Me estoy dirigiendo al taller donde Sandara me citó para que repararan la pintura de mi moto, el lugar está por el parque en el que vi por primera vez a Sandara.

Llegando veo que ahí está ella con un hombre, los dos están muy sonrientes, no sé porque el verla sonreírle a él me molesta. Sandara se percata de mi llegada y su sonrisa desaparece.

-¿Es esta la moto que tengo que pintar?- Pregunta el chico con una sonrisa dirigida a Sandara

-Sí, es esa- Ella también le sonríe

-Es una hermosa moto

-Gracias- Le contesto

-Lo siento, soy un mal educado por no presentarme, mi nombre es Dong Young Bae- Me sonríe y extiende su mano

-Mucho gusto, mi nombre es Lee Chaerin- Aunque me molesta la actitud de Sandara hacía el, él me agrada, parece un buen chico, así que estrecho mi mano con la suya

-¿Puedo ver que tan dañada esta la pintura de la moto?

-Claro que puedes ver- Se dirige hacia donde está la parte dañada, se acerca y la observa detenidamente, después la toca

-¿Eres buena motociclista sabes?

-¿Por qué?

-Dara ya me explicó como estuvo el pequeño accidente y por lo que me contó pensé que la moto iba a llegar en muy malas condiciones, pero solo se logró raspar un poco

-Creo que si hubiera sido una buena motociclista no le habría pasado nada

-No te subestimes ¿Cuánto tiempo llevas conduciendo moto?

-Alrededor de un año y medio

-Para ese tipo de accidentes y salir tan ileso como tú lo hiciste se necesita alrededor de un mínimo de 3 años de experiencia, tú lo has logrado en la mitad de tiempo, así que eres realmente talentosa- En definitiva este chico me cae bien

-Gracias- Le sonrío

-Déjame aquí tu moto, mañana es domingo así que no trabajo, pero el lunes ven por ella y estará como nueva

-Espera un momento, no permito que nadie toque mi moto sin estar segura de que su trabajo es de calidad

-Que sorpresa, eres una chica desconfiada

-Digamos que tomo mis precauciones, no dejo que ningún extraño toque mi moto a menos que yo lo permita

-Te lo dije, tiene una personalidad desagradable- Sandara al fin ha dicho unas palabras

-No tan desagradable como la tuya- Le digo, entonces Sandara me lanza una mirada que es tan fría como el hielo y después veo que Young Bae se ríe

-Pues a mí me agradan las dos, además es comprensible que sea desconfiada, después de todo es su moto, no va a permitir que cualquier extraño la toque, así que ¿Quieres que te enseñe algunos de mis trabajos?

-Si eres tan amable

Young Bae nos dirigió a unos vehículos que estaba reparando, tenía unas fotos de cómo estaban antes y viéndolos ahora estan como nuevos, como si nunca se hubieran encontrado en aquel estado, era uno de los trabajos con más calidad que había visto en mi vida.

-¿Qué te pareció?

-Tu trabajo es realmente excelente

-¿Entonces tengo toda tu confianza de que tu moto para el lunes estará como nueva?

-Tienes totalmente mi confianza. Creo que me retiro por ahora, nos vemos el lunes

-Una cosa más antes de que te vayas, yo también tengo una moto, me gustaría que algún día saliéramos a pasear los dos- Veo como Sandara mira a Young Bae, desaprobando esa idea

-Claro, con mucho gusto acepto tu invitación Young Bae- No me gusta relacionarme con las personas, pero me divierte molestar a Sandara, así que he aceptado su invitación

-Puedes decirme Taeyang, Young Bae a veces lo siento un poco formal

-Y tú puedes decirme solo Chaerin. Entonces el lunes que venga por la moto nos ponemos de acuerdo para ver qué día salimos a pasear juntos

-Me parece perfecto

-Me retiro, fue un gusto conocerte Taeyang

-También fue para mí un gusto conocerte Chaerin- Estrechamos nuestras manos y después veo a Sandara quien tiene una expresión de molestia, al parecer no le ha gustado nada que hayamos empezado a tener una amistad

Me regreso a los departamentos caminando por el parque, recordando aquel día que vi por primera vez a Sandara ¿Quién iba a pensar que socializaría con mi presa un día antes?.

Llego al puente donde me refugié de la lluvia aquel día, encima del puente observo a mi alrededor viendo que el día de hoy hay muchas personas, es obvio ya que es fin de semana y las personas vienen a relajarse un poco, a pasar tiempo de calidad con las personas que aman.

Cierro los ojos, respiro el aire puro de la naturaleza y mis pulmones lo disfrutan, de repente siento que una gota de agua cae en mi mano, abro los ojos y veo que el cielo está nublado, ¿Sera que va a empezar a llover? Espero que no. Después siento como otras 3 gotas han impactado en mi cara y en definitiva empezará a llover, así que decido refugiarme debajo del puente, es lo más cercano que tengo y esta vez la lluvia no me va a mojar.

Alcanzo a refugiarme y la lluvia se desata por completo, mirando al fondo veo que alguien está corriendo hacia la dirección en la que me encuentro, con los brazos sobre la cabeza, tapando su cara y de pronto la persona cae… esta escena me resulta familiar, pero esta vez no iré a ayudar, no seré amable. Solo veo que se levanta y sigue corriendo hacia donde estoy, más o menos dos metros antes de llegar al puente otra vez vuelve a caerse ¿Es en serio? ¿Quién puede ser tan tonto para caerse dos veces? En verdad esta persona si necesita mi ayuda, corro y le extiendo mi mano para ayudar a que se levante, la acepta y esta sensación me resulta familiar, esta mano ya la he tocado antes, levanto a la persona descubriendo que es Sandara. Ella me mira sorprendida y supongo que no esperaba que fuera yo quien la ayudara, las dos sin decirnos ni una sola palabra corremos hacia debajo del puente. Llegamos pero, intento estar alejada de ella lo más que puedo, sin embargo ella no deja de mirarme, después de unos minutos ella sigue mirándome y es muy incómoda esta sensación.

-¡Ya deja de mirarme!- Exploto y grito -¡Es demasiado incomodo!

-Así que eras tú- Es lo único que dice. Lo que me inquieta más es su tono de voz tranquilo, normalmente yo grito y ella me responde de la misma forma

-¿Yo?- Es la única palabra que puede salir de mis labios

-Ya sabía yo que te había visto en algún lado- Sus palabras me confunden un poco

-¿De qué hablas?

-El primer día que empecé a vivir en el departamento decidí dar un paseo a los alrededores, encontrándome con este hermoso parque, pero en cuanto llegué comenzó a llover, así que busqué un refugio. Logré ver este puente a lo lejos, corrí hacía él pero, antes de llegar caí y una chica me ayudó a levantarme- Con que de eso se trataba, ya me había asustado

-¿Y?

-Tú eras esa chica

-En serio eres distraída, pensé que ya me habías reconocido

-¡No soy distraída!

-Entonces ¿Por qué apenas me reconociste?- Me lanza su típica mirada de odio, creo que ya me estoy acostumbrando a ella

-La primera vez que te vi en el edificio, si pensé que eras tú aquella chica, pero la forma tan grosera en cómo me trataste me hizo descartar la idea

-Entonces para ti era imposible que fuera aquella chica

-Sí, ella fue amable, una persona agradable y tranquila, en cambio tú… tú eres grosera, desagradable y no te soporto- No sé porque n