Ella era mi creación
2.5 SiwonPARTE 2
¿Le permitían quedarse con ella? ¿En qué estaba pensando? La Muerte simplemente no podía tener un alma. Esto era una estupidez. Ella era la Muerte, demonios. Ella remueve el alma. No se queda con ella. Tiffany envolvió sus brazos fuertemente alrededor del cuello de Taeyeon, como si fuese un salvavidas y ella se estuviese ahogando. Ese había sido yo una vez. Yo había sido al que ella corría. Yo había sido su lugar seguro. Puede que no lo recordase, pero había estado allí en cada momento de su vida. Habían sido mis brazos los que la sostenían. Habían sido mis palabras las que la consolaban. Siempre yo. Me había tomado mi tiempo. Había querido que creciera con normalidad. El mundo en el que vivía no había sido fácil. Cerciorarme de que tuviese amor y seguridad mientras crecía había sido mi prioridad número uno. Padre me había dicho que la tomara más temprano, pero yo esperé. Quise que me escogiese. Que me quisiese… y lo había hecho. Pero solo por un momento.
Los fríos ojos de la Muerte se elevaron y se encontraron con los míos. El desafío estaba allí. Taeyeon la quería, ¿pero en verdad la conocía? Ella era mi creación. Podía leer cada expresión en su rostro. Comprendía sus emociones. El resplandor brillante iluminó sus ojos y sabía que no me iba a permitir que se lo explicase todo. Tiffany se encontraba en sus brazos. Allí era donde quería estar, por ahora. Pero mantuve todos los recuerdos que cambiarían las cosas. Encontraría una manera de acercarme lo suficiente a ella, para regresarle todos aquellos recuerdos perdidos de nosotros juntos, iba a ser bastante difícil. Padre sabría cómo. Iría a buscar ayuda de su parte. Taeyeon podría ser la Muerte, pero yo también poseía poder. Tiffany se daría cuenta de que había cosas que necesitaba saber antes de hacer su decisión final.
Hoy no dejaría que me rechazara. No aquí. No ahora. Primero, recodaría. Luego, una vez que entendiera lo que yo era para ella, le permitiría hacer su elección. Al final, Tiffany me escogería. Debía hacerlo.
No habría ninguna otra opción.
~*~
—No vengas aquí pidiéndome que te ayude. Simplemente toma a la chica. Que se joda Taeyeon. Sólo porque la haya ganado no significa que pueda tenerla. Eso no es lo que dictan las reglas. El alma de la chica es tuya. Ahora tómala. —Mi padre, Ghede, el rey Vudú de los muertos, se levantó mirándome mal mientras la pelirroja en sus piernas cayó hacia el piso. Sin mirarla siquiera para ver si se encontraba bien, Padre tomó sus dos cigarrillos de costumbre y los encendió con un chasquido de sus dedos. La mujer en el piso revoloteó para bajar el borde muy subido de su blusa sobre sus senos desnudos, cubriéndolos. El peculiar nerviosismo de sus movimientos llamó mi atención. Eso no era normal. La mayoría del harén de Padre se hubiera quedado tirada en el piso con sus senos completamente al aire para que todos los que quisieran verla lo hicieran. Frunciendo el ceño, noté el ligero rubor de sus mejillas y volví mi vista a Padre.
— ¿Está viva? —pregunté sin poder ocultar la expresión horrorizada de mi rostro.
Padre rió y giró su mirada hacia la mujer mientras tomaba una larga calada de sus cigarrillos. —Me aburría. La chica no debió haberse metido con el vudú. El sonrojo en sus mejillas es lindo, ¿no? Me gusta ésta.
La completa indiferencia hacia la vida de la mujer no me sorprendió para nada. Padre nunca fue alguien a quien le importase mucho la vida. Disfrutaba la muerte de un seguidor. Introducir un alma dentro de un cuerpo humano no era algo que él hiciese. A menos que le permitiesen practicar rituales de vudú para abrirlos para su interferencia.
— ¿Qué sucede con su cuerpo? ¿También vas a quedártelo?
Padre lanzó una maliciosa sonrisa en dirección a la mujer, cuyo corazón latía tan rápido que podía escucharlo desde el otro lado de la habitación. —Me gusta el cuerpo.
Estúpida mujer. Ahora era el nuevo juguete de Ghede hasta que le aburriera. Sacudí la cabeza, en estos momentos no podía pensar en ello. Tenía mi propia colección de problemas. —Padre, por favor, sólo dime qué hacer. Taeyeon la tiene. Tiffany la quiere. ¿Cómo hago para que me recuerde? Ella la protege, y no puedo acercarme ni un poco a Tiffany.
Padre estiró la mano para ajustar su sombrero antes de sacarse los cigarrillos de la boca e inclinarse sobre su escritorio. —Taeyeon es la Muerte. No puede estar siempre con la chica.
Taeyeon tenía un trabajo que hacer. Si se encontraba con Tiffany durante el día, entonces… eso dejaba libre la noche.
—Iré a ella mientras Kim esté trabajando —dije en voz alta, y mi padre asintió con la cabeza volviendo a introducir los cigarrillos en su boca.
—Sí. Devuélvela los recuerdos mientras duerme.
En sus sueños. Perfecto.
El viernes se me pasó actualizar. Les dejo doble actualización en compensación, en la semana subiré otros dos.
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