Limar asperezas

Power Rangers: Red Velvet
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–¿Crees que moriremos?– Cuestionó Joy después de varios minutos en silencio en los que se dedicaba a repasar los artículos de limpieza que había en aquel cuarto y en los que Irene solo permanecía en silencio siguiendo a la más alta con la mirada de vez en cuando. 

–¿Por qué lo dices?– Irene giró la cabeza con confusión.

–Estamos rodeadas de productos tóxicos e inflamables.– Explicó Joy riendo divertida. –Que bueno que no estamos peleando, de lo contrario todo esto hubiera caído sobre nosotras.–

–Tonta.– Irene soltó una carcajada por la imaginación de Joy y negó con la cabeza.

–Disculpe señorita Delegada.– Joy bromeó tomando asiento en el frío suelo frente a la mayor.

–Populares.– Irene rodó los ojos. 

–Delegados.– Joy imitó a Irene, un silencio invadió el lugar para luego ser invadido por las carcajadas de las adolescentes. –¿Crees que nos saquen rápido?– 

–Yeri se veía muy enojada.– 

–Ella quiere que todo marche bien.– Explicó la alta. –Pero ojalá no tarde, tengo hambre.– 

–Toma.– Irene sacó del bolsillo de su uniforme una barra de chocolate.

–¿Gracias?– Joy aceptó el dulce que no tardó en devorar.

–Ya pasaron diez minutos y aún no peleamos, eso es bueno.– Irene rompió el hielo haciendo sonreír a Joy. –¿Ser popular te cambió?–

–No lo sé.– La más alta dejó de lado el chocolate. –Pasé mucho mientras ustedes estuvieron lejos y lo siento, sé que les hice muchas cosas, no solo a ustedes... Pero hey, no soy mala.– Joy sabía lo que hablaba. 

–Claro.– Irene no creía mucho en la palabra de Joy, quería hacerlo pero no podía. 

–Como sea, lo siento.– La mas alta lanzó la envoltura del chocolate para que ingrese en el basurero junto a Irene, pero por su puntería terminó cayéndole sobre la cabeza a la mayor. –¡Oh! Perdón.– 

–Park.– Irene tomó la envoltura y la lanzó de regreso hacia la menor, quien tomó un pedazo de papel, lo hizo bolita y luego lo lanzó contra la mayor iniciando una guerra de papeles. 

Al inicio era una guerra a muerte, con intención de lastimar a la otra, pero con el paso de los segundos y muchos fallos de puntería, proyectiles en la boca y atrapados en el cabello, las adolescentes terminaron riendo. 

–Bien, su tiempo terminó, espero.– Yeri, quien abrió la puerta, no logró terminar de hablar pues una bola de papel le cayó directamente en la boca provocando la risa de Seulgi y Wendy que la acompañaban. 

–Ups.– Irene rió escondiéndose tras Joy quien se cubrió como pudo pues Yeri le regresó el proyectil con tanta fuerza que al caerle en la pierna, su piel se volvió roja de inmediato. 

–Vas a pagarlo enana.– Sentenció la más alta y tomó del suelo un montón de bolitas lanzandolas a diestra y siniestra, para esto, las tres adolescentes cerraron la puerta tras ellas e iniciaron una  guerra de bolitas de papel en aquel pequeño armario. 

Wendy, a quien le cayó un rollo completo de papel en la cara, lanzaba los proyectiles entre risas; Seulgi, que estaba junto a Irene lanzando bolitas a Joy, se tomaba el estomago por el dolor producido por las risas; Irene, pues ella intentaba cubrir a Yeri de todos los papeles que Joy le lanzaba, mientras que la menor buscaba algo mas duro para lanzar hacia a la mayor que no dejaba de atacarla, aunque claro, todo entre risas. 

–¡Mi ojo!– Se quejó Wendy pidiendo tregua, las bolas de papel pararon, pero sus risas no.

–¿Estás bien?– Cuestionó Seulgi, mientras sus demás compañeras la rodeaban. 

–Si, todo bien.– Habló la canadiense después de varios segundos frotando su ojo adolorido. 

–Debo suponer que todo está bien ahora, ¿no?– Cuestionó Yeri con notable ilusión en sus ojos. 

Irene y Joy intercambiaron miradas, aún necesitaban hablar, pero al parecer el "odio" había desaparecido. 

–No nos mataremos.– Prometió Joy recibiendo un codazo por parte de Irene, haciendo reír a todas. 

***

–Tengo papel en mi bra.– Se quejó Seulgi caminando junto a sus compañeras directo al salón principal de la escuela, habían llamado a todos los estudiantes a ultimo minuto. 

–Al menos así se nota que tienes algo.– Wendy se burló de su compañera recibiendo un jalón de orejas por parte de Seulgi. 

–Ustedes dos se están volviendo muy unidas, espero no me cambies por Wendy.– Irene fingió llorar sujetando del brazo a Yeri.

–¿Cómo no hacerlo si lleva más de dos meses siguiéndome de arriba para abajo?– Seulgi se quejaba airadamente causando la risa de sus compañeras. 

–Cuando no esté aquí, me vas a echar mucho de menos.– Advirtió la canadiense imitando a Irene tomando del brazo a Joy. –Y tu, no vas a escapar esta vez, todas nos sentaremos juntas como la familia que somos.–

–Si mamá Wen.– Respondió Joy con sarcasmo.

–Por favor, todos los estudiantes guarden silencio.– Cuando las adolescentes ingresaron al salón principal, todo el lugar estaba abarrotado de jóvenes, tanto así que los únicos lugares libres eran en las primeras filas. 

Sin mucho animo, las cinco mujeres atravesaron el lugar hablando entre ellas de cosas triviales, hasta que una voz las sacó de su mundo. 

–Sooyoung, ven aquí.– Ese era Sungjae y su típica voz autoritaria. 

–Hoy no, iré con.– 

–¿Con quienes? ¿Tus amigas?– El adolescente terminó la frase de su novia dejándola en silencio. 

–No hagas un escándalo, todo el mundo nos está viendo.– Zelo, amigo de Joy intentaba calmar los ánimos, sabía que eso no llevaría a nada bueno. 

–Si, son mis amigas, así que si me disculpas.– Joy dio media vuelta tomando del brazo ahora a Seulgi, todas la miraban con sorpresa. 

–¡Estás advertida!– Fue lo ultimo que se escuchó del adolescente pues el grupo de cinco chicas ya estaba lo suficientemente lejos de él. 

–Buenos días alumnos.– Un profesor se colocó a mitad del gran escenario del salón, tenía un rostro de felicidad y tranquilidad única. Eso aumentó la curiosidad y los murmullos de los estudiantes. –Hace unos días vivíamos con el miedo de estar desprotegidos, la policía y el ejercito hacían sus mejores esfuerzos, a muchos les costó la vida, pero intentaban mantener la amenaza controlada desde que nuestras Rangers perecieron en batalla.– Empezó el discurso. 

Las cinco adolescentes estaban hablando de otro tema, del duro entrenamiento de Yuri, por ejemplo, pero al oír la palabra "Rangers" quedaron en silencio y toda su atención se dirigió al profesor. 

–Hace unos días, un grupo de Maomaos atacó nuestra escuela, la policía llegó algo tarde, según reportes, ellos ya no estaban aquí.– Explicó el profesor a la vez que a sus espaldas se proyectaba una serie de recortes periodísticos dando cuenta de su relato. –Hoy, tenemos buenas noticias para todos, estamos a salvo.– 

Las luces del lugar se apagaron, el profesor se retiró de escena y la siguiente proyección era un fragmento de un noticiero de medio día, el más reciente. 

–Tengo miedo Rick.– Wendy susurró hacia Seulgi quien la miró confundida. 

–No soy Rick, soy Seulgi.– 

–Imposible hablar contigo con memes.– Se quejó la extranjera. 

–Estoy rogando que no seamos nosotras.– Yeri susurró mirando de un lado a otro. Hasta ese momento nadie había reconocido su trabajo, muchas personas las vieron pero nadie decía nada, temían que alguien supiese sus verdaderas identidades, Taeyeon las mataría.

–El día de ayer, promediando las ocho de la noche, un grupo de Maomaos atacó un parque residencial donde muchas familias pasean con sus niños.– La voz de la periodista llamó la atención de todos. 

–¿Es Seolhyun?– Cuestionó Irene en voz baja. –Es una gran periodista.–

–Antes estaba en el noticiero de la noche.– Comentó Yeri llamando la atención de las adolescentes. –¿Qué? Mi papá siempre me obliga a ver las noticias con él.– 

–Miren.– Joy palmeó los brazos de Irene y Wendy pues estaba sentada justo en medio de ellas dos.

En las imágenes, se podía observar la pelea que las adolescentes tuvieron la noche anterior captadas desde una cámara de vigilancia y uno que otro vídeo tomado desde el celular de alguna persona. Los murmullos llenaban el salón, todos estaban impresionados y otros reían por la torpeza con la que peleaban las adolescentes. 

–Son cinco.– Murmuró uno de los estudiantes. 

–La verde tiene buen cuerpo.– Cuando Joy escuchó esto una sonrisa divertida se formó en su rostro.

–La amarilla casi mata a la azul.– Dos estudiantes reían por la curiosa situación.

–La morada pelea muy bien.– Aquella voz era de Saeron, mejor amiga de Yeri, que casualmente estaba sentada tras ella.

–Sin duda la rosa es la mejor.–

Las cinco adolescentes no dejaban de sonreír, en un inicio estaban preocupadas por si sus rostros aparecían, pero al no ser este él caso, los halagos de sus compañeros lograban sacarles una sonrisa.

–Pero mira eso, son muy torpes.– Zelo exclamó y esto dio pie a un sin fin de críticas sin sentido.

–¿Les salvamos la vida y ellos tienen la cara de criticar?– Wendy giró de forma brusca buscando a quienes hablaban pestes de ellas.

–Calma, deja que hablen.–

–Un reporte oficial por parte de la Policía confirmó esta noticia, una nueva generación de Rangers protege al país de los ataques. Policías y personal del ejército, marina y fuerzas aéreas colaborarán mano a mano con las nuevas Power Rangers. Confiamos plenamente en ellas.– Finalizó la periodista Seolhyun dejando a todos en silencio. 

A los pocos segundos alguien al fondo del salón empezó a aplaudir y poco a poco todos los estudiantes aplaudían con emoción.

–¿Somos... famosas?– Cuestionó Wendy confundida al ver la emoción de todos.

–Algo así.– Irene sonrió de lado, al menos no estarían solas, tenían apoyo de todos.

***

–¡Fuerte! ¡Uno!– Yuri gritaba con fuerza tras las cinco adolescentes.

Cada una estaba ubicada frente a un saco de boxeo de diferente color, vendas cubrían sus manos y cada vez que Yuri contaba, estiraban su brazo o pierna para golpear el saco al mismo tiempo.

Si no reaccionaban rápido, Hyoyeon se encargaba de golpearlas con una barra de metal. Joy y Wendy eran las que más sufrían la furia de la rubia.

–¡Dos!– Gritó Yuri otra vez y las adolescentes en un rápido movimiento golpearon al mismo tiempo el saco. –Tienen que golpear, el saco tiene que retroceder.–

Hyoyeon se encargó de golpear la espalda de cada una de las jóvenes.

–¿Entendieron?–

–¡Si!– Gritaron las cinco al mismo tiempo, una menos convencida que la otra, pero al final tenían que hacerlo.

–¡Tres!–

Yeri y Seulgi lograron mover el saco aunque sea unos centímetros, Irene solo permanecía serena, su fuerte era la rapidez pues la fuerza aún no la desarrollaba por completo y Wendy junto a Joy, pues ellas ya estaban cansadas.

Correr un kilómetro, hacer lagartijas, estiramientos, abdominales y soportar los golpes de Hyoyeon las estaba agotando.

–¿Escucharon las noticias?– Cuestionó Hyoyeon de la nada y todas las adolescentes voltearon a verla para asentir con la cabeza. –Taeyeon y Sunny están coordinando con ellos para que ustedes puedan ayudarlos, ahora no solo se trata de los Maomaos, también deben ayudar a las personas.– 

–¡Cuatro!– Yuri gritó, las jóvenes intercambiaron miradas de confusión, ¿seguían entrenando? –Nunca dije que paren, Hyo.– 

La rubia sabía que hacer y golpeó a las cinco adolescentes con la barra. 

–Yah, duele.– Se quejó Joy dando un pequeño salto. –Mire la espalda de Wendy, esta completamente roja.– La adolescente señaló a su compañera. 

Gracias a su ropa de entrenamiento que consistía en un top y short deportivo color azul con negro, se lograba ver bien su piel roja. Todas las estudiantes tenían las mismas prendas pero de cada una con un color diferente. 

–¿Y por qué te preocupa eso?– Cuestionó Hyoyeon con total seriedad. 

–Porque le hace daño, ella no va a decir nada pero sé que le duele.– Joy estaba dispuesta a defender a su compañera, el rostro de dolor que Wendy tenía era notorio pero nadie decía nada. –¿Podría por favor dejar de golpearla al menos a ella?– Finalizó la más alta dejando sorprendidas a todas las presentes.

–¡Por fin!– Exclamó Yuri con una sonrisa. –Tienen que aprender a hablar y dar a conocer su posición, defender a sus amigas, ¿creían que las seguiríamos golpeando?–

–No somos monstruos.– Hyoyeon se acercó a Wendy sonriendo. 

–¿Entonces pudieron parar si nosotras lo pedimos?– Cuestionó Yeri con incredulidad. 

–Así es.– 

–Están locas.– Murmuró Seulgi. –¿Podemos llevarla a la enfermería?– 

–Si, ya son libres por hoy.– Yuri sonrió como si nada al igual que Hyoyeon. Cada entrenamiento con ellas era muy extraño. 

–¿Me llevan cargada?– Wendy sonrió de lado, estaba adolorida y ni siquiera podía caminar con normalidad. 

Irene y Seulgi corrieron hacia la canadiense, cada una pasó los brazos de la joven sobre sus hombros y con cierta dificultad la llevaron a paso lento hasta el ascensor seguidas por Yeri y Joy. 

–Eso fue extraño.– Mencionó la canadiense observando los números de los pisos descender, tenían que llegar al quinto piso. 

–Quien las entiende, son muy extrañas.– Seulgi empezó a reír contagiando a sus compañeras.

***

–No se asusten si esto pasa, Hyoyeon y Yuri unnie tienen métodos extraños.– Seohyun comenzó a explicar mientras colocaba una especie de pomada sobre la espalda de Wendy.

Las estudiantes estaban en la enfermería, Wendy se encontraba sentada en una camilla y las otras cuatro adolescentes la observaba a lo lejos. Todas tenían una paleta dulce en la boca, Seohyun se las dio para que no hagan tanto ruido.

–Muy extraños.– Murmuró Yeri. –Por cierto, salimos en las noticias.– Ahora esto lo dijo con mucha emoción para que Se

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SunDragon #1
Chapter 1: <span class='smalltext text--lighter'>Comment on <a href='/story/view/1452820/1'>Orígenes</a></span>
Is there an english version of this? Or like anyway you could shove it through google translate?