Taeyeon

Me paré en la cocina de Tiffany la mañana después de tener o, preparando una taza fresca de café.

Dos de sus compañeras de cuarto, sunny y Sooyoung, se encontraban del otro lado de la habitación —esperando a que el temporizador sonara.

— ¿Sabían que técnicamente puedes conseguir un café como este si lo preparas correctamente?—pregunté notando que me miraban fijamente.

—Soy consciente—sunny se ruborizó—, Solo esperamos como tú...

—En realidad yo no sabía eso...—Sooyoung avanzó y puso su taza debajo de la máquina de café—Se aprende algo nuevo cada día. Solo en caso de que no la vea hoy, ¿le dirías a Tiffany que recoja un poco de detergente cuando despierte? Es su turno.

—Lo haré —asentí.

El temporizador terminó y sunny avanzó, frotando deliberadamente su taza contra mi pecho y sosteniéndola debajo de la máquina de café.

—Lo siento. No pude evitarlo—rio.

—De todos modos—dijo Sooyoung, ignorando a sunny—, Además del detergente, ¿Podrías decirle también que nos consiga más café? Es su turno para eso también.

—Anotado—noté que Dani seguía tocándome— ¿No tienes que ir al trabajo?

Se ruborizó otra vez y dio un paso atrás.

—Cuando queras que deje a mi novia por ti, solo di la palabra. Di la palabra...

—No lo haré—reí.

—Lo harás—sorbió su café y caminó hacia la puerta, riendo— ¡Estaré esperando esa llamada!

Esperé a que se fueran, asegurándome que el auto hubiese arrancado y alejado por la carretera antes de sentarme.

Mi mente inmediatamente intentó procesar que mierda había pasado anoche en una serie de cuadros: Película. Risa. Beso ininterrumpido. o. o con Tiffany. o otra vez con Tiffany. o con mi mejor amiga por todo lo que podía recordar, Tiffany...

—Buenos días—caminó dentro de la cocina usando un camisón blanco, evitando mis ojos.

—Buenos días.

— ¿Fuiste tú o una de mis compañeras hizo el café?

—Yo lo hice.

—Entonces, ¿No hay avellanas?

—No—me paré y le hice un vaso, agregando los toques de avellana que yo siempre dejaba fuera cuando hacía café.

Mientras estaba agregando sus usuales tres paquetes de edulcorante, tomó asiento en uno de los taburetes frente a mí, aun evitando mi mirada.

— ¿Qué tienes planeado para este fin de semana?—deslicé su taza por el mostrador.

—Mi rutina usual de fin de semana de verano: Gayle's contigo en algún momento, robar una clase de la escuela culinaria y esperar no ser echada. Oh, y tragos en la noche con Yuri el domingo.

—Si ella no te deja plantada.

—Sí. Si ella no me deja plantada—tomó un largo sorbo de su café y finalmente dejando a sus ojos encontrarse con los míos— ¿Qué hay de ti?

—Gayle's contigo en algún momento... tengo algunos recados que necesito hacer y necesito recoger algunos libros de la lista de lectura de verano de la escuela de leyes. Probablemente haré algo con jessica también.

Silencio.

Llevó la taza a sus labios y la inclinó más alto, casi bebiendo la taza entera.

—Tus compañeras de cuarto quieren que sepas que necesitan que compres más café y detergente—dije—Dicen que es tu turno, así que cuando puedas...

— ¿Realmente no vamos a hablar sobre anoche?—me cortó— ¿Solo vamos a actuar como que esa mierda nunca pasó?

—No—sonreí— ¿De qué parte quieres hablar, Tiff?

— ¿Qué tal de la parte en la que mi mejor amiga desde cuarto grado me folló? ¿O tal vez deberíamos discutir la parte en la que ella tomó mi silencio y shock absoluto como significado de que quería que me practicara el ? Sí, ¿sabes qué? Empecemos por ahí, ¿Quieres?

—Primero que nada, he sido tu amiga desde quinto grado. Te odiaba en cuarto grado, y no empezamos a hablar cordialmente hasta el final del año. Mucho tiempo después que me metieras en problemas por quincuagésima vez.

—De todo lo que he dicho, ¿eso es lo que quieres discutir primero?

—No—caminé hacia ella y puse mis manos en sus hombros—Entonces, tuvimos o anoche. Pasó, y por lo que recuerdo, no fuiste muy "silenciosa" sobre nada...

Su mandíbula cayó y reí.

—Bromeo—dije—Aunque, no creo que debamos tener una conversación de tipo interventora. Lo de anoche no cambia nada entre nosotras.

— ¿Lo prometes?

—Lo hago.

— ¿También prometes nunca hablar de ello, o dejarlo pasar otra vez porque no queremos perdernos como amigas, y ambas sabemos que el o arruina la amistad? ¿Innegablemente e inevitablemente la arruina?

— ¿Es una pregunta o una afirmación?

—Ambas...

—En ese caso, sí—ahuequé su rostro entre mis manos y la miré a los ojos—No dejaremos que suceda otra vez porque ambas valoramos demasiado nuestra amistad.

—Bien...—exhaló—Está bien, solo para aclarar, anoche nunca pasó.

—Correcto—metí un mechón de cabello detrás de su oreja y retrocedí—Nunca estuve aquí.

—Genial...—se deslizó fuera del mostrador—Bueno, iré a alistarme para mis clases y luego supongo que te veré mañana en Gayle's... ¿Puedes recogerme cerca de las once y media?

—Puedo.

Nos miramos fijamente en silencio, sin decir nada más.

—Está bien, bueno...—dio un paso atrás—Solo son las nueve así que... vas a tu casa, yo me quedo aquí, y, Um... ¿te veo mañana?

Quité mi mirada de sus labios.

—Suena bien.

—Oh, y tae?—me miró.

— ¿Sí?

—Definitivamente fue cuarto grado. Nos volvimos mejores amigas en cuarto grado.

—Tienes que dejarlo ir—reí y me dirigí a la puerta—Definitivamente fue en quinto.

No podía hacer que el agua de la ducha estuviese lo suficientemente caliente.

Necesitaba que rasgara mi piel más fuerte, más rápido.

Sin importar lo que le había dicho a Tiffany en su casa, me costaría el infierno sacar la noche pasada de mi cabeza por un número de razones;

Uno, fue sin duda alguna el mejor o que he tenido en mi vida.

Dos; sus suaves suplicas y gemidos aún sonaban en mi mente en repetición.

Y tres; en realidad había sentido algo cuando nos miramos a los ojos en un momento, algo que nunca antes me había pasado durante el o.

Mierda...

Frustrada por el agua, la apagué y salí de la ducha. Envolví una toalla alrededor de mi cuerpo y caminé a la cocina.

— ¿Larga noche?—jessica bajó su periódico y me miró.

—No realmente. Solo pasé la noche en lo de Tiff.

—Déjame adivinar, te hizo mirar otro de esos aburridos programas de cocina y te "permitió" dormir en su sofá.

—Más o menos.

—Ridículo—se paró y me siguió hasta el refrigerador—Necesito que me expliques algo importante.

—Creí que nunca preguntarías—dije—Es verdad lo que tu última ex-novia dijo; No puedes hacer nada bien.

—Olvídalo, enana—rio—Quiero saber cómo continúas haciéndolo.

—Cómo continúo haciendo ¿qué?

— ¿Cómo continúas siendo "solo amigas"?

—Nosotras somos solo amigas j.

—Pero a ambas les gustan las mujeres.

—A nosotras también nos gustan las mujeres j.

—Ya, pero me refiero que se conocen hacen mucho, ambas se dieron cuenta por su gusto en las mujeres cuando eran jóvenes y estaban al lado de la otra para poder conversar y experimentar. Sabes a lo que me refiero tae.

— ¿Te das cuenta como tú y yo tenemos esta misma conversación cada seis meses?

—Lo sé, y no los estoy criticando a ti y a Tiffany. Sé que ustedes son estrictamente platónicos, solo estoy preguntando esto en general. ¿Cómo es que nunca consideraron cruzar la línea?—se recostó contra el mostrador—Solo estoy preguntado porque ya que ambas iremos a la escuela de leyes en otoño, y creo que eso es lo que necesito, una chica que sea solo una amiga además de ti.

—Las amigas no se venden en el mercado...

—Vamos, dímelo. ¿Cómo lo haces?

Un recuerdo de anoche, uno de Tiffany susurrando mi nombre mientras se venía en mi boca de repente cruzó mi mente.

—Sólo ten eso en la cabeza, y probablemente deberías aprender a ser amiga de ella, también. No te vuelvas todo ual como sueles hacer.

—Bien... bueno, ¿Pero qué pasa si la chica luce como Tiff? ¿Cómo hace alguien como yo y como tú, para no reaccionar?

— ¿Me dices fea?

Rio.

—No, morena. Nosotras somos ys, pero no sentimos esa atracción ni para una noche. Además que lo conversamos desde la primera vez.

El rostro de Tiffany post-o volvió a mi otra vez.

—Tú solo... no lo haces. Supongo.

—Bien, bien, bien—golpeó el mostrador—Tú. Yo. El Bakery Bar. Esta noche. En vez de un rollo de una noche, vamos a encontrarme una amiga platónica. Entre más fea, mejor. Nada como nosotras.

—A veces realmente me arrepiento de llamarte mi amiga.

—El sentimiento es mutuo, amiga—tomó una botella de agua y volvió al sofá.

Cuando estuve segura que se encontraba sumergido en su lectura otra vez, me serví una medida temprana de vodka y lo bebí.

Definitivamente necesitaría estar borracha para borrar de mi mente los labios de Tiffany por las próximas horas...

O días.

O... mierda.

Otra vez.