes lentes oscuros los cuales tapaban gran parte de su rostro y en el cuello traía una gran bufanda. Por su atuendo pude descifrar que se trataba de una idol, y por su apariencia ella estaba intentando escaparse quizás a verse con alguien sin que nadie la notara.
Ella notó mi mirada y se sonrojo un poco.

-Lo que te dije no fue una mentira… creo –dije titubeando un poco -Pero eso no importa ahora, no he escuchado tu nombre.
-Mi nombre es Choi SeolRi –dijo ella mientras yo intentaba buscar en mi mente donde había escuchado ese nombre antes -Pero me puedes llamar Sulli –concluyó.
¡¡CLARO!! Era ella, como no lo note antes, creo que al verla sola por estos pasillos sin sus campañeras de F(x) y con tal atuendo, no me dejo reconocerla fácilmente.
-Encantado de conocerla señorita Choi em, quiero decir, Señorita Sulli.
Hice una pequeña reverencia y ella la imitó.
-Encantada de conocerlo señor…. Perdón pero no escuche tu nombre –dijo ella mientras sonreía.
-Soy Stiven, mi nombre es Stiven Cardona.
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-Stiven…..
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-¡SANTO DIOS! ¿ASÍ VA A SER TODOS LOS DÍAS? –grito mi madre parada en la puerta de mi cuarto, cada día mis sueños se vuelven más reales y me revelan mas y mas.
Hoy comienzan mis clases de coreano, poco a poco empiezo a despertar de mis sueños para volverlos una realidad, estoy decidido, estudiaría duro, ahorraría mucho y haría todo lo posible por lograr que mi sueño sea una premonición.
Entré a la ducha pero no sin antes poner mi celular en reproducción de música en modo aleatorio como siempre lo hago y para mi sorpresa la canción que se reproduce automáticamente es una canción de F(x) al parecer mi destino quería mostrarme más señales y yo estaba empezando a creer en ellas.

*ESTE FUE EL SEGUNDO CAPITULO, ESPERO PODER MONTARLES 2 CAPITULOS POR SEMANA, ESPERO LES GUSTE Y ME DEN SUS OPINIONES, MUCHAS GRACIAS A TODOS QUIENES LEEN*