La mirada de Tiffany confirmó exactamente lo que pensé sucedería. Una mirada confundida, con cierta gracia que demostraba no estar de acuerdo en lo que estaba viendo e impotencia de no poder hilar las cosas de una forma que le resultara sencilla. Para ella, la cicatríz que mi cuello poseía no era más que un foco de su atención que era difícil de hacer encajar con las palabras que Baekhyun le había dicho o las letras que había escrito para ella.

Y eso que jamás fuí de hacer bromas, pero al parecer, nueve años después de la última vez que nos encontramos era el momento idóneo para un truco de mal gusto. También me gustaría que fuera solo eso, pero es la cruda y vil realidad.

Patético, patético, patético. ¿Qué pensaste Taeyeon? ¿Qué Tiffany te recibiría con los brazos abiertos haciendo caso omiso a que no puedes hablar? Sí, lo pensé, pero fue la idea más estúpida que pude haber creado. Para ella esto resulta totalmente nuevo, una aventura inexplorada que quizás no tenga la agallas de descubrir, quizás quiera pasar de largo y evitar el compromiso que significa encontrarse con su mejor amiga nueve años después.

Entro a mi oficina intentando discipar de mi mente todas las cavilaciones que puedan perjudicar mi nuevo papel en SM Entertainment. Es mejor dejar salir un lado profesional y olvidarse de las familiaridades del pasado. Así hago las cosas más fáciles de olvidar para ambas.

Me siento en la silla del escritorio y Baekhyun se coloca en un sillón apartado del escritorio, lo suficiente para no distraer a nadie en la "plática" que tendré con Tiffany, solamente está dedicado a cumplir su función, traducir. Tiffany entra después de nosotros, con un ceño fruncido que intenta buscar más allá de mi bufanda y la peculiaridad que detrás de ésta se esconde. Se sienta, está incómoda y noto como toda esa confianza que minutos antes demostró abrazándome se encuentra escondida en algún lejano lugar.

Miro a Baekhyun y mediante de lenguaje de señas le indico unas palabras para mi atendida, mediante ésta acción toda la atención de la pelinegra se centra en mis manos y el horror de estar convenciéndose de que ya no puedo hablar se presencia en la tensión de su mandíbula.

— Taeyeon quiere saber que pasó exactamente en los premios, Tiffany. —dice mi amigo Baek. Asiento a sus palabras y espero que una respuesta salga de los labios de la aludida.

Tiffany se lleva una mano a su cabello, se deja caer bruscamente hacia el respaldo de la silla y un suspiro extraño la deja notarse estresada, asustada y en la boca de lo desconocido.

Frunco el ceño y me inclino hacia adelante, me mira demostrando el terror en sus ojos. ¿A qué se debe Tiff? ¿Me tienes miedo por esto?

— Yo, en los p-prem... En los pre-e, premios, yo, — cierra los ojos y suspira — En l-los, dios, no sé. Carajo, ¡no sé! —se lleva las manos a la cara.

Vuelvo a interactuar con Baekhyun.

— Taeyeon dice que ella puede retirarse si así lo deseas, puedes contarme a mi lo sucedido si eso te hace sentir más cómoda. — Exacto, él siempre dice las cosas precisamente como las tengo en mente.

Tiffany niega con la cabeza bruscamente, eso no me consuela. No quiero tenerla a mi lado buscando una forma de hacer que todo éste bien cuando están muchas cosas colmando su mente. Preferiría que por ser la primera vez que nos vemos, tener que retirarme y así hasta que se vaya acostumbrando a la nueva yo.

Aprieta los puños y se obliga a serenarse. Voltea ligeramente la cabeza mientras su cuerpo está algo inquieto, se dirige a Baekhyun pidiéndole que se retire.

— No podrías entender bien a Taeyeon si me voy, Tiffany. — más orgullo, él hasta dice las cosas que pienso sin que sea necesario que se las deje saber.

Tiffany asiente con la cabeza y vuelve a insistir con su petición. Baekhyun me mira y espera que yo le dé la orden de retirada, se la doy sintiendo que las cosas van a empeorar a su salida. La puerta se cierra y una joven cantante sumamente confusa queda conmigo como única compañía en mi despacho.

— Bien, — ella me mira a los ojos recuperando cierto control de si misma— Tae, yo n-necesito saber si esto es una broma o no. —las palabras salen chocando entre sí y eso me hace colocar cierta sonrisa en el rostro. Es adorable.

Saco mi libreta dentro de mi bolso, un lápiz y escribo con letra pulcra mi respuesta:

"¿Por qué te mentiría? Es la verdad, Tiffany. ¿Por qué otra razón habría abandonado la música cuando ésta era mi pasión?"

Ella abre ligeramente la boca cuando termina de leer tomando algo de aire. Asiente con la cabeza, no está satisfecha, la conozco. Ella necesita que sea una broma.

—B-bueno, no lo sé, — hace una pausa mientras anhela que las ideas de una solución que no me tenga muda resuene en su mente. — quizás tuviste problemas económicos, alguien de tu familia enfermó. Muchas cosas pueden haber pasado Taeyeon, pero la verdad es que me cuesta creer que tu hermosa voz, — sonríe —esa que más de una vez me causó envidia y admiración ya no esté. Así que por favor, si es que esto es una broma o alguna cámara escondida, dímelo, realmente no quiero seguir jugando a esto.

Bajo la cabeza sin saber como reaccionar exactamente. Es díficil, recuerdo claramente esas noches después de sus discusiones con su novio, que yo tenía que hacerla reponerse cantándole alguna canción que ella quisiera. Ella sonría, se ensimismaba en mirar a la nada mientras escuchaba cada palabra resonando en la habitación, luego me decía lo hermoso y lo que había pensado mientras yo le cantaba, y lo tonto que había sido discutir y enfadarse por alguna estupidez pasajera. Mi voz en una melodia siempre la calmaba, la reconfortaba.

Niego con la cabeza, no soy capaz de mirarla a los ojos, pero la ausencia de su ligera respiración me hace entender a ciencia cierta que ella me cree. Ella lo está aceptando como una realidad, ahora solo queda saber que medidas tomará al respecto.

— ¿Q-q-qué? — quiero mirarla, saber que expresión tiene en estos momentos, pero se me es imposible por la sorpresa y horror en su hablar. Ella está perturbada, terriblemente sorprendida.

Era la posibilidad obvia, yo antes de siquiera tener la idea de comprar la agencia y hacerme cargo de la prestigiosa cantante Tiffany Hwang, sabía que ella tendría una reacción todo menos algo que fuera relajado, porque si bien han sido nueve años separadas, romper el lazo que llegamos a forjar no es tan sencillo como ese tiempo. Para ella sería algo nuevo que tendría ver si es posible de tolerar.

Pero en mi interior, tenía la fiel esperanza, que las años la hicieran olvidarme y que no le resultara más que un vago recuerdo de quien fue Kim Taeyeon. Que ella pudiera conocerme desde cero como la nueva yo.

— Bien, está bien, no es algo indispensable. — la angustia abriéndose paso en una voz alejada por lo menos de la tartumudez pero ahora cercana a la histeria. — Puede que todo eso sea una tremenda mierda, y puedo parecer una imbécil sobreactuada que está exagerando la situación, pero Taeyeon yo, si di algo estoy totalmente segura y convencida, es que no quiero que nos volvamos a separar.

La miro, noto la necesidad en su ojos. Está asustada, no sabe como serán las cosas a partir de ahora y cual será el método correcto para que juntas podamos sobrellevarlo. Pero me quiere a su lado, con ella, juntas. Y solo puedo pensar que ese igualmente es mi deseo, que no hay nada más en el mundo que desee que estar a su lado, nada que me haga más feliz. Porque no hubo un solo momento en mi vida desde que la conocí, que no ella pensado lo fundamental que es tenerla conmigo.

Porque te amo Tiffany Hwang, y solo llegué a darme cuenta hasta que punto lo hacía, cuando nos separamos.

Vuelvo a escribir, quiero expresarle algunas cosas:

"Es nuevo para ti, está bien. Pero no te sientas comprometida a que tengamos que ser amigas, porque no es así, no tenemos ningún compromiso, exactamente ninguno. Y créeme, a mi me gustaría que haber perdido la voz fuera solo una pesadilla de mal gusto, pero soy lo que soy, y debo sobrellevarlo con todos los percances que tiene, y si no te sientes apta para poder hacerlo también, sigamos simplemente los acuerdos profesionales que tenemos."

Ella golpea el mesón y eso me hace sobresaltarme ligeramente. Pero es lo suficiente para dejarme expuesta ante ella, sin esa máscara de dureza que intenta que esto no me importe, porque lo hace, me estoy muriendo por dentro con cada movimiento que ella ejerce.

Me muerdo el labio inferior sin saber el porqué. Me siento disminuada con su último actuar.

—¡Yo no quiero que creas que intento huir de esto! — se levanta de la silla y empieza a moverse sin rumbo por la sala. Me inquieta. — Yo no quiero huir, en absoluto. Solo estoy algo sorprendida, analizando las cosas, comprendiendo sucesos que antes no podía siquiera hacer calzar. Esto es demasiado irreal para mi, me cuesta mucho aceptarlo, pero eso no quiere decir que no esté interesada en que seamos amigas, porque es lo que más deseo, tu compañia siempre fue necesaria para mi.

Me levanto también y rodeo el escritorio para poder llegar a un metro de su posición.

— Taeyeon, te necesito, cuidándome. Realmente te necesito, eres la única persona que me hacia sentir yo misma y con la cual me sentía capaz de hacer cualquier cosa. — me abraza, sus brazos me aprisionan. — No voy a dejar que nada nos separe de nuevo, nunca más. Yo te quiero conmigo, Taeyeon, solamente conmigo.

Dejo caer mi mentón en su hombro y me dejo estar en el momento. Sus palabras llegan a hacerme idealizar un futuro imposible, en donde yo no soy para ella tan solo la mejor amiga que está ahí en las buenas y en las malas, soy más que eso. Ella viéndome de la misma manera en que yo lo hago. Y esa es la mentira más grande que puedo hacerme a sabiendas de su nulo interés por la o femenino.

Pero vale soñar, ¿no?

Asiento a sus palabras y dejo que se nos escape el tiempo entre unas crecientes lágrimas que ambas dejamos descender.

Está va a ir mal, muy mal. Nunca podré ser lo suficientemente buena para que ella pueda tener esas conversaciones de antaño que antes teníamos. No podré aconsejarla ni cantarle como antes lo hacía, y eso será el obstáculo más grande que tendremos.

No me queda más que demostrarle que puedo hacerla sentir cómoda con más que las palabras.

No todo es hablar.

— Taeyeon, — se aparta ligeramente de mi, en ningún momento deshaciendo el abrazo. Estamos bastante cerca, y si no fuera por ese experto control de mi misma que llegué a dominar con los años, me hubiera derretido al primer toque. Su respiración llegando a mi rostro ligeramente. — ¿Puedo ver de nuevo la cicatriz?

Abro los ojos ampliamente, la verdad no pensé que ella pediría eso. Nota mi expresión y un color rojizo se hace de su perfecta piel blanquecina.

— Y-yo, diablos, yo no t-tenía la i-intención de i-nco-oomodarte, — se esconde en mi hombro — P-perdóname, por favor.

Suelto un suspiro, la aparto de mi con la mayor delicadeza que puedo ejercer, y ya estando a un distancia menor a medio metro empiezo nuevamente a desenrollar la bufanda negra en mi cuello. Su mirada absorta en mi, precisamente en la acción. Termino de quitármela y analizo como el rostro de Tiffany se descompone en una palidez mayor a la que ya posee.

Sus ojos vagan por cada rincón de la herida, descubriéndola, encontrando los peores lugares, los más lastimados y los más ajenos a la marcas.

Avanza hasta llegar a mi, un ceño fruncido inconsciente acompañando lentamente a su mano derecha, la cual quiere llegar al sitio afectado. La toca, su tacto me estremece ligeramente por las dos grandes razones de que es un contacto único carente de casualidad, ella está consciente de lo que está haciendo. Y además, su mano está fría, dándome la excusa perfecta para que ella no sospeche absolutamente nada de mis sentimientos.

Estoy sorprendida, me cuesta entender. Puede que me esté imaginando cosas que no son, ya que juraría que su mano juega de una manera que no es sólo curiosa, hay coquetería.

Pero no hay que pensar cosas imposibles, nueve años no pasan en vano, y quizás actitudes de ella sean diferentes. Tal vez ahora es más coqueta por mera naturaleza.

Aprovecho su total atención en mi cuello para encontrar las nuevas facciones que se hicieron de ella. Está más alta, pasándome por un centímetros que sus tacones logran alargar aún más. Esa melena oscura que antes tenía ha sido reemplazada por un cabello ondulado, largo, perfectamente negro, el contraste ideal a su piel pálida y tersa. Un vestido azul oscuro con ligeros brillos dejan apreciar una anatomía encantadora, propicia de su belleza. Está claro, el tiempo se ha encargado de embellecerla hasta el punto que sólo podría catalogarla como la perfección.

Recuerdo el incidente de hace unos minutos, en los Seoul Music Awards, el cual si bien no pude presenciar ni tampoco verlo, fue el escándalo total que llenó la agencia. Llevada por el recuerdo, mi mirada se posa en su oreja izquierda, la cual presenta una ligera hinchazón y unas marcas de cortes superficiales, hay pequeños rastros de sangre.

Quiero remediar ese asunto lo antes posible.

Le apunto su herida, y toda la magia de su exploración se agota rápidamente. Sigue mi dedo índice y asiente, sabiendo lo que estoy sugiriendo.

Me pongo nuevamente mi bufanda y me siento en el sillón en el que anteriormente Baekhyun hizo presencia. Le hago un ademán con la mano para que ella comience a contarme lo sucedido.

Tiffany se sienta a mi lado, restando cualquier distancia que pueda haber entre nosotras y apoya su cabeza en mi hombro.

— Estaba entrando al recinto, recuerdo que los fanáticos estaban todos afuera, gritando, apoyándome, dándome la confianza necesaria para el evento. Y todos los escoltas que venían conmigo estaban cuidando que nada me pasara, y lo estaban haciendo bien. Pero de la nada, un hombre se acercó a mí, me dijo que era un productor o algo así, y pues no sé, me atacó. Se abalanzó sobre mi a vista de todos y me mordió, me dijo ciertas cosas vulgares que no valen la pena relatar, y luego lo redujeron. Me sacaron de allí a vista de los gritos eufóricos de rabia de mis fanáticos, yo estaba sangrando bastante y pensé que el sujeto me había arrancado parte de la oreja, pero fue algo relativamente superficial, como ves. Aunque pienso que la seguridad fue un asco, nadie se inmutó a que un supuesto productor se acercara a mi de la nada, actuaron demasiado lento.

Me gusta esta nueva actitud, se está relajando, disfrutando el momento y dejando de lado ésta barrera que pensé mi condición nos dejaría eternamente.

Asiento, saco un lápiz de mi blusa, y negada a levantarme para ir en busca de algo en donde escribir, utilizo mi mano. Tiffany suelta una pequeña sonrisa al ver que me cuesta escribir ahí.

"¿Qué medidas quieres que tome al respecto? Haré lo que me pidas, siempre y cuando no sea algo fuera de mis capacidades."

Ella se aparta de mi hombro y una de sus manos se posa en el lugar que fue abandonado. Me mira y piensa que es exactamente lo que desea que haga al respecto.

— Sé que dije que quería que los despidieran a todos, pero realmente no es lo que quiero. Simplemente quiero una mejora en la calidad de la seguridad, una mejor supervisión de las personas que se acerquen a mi. —responde.

Una afirmación de cabeza de mi parte, veré que puedo hacer al respecto. Quizás agregar personas de mi absoluta confianza al cuidado de Tiffany sería una buena idea. Pero por lo pronto, es necesario revisar bien esa herida que tiene en la oreja, es una figura pública, y cualquier imperfección es foco central de las miradas, y lo que menos deseo es que sea el escándalo de la semana lo sucedido con ella.

Escribo en mi muñeca otro mensaje:

"Tenemos que revisar esa herida, llamaré a alguien entendido en el tema. Tenemos que desimularlo sí o sí."

Ella asiente y separa su mano de mi para que yo pueda levantarme. Camino hasta la puerta y la abro para encontrar la imagen de Baekhyun, él está hablando por teléfono, pero cuelga inmediatamente al verme salir de mi despacho.

Utilizo lenguaje de señas:

"Necesito que llames a alguien que puede ayudar con la herida de Tiffany, es necesario que desaparezca—" Volteo ligeramente mi rostro para ver que en mi hombro se deja caer el mentón de Tiffany, sonrío. Vuelvo a concentrarme en Baekhyun y descubro una cierta tensión entre los dos. Lo dejo pasar. "lo antes posible, no quiero que éste asunto sea el centro de atención de la farándula, ¿lo harías por mi Baekhyun?

Él no me está prestando atención. Genial.

— ¿Él es tu traductor? — pregunta Tiffany. Creo recordar que Baek ya se había presentado. Asiento a su pregunta. — Entonces debe acompañarte a todas partes, ¿verdad?

Dudo un segundo, pero es verdad, él está siempre donde estoy yo, ha sido así desde que yo tenía veinte años y empecé a aventurarme en el mundo de los negocios, llevamos seis años de convivencia.

A donde voy yo, está Baekhyun.

— Por supuesto, en donde esté ella, yo también lo estoy. Soy su traductor, Tiffany, es mi deber acompañarla a donde ella desee. — dice Baekhyun.

Tiffany se aleja de mi y se abre paso a través del umbral de la puerta.

— Pues a partir de ahora tus servicios no se harán efectivos conmigo. Cuando yo quiera hablar con Taeyeon no quiero que interfieras, no te necesito para entenderla. — dice utilizando su eyesmile. Ya hacia tiempo que no lo veía.

Miro a Baekhyun, en sí no quiero en contra de Tiffany pidiéndole que permita a Baekhyun mediar nuestras conversaciones, para mi siempre es un alivio expresarme a través de él. Pero si ella no se siente cómoda con su presencia, y yo deseo hacer que las cosas entre nosotras funcionen perfectamente, necesito obedecer la petición que ha ella impuesto.

Ahora, ¿podría alguien centrarse en el incidente de los premios? Es primordial.

— Imposible, yo tengo que estar siempre ahí. Ésta fue una excepción a la regla debido a factores que se vieron implicados, Tiffany. Pero es excesivamente necesario que yo participe en las conversaciones de ambas, para Tae es mucho más cómodo, así que por favor, piensa en ella un poco y deja tus intereses de lado. — responde Baekhyun.

Me aparto de la puerta caminando unos pasos dentro de mi despacho. Tiffany se posiciona en la entrada en un posición que deja su cuerpo como barrera absoluta.

— Vaya, hasta la apodas. — ella chasquea la lengua — Pero ya fui clara, traductor. No quiero que estés presente en mis conversaciones con Tae-tae, aprovecha ese tiempo para realizarte en la vida, hacer nuevas cosas que no impliquen estar siempre al pendiente de mi amiga, ¿entiendes?

Tae-tae, ¿cuánfo fue la última vez que alguien me llamó así?

Es interesante el lado posesivo que ambos están sacando hacia mi. Y lo entiendo, Tiffany ha pasado muy poco tiempo conmigo, y quiere que ser mi atención total. Baekhyun siempre ha sido el centro, no creo que esté conforme con que suplanten su lugar.

Me gustaría interferir y buscar algún acuerdo en esto, pero cuando hay discusiones poco y nada presta alguien atención al lenguaje de señas.

— Yo también fui claro, no volveré a dejarlas solas de nuevo. —Baekhyun me mira — ¿Verdad, Taeyeon? Yo sé que no quiere estar sola con ésta mujer, me necesitas para expresarte.

— Quiero saber tu respuesta, Taeyeon. — me reta Tiffany.

Veamos, a mi me encanta estar a solas con ella, es gratificante lo que puede resultar de una charla entre ambas. Pero es poco productivo si Baekhyun no está ahí para hacer de mi voz, con el es todo más rápido y no tengo que apresurarme en escribir. Además ella no sabe lenguaje de señas, y no siempre tendré algo con que escribir.

Si tuviera que decidir escogería que se mantuviera a Baekhyun en nuestras interacciones.

Pero también sé que esa decisión la alejaría de mi, y que ya no sería lo mismo.

¿Estoy dispuesta a un cambio en Tiffany? ¿Estoy dispuesta a que Baekhyun quiera desistir de hacer de traductor?

"Realmente se me es más cómodo estar contigo cuando hablo con quien sea, pero me gustaría que las conversaciones estrictamente personales fueran sin tu presencia, las que tengan carácter profesional estoy dispuesta a ceder a que sean únicamente contigo presente. Pero necesito recuperar a Tiffany, ella es mi mejor amiga y no quiero perderla."

Él no se inmuta, se restringe a poner una sonrisa que dispara la curiosidad en la pelinegra.

"Veo que harías lo que sea por ella, Tae. Y está bien, no puedo competir con el amor de tu vida, no cuando estás tan cegada por ella. Pero no puedes permitir que ella te manipule de ésta manera, te expones demasiado sin mi. Sé que te resulta insoportable no poder comunicarte rapidamente, y sé que será un problema que me apartes. Pero acepto, los encuentros netamente personales son de ustedes, pero lo que tengan siquiera un porción de identidad profesional, serán mios."

Asiento y bajo la cabeza.

— Ya está zanjado, Tiffany. Podrás "hablar" con Tae a solas si así lo deseas. Pero los asuntos de negocios, para hacerlos más productivos y no una pérdida de tiempo, serán conmigo presente. —la frivolidad en los ojos y voz de mi amigo.

Tiffany frunce el ceño.

— Bien, — ella se abre paso a través del delgado cuerpo de Baek — pues eligo este momento para una conversación personal. — me hace un ademán con la mano para que la siga. —Hay muchas cosas que Tae-tae debe saber.

Baekhyun quiere protestar, pero le indico que no le haga.

— Bien, perfecto. Pues nos vemos en nuestra casa, Taeyeon. — Baekhyun le regala una mirada maliciosa a la pelinegra tras decir eso, consiguiendo un alzamiento de ambas cejas de su parte.

Sigo a Tiffany no sin antes despedirme de Baekhyun con un pequeño beso en la mejilla. Le digo que cuide mi bolso.

Ella empieza a caminar tras el primer contacto físico que hago con Baek, su paso es elegante y carismático, produciendo un pequeño movimiento en su sedoso cabello y una apreciación exquísita de su cuerpo, luciendo perfecto en aquel vestido de gala.

¿Cuán diferentes nos vemos? Ella luce un atuendo elegante, se ve hermosa, produciéndome miles de recuerdos del pasado en donde vestidos la embellecieron, o cuando la ropa más casual la hizo parecer una diosa, porque a ella lo bastaba, y le basta, tan solo una sonrisa o una mirada para que yo crea totalmente que no existe nadie que se le puede comparar. Y aquí estoy, caminando detrás de ella, utilizando un traje bastante varonil, que si no fuera por el contraste total que ejerce mi rostro con facciones femeninas y algo de maquillaje, sería desastroso. La peor decisión que pude tomar fue venir vestida así, quizás Tiffany se esté muriendo de la risa por dentro y por mera cortesía no me ha dicho nada.

No pensaste que la verías el primer día, sí, no lo pensaste. Tenías totalmente entendido que la verías casi una vez en al año y que tú tecnicamente vivirías de verla por televisión y atender reuniones que tuvieran que ver con ella o con los otros prodigios de la agencia.

Ella se detiene pasos antes de pasar la puerta que nos llevará al estacionamiento. Se voltea.

— ¿Tienes vehículo? No vine en el mio. — dice un tanto apenada. Sus planes se verán frustrados sin un auto.

Obviamente tengo un auto.

Busco las llaves dentro de mi chaqueta y le sonrío. Ella me corresponde y sale por el estacionamiento.

Me sorprende que alejada de la típica reacción de un famoso de andar con cautela, ella camine con determinación hacia mi auto, dejándose llevar por el sonido de la alarma, con una sonrisa y completamente relajada.

Y es más de lo que puedo manejar. Porque me encantaría ser ella por unos minutos para entender este cambio de actitud tan brusco, pasando de la incomprensión y el miedo a una alegría perfectamente tranquila.

Es extraño.

— Es éste, ¿no? — se detiene en el vehículo que resuena ligeramente. Un Corvette Z06 2016 color azul. Asiento satisfecha. — Veo que te gustan los lujos, Taeyeon.

Te sorprenderías al respecto, Tiffany.

Sonríe. Abro la puertas del auto y le hago un ademán para que pase al asiento del copiloto.

— Ésta no era mi idea, — frunco el ceño — yo pensaba conducir, no tienes idea a donde quiero ir.

Vacilo al respecto. No dejo que muchas personas conduzcan mis vehículos, me pone ansiosa el solo hecho de ver a alguien en el volante, preparándose para arrancar. Pero tratándose de Tiffany, y de los planes que mi negación estropearía, debo acceder.

Me siento en el asiento junto al conductor, y espero que Tiffany se haga a mi lado cerrando la puerta. El vehículo, el cual es un descapotable en estos momentos exhibiendo a sus tripulantes, es sellado dándonos cierta privacidad. La joven a mi lado me explica que tratándose de una figura pública como ella, y de su reciente escándalo en los premios, prefiere andar con mayor cautela. No pongo críticas referente al tema.

Arrancamos.

Me gustaría saber a dónde vamos, preguntarle no es una opción a vista de que no deseo que se desconcentre del camino, eso nos pondría en riesgo a nosotras e igualmente a mi auto, y no estoy dispuesta a pasar por un hospital o un mecánico. No cuando aún se me es claro la poca destreza que poseía la persona a mi lado al conducir motocicletas, o el vehículo de mi padre. No quiero correr riesgos. Por lo que sólo puedo llevarme por lo que veo, calles residenciales que a cada kilómetro se tornan más lujosas y elegantes, una semejanza parecida a la mansión que es mi hogar. Se divisa un condominio asegurado con rejas y varios guardias a su alrededor, siendo nuestro destino. Miro a Tiffany mientras ella lentamente empieza a hacer que el Corvette entre en el lugar, saluda a unos hombres que parecen resguardar el recinto y que la observan con cierta admiración y respeto.

— Vamos a mi casa, por las dudas. — me aclara. Lo sospechaba de alguna manera.

Mi auto avanza hasta detenerse junto a una hermosa casa de piedra de dos pisos, un aire tropical y dos motocicletas estacionadas en el lugar que supondría un vehículo. Un perro se asoma apenas el motor se apaga, sus agudos ladridos y el movimiento de su cola, me avisa que se alegra de nuestra llegada, más bien la de mi amiga, aclaro.

Bajamos del auto y Tiffany abre la puerta utilizando una llave escondida entre las hojas de una planta, me da náuseas tan solo ver eso, es tan accesible para los ladrones entrar a su casa si ellos buscaran un poco. Si no viviera en un condominio, ella sería la víctima diaria de varios saqueos.

— Necesito ponerme al día en tu vida, Taeyeon. Han pasado muchas cosas en las mía, y sin duda en la tuya, y realmente lo que más deseo es comprender lo que está pasando. Esto sin duda es muy nuevo para mi, y necesito atar todos los cabos.

Asiento con la cabeza y me hundo en la lana de mi bufanda.

No sé si estoy lista para relatar lo que pasó hace nueve años.

Porque aún duele, y muchas secuelas surgieron de eso.

Pero es Tiffany.

Y a ella soy capaz de contarle cada minúsculo detalle de mi vida, por más que el tiempo nos separara por tantos años.