Tiffany Hwang 3/4

 

-"¿Qué es esto? –la voz calma y a punto de bullir hizo que la asistente pasase saliva-. Hyo, ¡esto está mal! ¡MAL, con mayúscula! ¡No puedes venir y entregarme tal…!"

 

Hubo una pausa. Las manos viajaron hasta la sien para masajearla mientras un suspiro profundo era liberado.

Tanto trabajo, tanto estrés, tantos papeles… ¡¿acaso alguien no podía hacer los estúpidos teléfonos callarse?! Se estaba volviendo loca…

 

-"Lo siento –se disculpó, lanzando otro suspiro-. Lo siento, Hyo. Sólo, por favor corrige eso. Si entrego el reporte así no quiero ni pensar en el lío que me meteré con el jefe."

 

-"Está bien, fue mi error. No te alteres, Tae, en verdad que cada día se te sube más. ¿Segura que no quieres tomarte un descanso?"

 

-"Estoy bien."

 

-"Puedo cubrirte."

 

La aludida lanzó su tercer suspiro, con un brazo apoyado en su escritorio mientras su mano tomaba su frente, cubriendo parcialmente sus ojos cerrados. Para cuando los hubo abierto, la amable mirada azul y la gentil sonrisa de su compañera la hicieron sentirse ligeramente mejor.

 

-"Ya vas –sonrió un poco-. Te debo ésta, Hyo."

 

-"No –rió mientras tomaba asiento en el escritorio al lado-, me debes varias."

 

Tae negó, todavía con el gesto en su boca. Se levantó y se dirigió hasta la puerta, abriéndola y cerrándola en silencio.

El ruido del teclado al ser apretado continuamente inundó la oficina, mientras las gafas de la rubia que trabajaba en la computadora, reflejaban pantallas brillantes llenas de números y datos.

 

Kim Hyoyeon sacudió la cabeza entonces y se reclinó hacia atrás en su silla, estirando los brazos; justo cuando la puerta se abrió de golpe.

 

¡SLAM!

 

-"¡No es lo que parece, le juro que estoy trabajando!"

 

-"¡¿Recogí a Irene de la escuela?!"

 

Durante los próximos cinco segundos, el silencio se apoderó del despacho.

 

-"Ok, tenemos que dejar de hacer esto” –suspiró en alivio-. En serio, Tae, un día de éstos me va a dar el paro."

 

-"¡Respóndeme! ¡¿Qué hora es?! ¡Por qué nadie me avisa de estas cosas!"

 

Hyoyeon se lamentó al ver a su amiga ir a su escritorio y comenzar a revolverlo todo. La rubia menor agarró de golpe el saco negro en el respaldo de su silla, y estuvo a punto de ponérselo encima, hasta que una mano en su hombro la detuvo.

 

-"Es sábado. No hay clases. El día de hoy Irene está con Sunny, ¿o ya lo olvidaste?"

 

-"¿Sábado?"

 

-"Sí, sábado, Tae."

 

-"Vaya… -soltó su saco-. Soy un desastre, ¿no?"

 

En aras de evitar responder aquello, Hyoyeon hizo lo que mejor podía hacer: Sonreír con pena.

-"No me malinterpretes, es fantástico comer contigo, pero, ¿a qué se debe el milagro? Pensé que tenías toneladas de trabajo."

 

Las pupilas ónices miraron atentamente a la castaña que llevaba un nuevo tajo de comida a su boca, mordisqueando el tenedor durante unos instantes más. Cogió comida y volvió a hacer lo mismo de nuevo; Taeyeon no pudo evitar sonreír y negar con la cabeza.

 

-"Soo, deja de hacer eso, te estás batiendo la cara. ¡Sooyoung, come bien!"

 

-"¡Hey, tengo hambre!"

 

-"¡Suelta el tenedor!"

 

Taeyeon se dedicó a tomar un trago de agua, ignorando los gritos de su amiga. Para cuando volvió a posar la vista en ella, se encontró a Yuri tomando una servilleta para limpiar a la ojos oscuros, como si fuese una niña de cuatro años.

 

-"Gracias, bebé" –Sooyoung sonrió anchamente.

 

-"¡Deja de llamarme así!" –regañó en susurros.

 

-"Wow, recuérdame culparte si algún día Irene hace un desorden en la mesa" –Taeyeon agregó con la ceja alzada, aburrida.

 

-"Hablando de Irene…"

 

-"No te preocupes, ella está bien, Sooyoung. Es sábado, no hay clases y está con Sunny."

 

-"¿Gracias? –la Black Pearl en la mesa, denominada Yuri, titubeó-. Pero eso ya lo sabemos, Kim."

 

-"Aparentemente yo no…"

 

Sooyoung volteó a ver a Yuri entonces, preguntándole con la mirada algo que le pasó desapercibido a la tercera en el comedor, a lo cual la otra ojos oscuros tan sólo alzó los hombros.

 

-"Hace unos días me topé con la maestra de Irene."

 

-"¿Sí? ¿Y qué con eso?"

 

Taeyeon paró de comer, decidiendo que ya no tenía suficiente apetito para avanzarse la otra mitad de su comida; a pesar de la mirada reprobatoria de Yuri, hizo su plato a un lado y se dedicó a ponerle atención a su otra compañera.

 

-"¿Cómo decirlo? –Sooyoung rió nerviosa, rascándose el cuello en el proceso-. Bueno, tal parece que las notas de la pequeña han bajado un poco."

 

-"Sólo debe esforzarse más en clases –la rubia respondió natural-. “Le diré que estudie más."

 

-"No, no, Taeyeon. No creo que ése sea el problema. Tal vez si pasases un poco más de…"

 

-"No de nuevo –suspiró cansada, apoyando las manos en la orilla de la mesa y empujando su silla hacia atrás-. “Sabes que tengo bastante trabajo encima, ¿cómo en la vida quieres que pueda mantenernos si no consigo dinero? Sabes perfectamente que hago lo que puedo, ¡cómo si a mí me gustase pasar horas encerrada y aguantarme al amargado de mi jefe!"

 

-"No estás siendo justa, Taeyeon, Sooyoung tiene un punto, estás descuidando a tu hija. Y no me des esa mirada, porque es tu hija, te guste o…"

 

-"Ya, Yuri. Sí, es mi hija y en ningún momento voy a negarlo. La quiero."

 

-"Pues no haces un buen trabajo demostrándolo –la Black Pearl se inclinó adelante, cruzó sus manos y apoyó su mentón sobre ellas-. Anda, Tae, dime, ¿siquiera puedes responderme una sencilla pregunta?"

 

-"Tírala."

 

-"¿Cuándo es su cumpleaños?"

 

Los labios de la rubia se separaron de súbito, sólo para volver a cerrarse de nuevo. Pasados unos momentos, Taeyeon sacó aire y descansó los codos en la mesa, sujetando su cabeza entre sus manos.

Maldijo por lo bajo, preguntándose cómo rayos es que su vida se había volcado en una montaña rusa sin final.

 

-"Ella quiere hablar contigo."

 

-"¿Ella? ¿Ella quién?"

 

Así como estaba, la madre alzó la mirada para ver a una Sooyoung tomando un sorbo de su malteada; como siempre, lo más tranquila del mundo.

 

-"Pues quién más, la maestra de Irene –dejó el popote a un lado-. Mira, sé que no acostumbras liarte en esos asuntos escolares y rollo; pero creo que deberías verla. Realmente se nota preocupada por Irene."

 

-"Es sólo una maestra –Taeyeon respondió irónica-, ¿qué puede saber?"

 

-"Bueno –Yuri interrumpió, sonriendo con alevosía-, ciertamente ella se sabe el día de su cumpleaños."

 

-"¡Joder, Yuri! ¡Para de tirarla conmigo!"

 

La aludida no se inmutó ni aun cuando la otra empujó la mesa enfurecida. Conociendo de antemano a la joven, supo que era cuestión de minutos para que se calmase y aceptase que tenía la razón.

 

 

 

Y así fue.

 

 

 

-"Tienes que verla" Sooyoung retomó la conversación.

 

-"Bien –se dio por vencida-. ¿Cuándo? ¿Dónde? Y más te vale que no sea una de tus bromas, Sooyoung."

 

-"Tsk, ¿por qué nadie me tiene fe? –chasqueó la lengua unas dos veces mientras buscaba en su bolsa-. Aquí. Sólo tengo su número pero puedo arreglarlo todo por ti, si gustas. Eh, vamos, no me pongas esa cara."

 

-"¿Cuál es su nombre?" –preguntó desganada.

 

-"Mmm… Tiffany. Tiffany Hwang."

 

-"¿Tiff… Hwang…? Alto. ¿Dónde he…?"

 

Tanto Yuri como Sooyoung se quedaron calladas al ver a la rubia cerrar los ojos y tomarse la cabeza, en un intento por recordar quién sabe qué cosa absolutamente desconocida para ellas.

 

De pronto, Taeyeon separó los párpados y sonrió al haber hallado su respuesta.

 

-"Oh, sí. La mujer testaruda del otro día."

 

Yuri tan sólo alzó una ceja, eligiendo guardarse sus propios comentarios.

 

-"¿La conoces?"

 

-"Sí… bueno, no. Es sólo que… -Taeyeon se detuvo, cayendo en la cuenta de algo-. ¿Pelirroja? ¿Ojos cafés? ¿Bajita? ¿Traje blanco?"

 

-"Sí, ésa misma" –contestó Sooyoung.

 

-"Sí… NO. Ahórratelo, no hablaré con esa loca."

 

-"¡Tae! ¡Ya, dijiste que lo harías!"

 

-"Sí, bueno, tú no estuviste ese día. Ni siquiera me conoce, ¿y trata de venir a decirme cómo educar a mi hija? –Enseguida, alzó una palma hacia la Black Pearl-. Guárdalo, Yuri, ya sé lo que me dirás."

 

-"¡No le hables así a Yuri! Sólo quiere ayudarte - Sooyoung hizo un puchero-. A su muy rara manera… Como sea, me importa mucho, vas a verla."

 

-"¿Qué?"

 

-"Tae, estamos hablando sobre Irene –esta vez, la mirada de la castaña por fin se volvió seria-. Si realmente la quieres, querrás lo mejor para ella. Ahora, cierto que necesitas trabajar; pero no creas que no sé qué te sumes en el trabajo más de lo necesario. Te encierras, cuando hay alguien allá afuera que te necesita."

 

-"Nosotras estamos aquí, Taeng. Sin embargo, ahora tú eres su única y verdadera familia."

 

-"Aceptaste la responsabilidad. Pero no la estás cumpliendo como deberías."

 

Taeyeon miró a Sooyoung, perdida y desconsolada. Se olvidó de ponerse a la defensiva y simplemente ocultó el rostro entre sus manos; pronto, sintió la mano de Yuri en su hombro, en un gesto de apoyo.

 

-"¿Irás a verla?" –Sooyoung murmuró.

 

-"Vale, tú ganas" –su voz salió amortiguada por las palmas en su cara.

 

-"Eso es, Taeng Oye, mira el lado bueno."

 

-"¿Cuál?"

 

-"Tiffany está que arde."

 

-"¡SOOYOUNG!"

 

-"Mujer, si yo hubiera tenido una profesora así, me cae que le aprendía todo."

 

-"Yuri, por favor…"