Una oscuridad en llamas. No, yo estoy en llamas. Cada roce me hace estremecer y sentir un pinchazo de ardor que va en aumento e intensidad. Cada parte donde siento sus manos acariciándome me hacen respirar más pesadamente, más y más profundo. Y pedir más. Sus labios succionando trozos de nervios no tan desconocidos que me hacen perder todo tipo de cordura. Los agarra con los dientes, da una pequeña mordida suave y luego con su lengua calma el dolor, pero no el ardor y ese “más”.

Con una mano acaricia mi hombro y brazo desnudos lentamente y con la otra debajo de mi remera, como rasguñando muy despacio, hace estragos en mi estómago. Luego la va subiendo hasta llegar a un lugar donde su toque es aclamado.

Jadeo y cierro con mas fuerza mis ojos.

Un aire frío por donde dejó un camino húmedo por mi cuello y clavícula me hace temblar de pies a cabeza.

Su cintura comienza un baile con la mía. Primero sola y luego involuntariamente yo me uno al compás. Su muslo rozando dolorosamente en mi centro. Mi nariz se llena con el aroma de su shampoo. Su pelo hace cosquillas en mis mejillas y cuello mientras da otra succión y de nuevo me hace temblar por completo.

Una de sus manos juega por debajo de mi mameluco que lo tengo con las mangas colgadas en mi cintura. Llega a mis nalgas ejerciendo presión su muslo con mi centro.

Mi cabeza se golpea duro y fuerte contra algo al inclinarla hacia atrás bruscamente al mismo tiempo que siento sus dedos fríos y largos acariciar lentamente y en broma entre mis muslos internos, haciendo que separe, nuevamente involuntariamente, mis piernas. Su mano va bajando, llegando donde lo necesito, pero pasa de largo y así unas veces más. Sus dedos subiendo y bajando pero aún sin tocar donde más lo necesito y su otra mano debajo de mi remera acariciando con posesión mi seno derecho.

La humedad ya es muy notoria hasta para mi.

Sus labios abiertos y húmedos hacen un camino a mis hombros desnudos. Corre parte de mi remera sin manga para tener más piel que degustar.

Ahora ya no puedo moverme. Solo tiemblo. Mis manos están atadas por algo y mis piernas no responden, solo se hacen más gelatina a cada toque de sus dedos, de sus labios húmedos y movimientos de cadera.

Sus labios ahora en medio de mis pechos, sus labios húmedos, su lengua caliente.

Grito. Por fin siento la presión que tanto necesitaba. Sigue mordiendo piel. Su dedo acaricia más frenéticamente mi punto sensible y excitado. Vuelvo a sentir esa acción espontánea y acompaño con el movimiento de mis caderas.

Necesito explotar y ya.

No veo nada. Tengo los ojos vendados. Y eso lo hace aún más excitable e intenso todo.

Mis manos se mueren por tocar pero también están atadas.

Pero no necesito ver ni tocar para saber quien me está haciendo su esclava.

Sus jadeos profundos llegan directo a mi oído derecho. Muerde mi lóbulo, lo succiona, sus dedos siguen moviéndose dentro de mi, a veces rápido otras lentas, pero no se detienen.

Siento una picazón fuerte y ardiente en mi vientre. Mi cuerpo va de espasmo a espasmo. Me estoy por caer pero ella me sostiene fuerte.

Un toque profundo más y no puedo ahogar mi grito.

Ella jadea y me habla en susurros.

-así … así.. así te quiero mi Chaerin … ven… ven en mis dedos…

Y sin más, eso hago.

.

.

.

Me despierto a causa de la fuerte sensación en mi vientre más las palpitaciones. Estoy jadeando y traspirada. Me toco el pecho, retumba en mi mano cada latido.

Trago y siento la boca muy seca y molesta. Estoy segura que gemí en voz alta.

Necesito agua. Mucha agua.

Me levanto del sillón cama y voy a la cocina. Me seco el sudor con la remera, saco un vaso y me sirvo agua de la canilla bien helada. La tomo de un trago, vuelvo a servirme otro vaso. Mi pecho se va calmando muy de a poco.

Aún siento todo, como si hubiera sido hace segundos.

Me miro abajo, que aun las palpitaciones ahí son molestas.

-oh…genial… lo que me faltaba…

Mojada. Y no tengo mucha ropa interior, de por si tengo solo dos. Aún no fui a buscar mis cosas y Chad no me compró ropa y con el tema de la carrera no tengo ni tiempo para mear.

La puerta se abre y entra un Chad con su ropa de surf, la parte de arriba la tiene desabrochada colgando por detrás, por lo que se puede apreciar bien que el niño pelo turquesa tiene sus buenos sixpacks y si .. tengo que admitirlo, tiene su paquete también. No es que estoy mirando ahí y por lo que soñé estoy más caliente que una pava, no, es que su traje de neopreno marca muy bien todo su cuerpo, es algo muy visual. Me mira divertido y yo lo fulmino con la mirada disimulando lo que estoy viendo y pensando. Lo último que me falta es que Chad piense que me atrae.

-noche agitada de nuevo?

-déjame.

Me doy la vuelta terminando mi agua. La risa molesta de Chad se escucha de fondo.

-una de dos. O resuelves esto o te dejas entregar de una vez… bueno… te dejas entregar eso es obvio… pero ya sabes… relación puramente ual… esclava ual.

De nuevo lo fulmino con la mirada mientras camino hacia el sillón. Me arrepiento de haberle contado lo que Dara está haciendo conmigo. Pero a alguien se lo tenía que contar si no explotaba. Literalmente. Y con el único que puedo hablar sobre esto es con el pelo turquesa.

-si no haces algo respecto a ese juego vas a terminar peor que gata en celo.

No le contesto. Me quedo sentada mirando a nada en específico, tratando de volver en si.

El desaparece en el baño. Escucho el sonido de la ducha. Me viene un recuerdo. Otro de esos que no quiero tener.

Chad tiene razón, tengo que resolver este jueguito …erso.. que Dara comenzó conmigo.

Primero fue en las duchas del gimnasio. Antes de ayer no hizo nada conmigo pero me provocó todo el entrenamiento físico. Prácticamente parecía que se estaba tocando. No es bueno cuando en los brazos tienes pesas de más de 20 kilos. Sobre todo para el pie.

Y ayer … ayer no se como hizo…

No fue un sueño erótico lo que me despertó, bue un recuerdo erótico… por así decirlo.

Estaba cambiándome para probarme el traje que me hicieron para la carrera, en un momento estoy de espaldas quitándome mi mameluco y en segundos siento que me tapan los ojos con una venda y al otro segundo en medio de mis quejas y empujes me atan las manos.

¿En qué momento se volvió tan fuerte?

Y si .. ayer fui como una esclava ual.

Es tan frustrante!!! Quise detenerla pero mi cuerpo actuó de otra forma.

Cuando termina conmigo ahí recién me desata las manos. Me saqué bruscamente el pañuelo de los ojos y ya no estaba. Quedé congelada y agitada en mi lugar. Reaccioné pero fue tarde, corrí hasta afuera para detenerla pero solo vi su camioneta alejándose.

Me agarro la cabeza para sacar esos recuerdos, que se vayan lejos y encontrar una lógica de lo que está sucediendo, pero si, todo es inútil.

-¿a qué está jugando?...

Susurro bajo con mucha frustración acumulada. Esto es mucho más peor que aquellos castigos. Mucho más.

No entiendo cual es su propósito con todo esto. ¿Acaso realmente lo que extraña de mi es eso? ¿o? ¿los castigos? Chad tiene razón, otra vez, esto lo empecé yo con lo de la otra noche pidiéndolo tener solamente o frío y carnal. Ahora estoy sufriendo las consecuencias de mis actos estúpidos.

La alarma y vibración de mi celular me hace salta del sillón, lo agarro y veo que la pantalla me está avisando que tengo que ir a entrenar. Solo tengo horas para estar preparada, mañana es la carrera y el futuro del taller, no puedo seguir con este jueguito erso.

Chad sale del baño ya bañado y cambiado.

-todo tuyo.

Me levanto. Busco del placard mi conjunto deportivo que me consiguió Minzy, cosa que me extrañó por que cada vez que me mira gruñe y evita.

Me doy una ducha fría rápida. Me cambio y al salir Chad está desayunando cereales, jugo de naranja y café.

-fría?

Me pregunta en forma burlona. Yo le doy mi famosa mirada fría como respuesta, ja.

-necesito ropa.

Le digo en tono neutral buscando una fruta para desayunar.

-ya te dije, eso lo compras tu.

-no tengo plata.

Encuentro mi bolsa de manzanas. Perfecto! Pensé que se las pudo haber devorado todas Chad en secreto mientras yo estoy afuera.

-no es mi problema. Pídele un adelanto a tu jefe.

-no voy hacer eso.

Sigo con mi tono seco y mi cara de póquer. Me siento en una de las sillas altas enfrente de Chad.

-entonces busca tus cosas.

-sabes que no puedo. No todavía.

-vas a tener que hacerlo. Yo no puedo presentarme ahí.

-tampoco te lo pediría.

Veo como traga un gran bocado de cereal. ¿no puede comer como un humano normal?

-y Minzy? No te puede ayudar con eso?

-dijo que no le corresponde.. no se.. me prestó este conjunto no entiendo por que no puede ir a buscar mis cosas. De por si, no notaste que está rara conmigo? Como… enojada?

-trataste como basura a su chica, obvio que está enojada.

Vuelve a meterse otra cucharada de cereal, ahora le sale gotas de leche por toda la boca, asco.

-pero eso pasó hace días! Y ya le pedí disculpas. Come bien, me das asco.

-ni me preguntes que yo se menos de esas cosas. Y como cómo como.

Me saca la lengua mostrándome parte de su cereal, en serio, es un asco.

-mierda.. no puedo vivir con un conjunto de ropa y ropa interior masculina… y dos ropa interior femenina! … voy a vomitar en tu cereal si sigues haciendo eso.

Cubre con sus brazos su tazón de cereal, por dentro me causa gracia, por fuera, sigue mi póquer face.

-ve cuando ella no esté.

-no tengo las llaves.

-pero si sabes donde hay una de repuesto.

Me acuerdo de mi manzana y la muerdo haciendo un ruido bastante fuerte. Si, si sé donde está. Pero no quiero ir de nuevo a la Cabaña.

-no quiero encontrarme con Bom.

-no quieres entrar en la cabaña.

Nos miramos fijamente. Él está tomando de su jugo mirándome seriamente.

-si sabes por que me insistes?

Y aquí empieza la competencia de miradas serias.

-no te insisto solo digo que en algún momento tendrás que buscar tus cosas. –pone azúcar a su café- Enfrentar ese lugar. –revuelve con la cuchara- A Dara.

-lo dices como si fuera fácil, como si ella me lo estaría haciendo fácil. –muerdo de nuevo otro bocado de mi manzana, el jugo es delicioso, hace mucho que no probaba una fruta tan sabrosa como esta- Además te comento que no eres el indicado para decirme eso. ¿por que no vas tu y te presentas como su hermano eh? tu tienes mas motivo para enfrentarla que yo.

Toma un sorbo de su café, no me mira.

-yo no me acosté con ella ni tuve una aventura.

Muerdo más fuerte que las otras dos veces la manzana. Hasta me hace doler los dientes y paladar. Mastico y trago duro.

-estaba confundida, ok.

-lo que sea yo no lo hice.

Vuelve a tomar de su taza.

-es tu hermana.

Deja la taza en la mesa, hace un ruido bastante fuerte al apoyarla contra la mesa.

-hermanastra.

Siempre que hablamos sobre esto se pone muy molesto.

-es lo mismo, son familia.

-ella está bien como esta.

Vuelve a desviar mi mirada, yo no, sigo mirándolo fijo mientras mastico un pedazo dulce de manzana.

-merece saber que tiene otro hermano.

De golpe se para y agarra su taza y tazón llevándolo a la pileta de lavar.

-no crees que tuvo ya suficiente con Thunder?

Mi pecho se oprime al escuchar su nombre. Thunder … ese era su nombre en esa cárcel.

-pero tú estas vivo…

-ella no sabe que murió.

Sigue de espaldas, evitándome. Siento como el aire se pone más tenso.

De nuevo mi pecho me aprieta más, junto con mi garganta.

-Además si es por merecer también merece saber quien eres.

Dejo la manzana a medio terminar en la mesada.

En la sala se crea un silencio tenso.

Ahora ambos estamos de espaldas.

-voy a entrenar.

-estaré fuera de la Isla unos días.

No me giro pero levanto mi cabeza con sorpresa, no por el hecho que se vaya, ya que se que lo hace seguido, más bien mi sorpresa es por que es la primera vez que me lo informa.

-a donde vas?

-negocios.

Eso me hace inquietar. Me giro y justo él también lo hace y nos enfrentamos una vez más.

-no, no es lo que estás pensando. No exactamente.

Frunzo mis cejas.

-que estás haciendo Chad? en que andas que tienes que irte de la Isla a cada rato?

-ya lo dije, negocios.

-me dices que no es lo que estoy pensando pero no me dices a donde vas, es obvio que voy a seguir pensando que estás de nuevo en asuntos peligrosos.

-y cuando no los estuve eh? lo llevo en la sangre.

Camina hacia mi, me guiña el ojo y me da una palmadita en la cabeza. Veo que va al placard, no se que busca porque no me deja ver.

-solo espero que lo que sea que estés haciendo no interfiera conmigo, de nuevo.

-tranquila. No decírtelo es por ese motivo mismo. Aprendí mi lección. Ve tranquila.

Lo miro unos segundos más. Suspiro despacio, agarro mis lentes, las llaves de la casucha y de la moto. Antes de agarrar el casco vuelvo a mirarlo.

-no vas a estar para la carrera?

Sigue buscando algo del placard.

-lo siento. Igual ganarás, esto es un juego de niños para ti. No quiero ser parte de ese circo alagándote por una simple carrera.

Se podría decir que no está tan errado, Chad me vio correr carreras mucho más peligrosas.

Agarro mi casco.

-ok… bien.. buen viaje entonces.

Se da la vuelta pero no tiene nada en las manos. Me sonríe a su manera seductora.

-no me extrañes.

Me dice en su tono de burla.

-ja! tu no me extrañes a mi.

Estoy por salir pero me detiene llamándome. Me doy media vuelta para mirarlo.

-por favor, no te metas en problemas, ni accidentes. Entre que no voy a estar y Minzy está enojada contigo no habrá héroe quien te salve esta vez.

Sonrío de medio lado.

-no te preocupes, ese rol solo lo dejo contigo.

-me alegra escucharlo.

Se da la vuelta y vuelve al placard. Yo salgo de la casucha y me recibe un aire cálido muy agradable con el sol dándome en toda la cara. Un día caluroso.

.

.

.

El día pasa como creí que podría pasar. Todo el equipo de Ryu está muy nervioso y ansioso por la carrera de mañana. Van de un lado para el otro, revisan las motos una y otra vez, practicamos y vuelven a revisarlas. Un poco me molesta por que puede ocurrir sin querer un pequeño desliz con una tuerca por ejemplo. Así que mi moto solo la toco yo, esa es mi condición. El traje ya está terminado y ha quedado perfecto, es igual al que tiene Gary, con el casco y arriba del a moto no se notará que soy una mujer. El traje es un juego de colores entre blanco y negro, no fue una condición sino un pequeño mimo, se podría decir. Me preguntaron de que color me gustaría mi traje y yo sin dudarlo dije blanco y negro. De ese color era mi traje cuando practicaba motocross en las buenas épocas aquellas, donde el máximo peligro era un salto y una curva sinuosa y no que te pegaran un tiro. Ah y la preocupación máxima era tener algo para comer aunque sea para dos días. Igual y todo esa era una etapa que echaba mucho de menos. Aunque ahora esté mejor respecto a lo económico y no tengo peligro de que me maten igual echo de menos esa época. Echo de menos al idiota de Hyun … no puedo evitarlo… todo este ambiente hace presente todos mis recuerdos con él y como nos preparábamos para una carrera o un simpe desafío de trucos. Si estuviera ahora a mi lado estaría escupiéndome en la cara que vuelva a practicar los saltos y hacer pesas para fortalecer mis músculos y tener el control