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Abro los ojos sintiendo de inmediato un extraño dolor en las piernas, hago una pequeña mueca al intentar moverme, es incómodo. Cuando logro quedar boca arriba, observo el techo. Los recuerdos del día anterior aparecen como un pequeño cortometraje que acelera a mi corazón, llevo una mano a la boca intentando contener un grito de nerviosismo.

Lo había hecho.

El día de ayer me había entregado a Taeyeon y, por increíble que parecería, me sentía nerviosamente feliz. Es decir, había hecho el amor con la mujer que amo, le había demostrado toda la noche lo fuerte que es mi amor por ella a tal punto de entregarle mi primera vez. No me arrepentía, había sido tan mágico como hermoso, jamás pasó por mi cabeza que hacer el amor podría ser mejor que cualquier cosa en el mundo, incluso puedo aseverar que me siento más feliz de lo que alguna vez fui. Ahora más que nunca deseo apartarme de ella.

No puedo permitir que mis padres me lleven a Seúl.

Me giro a la izquierda para poder verla, había sentido su brazo en mi cintura antes de quedar profundamente dormida, sin embargo, mi corazón se oprime al ver el otro lado de la cama vacío.

—¿Taeyeon? —pregunto sentándome en la cama.

Error fatal.

Mi cuerpo se tensa de dolor y vuelvo a caer en la cama soltando un quejido, al parecer el resultado de haber pedido “con más fuerza” era este. Respiro profundamente, tomando toda la fuerza de voluntad que pudiera tener, y me levanto de la cama conteniendo el punzante dolor de mis piernas y caderas. Tomo mi bata y salgo de la habitación en busca de Taeyeon.

El resultado es decepcionante: Taeyeon no está.

Me siento en el sofá sintiéndome un poco triste; esperaba despertar con ella a mi lado, sentir sus brazos abrazándome con suavidad y ser despertada por un dulce beso en la mejilla. Probablemente suene un poco cursi, pero esperaba una mañana maravillosa después de haber hecho el amor con ella.

No esperaba sentirme abandonada y con un enorme vacío que comenzaba a devorar a mi corazón lentamente.

—¿Qué haces despierta tan temprano?

Levanto la cabeza hacia mi hermana, Irene me mira desde el marco de la sala aún vestida con su pijama, su cabello está revuelto y sus ojos lucen pequeños a causa del sueño.

Me fuerzo a sonreír.

—No podía dormir más —digo tranquilamente—. ¿Y tú?

Irene levanta los brazos para estirarse un poco, me recuerda a un pequeño gatito bebé.

—No pude dormir bien —contesta mirándome fijamente—. ¿No estuviste en casa? Vi que no hiciste nada para cenar y que dejaste lo que compraste en la barra.

Bajo la mirada sintiendo mis mejillas arder un poco, en esa barra había ocurrido algo que en definitiva no podía compartir con mi hermana.

—Sí, pero me dormí temprano —miento de forma horrorosa—. E-estaba un poco afectada por Taeyeon.

—Seguro —dice con sospecha. Comienzo a jugar con mis manos nerviosamente—. ¿No cenaste?

—No.

Nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que Irene carraspea llamando mi atención.

—Voy a fingir que no escuché nada. —Siento que el alma se va de mi cuerpo de vergüenza—. Sin embargo, hablando hipotéticamente, si deseas tener intimidad con tu novia, te recomendaría que me avisaras con anticipación para dejarte totalmente la casa sola y que no quede con un trauma por los gritos.

Abro la boca sin saber qué responder, mi hermana me mira con una sonrisa divertida en el rostro.

—Joohyun, yo…

—Con un mensaje basta —continua—, claro que esto es solo una suposición, ¿no? No es como si tú y tu novia hubieran estado haciendo “el delicioso” en tu habitación por casi toda la noche, ¿verdad?

Trago saliva totalmente pasmada y con el rostro hirviendo de vergüenza, mi hermanita me había escuchado…

—En fin, deberías darte una larga ducha con agua tibia en lo que preparo el desayuno. —Se acerca a mí y me toma del hombro—. Estoy segura que necesitas tu tiempo para…, bueno, para estar bien antes de ir a clases. —Me da una palmadita en la coronilla de la cabeza y me guiña el ojo—. No tardes, ¿sí?

Asiento obedientemente, estoy segura que, si digo algo, terminaría empeorando todo dejando a mi hermana traumada de por vida. Así que subo a mi habitación con cuidado, mi cuerpo aún está resintiendo la actividad de anoche, busco mi uniforme e ingreso al baño para preparar la bañera.

Tomo mi teléfono y, en lo que se llena la bañera, marco el número de Taeyeon. Necesito hablar con ella antes de ir a clases, quiero escuchar su voz para disminuir este extraño sentimiento de vacío y abandono.

—El número que ha marcado no se encuentra disponible o está fuera del área de servicio —dice la contestadora—, deje su mensaje después del tono.

Cuelgo rápidamente y vuelvo a llamar.

—El número que ha marcado no se encuentra disponible o está fuera…

Llamo otras cuatro veces más con el mismo resultado, frunzo el ceño levemente confundida, ¿por qué sigue con el teléfono apagado?

—Hola, cariño... —digo a su buzón de voz—. Solo llamo para..., bueno, quería escucharte antes de ir a la escuela. Te extrañé hoy que desperté y no estabas a mi lado. En fin, sé que te veré en un rato, pero…, solo quería decirte que me encantó la noche que pasamos juntas. Te amo, Taeyeon. Nos vemos en unas horas.

Termino el mensaje e ingreso en la bañera, la calidez del agua es como un bálsamo para mis adoloridos músculos. Sin embargo, mi mente no deja de pensar en el extraño sentimiento de abandono que está instalado en mi corazón, no es normal que sienta esto, quizá sea por el hecho de que compartí algo muy importante para mí, algo que solo acepté darle a ella.

O quizá solo esté haciendo un drama innecesario, aunque…, hablando de dramas, aún tengo dos temas pendientes por hablar con Taeyeon, empezando con el tema llamado “Jessica”. Es feo admitirlo, pero temo que ella dé media vuelta y me dejé como un viejo juguete del cual se ha aburrido.

Odio está sensación de inseguridad.

Porque, aunque deteste admitirlo, Jessica conoce más de mi novia que yo, además me quedó muy claro que ella es alguien importante para Taeyeon, después de todo, Taeyeon fue muy directa al enfurecerse cuando hablé de Jessica de aquella forma.

Suelto un suspiro, ¿qué debería pensar sobre eso?

Quiero que entienda que soy su novia y que verla siendo acaramelada con otra chica —con quien de hecho solía acostarse en el pasado— es algo doloroso para mí, me molesta el tener que compartirla y ver que no soy la única que recibe su amor.

Y eso me lleva al otro punto, ¿no soy lo suficientemente importante para ella como para no decirme las cosas? Quiero que confíe en mí tanto como yo confío en ella, aunque teniendo en cuenta mi inseguridad respecto a Jessica…, tal vez esa confianza comienza a flaquear un poco, pero cómo no hacerlo cuando lo único que recibo de ella es silencio y ni una sola explicación.

Hoy debo hablar con ella.

Termino mi baño y me arreglo para bajar a desayunar con Irene, media hora después ambas caminamos a la escuela. Se me hizo raro no recibir ni un mensaje de Taeyeon o verla fuera de mi casa para ir juntas a la escuela, me siento inquieta.

—Vi en las noticias que hubo un incendio —comenta Irene revisando su teléfono—, los bomberos tardaron como dos horas intentando apagar el incendio.

—¿Hubo heridos? —pregunto volviendo a revisar mi teléfono.

—Al parecer, hubo dos muertos.

—Eso es muy triste —dejo de mirar mi teléfono para ver a mi hermana—. Recuérdame revisar bien el tanque de gas antes de dormir.

—Le diré a mamá que le diga a tu padre que mande a alguien a revisar el cableado eléctrico por cualquier cosa. —Baja su teléfono y me mira—. Estamos las dos solas y…

—No lo digas —le pido—. Solo hay que ser más cuidadosas para evitar accidentes.

Llegamos a la escuela y busco por todo el estacionamiento el auto de Taeyeon, pero no hay señal alguna de este. Busco el auto de Jackson o Yuri para poder preguntarles sobre mi novia, pero tampoco están sus autos.

Probablemente estén atendiendo un asunto.

Voy a mi salón un tanto inquieta por la situación, no es normal que todos ellos hayan faltado a la escuela. Sin embargo, al transcurrir la mañana me extraña ver el lugar de Jessica y Yoona vacíos, nadie ha visto a alguno de ellos en todo el día y al llegar el receso, la ausencia del club de Taeyeon es tema de conversación en toda la escuela.

Camino con rapidez a la cafetería en busca de alguno de ellos, necesito preguntarles por Taeyeon, siento una extraña ansiedad y desesperación por verla, un mal presentimiento me ha atenazado el corazón cuando volví a llamarla y esta vez el número estaba dado de baja.

Al llegar a la cafetería busco por todos los lados a los chicos, camino hacia la mesa donde regularmente se sienta, pero me veo detenida por Hyuna.

—Tiffany, que bien que te encuentro —me toma de las manos mostrándome una forzada sonrisa—. Necesito hablar urgentemente contigo.

—Lo siento, pero no tengo tiempo. —Me zafo de sus manos viendo sobre su hombro a los chicos entrar a la cafetería—. Si quieres hablamos después…

—No, tiene que ser ahora —insiste.

Vuelvo la mirada a ella, es extraño que me hable después de sus ataques y comentarios por mi ualidad.

—Hyuna, no quiero hablar contigo. No me estorbes.

Sus ojos hierven en rabia, pero su sonrisa se mantiene y eso me resulta raro.

—En serio, debemos hablar —dice entre dientes—. No hagas más difícil esto.

—No tengo nada que hablar contigo.

Me aparto de ella y continuo mi camino hacia los chicos, lucen preocupados y una alarma suena en mi cabeza al ver que Taeyeon no está con ellos.

—¡Yo fui quien pegó los carteles sobre ti! —aquel grito detiene mi andar y hace que el ruido en la cafetería cese—.  ¡También fui yo la que planeaba los ataques hacia ti! —Siento la mirada de todos sobre mí—. Y también fui yo la que filtró tu información a todos en la escuela.  —Mi cuerpo está tenso del coraje que estoy sintiendo en este momento y doy media vuelta hacia ella para verla—. Quiero pedirte disculpas por lo que hice…, sé que te causé mucho daño, pero espero puedas perdonarme.

Su disculpa es tan falsa como lo es esa imagen de chica arrepentida que está poniendo, ella es quien hizo que tuviera las dos semanas más horribles de mi vida, ¡hizo que media escuela abusara de mí con bromas que rosaban la crueldad!

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