Estaciono la moto en el sector de la rambla donde se festejará el cumpleaños de Haru. De lejos veo que hay un pequeño grupo de personas armando lo que será el escenario. Gary es uno de ellos. Voy a la moto y le pongo el candado de seguridad. Mientras lo hago me convenzo que lo que estoy haciendo está bien, me comprometí con este festejo y no puedo abandonarlo solo por que recuperé mi memoria, por saber quien soy y quienes son los que me rodean. Haru no tiene nada que ver con todo esto, ella es una pequeña niña que cumplirá 5 años, completamente inocente y fuera de toda esta mierda. Necesito esto, necesito esa distracción pura e inocente.

Antes de irme tanto Chad como Minzy intentaron persuadirme para que no venga, cosa que no les hice caso y antes de arrrancar les dejé muy en claro que a partir de ahora la que decide por mi soy yo y solamente yo, que no es necesario que se metan más en medio de mis asuntos.

Entiendo que lo hacen porque quieren que todo salga lo menos doloroso posible pero es imposible. Será doloroso no importa que. Y cuando pienso en eso es cuando necesito por lo menos unas horas sentir que soy una animadora de títeres y lograr un hermoso recuerdo para una niña de 5 años.

Me acomdo los lentes de sol y bajo la rambla.

Camino hasta el lugar, Gary me ve y lo veo corriendo hacia mi con un rostro alarmado.

-ahí estás!!! Pensé que no vendrías, donde estabas?? Te llamo y no me contestas, pregunto por ti y nadie sabe donde estás. Ni siquiera a las practicas has ido. Me..- se queda callado, tal vez se da cuenta de mi frialdad, esa aura tan característica de mi que ha regresado junto con mi memoria.

-estoy aquí, eso es lo que importa. Ayudo con el teatro o lo tienes bajo control?

Camino hasta esa dirección que ya se ve casi listo.

-…está terminado … Bom trajo los títeres…

-Bom?

-si, estaban en la cabaña y tu no e

-está aquí?

Digo sin dejarlo terminar de hablar.

¿Tan rápido tengo que enfrentar estas situaciones? Esperaba un poco más de tiempo… bah, a quien miento, mi vida siempre fue una montaña rusa completa de rulos uno al lado del otro sin nada de tiempo. O es muy corto o muy largo, siempre esos extremos.

-está ayudando con los preparativos de comida y eso…

-bien.. donde están los títeres? Voy a prepararlos.

Pregunto con mi ronca, grave y e indiferente voz.

-en el bolso azul, ese de ahí.

Me señala con su dedo un bolso azul cerca del escenario.

-ok.

Si, fría y despectiva. Esa soy yo.

Sigo mi camino hacia el bolso.

Siento que me agarran de la muñeca suavemente, me doy vuelta, Gary y su mirada preocupada de nuevo.

-Chaerin… está todo bien?

Lo miro unos segundos. El tampoco tiene que ver con todo eso, él es un amigo sincero que me ayudó mucho estos últimos meses.

-si… voy a preparar las cosas. Está todo bien Gary. No te preocues por mi.

Le digo en un tono que trato que sea menos frío, su mirada no me hace saber si lo siente así porque sigue mirándome preocupado. Me suelta y voy al bolso.

Preparo los títeres, mi mente se ocupa en eso. Me gustan los titeres. Aunque no me gusta sentirme como uno…

Escucho risas y murmullos, identifico una claramente, no levanto la cabeza, no necesito hacerlo. Esa voz aguda, aniñada y de un tono y canto particular. Es Bom.

Mi corazón late un poco más rápido que lo normal, cierro los ojos y doy un gran respiro. Es solo Bom, no puedo reaccionar así con ella … si es así.. cuando la vea a ella…yo… no…. No pienses en eso CL .. no ahora … títeres, Haru, ese es tu objetivo hoy. No otro. Haru.

Paso otros minutos dejando todo listo. No debe faltar mucho para que llegue Haru. Los invitados van llegando de a poco, niños de la misma edad que ella con sus padres o un adulto que los acompañe. Estoy detrás del escenario, no es que me esconda, bueno un poco. Pero puedo ver por los costados cuando pasan los niños corriendo curiosos por ver que es lo que hay dentro. Cuando asoman sus cabecitas les sonrío dulcemente, bajando un poco mis lentes de sol y les hago el gesto que hagan silencio, que esto es un secreto, ellos me sonríen y salen corriendo como si hubieran descubierto un gran tesoro.

Niños, siempre alegres e inocentes. A pesar de mis dramas no puedo quejarme, también fui una niña inocente descubriendo tesoros, saltando y riendo. Aunque hubieron más lágrimas los momentos de risa son más valiosos para mi. Son con los que me quedo como recuerdo de infancia.

De nuevo la risa de Bom me distrae. Parece que está cerca. Ya la curiosidad me gana y asomo con cuidado por el telón sin que me vea. Y ahí la veo. Está con gente que no conozco, creo que deben ser los padres de los niños. Está en la mesa de dulces ayudando con las bebidas y los aperitivos mientras juega con los niños que se le acercan.

Es una imagen linda. Se nota que le gustan los niños.

De repente veo que levanta su mirada, justo donde estoy yo, como si hubiera sabido que la estaba espiando. Nuestros ojos se encuentran por pequeños segundos, aunque yo sigo con mis lentes puestos se que ella me está viendo lo que hace que vuelva a mi lugar escondida, lejos de su mirada.

Eso estuvo cerca. ¿vendrá aquí? Espero que no. No puedo enfrentar a Bom ahora. No puedo enfrentar a nadie. No hoy. Necesito tiempo, necesito distraerme.

Gritos y felicitaciones me distraen de mis penasmientos. Haru acaba de llegar con sus padres y la están felicitando. Escucho su risa tan contagiosa y traviesa.

No quiero enfrentar a nadie pero quiero ver a Haru.

Gary se asoma a mi lado.

-lista? Creo que es mejor empezar ahora.

-cuando quieras.

-bien. Showtime!

-showtime!

Repito divertida chocando los cinco. Y si, es hora del show.

Empezamos con la obra. Una de amistad, llena de aventuras, canciones, humor e interacción con los niños.

Escuchar las reacciones tan reales de los niños y de Haru me llena. Es algo extraño. Extraño pero agradable.

Gary canta sus canciones y como me se algunas por tanto escucharla me uno al canto, Gary se sorprende y empezamos a cantar juntos como si hubiéramos ensayado desde un principio. Cantar es otro de mis pasatiempos para distraerme. Ahora lo recuerdo.

La obra termina con un hermoso mensaje de amistad verdadera.

Trato que no me afecte tanto ese mensaje, a mi pecho le afecta pero mi mente es más fuerte y logra taparla cuando escucho los exaltaciones de los niños que se divirtieron con la obra.

Aplausos y momento de revelar las voces de los títeres.

Con Gary salimos y ahí está mi razón por estar aquí.

Haru al verme se levanta y sale corriendo con una gran sonrisa hacia mi, me saco los lentes, la recibo con los brazos abiertos, me agacho y nos abrazamos muy fuerte, me sale sonreír de verdad. La primera sonrisa de verdad en el dia, en días.

-feliz cumpleaños princesa mía!

Le digo en un tono dulce y real. Ella me responde con un beso apretado y húmedo en mi mejilla y su risa traviesa contagiosa. Le aprieto con cariño los cachetes y le doy otro beso apretado en su cachete redondo.

Luego va a Gary que también lo saluda efusivamente.

Mi mirada se cruza por segundos con Bom de nuevo que está mirando con una pequeña sonrisa en sus labios. De nuevo nuestros ojos se encuentran, esta vez directo, su mirada no la puedo descifrar pero se que no es del toda suave y alegre. Veo cierto ¿dolor?

Me acuerdo la ultima vez que estuvimos juntas y es cuando quito mi mirada y compasión. Bom también me mintió, siguió con ese estúpido invento y hasta quiso que yo sienta culpa por mis acciones. Y sin olvidar que me trató de loca.

Empiezo a sentir esa pequeña rabia interior, de nuevo mi mente es más fuerte, miro a Haru que me toma de la mano. Esa pequeña mano que me aleja de toda la mierda.

Me concentro en Haru.

Son agradables horas junto a ella. No nos separamos ni un segundo. Jugamos, comemos, reimos, nos hacemos mimos, y más juegos.

Cuando no corre con sus amigos está sentanda en mi regazo.

En momentos me quedo mirando a mi alrededor y ver este ambiente me hace sentir esa extrañeza de nuevo. Una extrañeza agradable. Jamás hubiera pensando que podría vivir algo así en mi vida de nuevo, bah, podría decirse que por primera vez. Algo tan simple como festejar un cumpleaños rodeado de niños, risas, juegos y dulces. Me es tan irreal todo.

Los padres de Haru me dan las gracias por la obra y el festejo. Yo les digo que fue todo un placer y que mi recompensa es ver a esa niña feliz.

-¿y tía Dara?

Y ahí es cuando toda mi distracción se derrumba. ¿Justo tuvo que nombrarla? ¿Por qué? …

-No pudo venir por su trabajo pero te manda muchos cariños y besos. Y un pastel para cuando vayas al bar.

Responde Bom cariñosamente. La miro, ¿cuantas veces nos miramos ya? Y mi corazón late siempre más rápido que lo normal.

De repente Haru me agarra de mis mejillas y me da un beso en los labios. Me quedo sorprendida por eso.

-¿y eso?

-es un beso mágico.

Me dice toda inocente y sonriente. Los padres también la miran raro, escucho a Gary a mi lado muy divertido tratando de controlar su risa.

-¿beso mágico?

Le pregunto aún sin entender.

-La otra vez tía Dara te dio besos mágicos para curarte las alitas y darte energías. Yo te lo doy para que no estés triste por que tía Dara no pudo venir.

La sigo mirando sin poder creer lo que estoy escuchando. ¿Me verá triste? Los niños pueden percivir a veces estados de animos que uno mismo no puede o no quiere reconocerlos, como los animales, tienen un sentido especial.

Lo que dice Haru sucedió en tan pocos días pero yo lo siento como si hubiera sido hace siglos… no .. peor .. como si hubiera sido un sueño .. si eso … un simple y largo sueño.

La risa de Gary ya no es más baja, es alta y son ganas, hasta Bom se ríe.

-ya ves lo que pasa cuando hacen publicas ciertas cosas frente a los niños no??

Escucho que dice Bom divertida.

-cuidado con lo que haces frente a Haru la próxima vez Chaerin. Copia y pega, así son los niños, no te olvides!

Empiezo a sentir que mis mejillas se ponen rojas. Veo a los padres de Haru horrorizada por lo que pueden estar pensando pero me relajo cuando veo que también están riéndose. Ahora Haru ríe toda inocente. Y bueno, me sale una risa también.

Cantamos el feliz cumpleaños de nuevo, Haru pide sus 3 deseos y hora de comer el pastel. Lo hizo Bom. Me sorprendo al enterarme de eso. Me acuerdo cuando dijo que su especialización eran los dulces, no mentía, este pastel es delicioso.

-oh! llegamos tarde. Tuvimos un caso importante a ultimo momento, disculpen.

Dice la voz de Kyo que va llegando con bolsas junto con otras enfermeras, las conozco, son las que cuidan a los niños.

-llegas justo a tiempo mamá! Hora del pastel!

-oohh!!! Desde que lo estabas preparando que me moría por probarlo.

Las miro de reojo en mi rincón del telón mientras guardo y acomodo lo que usamos para la obra.

Kyo me mira bastante seguido, como anailzandome, así lo siento. Como si espera que yo