capitulo 3

simplemente ( taeny)

Tiffany

 

 

¿Por qué no te dicen que elegir carrera en segundo año puede ser un tema que terminas odiando en tu último año?

 

¿Y cómo puede la gente honestamente esperar que una chica de diecinueve años sepa lo que quiere hacer por el resto de su vida y sea feliz con su decisión?

 

Ridículo...

 

En algún lugar entre Contabilidad para Pequeñas Empresas y Derecho Fiscal 101 de mi tercer año, me di cuenta de que odiaba los negocios sólo un poco menos de lo que odiaba la idea de trabajar en una oficina para el resto de mi vida.

 

A pesar de que pudiera redactar una hoja de cálculo e integrar las estadísticas como nadie más podía, me aburría.

 

Insoportable y completamente aburrido.

 

No me di cuenta de mi verdadera pasión en la vida hasta que empecé a hornear pastelitos "a la mierda esta carrera" para hacer frente a una intensa clase de Derecho Fiscal.

 

Los traje para el grupo de estudio y fueron devorados por mis compañeros de clase en segundos, así que hice más. Entonces empecé a ramificarme y hacer otras cosas.

 

Al principio, dominé las simples golosinas: diferentes pastelitos, galletas y brownies.

 

Entonces empecé a intentar las recetas más complejas: Éclairs glaseados, por el contrario sorbetes estilo media luna, y galletas rellenas de crema.

 

Cuanto más horneaba, más feliz me hacía, pero no fue hasta que mi mamá lo trajo un día a consideración que realmente consideré tomarlo en serio.

 

Le hice un soufflé de naranja para Navidad y le encantó tanto que llevó porciones a sus vecinos, exigiendo que lo probaran. Incluso llamó a mi novio de entonces y le pidió probar alguno, a lo que él respondió:

 

—Ummm. Es comestible.

 

Aun así, me di cuenta de mi amor por las artes culinarias demasiado tarde.

 

Así que, en lugar de cambiar de Grandes Ligas, me quedé en la escuela de Negocios y cada vez que tenía tiempo libre, robaba clases de la escuela culinaria número uno en la playa: El Instituto Culinario de Wellington.

 

Todos los sábados y domingos, fui al centro y me senté en la parte de atrás del aula, tomando notas como si realmente perteneciera ahí.

 

En los días en que la clase se reunía en los talleres de cocina, con una estufa por “estudiante pago”, me gustaba simplemente pretender que era una estudiante de secundaria que hacía un proyecto de investigación.

 

Era lo que me encontraba haciendo en este momento.

 

—No olviden que serán calificados por cómo creen las capas de su croissant—dijo el profesor en la parte delantera de la sala—Tendrán que ser nítidas, pero no demasiado hojaldradas, suaves, pero nunca pegajosas... También necesitan asegurarse que su propio diseño personal sea algo que nunca antes hayan creado en esta clase. No repliquen sus trabajos anteriores o recibirán una sanción automática.

 

Vi cómo la mujer que se hallaba frente a mí revolvió la masa y agregó una pizca de azúcar.

 

Saboreó la masa y negó, agregando un poco más.

 

—Oye…—susurré—Oye…

 

Miró por encima del hombro.

 

—¿Qué?

 

—No necesitas más azúcar en eso.

 

—¿Cómo lo sabes, ladrona?

 

Rodé los ojos.

 

—Debido a que todavía tienes que freír y cubrir con una mezcla de azúcar, y eso es antes de que siquiera se inyecte el relleno con azúcar en él. Si utilizas más, recibirás la prueba del inicio de la diabetes temprana.

 

Dejó la taza de azúcar y volvió al trabajo, con gratitud pasándome un poco por encima para que pudiera ver el resto de su preparación.

 

Mientras escribía la lista de ingredientes, sentí a alguien tocando mi hombro.

 

—¿Sí?

 

No miro hacia arriba.

 

Me encontraba a la mitad de la escritura de la especialidad de una marca de pasta. Iba por la última carta cuando el portátil me fue arrebatado de las manos y me encontré cara a cara con una mujer vestida de negro.

 

La palabra "seguridad" se hallaba grabada en su pecho en letras de imprenta grandes y tenía sus brazos cruzados.

 

— ¿Qué está haciendo aquí hoy, señorita Hwang?—preguntó, frunciendo los labios.

 

—Estoy eh...—me aclaré la garganta y me senté—Estoy aquí haciendo un reporte de un libro.

 

—¿Un informe de un libro?

 

—Sí—dije—Un informe de un libro muy importante para mi escuela. Mi escuela secundaria.

 

—¿Y supuestamente a qué escuela secundaria va?

 

—Pleasant View High.

 

—¿Uno va ahí a pesar de que ha estado abandonada durante cincuenta años?

 

Mierda.

 

—Quise decir Ridge View...—la busqué en Google antes.

 

—Todas las escuelas secundarias están actualmente fuera para el verano. El último día fue el viernes pasado—chasqueó los dedos y me hizo señas para que me levantara—Vamos. Ya conoces la rutina...

 

Me levanté y tomé mi libreta de vuelta, después de sacarme del taller al pasillo.

 

—¿Estar robando clases y tomar notas adicionales en una clase es realmente un crimen?—le pregunté—¿Realmente lastimo a alguien?

 

Agitó su tarjeta llave sobre la almohadilla en la puerta.

 

—Sal.

 

—Espera—salí—Si te doy veinte dólares, regresas y me dices qué tipo de masa están usando para la especialidad de Cronuts? ¿Tal vez pueda darte mi dirección de correo electrónico y me lo envías?

 

Me cerró la puerta en la cara.

 

Uf...

 

Metí mi bloc de notas en mi bolso y oí la risa familiar. Miré hacia arriba y me di cuenta de que era el instructor del curso “Entendiendo las recetas”.

 

—¿Crees que esto es gracioso?—le pregunté, sintiéndome audaz—¿Patear a alguien fuera de la clase?

 

—Es muy gracioso—se rio más fuerte, mirándome—Y no fuiste expulsada de la clase, te sacaron porque te vi ahí esta mañana.

 

—¿Me delataste? Pensé que me gustabas... Normalmente no me delatabas.

 

—No lo hago—dijo—Pero el día del examen, todas las apuestas se apagan. ¿No puedes ver la correlación directa entre los tiempos que tenemos la seguridad para sacarte y los tiempos que no lo hacemos?

 

Me quedé de piedra.

 

—Exactamente—dijo, acariciando mi hombro—Todos apreciamos tu pasión, pero los días de las pruebas son sólo para aquellos que realmente pagan la matrícula... sin embargo, confío en que voy a verte más a menudo ya que estás fuera de la universidad ahora.

 

Asentí y se rio de nuevo, diciendo:

 

—Nos vemos el próximo fin de semana, señorita hwang—antes de alejarse.

 

Completamente honrada por el comentario “apreciar tu pasión", sonreí y me pregunté si podía tratar de conseguir una recomendación de él para cualquier otra escuela de cocina de la que haya oído.

 

¿Tal vez una carta de él ayudaría a conseguir una beca?

 

Miré mi reloj y me di cuenta que tenía tres horas para prepararme para la universidad a la que en realidad pagaba para asistir; mi ceremonia de graduación era hoy.

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Comments

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saine1993
#1
Chapter 41: obvio que que si tienes que haber segunda parte me muero por leer más quierooo más 7-7
Skyth06
#2
Chapter 41: Siii segunda parte xfa !!!
L_ight_ #3
Chapter 39: Lo leí todo en dos días! Es increíble!!!
Me duele mucho ver a Tae sufrir, entiendo que fue su culpa por mentirle antes de irse pero lo entiendo, yo he hecho lo mismo, no te sientes capaz de decirle todo el miedo que tienes para no interrumpir sus sueños.
Espero esto se arregle pronto, espero actualices pronto.
Saludos.
Skyth06
#4
Chapter 39: Ya te extrañaba buen cap
Nic0l31108 #5
Chapter 36: Actualizar por favor esta buena la historia
Skyth06
#6
Chapter 36: Se prendió este fic
saramarmota #7
Chapter 36: maldicion¡¡¡¡¡ porque sospecho... que la carta es que tae va para donde tiff
saramarmota #8
Chapter 32: haaa por diosssssss esta superrrrrrrrrrrrr
Leyla_quiroz #9
Chapter 32: aaaa me encantaaa
roguecr #10
Chapter 32: Tae la dejo ir para q cumpla su sueño