Capítulo XVI
En SilencioPor la mente de Dara pasaban muchas cosas, cientos de recuerdos le hacían pensar en el que hubiera pasado. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese dicho sí?, ¿si hubiera corrido detrás de la estúpida rubia?, ¿si no hubiese durado tanto tiempo en un matrimonio sin pies ni cabeza? Al final las conclusiones eran nulas, ella se encontraba encerrada por su propio ex – esposo, el cual no había aparecido en todo el día.
-¿Dónde estás Dong? – Preguntó en voz alta, pero nadie le contesto – demonios me duele todo.
Dara se levantó con dificultad y camino con rumbo al baño, su cuerpo estaba lleno de moretones y le ardían los costados. Tenía mareo, su garganta le dolía, y empezaba a sentirse afiebrada. En el lavabo se limpió las heridas, las lágrimas caían de sus ojos pero era tanto su dolor que ni las sentía.
“¿Cómo estarás Bom? – Se preguntó Dara - ¡Demonios!. Tengo hambre, ¿Dónde estará este idiota? ¿Me habrá dejado aquí tirada o estará haciendo sus porquerías?
Sus preguntas la llevaron directamente a recordar el día en que había descubierto el secreto de Dong, un sentimiento de asco se apodero de ella y quiso lavarse, borrar con las gotas del agua las muchas veces que había permitido que él la tocara. Aunque no lo amaba, se lo permitía porque por más que no quisiera, Sandara fue criada con la clase de pensamiento, en que una mujer casada debe responder a su marido.
Dara había repetido muchas veces esta escena, desde que descubrió a Dong, el hombre perfecto, haciéndole o oral a un travesti. En primera instancia, ella había creído que era una mujer, su figura, su porte, sus maneras, hasta que vio el momento en que la peluca femenina caía al suelo producto de los gemidos de placer del susodicho. La dignidad de la castaña que estaba resquebrajada se terminó de romper como el cristal. Ahora, encerrada en su propia maldición la escena le produjo gracia y se rio un poco.
-¿Dara?- se escuchó una voz tras de ella – te traje comida y algunas cosas para curarte
-Gracias – le dijo Dara recibiendo una bolsa con desconfianza.
-Sabes, hable con mi mamá – Dara lo miro con curiosidad –me dijo que nos están buscando. Tu estúpida amiga me denuncio por maltrato, secuestro y allanamiento de morada…
-¿Bom está bien?- le interrumpió Dara haciendo que el hombre se molestara ligeramente
-Sí, la puta pelirroja es muy resistente, ¿Quién lo iba a imaginar? – Le contesto Dong encogiéndose de hombros – mi madre me explico que estaba en el hospital con tus dos otras amigas.
-AH?...
-La Minzy esa y tú adoración… la lesbiana
-¿Chaerin está aquí? – pregunto Dara tratando de ocultar su emoción pero Dong sospechaba algo. Solo que hasta ahora no lo había comprobado.
-No entiendo… ella es lesbiana y a mí me juzgas…
-Dong los dos sabemos que esa no fue tu primera vez…
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo crees que me enteré que te veías con tu amante en esta cabaña?
Dong la miró confund
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