Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 16

Perdida ©
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—16—

Tiffany

 

El viaje en auto es relajante, aunque esa calma se pierde con las miradas hostiles que Jessica me lanza de vez en cuando, y, ya que decidí ir con todo, lo único que puedo hacer es sonreírle con autosuficiencia. Le haré frente sin importar las veces que intente intimidarme, aunque puede que me cueste un poco de tiempo acostumbrarme a sus furibundas miradas que me hacen temblar de miedo.

—¿Cuánto crees que tardemos? —pregunta Irene a mi lado—. Hoy quería preparar un pan de naranja.

Me giro ver a mi hermana y sonrío de inmediato al ver ese pequeño puchero en sus labios, a veces olvido lo infantil que puede llegar a ser en ocasiones.

—No tardaremos mucho —le prometo recargando mi cabeza en su hombro—. ¿Quieres que hoy haga la cena para ti?

—¿Comida sana?

Arrugo la nariz al saber lo que significa su comida sana, no es que no me guste comer sanamente, es decir, me gustan las verduras, pero no es de mi agrado la comida coreana. Aún no me acostumbro del todo.

—Estaba pensando en comer una pizza…

—¿Otra vez? —Suelto una risita ante su negativa—. Serían tres veces cenando pizza durante toda la semana, Tiff.

—No le veo el problema —digo abrazando su brazo—, me gusta la pizza.

Irene suelta un suspiro y siento que recarga su mejilla en mi cabeza, su mano busca la mía y la toma para jugar con mis dedos. En los pocos meses que llevamos juntas, he aprendido lo mucho que disfruta de tomar mis manos.

—Hoy preparé la cena —dice suavemente—. Voy a subir de peso si sigo permitiendo que te encargues de nuestra alimentación.

Me rio justamente cuando el auto se detiene, levanto la cabeza del hombro de mi hermana y visualizo una enorme casa por la ventanilla.

—Llegamos —anuncia Jessica fríamente.

Bajamos del auto y detallo la casa asombrándome de su arquitectura, es sumamente hermosa, casi como si fuera de estilo victoriana con unos toques modernos.

—Yo tuve la misma expresión en el rostro la primera vez que vine. —El susurro de Hani en mi oído me toma por sorpresa haciéndome dar un pequeño saltito—. Es bonita, ¿verdad?

Se aparta de mi con una pequeña sonrisa, no espera una respuesta de mi parte y me arrastra hacia el interior de la casa mientras Irene nos sigue de cerca. No puedo quedar más que encantada, la casa de Jessica es sumamente hermosa por dentro y por fuera, todo en ella refleja lujo, sin embargo, puedo notar ese ambiente de soledad. No hay fotos familiares, todo se ve frío y sin una gota de esa calidez hogareña.

Seguimos de largo hasta salir al jardín, una piscina inmensa nos saluda y mis ojos recorren todo el lugar con fascinación. Es tan bello como se mezcla la naturaleza con la lujosa piscina y las decoraciones de ladrillo y mármol.

—Me sentaré junto a la piscina —dice Irene pasando a mi lado. Sin embargo, antes agrega con tono burlón—: Deja de babear, hermanita.

Le muestro la lengua antes de apartar la vista del hermoso jardín, no es un secreto para mi hermana lo mucho que me encantan las casas antiguas como esta. Recuerdo que cuando solamente éramos papá y yo, él solía llevarme de vacaciones a lugares históricos y nos la pasábamos horas recorriendo las calles maravillándonos de todas las construcciones.

—Bien, Hwang —Jessica me llama—. Muéstranos que tienes.

Se sienta en uno de los sillones de jardín y me observa con desdén. Por un momento olvidé la razón por la que me hallaba en su casa.

—Por supuesto —le contestó con una gran sonrisa—, solo espero que estés lista para que te deje con la boca abierta.

Jessica abre la boca dispuesta a soltar algún comentario mordaz, pero Hani la interrumpe.

—Nada de peleas —ordena soltando mi mano—. Estamos aquí para practicar y para demostrarle a Jessica el por qué somos el dúo perfecto.

Hani me guiña un ojo con diversión y Jessica pone los ojos en blanco con molestia. Por su parte, mi dulce hermana saca su consola portátil para no aburrirse, estoy segura que en sus planes de este día no estaba el acompañarme a la casa de la chica que, según ella, era insufrible. Durante la semana de ausencia de Taeyeon, Jessica se sentaba al lado de mi hermana en el receso mientras se quejaba con Yuri, nunca supe de que hablaban, pero Irene dice que terminó fastidiada pese a que solo pasaba menos de diez minutos en la mesa.

Y es muy difícil que Irene logre fastidiarse.

—Bien, ¿qué canción debería cantar? —pregunto mientras dejo mi mochila en uno de los sillones de jardín.

—¿Por qué no cantas la canción con la que descubrí tu hermosa voz? —opina Hani desde su asiento junto a Jessica—. Es una canción muy bonita.

—Quizá tengas razón…

—Tic, tac, tic, tac —interrumpe Jessica con fastidio—. No tengo todo el día, Hwang.

Ruedo los ojos antes de suspirar pesadamente, realmente no sé por qué tenía que retarla de aquella forma durante el almuerzo, probablemente estaría en casa viendo alguna serie con Irene mientras discutimos si sería buena idea hornear galletas o, inclusive, Mia nos haría compañía hasta que fuera de noche y tuviera que ir a casa. Pero no, tenía que abrir mi gran boca y pasar la tarde con mi gruñona cuidadora impuesta por mi tío.

Carraspeo preparando mi voz.

—Aquí viene —tararea Hani con efusión.

Cierro los ojos y empiezo a cantar una de mis canciones favoritas: The way de Ariana Grande. Una sonrisa se me escapa mientras continúo cantando, es gracioso como la canción queda como anillo al dedo para mi situación actual; me estoy enamorando de una chica mala quien me hace amar la forma en la que me hace sentir. Amo la forma en que me observa, la forma en que sonríe o muestra ese lado cálido y protector, incluso sus labios, que he probado en unas cuantas ocasiones, se han convertido en una pequeña adicción. Y mi corazón lo sabe porque no deja de acelerarse y perderse en la sensación que sus labios producen.

No puedo creer lo mucho que Taeyeon me está afectando.

Canto las ultimas estrofas y abro los ojos del hechizo en que me había sumergido, mi corazón aún late agitado por el recuerdo de su bello rostro. En toda la canción lo único que pude hacer fue pensar en ella.

—¡Maravilloso! —chilla Hani totalmente encantada—. ¡Acabaremos con todos nuestros rivales!

Se levanta y se lanza a mí para darme un efusivo abrazo, sonrío en cuanto su energía me contagia y veo a mi hermana de pie aplaudiendo mi pequeña actuación.

—Vaya, no sabía si en tus altos escuchaba a una cabra o a un caballo agonizando —asevera Jessica con indiferencia—. Creí que me dejarías con la boca abierta.

Aprieto los labios conteniendo la molestia que me está produciendo, ha sido un golpe a mi ego de cantante.

—¿Acaso crees que puedes cantar mejor? —indago con fastidio.

—Obvio —dice mientras se ve las uñas—. Incluso puedo apostarte que podría ganarles en el concurso de talentos. —Deja de jugar con sus uñas y me mira presuntuosa—. ¿Quieres hacer una puesta?

Arqueo una ceja dudosa, ¿sería prudente de mi parte aceptar una apuesta de Jessica Jung?

—Por supuesto —acepto desafiante.

Al parecer la prudencia la he tirado por la borda.

—Si gano el concurso de talentos, te alejaras de Taeyeon. —Aprieto los puños en cuanto la escucho—. Pero si tú ganas, lo cual dudo, te la dejaré en bandeja de plata.

—Jessica, no creo que Taeyeon…

—No te metas, Hani —la calla con rudeza—. Esto es entre Hwang y yo.

La tensión es palpable en el ambiente, no puedo creer que esté apostando a Taeyeon de esta forma, aunque si lo pienso bien está en su forma de declararme la guerra por el corazón de mi oscura heroína.

—No, no pienso jugar con eso.

—¡Oh, vamos, Hwang! No seas una gallina —dice intentando provocarme—. No vamos a jugar con Taeyeon, solo vamos apostar quien puede estar a su lado.

—Dije que no, Jessica —declaro con vehemencia.

Jessica se cruza de brazos y chaquea la lengua, esa actitud comienza a molestarme.

—Que aburrida eres. Pero, bueno —una sonrisa brillante alumbra sus ojos—, ¿qué tal si apostamos otra cosa?

—Mientras no sea Taeyen como premio, todo estará bien —aclaro.

—A-B-U-R-R-I-D-A —deletrea rodando los ojos—. En fin, volviendo al tema. Si tú ganas, jugaré limpiamente y mantendré mis manos fuera de las faldas de Taeyeon

—¡Jessica! —reprende Hani—. Taeyeon te va…

—Dije silencio —repite antes de volver a mí y sonreír arrogante—. Pero si yo gano…, bueno, tendrás que acostumbrarte a ver mis manos dentro de las faldas de mi Taeyeon.

Aprieto la mandíbula enojada, Taeyeon no es su Taeyeon, es mía.

—Bien. —Le tiendo la mano mientras muestro una desafiante sonrisa—. Acepto tu apuesta.

Jessica estrecha mi mano sin dejar de sonreír, sin embargo, mi confianza flanquea cuando un mal presentimiento sacude mi cuerpo. Esa sonrisa no es una arrogante, es una sonrisa malvada, esa que suelen mostrar los villanos cuando tienen a su presa justo donde quieren.

—Buena decisión, Hwang. —Me suelta la mano y se da media vuelta—. Sin embargo, como tú me has quitado a Hani elegiré a alguien muy querido para ti como mi pareja.

—No creo que Mia quiera…

—Así que voy a tomar a tu hermana como mi pareja —revela deteniéndose frente a mi hermana—. Tú serás mi pareja, Hwang dos, siéntete honrada.

Irene parpadea perpleja mientras Jessica la obliga a levantarse de nuevo, doy un paso hacia ellas, pero me detengo cuando Jessica me lanza una mirada asesina. Al parecer el miedo que me provoca no puedo desaparecer de la noche a la mañana.

—¿Y por qué yo aceptaría ayudarte? —pregunta mi hermana apartándose de ella—. Tiffany es mi hermana y tú no me agradas.

Jessica suelta una risita volviendo acercarse a ella y mi hermana vuelva a dar un paso atrás. La situación me está preocupando, Jessica no debe meterse con mi hermanita.

—El sentimiento es mutuo. Pero aceptaras porque así estaré obligada a pagar tu consola.

—Pero si mi consola no está….

—¡Ups! —Jessica le arrebata la consola portable y la tira. Me quedo sin habla al ver como mi hermana abre la boca totalmente incrédula—. Ahora si está rota. Si eres mi pareja para el concurso, te compraré una nueva.

Hani me toma del brazo deteniendo mi andar, sé que esa consola lo es todo para Irene y no puedo imaginar lo enojada que debe estar.

—¡¿Qué mierda has hecho?! —explota colérica para mi sorpresa. Ella no dice groserías—. ¡¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?!

—No es para tanto, te la repondré —dice Jessica con simpleza.

Respiro profundamente por un momento intentando pensar qué hacer en esta situación, jamás había visto a Irene tan enojada como lo está ahora y, sinceramente, no creo que las cosas resulten bien si Jessica también se enoja.

—Joohyun, linda —hablo suavemente intentando calmarla—, quizá podamos…

—¡No, Tiff, no! —me detiene con los ojos en llamas—. Ella pagará por lo que ha hecho.

—Ya te dije que te compraré una —repite Jessica con fastidio—. Deja de hacer tanto drama por…

—Si quieres que te ayude en tu estúpida apuesta con mi hermana. —Se acerca a Jessica y levanta la cabeza para mirarla fijamente. Aunque sé que debería intervenir, la mano de Hani me mantiene quieta en mi lugar—. Tú, diablo vestido a la moda, tendrás que darme la nueva Play 5 más la consola que me rompiste.

Jessica enarca una ceja.

—Yo no haré…

—Si lo harás —ordena Irene—, porque si no haré todo lo que esté a mi alcance para arruinar cada uno de tus momentos con la novia de mi hermana.

—¿Tienes idea de con quien estás hablando? —El aura de Jessica cambia a una amenazante y es ahí cuando decido intervenir—. Tú no puedes hablarme de esa forma mocosa…

—Yo te hablo como quiero, ¡tú no me das miedo!

—¡Basta, las dos! —grito separándolas—. Es suficiente.

Ambas se están mirando con odio y me estremezco al ver esa mirada en mi hermana, la tomo de la mano apartándola de Jessica e intentando transmitirle un poco de calma.

—Creo que es mejor que nos vayamos —digo girando hacia Hani que ya se encuentra junto a Jessica—. Se cancela todo.

—Tú no vas a cancelar nada, Hwang, tú hermana será mi pareja quiera o no quiera —amenaza.

No puedo responder ya que se da media vuelta e ingresa al interior de la casa. Hani suelta un suspiro y pasa una mano por su larga melena.

—Lo siento, no creí que llegara a suceder esto —dice apenada.

—No te preocupes por eso —la tranquilizo con una sonrisa—. Estoy segura que papá podrá comprar una consola nueva, ¿verdad, Joohyun?

Mi hermana me mira molesta antes de soltar mi mano e ir por su consola destruida.

—Me voy a casa, no quiero estar aquí.

Me despido de Hani rápidamente para poder alcanzar a Irene. Durante el trayecto a casa ella se mantiene en silencio y le doy espacio. Hoy ha sido un día tan…, ¿sorprendente? No sé si esa sea la palabra correcta para describirlo. Me siento cansada mentalmente, mi cerebro aún intenta procesar la apuesta que hice con Jessica y los tres besos que obtuve de Taeyeon.

Taeyeon.

La razón de mi extraño comportamiento de hoy, no puedo decir que me arrepiento de la valentía de la que hice gala, es decir, obtuve tres grandes besos que me llevaron al cielo, pero…, bueno, obtuve un nuevo problema llamado Jessica. Obviamente me esperaba eso, pero no que mi hermana se viera arrastrada a todo esto. Irene no estaba en el plan.

—¿Vas a querer la pizza? —pregunto una vez que llegamos a casa.

—Pide una con relleno de extra queso —dice comenzando a subir las escaleras—. Voy a ahogarme en grasa para llorar mis penas.

Eso hace que me sienta aún más culpable por lo de su consola rota. Cojo mi teléfono y marco a la pizzería, será una larga noche.

 

Estoy molesta, no pude lograr comunicarme con Sophia antes de venir a la escuela. Necesitaba hablar con ella sobre lo sucedido en casa de Jessica y en el estacionamiento, además necesitaba su ayuda para hallar una forma en que Irene no siguiera molesta conmigo —aunque ella dice que no lo está, sé que lo está—, y también para contarle sobre mi cita con Taeyeon. La cual esta mañana no pasó por mí, fue Yuri y una efusiva Yoona quienes me trajeron a la escuela.

«Tendrás que acostumbrarte a ver mis manos dentro de las faldas de mi Taeyeon.»

Pateo mi casillero al recordar aquello, esta no está siendo una buena mañana.

—¿Todo está bien, Tiffany?

Esa voz me hace hacer una mueca, no esperaba hablar de nuevo con él.

—No es de tu incumbencia —respondo con sequedad.

Me giro para encararlo y su rostro luce sorprendido por mi respuesta.

—Lo siento, es que yo…

—Adiós, Joon.

Lo dejo a mitad del pasillo, lo único que quiero es que Sophia me llame para calmar mi mal humor. Me detengo y frunzo el ceño, ¿estaré entrando a mi periodo?

«¡No puede ser!»

Lo que terminaría arruinando mi día es que hoy, justamente el día en que tendré una cita con Taeyeon, llegara el tan odiado Andrés.

—¿Todo bien, Tiff?

Esta vez la persona es, quizá, una de las pocas personas que necesitaba escuchar para calmar mi mal humor. Doy vuelta sobre mis talones y sonrío.

—Mía, ¿me podrías hacer un gran favor? —Ella parpadea antes de asentir—. Perfecto, me serás de gran ayuda.

Media hora después estoy en enfermería acostada con la vista clavada en el techo. Al final Andrés había llegado, he ahí la razón de mi mal humor matutino.

—¿Segura que no quieres ir a casa, cariño?

La enfermera Cho mueve la cortina para entrar en mi pequeña cueva, ella ha estado cuidado de mi desde que llegue.

—No, prefiero estar aquí que en casa —respondo con una mueca—. Solo necesito acostarme un rato y esperar a que la pastilla haga efecto. No quiero perder clases.

Ella me sonríe y observo como las esquinas de sus ojos muestran unas pequeñas arrugas.

—Por lo visto eres una chica dedicada a la escuela. —Me acaricia el cabello con cariño—. Quédate todo el tiempo que quieras, cariño. Cualquier cosa estaré en la otra habitación.

—Gracias.

Con una última caricia se aleja y cierra las cortinas. El silencio reina en la habitación y cierro los ojos, quizá podría aprovechar el tiempo en que estaré aquí, puedo ir pensando en que lo que me pondré para mi cita. Obviamente debo descartar cualquier prenda blanca, podría intentar usar jeans… No, eso no puedo ocupar.

Si pudiera hablar con Sophia ella diría que los jeans quedan descartados, me recomendaría usar algo más y que muestre mis piernas. Y eso sería un vestido o una falda. Aunque el vestido me convence más.

Suelto un suspiro, ¿por qué ahora me siento nerviosa?

Sé que es una primera cita, pero no es como si no hubiera estado a solas con Taeyeon…

Llevo una mano a mi rostro cuando reparo en que, en realidad, jamás he estado totalmente a solas por un tiempo prolongado con ella. ¡Dios! No puedo creerlo, ¡jamás he estado a solas con ella estando consiente!

Quizá sí debería ir a casa.

 

Mi habitación es un caos total, creo que me he probado toda mi ropa y aún sigo sin hallar la prenda correcta para esta cita.

—Te dije que usaras el vestido rojo —dice Irene desde la esquina de mi cama—, ese te quedaba muy bien.

—No creo que sea el indicado.

La miro y la veo bajar su teléfono para verme con los ojos entrecerrados.

—¡Has dicho eso de todo lo que te has puesto!

Hago un puchero mientras cruzo los brazos, ¡realmente esto es tan estresante!

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Thank you!
DorkyKawaii
No se preocupen. Sí habrá una segunda parte. ¡Pronto sabrán más!

Comments

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yoonalim__ #1
Chapter 1: Todavía no entiendo la historia, cómo es, por qué hay peleas en la escuela y quién es realmente Taeyeon y no me gusta que Taeyeon fume, es tan repugnante.
yoonalim__ #2
parece interesante
ashleyurdiales24 #3
Woow yo ya creía muerta esta historia pero después recordé y la encontré aquí después de los problemas que hubo en wattpad ya no recuerdo que pasa en la historia así que voy a leer la de nuevo como de que no uwu, estoy feliz de leerla pero a la vez triste por que ya esta terminada:( pero bueno nunca es tarde byeee✨
CrystalG
#4
Chapter 21: AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!! esto es demasiado para mi corazon!!!
DEMONIOS AUTORAS QUE ESTABAN PENSANDO!!!!!!!!
No puedo con tanto!!!!

PD: Bienvenida de nuevo a casa DorkyKawaii :)
angeles48 #5
Chapter 21: Wow! Eso no me lo esperaba!
Espero por la segunda parte
Gracias por actualizar!!!
taenylovesnsd #6
Chapter 21: Y sigo en nada, espero la segunda parte si o si
Snsdmygirls #7
Chapter 21: Dime que hay otra parte un algo ihhh
Snsdmygirls #8
Chapter 21: Pero-como
Snsdmygirls #9
Chapter 20: Voy a llorar
Snsdmygirls #10
Chapter 20: AHH NO ME PODES DEJAR ASÍ