Capítulo X
En SilencioChaerin corrió escaleras arriba al escuchar el celular, se maldijo internamente por tener ese aparato lejos de ella cuando se lanzó a contestar sin ver quien la llamaba.
-hola – dijo sin respiración…
-Tsk… - se escuchó un chasquido al otro lado de la línea
-¿Hola? – nuevamente pregunto, de fondo se escuchó unas voces al parecer apresuraban a una persona
-..se hace tarde… no es hora de llamar….aggg- un click
“Dara, era Dara…” se dijo emocionada. CL sintió que su corazón latía con rapidez, en unas horas su conejita se casaba y ella ni siquiera estaba ahí para desearle lo mejor, para despedirse. A pesar de sus esfuerzos por ignorar lo que sentía y comportarse de la misma forma venenosa de Dara, ella no podía negar lo que era y esa llamada aunque corta, fue como un golpe en el dedo del pie que te hace pasar corriente por toda tu espalda.
“Es probable que Bom le dijera que me voy, y conociéndola creerá que la abandono” se dijo
-MIERDAAA!!! – grito golpeando la pared – DOBLE MIERDA… ESO DOLIO.
Chaerin se encontró de repente parada entre la duda de ser alguien que no era y hacer lo que su cuerpo clamaba, ganó la segunda “a la mierda todo”, impulsivamente tomo las llaves de su coche una chaqueta y camino hacia su destino.
“Puede que ella nunca sepa que la amo… pero por lo menos debe saber que siempre seré su amiga”
…
Dara se encontraba en la recepción de la iglesia, nerviosa esperaba su llamada. El momento en que se iniciaría la ceremonia que estaba atrasada por culpa de la lluvia y un cura que no llegaba.
“No pude hablar con Chae…” pensó con tristeza
-¿Por qué no sales de mi cabeza?....aggg estúpida rubia – dijo en voz alta
-Porque me quieres – le contestó una voz ronca de mujer detrás de ella
Dara se dio la vuelta y vio a Chaerin acercándose a ella con un jean, una camiseta blanca que dejaba entrever que la rubia estúpida no se había puesto sostén y una chaqueta de algodón totalmente emparamada.
-Chae…
-Dara estas hermosa. Toda una princesa
Chaerin la miro de pies a cabeza, mientras caminaba, al verla de esa forma quiso darle un golpe en la cabeza y raptarla, hacerla suya, besar ese cuello blanco que combinaba con su vestido, deslizar su mano por su cuerpo y calmar esas ansias que corrían dentro de ella. Sin embargo se controló y se conformó con acercarse más para colocarle una mano en su mejilla. Los ojos de Dara se inundaron de lágrimas al sentirla, la calidez de la rubia envolvió su cuerpo en un fuerte abrazo que le provoco infinidad de sensaciones desconocidas. Su cuerpo, su corazón y otras partes que Dara al parecer desconocía palpitaban muy fuerte, con el roce de su mejor amiga. Este era el principal problema y secreto de Dara ella no conocía el amor, no sabía dif
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