Capítulo XXIV
En SilencioDara llego al apartamento exhausta, había sido un día movido. En la mañana su cita con el psicólogo fue un desahogo, luego en el estudio sus prácticas en la batería la llenaron de la buena vibra que perdió en su terapia. Al final del día después de leer y contestar correos, la castaña se devolvió sola a casa. Usualmente lo hacía con Chaerin pero su amiga estaba incapacitada por tres días, la razón, una gripe que no la dejaba levantarse.
Al entrar al lugar se encontró con la única persona que realmente deseaba ver, la única pieza que le faltaba al rompecabezas de su vida para que tomara la forma que ella deseaba.
-¡Hola, mi silencioso conejito! – La saludo Chaerin con la nariz tapada – te he extrañado mucho. Dicho esto la platinada corrió a abrazarla, la castaña la recibió entre sus brazos contenta. Sintiendo el olor de su cabello limpio.
-(¿Cómo estás?) – le pregunto Dara separándose un poco para tomarle la temperatura con sus manos. (Tienes un poco de fiebre, estas caliente)
“No, esa no es la razón” pensó Chaerin .
Había pasado un mes desde que Jessica y ella terminaran, durante los tres primero días Chaerin sufrió por la cantidad de sentimientos que se hicieron presentes a raíz de la separación; celos, tristeza, decepción, culpa mucha culpa. Pero al quinto día con ayuda de Dara que no se había separado de ella ni un momento se sintió mucho mejor. Sobre todo porque notaba que la castaña hacía todo lo que estaba a su alcance para demostrarle que la amaba y que no sabía cómo decirlo, ni cuando sería ese momento adecuado. La cuestión era que CL tampoco lo sabía.
-(¿Qué hacías?)- pregunto Dara
-Estaba eligiendo un libro para leer
-(y…)
-Escogí uno que me regalo Jessica recién llegamos acá
Dara frunció los labios y entorno los ojos, había escuchado ese nombre durante mucho tiempo y estaba cansada de ello, así que decidió alejarse a su cuarto pero Chaerin la detuvo.
-Conejito… -la llamo CL, Dara noto que esta se mordía el labio nerviosa – estaba pensando, en que fueras a mi cuarto para dormir conmigo ¿te gustaría que te leyera un poco?
Dara se sorprendió, usualmente desde que Jessica y CL habían terminado era la castaña la que buscaba la manera de dormir con la platinada, inventando cualquier excusa; sin embargo, por consejo de Minzy, llevaba una semana sin dormir con ella. La menor le había asegurado que un poco de indiferencia era la clave para despertar a Chaerin. Por supuesto, con esta propuesta las ilusiones aumentaron y si todo salía bien, Dara le levantaría un altar a Minzy con velas.
-(sí, espera me pongo la pijama)
Chaerin sonrío arrugando sus ojos y se tapó la sonrisa con el libro
-Te espero no me quedes mal…
Dara volteo los ojos y camino a su cuarto fingiendo tranquilidad, mientras que Chaerin corrió hacía la cama para abrigarse, se sentía como si estuviera estrenando sabanas limpias.
“Es hoy o nunca” pensó Cl, mirando a la pared, tenía nervios, su cuerpo estaba emocionado. Desde hacía una semana, Dara por alguna razón dejo de dormir con ella, y la extrañaba. Minzy le había insinuado aquella tarde que tal vez la razón se debía a una a persona bastante atractiva que la sentaba en su consultorio y la cortejaba. Chaerin sintió celos e intento alejarlos todo el día. No iba a dejar que nadie le quitara a su conejito ahora que se había dado cuenta que Sandara probablemente sentía algo por ella.
Chaerin sintió que alguien se acercaba, la carita sonriente de Dara apareció, ambas se miraron a los ojos.
“Hoy es la noche” pensaron al mismo tiempo.
-Ven, ven, apúrate - le dijo la platinada golpeando con su mano el lugar vacío, la castaña obedeció sin dudar
-(¿Cómo se llama el libro?)
-Circulo de amigas, Jessica me lo regalo porque yo las extrañaba – le explico Chaerin – el libro trata de cuatro amigas que se conocen desde la universidad y mantienen su amistad, a través del tiempo y las dificultades.
Dara sonrío y se acostó en la almohada.
-No!, ven acomodémonos mejor…
Dara frunció el entrecejo sin entender.
-Quiero abrazarte, apoya la cabeza sobre mi hombro ¿me harías el honor? – Le dijo CL abriéndole campo en su cuerpo, Sandara sonrío emocionada – así está mejor, ven abrázame.
La platinada tomo el delgado brazo de la castaña para que le rodeara su cintura, ahora que la tenía tan cerca aprovecho para olerla y besar su cabecita.
-Así está mejor… ¿te sientes bien?
Dara afirmo con la cabeza.
Chaerin empezó a leer algunas líneas del capítulo, Dara cerró los ojos escuchándola pensó que se dormiría rápidamente pero la voz ronca y aterciopelada de la platinada no lo permitió, además su corazón latía con mucha fuerza. Pasado un tiempo, hojas, palabras y letras. CL se calló, de no ser porque su dedo acariciaba suavemente el brazo de la castaña, Sandara hubiese pensado que su amiga estaba dormida. Curiosa levanto su cara y se encontró con que Chaerin la observaba con los ojos muy oscuros.
-En el libro – comenzó hablar Chaerin – hay un personaje. Es un hombre que ha esperado mucho años, para declararle su amor a una mujer. Tuvo paciencia y al final lo hizo – Chaerin soltó el libro y tomo la mano de la castaña llevándosela a su pecho, Sandara sintió como el corazón de su amiga latía con la misma intensidad que el suyo y la obser
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