POV Externo

Todo había terminado. Aradya por fin podría volver a su vida normal, con su mejor amiga casi-normal, su grupo de amigos normales y el chico que le gustaba también normal.

Pero algo no estaba bien en ella, las palabras de la Reina la habían dejado con la duda y las ganas de saber más, de saber el significado detrás de aquella frase y la verdadera historia de porqué las decía con pena, como si ella lo hubiera vivido no hace demasiado tiempo.

    ─Nunca te enamores de un hombre-lobo, sólo te traerá desgracia y dolor.

¿Qué diablos significaba aquello? ¿Amor imposible? Si era sobre eso, ella eso ya lo sabía. Pero sentía que era algo mucho más complicado y a su temor, preguntó a sus padres, más concretamente a su madre que para variar, no le dijo lo que quería oír. Sino algo que quería evitar. Tema tengo-amigos-hombres-lobo.

─Te he dicho que no Ary y es que no─ su madre se cruzó de brazos y ella sabía que no era buena señal

─Yo no lo veo tan grave mamá. ¿Qué tienen de malo los hombre-lobo?─preguntó Ary con dolor en sus palabras.

─Los hombres-lobo solo traen desgracia y dolor─ pronunció su madre segura de sus palabras y Aradya giro los ojos.

─¿Tú también? ¿Por qué me tienen que decir dos personas exactamente opuestas la misma maldita frase? ¿POR QUÉ?─ gritó la joven del pelo de doble color llevándose las manos a la cara, después a la cabeza y por último a todos lados.

─¿Dos personas? ¿Quién más te lo dijo?

─Oh, ahora sí que quieres saber qué pasó ¿verdad? ¿Ya no te interesa el tema hombres-lobo? ¡Qué novedad mamá! ¡Qué novedad!

─A mi no me grites jovencita

─Me pones de peor humor que la Reina y sabes qué, paso del tema. Me voy con mis nuevos amigos quieras o no y ya veremos si vuelvo a casa porque me tienes harta con tus salidas de mamá super protectora con todo el mundo. ¿No has tenido suficiente con mantenerme encerrada en esta casa en donde dios perdió la zapatilla desde que nací? No espera, no contestes, no quiero saber la respuesta─ y Aradya dejó la casa con un buen golpe cuando cerró la puerta principal dejando a sus padres totalmente alucinados por sus cambios de humor.

─Ahí ha tenido razón Diana, está creciendo, no podemos hacerle nada.

─Será mejor que ahora mismo no me enfades tú también que no estoy de humor─ y la madre abandonó la habitación dejando a su paso sonidos y trozos en el suelo de objetos rotos. SeungJo negó con la cabeza e imploró mirando al cielo.

─¿En qué momento fui tan listo de acceder a casarme con una bruja que cuando se enfada le da por lanzar objetos contra el suelo con la mente? Maldito Karma…

Sí, el Karma esa algo peor que las brujas y los hombres lobo, algo que no podías librarte de él ni escabullirte de sus planes, porque cuando te encuentra no te deja ir hasta que ha acabado con lo que venía a hacer y Aradya sabía muy bien qué era eso del Karma, lo estaba experimentando en carne propia no muy lejos de su casa...