21. ¿No?

Besala tu Por mi
 

Cuando llegaron a la casa, taeyeon estaba más feliz que nunca. Hacía tiempo que no se sentía así de contenta, desproporcionada, como si acabaran de lanzarla en cohete y la adrenalina hubiese tomado control de todo su cuerpo. Había pasado un día estupendo en compañía de jessica. Su plan no consistió en nada concreto. Fueron a la ciudad en coche, dieron un paseo, se compraron café para llevar mientras caminaban sin rumbo por la zona del puerto, observaron el mar en silencio, se agarraron de la mano y se dieron besos, rieron cuando dos señoras mayores las miraron con desaprobación, y taeyeon aprovechó para entrar en unas cuantas tiendas y comprar un par de camisetas. Había sido un día normal, pero también el día perfecto. ¿Eso era el amor? ¿Ser así de feliz con lo cotidiano? ¿No necesitar nada especial, sino tan solo la compañía de esa persona para que todo se volviera apasionante y diferente? Tal vez sí, lo fuera, pero ahora no tenía tiempo para pensar en ello. Habían regresado para darse una ducha rápida, arreglarse e ir a cenar. «Podemos ir a ese restaurante que te gusta tanto», sugirió jessica, y ella respondió con un sí entusiasmado. Aunque le habría dicho que sí a cualquier propuesta. Solo deseaba estar con ella.

Se robaron un beso en el pasillo y taeyeon fue corriendo hasta su cuarto. Cogió la toalla para irse a la ducha y sonrió al recordar el día en el que se quedaron encerradas. De eso no hacía tanto, fue al comienzo de las vacaciones, y sin embargo habían cambiado tantas cosas que le parecía un momento mucho más lejano. Ya tenía seleccionada la ropa que se iba a poner cuando alguien llamó a su puerta y su madre apareció tras ella.

—¿Cómo estás, hija? ¿Qué tal lo habéis pasado? —le dijo.

—Muy bien, pero voy con prisa. jessi y yo vamos a cenar por ahí.

—Lo sé. Isabel me lo ha contado. ¿Pero estás bien?

—Sí, claro que estoy bien, ¿por qué lo preguntas?

boa puso entonces una mueca extraña. Dijo «No, por nada», pero allí estaba ocurriendo algo. Su madre no aparecía de improviso en su habitación si no tenía un buen motivo. Su madre no le preguntaba «¿Pero estás bien?» si no había una causa previa de preocupación. ¿Qué estaba ocurriendo?

—¿Ha pasado algo? —dijo. El corazón de taeyeon empezó a bombear con fuerza. Tenía un mal presentimiento.

—Eso digo yo —replicó boa, sentándose en el borde de su cama—.

¿No hay nada que tengas que contarme? —¿Acaso no lo sabes ya? —taeyeon la retó con la mirada. Estaba demasiado feliz para tener esa conversación con su madre. Por nada del mundo quería que las tonterías de su progenitora le arruinaran el día.

—Sí, por los ruidos que escuché anoche, creo que me hago una idea… —Mamá, por favor.

—Pero no es eso lo que me preocupa, aunque no te lo creas. Llevo semanas observándoos, taeyeon, y después de lo que me dijiste en la playa… —boa se detuvo un momento. Puso una mano sobre la otra y suspiró—. Bueno… digamos que he tenido tiempo de hacerme a la idea. Y jessica siempre me ha parecido buena chica. No tengo absolutamente nada en su contra, ni es eso lo que me preocupa. Me parece bien que hayáis decidido estar juntas.

Vaya… esto sí que era nuevo.

Después de todo, su madre les daba su bendición y enterraba el hacha de guerra. ¿Se trataba quizá de una estrategia? Malena entornó los ojos con suspicacia, pero cuando los fijó de nuevo en los de su madre, igual de verdes que los suyos, supo que estaba siendo sincera. ¿Entonces por qué estaba allí?

—¿Entonces? ¿Qué es lo que te preocupa?

—Supongo que no has hablado con jessica… Y yo no soy quién de meterme.

La verdad es que esperaba que ya lo supieras… Lamento haber venido. Has sufrido tanto, hija. No sé, pensé que necesitarías alguien con quien desahogarte.

—¿De qué estás hablando? ¿Saber qué, mamá? —La voz de taeyeon sonó un poco crispada.

En ese momento pudo imaginar todo tipo de catástrofes. Si tenía que ver con jessica, podía ser una ex, la de la planta, por ejemplo, que se hubiera presentado de repente o hubiera decidido volver con ella. Pero no podía ser eso, su madre no sabría una información así. Pensó entonces en otras posibles causas. jessi no la quería. jessi le había dicho a alguien que en realidad estaba jugando con ella. jessi… y entonces se detuvo, como si acabara de ver una señal luminosa gigantesca. Empalideció y su gesto se volvió serio, sus labios formaron una gran “o”.

Se iba. jessica se iba. Pronto. Y su madre lo sabía porque Isabel se lo había comentado. ¿Por qué? ¿Por qué jessi no se lo había dicho?

Soltó la toalla que tenía entre manos, mientras boa se levantaba despacio, con gesto preocupado.

—Supongo que ya lo has imaginado tú sola… —dijo su madre.

—Sí, me hago una idea.

—Lamento ser portadora de malas noticias, hija. Yo solo… Como te he dicho, me quedé un poco preocupada al saber la noticia. No esperaba que fuera tan pronto.

—¿Cuándo?

—El lunes.

taeyeon desvió la mirada hacia la ventana. Las lágrimas empezaron a asomar tras sus párpados, pero se negaba a llorar, no iba a hacerlo delante de su madre ni tampoco delante de jessi. Era absurdo. Todavía se estaban conociendo y lo suyo no tenía ningún sentido, ella lo sabía mejor que nadie.

—¿Te importa dejarme a solas un momento?

—Claro que no. Estaré en el jardín, por si me necesitas.

—Gracias, mamá. No será necesario. —Y lo siento muchísimo. De haberlo sabido…

—No te preocupes. No pasa nada.

Ahora solo quiero estar sola un rato.

—De acuerdo. —boa fue hasta su hija y depositó un tierno beso en su frente. Después cerró la puerta a sus espaldas y desapareció para dejarle un poco de intimidad.

Su primer impulso fue fingir que no había pasado nada. Ir a la cena, aguantar el tirón, y permitir que jessi se lo contara cuando estuviera preparada. Esto habría sido lo correcto. Una actitud adulta y serena. Pero taeyeon era una mujer apasionada y a veces esa pasión le gastaba malas pasadas, por lo que a los pocos minutos de quedarse sola en su cuarto, salió de él como una bala recién disparada y fue al encuentro de jessi.

Buscó en el salón, pero no estaba, y en el jardín, donde tampoco y además tuvo que ser maleducada con su padre, que intentó detenerla para decirle algo. Malena no tenía tiempo para esto. Necesitaba encontrar a jessi y hablar con ella cuanto antes.

—¿Dónde está? —le preguntó a

Isabel de malas maneras.

—¿Quién?

—Tu hija.

—Ha salido a pasear a la perrita. Volverá enseguida. Pero ¿por qué? ¿Te pasa algo, hija?

taeyeon no contestó. Se lanzó a la calle como si supiera el camino que había tomado jessi para pasear con la perra y se la encontró unos metros más allá, en la esquina, recogiendo los excrementos de Lana. La perra meneó el rabito tan pronto advirtió su presencia, pero taeyeon no tenía tiempo para juegos.

—¿Cuándo pensabas decírmelo? — vociferó cuando estaba todavía a cincuenta metros de ella.

jessica se tensó visiblemente, asustada. Su rostro cambió de una radiante felicidad a una miserable preocupación. Retrocedió unos pasos como si temiera ser agredida.

—¿Cuándo, jessi?

—¿Quién te lo ha contado?

—Eso no es importante. ¡Te vas! ¡En dos días! ¡Y soy la última en enterarme!

—Sí, yo… No quería arruinar el día,

tae…

—¿Y cuándo pensabas decírmelo? ¿Desde la estación? ¿O tal vez desde el aeropuerto?

—No te pongas así —dijo jessica, que intentó agarrarla por el brazo, pero taeyeon se apartó con disgusto al ver que todavía tenía en la mano la bolsa con las deposiciones de Lana—. Mierda, espera a que tire esto. —jessi fue hasta una papelera cercana y regresó con las orejas gachas—. Pensaba decírtelo, en serio… Pero no sabía cómo. Me he enterado esta mañana.

—Por eso estabas tan rara…

—Sí.

taeyeon se cruzó de brazos. Quería calmarse, pero no lo conseguía. Sabía que jessi le estaba diciendo la verdad, que no lo había hecho adrede, que ella también estaba dolida, y sin embargo, se encontraba furiosa, fuera de sí, y el pensamiento de haber sido solo un juego para jessica empezó a apoderarse con fuerza de ella. Tenía el corazón roto. ¿Es que no podía verlo? ¿Por qué seguía allí, mirándola como un pasmarote?

—¿Qué soy para ti, jessi? ¿Un juego? ¿Es eso?

—Sabes perfectamente que no… —No, no lo sé. Solo sé que un día te acuestas conmigo y al día siguiente estás haciendo las maletas.

—Eso no es justo… ¡Sabías que tenía que irme! ¡Llevo días diciéndotelo!

Vale, bien, eso era verdad, pero no se esperaba en absoluto esa noticia. ¡Dos días! Estaba preocupada. Quería tener una relación con jessica que se sostuviera en algo más que una noche apasionada, pero esto no les dejaba tiempo suficiente como para establecer una base sólida. ¿Y ahora qué? Solo faltaban dos días para el lunes. ¡Dos! Y apenas habían resuelto nada entre ellas. Nada. No había podido demostrarle nada a jessi y seguramente nada más llegar a Madrid se olvidaría de ella.

Empezarían llamándose con frecuencia, pero las llamadas se distanciarían cada vez más y entonces…

—Lo siento, jessi… Yo…

—¿Tú qué? —dijo jessi, ahora parecía enfadada—. Tengo que ir,

¿vale? Es mi trabajo.

¿Por qué le hablaba así? De pronto fue como si se hubiera vuelto repentinamente otra jessica, la desagradable y hermética mujer llena de inseguridades con la que se topó su primer día en aquella casa.

—Ya lo sé. Y entiendo que tengas que marcharte, pero entiende tú que a lo mejor no es esto lo que quiero para mí. jessica bajó la cabeza y miró el suelo, como si estuviera a punto de llorar y quisiera esconderlo.

—Yo tampoco me esperaba que fuese tan pronto —dijo de repente—. Pero tengo que hacerlo. Ahora no puedo decir que no. tae…

jessica la miró a los ojos, pero taeyeon estaba demasiado afectada, demasiado confusa, y retiró la mirada sin saber qué decir. jessi intentó cogerle la mano, pero ella no se lo permitió.

—¿Qué?

—Que deberíamos hablar…

—No, jessi, no hay nada de lo que hablar. Ayer me sentí feliz y hoy…

—¡Y yo también! ¡Yo también me sentí feliz! —dijo jessi, tratando de buscar las palabras para hacerle entrar en razón. taeyeon quería, de veras que sí, pero todo aquello se le quedaba grande. La distancia, su marcha apresurada… a lo mejor no estaba tan preparada para esto como había pensado. Le había encantado, había conectado con jessica como no lo había hecho con ninguna mujer o incluso con ningún ser humano, pero estaba en estado de shock y no sabía cómo salir de él. Una lágrima empezó a rodar por su mejilla y jessica se la retiró con los dedos—. Por favor, no llores. Tiene que haber alguna manera de arreglar esto. No puede ser que acabe así.

taeyeon no podía dejar de llorar, para ella jessi era en ese momento lo más importante de todo, su primer pensamiento al despertar y el último antes de cerrar los ojos. Era lo más bonito que le había sucedido en mucho tiempo.

—tae, escúchame… Mírame, deja de llorar, por favor.

Levantó la vista y se miraron un momento.

—¿Qué quieres, jessi?

—Que me tenga que ir no implica que nos distanciemos. Podemos, no sé, seguir con esto. Despacio. Podemos ir viendo cómo nos sentimos, ¿no?

jessi sonrió de manera melancólica y Lana empezó a ladrar. Siempre lo hacía cuando sentía tensión a su alrededor.

taeyeon quiso abrir la boca para

 

contestar, el “¿no?” de jessi retumbando en su cabeza. Quería decirle que sí, que podían intentarlo, que sería fuerte, que podían lograrlo, pero se sintió débil y cobarde y cuando miró a jessi tenía claro cuál sería su respuesta.

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Comments

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ashleyurdiales24 #1
Chapter 23: Una historia muy buena, me sentí a gusto leyendola jaja me gustó mucho, gracias por compartirla y adaptarla al taengsic<3