Si te refieres al amor…
High School Queen
CAPITULO XV:
Si te refieres al amor…
Tiffany rodó sobre la cama, la sensación sedosa de las sabanas frotando contra su piel desnuda era deliciosa, el aroma reconfortante a fresas le aseguro que estaba en su cama, aunque ella sentía un poco de frio… ella extendió su brazo solo para darse cuenta que se encontraba sola en la gran cama… lentamente abrió los ojos y dejo que se adaptaran a la tenue luz de la madrugada, aun no había amanecido completamente. Ella miro alrededor de la habitación luchando contra el dolor inequívoco de una cruda resaca hasta que vio a Jessica dormida y completamente vestida en un largo diván blanco frente a la cama.
Tiffany frunció el ceño y miro un poco molesta a su alrededor para encontrar algo para ponerse, la única ropa que encontró fue una de sus medias de encaje negro… ella se sonrojo un poco pensando en cómo las había perdido la noche anterior, olvidando su vergüenza, Tiffany saltó fuera de la cama con sus pendientes como única vestimenta y logro sacar de su armario una bata rosa satinada, entonces ella se acercó a la rubia dormida y empujó suavemente su brazo hasta que despertó.
Jessica abrió los ojos sorprendida; ella podría haber jurado que solo cerró los ojos por un segundo. Allí frente a ella estaba Tiffany; quien parecía… bueno era difícil decirlo, su expresión no decía mucho.
“Tiffa-ny…. Yo estaba….” ‘Yo estaba aquí esperando que despertaras y empezaras a gritarme por ser un monstruo…’
Tiffany bostezó, a Jessica le gustaba mucho la chica por las mañanas, ella siempre se veía como una niña pequeña. “¿Por qué estás tú aquí?” Jessica parpadeó incapaz de responder. “Regresa a la cama, aun tengo sueño”
¿Estaba oyendo bien? Sin gritos, sin reclamos… “¿Estas tu… estamos nosotras bien?”
“No, si me despiertas tan temprano en la mañana, ¿Por qué estas sentada allí mientras mi cama es muy acogedora y cálida? Sin mencionar que yo estoy allí también…”
“Porqué…”
“¿Estas enojada conmigo? ¿Quizás estas dudando? ¿Qué está mal Jessica?” la voz de Tiffany era suave, cautelosa.
“¡No! Yo pensé, bueno pensé que tu…” Pensé que estabas ebria la noche anterior y esta mañana ibas a enloquecer y gritar como un alma en pena y me darías una paliza... es por eso que estoy sentada aquí esperando.’
“Te dije que no estaba ebria… bien lo estaba, pero yo actué totalmente de forma libre, vuelve a la cama Jessi. Tengo un gran dolor de cabeza.” Tiffany se dio vuelta y saltó a la cama. Jessica sonrió aliviada y la siguió. Ella no podía creer su suerte.
Se arrastró en la cama junto a Tiffany y la abrazó; la chica gimió suavemente y se balanceó en sus brazos. “Así que, ¿yo realmente no estoy en problemas?”
Tiffany mostró una pequeña sonrisa. “No, pero si no es un sueño el hecho de que arrancaste mi vestido favorito anoche, entonces definitivamente enloquecería y gritaria como un alma en pena y te daría una paliza.”
Jessica miró a la chica soñolienta sorprendida, como ella sabía lo que estaba pensando… “¿Cómo hiciste eso?”
Tiffany con los ojos ya cerrados preguntó perezosamente. “¿Hacer qué?”
“Leíste mi mente, ¿No? ¿Tú también puedes hacer eso?”
Tiffany abrió los ojos por un segundo, luego los cerró y le dio la espalda a la rubia acurrucándose contra su almohada. “No sé de lo que estás hablando, Vamos a dormir ¿Ok? ¿Qué tal si me abrazas? Aun tengo frio.”
“Tu lees mentes… como Yuri.”
Tiffany rodo para mirarla ahora enojada. Ese nombre hizo que la cara de Tiffany se contraiga. “Solo las mentes débiles son adecuadas para leer, y no me compares con Yuri… y oh… ¡Déjame dormir!”
“Entonces, ¿Tengo una mente débil?” Jessica inocentemente siguió preguntando.
“No, tu solo estabas preocupada así que… oh solo… deja el tema ¿De acuerdo?”
“Cuando admitas que tu puedes leer mentes.”
Tiffany frunció el ceño al no entender el sentido de toda esta situación. “Bien, pero si tu no deseas continuar tentando tu suerte, no me compares con Yuri, ¿de acuerdo?”
“Trato. Hey, desde que tu puedes leer mi mente… ¿Por qué no adivinas lo que quiero justo ahora?” le dijo moviendo las cejas sugerentemente.
Las mejillas de Tiffany se volvieron rojas. “No necesito leer mentes para saber lo que estás pensando pequeña ertida…”
Jessica sonrió entusiasmada. “¿Entonces eso es un sí?”
“Adivina…”
“¡Me muero de hambre! ¿Cómo podría no haber absolutamente nada de comida en tu casa, Tiff?” Jessica miró la nevera vacía con incredulidad. Tiffany quien sostenía una taza de café cargado la miró
“Nadie vive aquí.”
“¿Cómo te alimentas lo fines de semana?”
“Salgo fuera o pido, la mucama viene los lunes y limpia mi desorden.”
“¿No te sientes sola?”
“Un poco… pero algo me dice que eres una buena compañía… ¿Así que estas yendo a la casa de tu padre después del desayuno?”
“Él está fuera de la ciudad… así que yo estaba pensando que podríamos pasar el fin de semana juntas….”
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