La muerte habló con ella
2.5 SiwonConsiderando que ya terminé de adaptar todos los capítulos estaré subiendo dos por semana. Tal vez tres en ocasiones. Que lo disfruten :)
Eres un buen hijo. La chica esta justo a tu alcance. No te preocupes por la Muerte. El alma de esa chica no significa nada para ella. —Mi Padre pasó frente a mí mientras yo me ponía en marcha a la casa de Tiffany. Echó su sombrero de copa hacia atrás, sobre su cabeza, lo cual significa que ha estado bebiendo mucho y se encontraba de humor.
—Gracias, pero es realmente tarde. No quiero sacar su lado malo esta noche. Ella aun no es mi fan. —Pero lo sería. Me iba asegurar de ello.
—Debes ganarte a la chica. No tienes tiempo para nada más. Taeyeon está pisándote en sus talones. —Exhalando un anillo final de humo de sus labios, él desapareció. Tenía razón, por supuesto. Tenía que encontrar la forma de entrar en el corazón de Tiffany muy pronto.
Tiffany abrió la puerta casi de inmediato. La mirada en su rostro no era prometedora. Mierda. La hice molestar de nuevo. Deslumbrándola con mi sonrisa más sincera comencé a disculparme —Realmente lo siento sobre esto. Me siento mal por que tengas que trabajar de acuerdo a mi agenda. Sé que a las siete es tarde y bueno, lo siento.
Su ira se desvaneció y la sonrisa fácil que esperaba ver, apareció en su rostro. Ella era tan hermosa.
—Está bien. Pasa y siéntate en la mesa, nos traeré algo para beber. ¿Te gusta la cerveza sin alcohol? —preguntó, girándose y alejándose de mí. La seguí al interior. No estoy seguro de alguna vez haber probado una cerveza de raíz, pero esa admisión sonaba extraña.
—Eso es genial, gracias. —Contesté.
Su sala no era nueva para mí. He estado aquí muchas veces antes. Velando por ella. Consolándola. Ahora, ella me ayudaba. Esta vez, recordaría que yo estaba aquí. El hecho de saber que ella finalmente sabría que yo soy real era muy emocionante.
Cuando regreso a la habitación, decidí facilitar la tensión nerviosa que nos rodeaba. Esto debería ser fácil. —Traje el programa de clase y todo lo que se espera en este curso. Tengo una semana antes de que el primer discurso sea dicho, y necesita ser sobre algo en lo que me sienta entusiasmado.
Ella coloco la soda frente a mí. —Así que, necesitamos decidir qué te apasiona. —No pude mantener la sonrisa de mi rostro. Pasión. Esa fue una palabra cargada. Una palabra que conocía muy bien. — ¿Qué? —preguntó con el ceño fruncido.
— ¿Qué me apasiona? —pregunte con una sonrisa.
Ella rodó los ojos. —Ya sabes, algo con lo que te sientas fuerte. Como tu propósito o base.
Solo había una cosa por la cual sentía pasión en este momento, pero todavía no era la hora. —Pasión, me gusta eso. Pensemos en algo que me apasiona.
El aspecto remilgado en su rostro, como frunció sus labios y tomó la libreta era endemoniadamente lindo, — ¿Tienes alguna idea? —preguntó en un tono que decía que ella sabía que yo diría alguna cosa superficial y estaba dispuesta a escribirlo.
Decidí lanzarle pequeñas ideas que pudieran despertar su curiosidad. —La importancia de la adopción. —Comenzó a escribir y se detuvo. Apenas pude contenerme para no echarme a reír en voz alta. Acabo de sorprenderla. Demonios, sí.
—Muy bien. —Respondió mientras me estudiaba de cerca. Ella quería una explicación. Por suerte, tenía una—.
—Fui adoptado después de vivir en hogares de acogida por cinco años. No tenía la esperanza de pertenecer a una familia, porque cuando cumplí nueve descubrí que la mayoría de la gente quiere bebés. Tuve la oportunidad con la que la mayoría de los huérfanos de nueve años sólo sueñan. —Sus ojos se abrieron en estado de shock.
—Oh, wau, no tenía idea. Yo, uh, puedo ver por qué este sería un tema importante para ti. —La expresión de su rostro cambió de sorpresa a confusión, y luego como a tristeza. No tenía la intención de entristecerla. Sólo quería redimirme de alguna manera. Ella pensaba tan poco en mí.
—Escuchaste la parte donde soy adoptado, ¿Verdad? —Le pregunté en voz baja, con una sonrisa fácil, con la esperanza de levantarle el ánimo—. Te ves muy perturbada. Pensé que quizás te perdiste el final feliz.
—Lo siento. Es sólo, bueno, no esperaba eso. Me sorprendiste un poco.
Me recosté en mi silla. —Me parece que tienes un montón de ideas en lo que a mí respecta. Seguro pensaste mucho en alguien que no te gusta demasiado. —El rubor en sus mejillas fue instantáneo, lo cual me dijo que yo había progresado. Si pudiera demostrarle que no era el chico que ella pensaba que yo era, entonces tendría la esperanza de que me amara algún día. Preferiblemente pronto—. ¿Quién sabe, Tiffany? Quizás te guste antes de que termine esto.
~*~
Ella me estaba calentando. Por la forma en que sus ojos me seguían por los pasillos y me estudiaba a través de la cafetería, sabía que sus sentimientos hacia mí comenzaban a cambiar. Nuestras noches dedicadas al estudio eran ahora muy fáciles. Conversábamos y reíamos sin ninguna dificultad como en un principio. Ella ya no estaba nerviosa a mí alrededor. Mi único problema era el hecho de que la Muerte seguía vigilándola. Podía sentir su mirada en mí mientras ella caminaba por el pasillo. Tiffany quería verme. La atracción era como una sensación de hormigueo corriendo a través de mi cuerpo. Pero no podía responderle.
La muerte estaba cerca de ella.
Taeyeon era una fría barrera que me impedía decirle algo a Tiffany e incluso encontrar nuestras miradas. Ella me veía y estudiaba de cerca. No quería que notara algo sospechoso en mí. Yo no era un sirviente cualquiera. Demonios. Yo soy el Príncipe del Vudú. Taeyeon no necesitaría mucho tiempo para descubrirlo. Ella podría estropear todo.
Ella habló... y Tiffany la escuchó. ¿Qué?
¿Ella podía ver a la Muerte, también? Sé que mi reclamo en su alma le permitió ver a las almas perdidas, pero no que también a la Muerte. Escuchando a los chicos hablar alrededor de mí sobre el juego de la noche del viernes, me era imposible oírla. Necesitaba escuchar lo que sea que ella estuviera diciéndole. ¿Por qué estaría Taeyeon hablando con un alma? ¿Qué podría decirle a ella? La Muerte estaba aquí para tomar su alma, o al menos intentarlo. Esto no era normal. Necesitaba hablar con mi padre. Él entendería esto. Me desconecté de todo el mundo a mí alrededor, excepto Tiffany. No podía ver a Taeyeon. Sólo podía sentirla. Tampoco oírla. Pero ella sí. Tiffany podía hablar con ella. ¿Cómo?
—No me molesta. —dijo ella entre dientes mientras abría la puerta de su casillero. ¿Qué significaba eso? Maldita sea, necesitaba oír lo que ella decía también.
Lentamente, ella volvió la cabeza para mirarla. Ella debe estar a su lado. Todavía no podía verlo. Pero ella lo estudiaba muy de cerca.
¿Se acerca su momento y el acaba de decírselo? ¿No hace eso normalmente con los niños? ¿Por qué habría de darle los anuncios de su seguimiento?
—Seguir mirándola solo hará peor las cosas. Ghede aconsejaría no hacer una escena. —El tono frío de Krystal me recordó que debía hablar con mi padre de nuevo sobre deshacerme de ella. Ella se había encariñado conmigo. Ese nunca había sido el plan.
—Esto no es de tu incumbencia, Krystal. —Le recordé con voz dura. Si ella no salía de mi camino, yo mismo la quitaría.
—Me pregunto si la Muerte es tan y como todo el mundo dice — Ronroneó.
— ¿Quién dice que Taeyeon es y? —Una alarma se encendió en mi cabeza.
¿Era la Muerte atractivo?
—Todo el que lo ha visto. He oído decir que tiene los ojos ónices más hermosos que jamás se hayan creado, el cabello negro y es un poco bajita. Su sonrisa es siempre arrogante y su cuerpo está construido para...
—Bueno, eso es suficiente. No quiero escuchar más de tu porquería. Ella es la Muerte. No puede ser y. —Eso no tenía sentido. Vi como la expresión de Tiffany se volvió suave. ¿Qué le decía? ¿Se sentía traída por ella?
—Tiene perfecto sentido para mí. No sería más fácil para un alma controlar su miedo si quien la toma es de buen ver.
—Para un chico, tal vez. —Le contesté, cuando Tiffany se volvió y se alejó de su casillero la muerte se había ido. Solté un suspiro de alivio.
—Para las mujeres, también. La belleza aliviaría sus temores. Algo oscuro y siniestro sería aterrador —Siguió explicando—. He oído de otros que la han visto o han sido tocados por ella. No se compara con nada que hayan experimentado jamás. Lo que yo daría por ser arrastrada por su…
— ¡Basta! —Detuve sus lujuriosos pensamientos. No quería oírla hablar de la sensualidad de la Muerte. Necesitaba encontrar una manera de mantenerla alejada de Tiffany.
~*~
—Hola. —dijo Tiffany dando un paso atrás para dejarme entrar a su casa. El mismo día que la pillé hablando con Taeyeon, ella me ignoró. Estuve ansioso de llegar hasta aquí. Tenía que arreglar las cosas. Necesitaba saber que andaba mal. Habíamos progresado y entonces, nada.
—Hola. —Le contesté, estudiándola con atención mientras me dirigía a la mesa. El silencio no era bueno.
—El o seguro —Anuncie esperando obtener algún tipo de reacción de su parte. Quería que Tiffany sonriera fácilmente para mí.
Esta tranquila y reservada Tiffany, quien me ignoraba, era inquietante.
Ella se congelo y me miro, abrió ligeramente su boca con una mezcla de misterio, sorpresa y horror en sus ojos. Eso se parecía más a ella, más animada en su precioso rostro.
-
que pudieras ver tu rostro —dije incapaz de mantener la risa.
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