Perdon por la tardanza pero estoy en mis ultimas semanas del semestre en la universidad y me han cargado con muchos proyectos, examenes, espero que les guste esta actualizacion.

Muchas gracias por sus comentarios, suscripciones y votos.

 

 

 

 

 

Me gusta Taeyeon…, espera si me gusta Taeyeon, entonces, yo, entonces ¡yo soy lesbiana!

 

 

 

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 Al día siguiente apenas y me podía mover, mis piernas me mataban, aún estaba algo mareada y apenas había podido dormir sumándole a eso que me tuve que despertar temprano.

 

En mi mente aun rondaba la idea de que me gusta Taeyeon, pero quizás había exagerado anoche, digo estaba algo borracha, acalorada y tenía bastante tiempo sin haberme divertido, lo más seguro es que mi cerebro me haya jugado una mala pasada; digo Taeyeon es atractiva pero simplemente no puede ser posible.

 

Si solo debió ser un momento de locura y nada más.

 

Convencida de eso tuve el valor suficiente de ver a Taeyeon a la cara por unos segundos.

 

Estábamos en el comedor y ninguno alzaba la mirada, no había ninguna interacción entre nosotros, solo se escuchaban algunos cubiertos que chocaban contra el plato y la leve brisa que golpeteaba la ventana vieja del comedor.

 

Era incomodo haber charlado con cada uno de ellos tan abiertamente, haberlos visto bailar y convivir tan animadamente y ahora todo parece estar sin vida.

-Muy bien terminen todo, en cinco minutos su instructor de esta semana los estará esperando afuera –dijo Jessica con el mismo tono frio y lleno de autoritarismo.

 

Si el ambiente estaba tenso ahora estaba mucho peor. Justo en este momento viene a mi mente aquellas palabras de Taeyeon “, los primeros días crees que todos exageran que este lugar solo tiene de malo el tener que hacer actividades aburridas todo el día y levantarte temprano, pero pasan los días y este lugar comienza aterrarte”.

 

Si justo en este momento tenía mucho miedo.

 

Todos salimos y lo primero que mi visto pudo distinguir después de acostumbrarse a los rayos del sol fue aquel hombre de aproximadamente cuarenta años, vestido con uniforme militar y en su mano derecha sostenía una fusta, incluso con sus lentes de sol podía sentir su mirada dura y llena de asco hacia cada uno de nosotros.

 

-¡A formar! –grito fuertemente.

 

Inmediatamente todos formaron dos filas, una de hombre y otra de mujeres.

Comenzó a caminar fijando su vista en cada uno de nosotros, cuando paso frente a mí sentía que en cualquier momento me golpearía o haría cosas peores.

 

-Me repugna ver tanta basura humana como ustedes, pero estamos aquí para que dejen de ser la escoria que ahora son y lleguen hacer personas como yo. Conocen las reglas y el que no las acate… bueno ya les mostrare la sorpresa. Quiero que vayan a cambiare y n diez minutos estén aquí justo en las misma formación. El que llegue tarde servirá de muestra para sus compañeros de las nuevas medidas que se tomaran. ¡Vayan!

 

Mentiría si dijera que no estoy a punto de llorar, estoy asustada por lo que ese hombre nos vaya hacer, no, estoy asustada por lo que todos nos quieren hacer aquí. Todo parecía tan inofensivo.

 

Corrimos apresurados, cada quien a su respectiva cabaña y cambiamos nuestros atuendos por la ropa deportiva que estaba sobre nuestra cama, ninguna de las chicas había dicho nada, solo bastaba ver su mirada para saber que estaban igual o más asustadas que yo. Pero solo había una mirada una mirada distinta, estaba Taeyeon compartiendo conmigo esa mirada intensa, ella estaba decidida a enfrentar esto. Supongo que después de cinco años aquí el pasar por esto ya no es tan duro.

 

Regresamos como él nos lo pidió, afortunadamente cuando se cumplieron los diez minutos estábamos todos ahí.

 

-Es una lástima que todos ya estén aquí, estaba tan ansioso por mostrarles los nuevos castigos. Bueno a partir de hoy los años anteriores parecerán un juego de niños, me di cuenta que estaba siendo demasiado generoso con ustedes y que no lo merecían. Comenzare con algo leve para calentar esos músculos de maricas que tienen. Quiero que troten hasta aquel poste (señalo un poste a deciento metros de distancia) lo toquen y regresen, repetirán el ejercicio hasta que yo indique que paren, si por algún motivo paran se las verán conmigo.

 

Comenzamos a trotar y a la décima vuelta mi sudor comenzaba a gotear, mis piernas comenzaban a flaquear, a cada vuelta el poste parecía cada vez más lejos y los rayos del sol no me estaban ayudando nada. Algunos de mis compañeros a penas y se veían cansados  en cambio otros parecía que estaban a punto de desmayarse.

 

El Sr. No tenía ninguna intensión de pararnos, lo único que quería era que algunos de nosotros fallaran y desatar su furia con ese alguien.

 

Mis piernas ya no podían más, mis pulmones me quemaban y no podía respirar, caería, solo era cuestión de una vuelta más y me rendiría, ya no podía seguir trotando, ni siquiera caminando. Tendré que afrontar el castigo, aunque el recuerdo de eso sea lo único que me ha mantenido trotando en las últimas cinco vueltas.

 

-¡Paren!

 

Jamás en mi vida me había sentido tan aliviada, me detuve y con todo mi cuerpo temblando apoye mis manos sobre mis rodillas. Trataba de oxigenarme pero mis pulmones aun quemaban.

 

-¡Tu! –dijo señalando a un Luhan un chico algo escuálido que estaba atrás de mí.

 

Luhan estaba cubierto de sudor y se encontraba en la misma posición que yo, no sabía si lo que resbalaba por sus mejillas era sudor o eran lágrimas.

 

-¡Tu no tocas el poste! ¡¿Por qué no lo tocaste?!

 

Todos presenciábamos aquella escena y esperábamos lo peor, el chico seguía con la vista abajo.

 

-¡Mírame cuando te hablo! ¡Veme a la cara como un hombre lo haría!

 

Con la fusta le golpe en el rostro, justo en la mejilla y esta al instante se tornó rojiza. El alzo la vista por temor a recibir otro golpe.

 

-Si lo olvidaba, tú no eres un hombre. ¿Qué es lo que vas hacer ahora?, quieres ir a correr con tu mami ¿verdad?  

 

El instructor tomo del cuello a Luhan y le escupió. Nunca en mi vida me había sentido tan enfada y enojada, pero no podía hacer nada, no podía tolerar que humillara a alguien de esa manera.

 

Soltó otro golpe con su fusta, continuo uno tras otro, Luhan estaba en el suelo y podía ver sus brazos y cara enrojecidos por golpes, tenía que hacer algo, mi sangre hervía de rabia y todos mis instintos salieron. 

 

Tome aire y me enderece dispuesta a detener a ese hombre o más bien animal. Una mano tiro de mi mano fuertemente deteniéndome de cualquier movimiento.

 

-Es lo que él quiere, si intentas hacer algo te ira peor –dijo Taeyeon susurrando lo suficiente para que solo yo escuchara.

 

Cinco golpes después se detuvieron los golpes y el instructor se paró frente a Taeyeon.

 

-Oh Taeyeon, nuestra cliente favorita. Parece que acabas de romper una de las reglas “no tener contacto físico con compañeros a menos que el instructor se lo pida”. Parece que te has ganado  el premio mayor de  nuestro nuevo paquete de castigos.

 

¿Qué?.. Pero ella, ella solo toco mi mano, ¿Y cómo rayos nos vio si él estaba de espaldas?

 

-Vengas todos tienen que ver esto

 

Empujaba a Taeyeon mientras del nos guiaba por un camino dentro del bosque, nos detuvimos frente a un enorme agujero, estaba bastante profundo mas no muy ancho y lo único que nos impedía caer era una reja que estaba contra el suelo, en los alrededores olía bastante mal, ni siquiera podía describir ese olor tan fétido, era como si algo estuviese pudriéndose aquí.

 

-Esperen aquí –nos dijo y se llevó a Taeyeon con él.

 

Aguardamos y no escuchábamos nada, habían pasado cerca de tres minutos y me angustia aumentaba con cada segundo, pero esa angustia no se comparaba con la culpa que me carcomía, después de todo si yo no hubiera querido intervenir ella no me hubiera tomado la mano y todo esto no habría pasado.

 

Dentro del pozo escuchamos el chillante sonido de lo que parecía era una puerta vieja, todos concentramos nuestra mirada en el fondo del pozo y en efecto una puerta en fondo se abrió y a su paso Taeyeon fue empujada en aquel fondo obscuro. Apenas y podíamos distinguir su figura algo maltratado. ¿Qué le habrá hecho?

 

Las lágrimas amenazaban con desbordar y jamás había sentido tanta impotencia, por querer intervenir en la crueldad y humillación de una persona termine provocando que hirieran a otra.

 

-Qué esto les sirva de lección a todo, normas que rompan y ya no serán los dulces castigo que antes se les imponía, la basura de Taeyeon se quedara ahí lo que resta del día y de la noche, espero que así aprenda a no romper más reglas. ¡Vámonos!

 

No quería irme, ella estaba ahí sola en un lugar horrible y todo por mi culpa, quería ir con ella, pero aun cuando rompiera las reglas jamás me pondrían junto a ella, en mi corazón había esa presión, esa sensación de que alguien pico con algo dentro. Mis lágrimas se derramaron cuando veía como estaba ella acurrucada protegiendo su cuerpo, pero en ningún momento miraba hacia arriba.

 

Sin más remedio me di la vuelta y alcance al grupo, pero de vez en cuando mi vista volvía aquel pozo, hasta que finalmente la distancia fue tan grande que ya no podía distinguir solo árboles.

 

El resto de la tarde el instructor de encargo de destruir cualquier signo de vitalidad que hubiese en nuestros cuerpos, al igual que nuestros espíritus. Por la noche cuando regresamos a nuestras cabañas mi cuerpo apenas y podía moverlo, estaba completamente cubierta de lodo y lo único que quería era acurrucarme y llorar, llorar tanto que me llevara a desaparecer. Pero dudo que lo lograra, era físicamente imposible y sobre todo estaba tan deshidratada que creo que no puedo ni llorar.

 

Estaba en mi cama, todas las chicas estaban dormidas y a pesar de que estaba muy cansada no podía dormir, mi mente no dejaba de pensar en Taeyeon. ¿Cómo estará? ¿Le habrán hecho algo más?  

 

No quería pensar más en eso, quería pensar que estaba bien, ella parece ser una chica dura. Pero de mi mente no se apartaba aquella imagen de ella acurrucada en el fondo de aquel pozo, estaba tan abatida como yo lo estoy ahora. Solo espero que este bien y salir pronto de este lugar.

 

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 Un fuerte golpe en la puerta logro despertarme, mi cuerpo estaba más adolorido. Con mucho esfuerzo abrí los ojos  y note como apenas estaba amaneciendo. Parece que el resto había ignorado el fuerte golpe y seguía durmiendo. Queria aprovechar las pocas horas que me quedaban para descansar pero un golpe débil en la puerta me alejo de toda posibilidad de hacerlo.

 

Me puse de pie y abrazando mi cuerpo camine hasta la puerta. Las madrugadas aquí son como un congelador y las tardes el calor te quema.

 

Abrí la puerta y  ahí estaba Taeyeon apoyada al lado de la puerta. Apenas y se podía sostener, su cuerpo despedía un olor fétido y en su cabello y ropas había resto de lo que parecían ser restos de comida.

 

Me acerque rápidamente y le ayude a entrar a la cabaña. El olor era insoportable, pero hice un esfuerzo y le ayude a llegar hasta las duchas.

 

-Mierda, debo ser un desastre –dijo Taeyeon apoyándose en la pared de la regadera.

 

Tenía que ayudarla y sabía lo que esto implicaba, jamás había visto a una mujer desnuda, bueno no fuera de una pantalla.

Entre con ella a la regadera y cerré la puerta que separaba la ducha del resto del cuarto del baño, ella se dio la vuelta y me ayudo a sacar su camisa.

 

-¿Acaso ahora quieres aprovecharte de mí? No creí que fueras ese tipo de chica, Tiffany

 

-¿Cómo puedes bromear en una situación así?

 

-Es de la única manera en que toda esta mierda sale de mi cabeza.

 

Desabroche sus pantalones y aunque fue más difícil logre sacarlos.

 

-¿Sabes que si nos atrapan así estaremos en un problema grande?

 

-Si lo sé, pero yo fui la que te metió en este lio.

 

Abrí las llaves y el agua caliente comenzó a fluir, se apoyó en mi para poder mantener su cuerpo bajo el agua y toda mi bata quedo empapada en poco tiempo.

 

-No fue tu culpa, ni siquiera la mía. Él iba a encontrar cualquier cosa, cualquier falla por mínima que fuera para hacerme eso, era algo inevitable, terminaría ahí.

 

Cada vez hablaba más lento y tenía miedo que en cualquier momento se fuera a desmayar aquí en mis brazos con solo su ropa interior puesta.

 

-Estoy cansada, deshidratada y apesto.

 

-Si apestas.

 

-Se supone que era el momento de contradecirme.

 

-No, me gusta más decir la verdad.

 

Le ayude a lavar su cabello, eso fue fácil, por lo menos comparado con lo que seguía. Ella deslizo las tiras de su sostén y lo empujó hacia abajo, dejando sus pechos completamente descubiertos.

 

-Así que te gusta decir la verdad, entonces dime ¿Cómo te sientes ante esta situación?

 

Con un esfuerzo sobre natural evadí todas esas imágenes de todas las imágenes que había visto en mi computadora de chicas haciéndolo y me concentre en lo que debería de hacer aunque cada vez que mi mano rosaba accidentalmente la piel de Taeyeon el bello de mi cuerpo se erizara y un nudo se formara en mi garganta.

 

-¿Estas intento ponerme nerviosa? o ¿Intentas seducirme?

 

-Ambas no lo voy a negar. Pero estas evadiendo mi pregunta.

 

-Te recuerdo que ahora te estoy sosteniendo, puedo darte una buena cachetada y dejarte aquí tirada.

 

-No lo harías.

 

-No me retes.

 

Si esto era todo un reto y si el estar en esta situación me hacía sentir algo extraño, por no decir excitada, pero estaba mal, no podía sentirme así, por lo menos no en este momento.

 

Lo que me preocupaba era lo que venía a continuación, tenía que deslizar la única prenda que quedaba sobre su cuerpo.