-Buenos días alumnos, debido al incidente del día anterior las clases se suspendieron, sin embargo creo que tuvieron el tiempo suficiente para hacer sus deberes, ¿no?- Murmullos y quejas empezaron a resonar por todo el salón y JaeJoong, profesor de geografía, rió tomando asiento en su escritorio. -Por favor, todos dejen sus informes sobre la mesa.- 

-Demonios, olvidé por completo la tarea.- Yerim se quejó mirando desesperada a sus amigas, Joy sacaba un gran juego de hojas muy bien ordenadas. -No me digas que eso es el trabajo.- 

-De hecho es un avance.– Joy murmuró ordenando sus papeles.

–Pareces una nerd, ¿sabes que los profesores nos van a aprobar de todas formas, no?– Sungjae se unió a la conversación mirando a Joy.

–Sooyoung siempre fue demasiado responsable, déjala.– Yerim, un poco más aliviada, estiró sus brazos con flojera y se tendió sobre su carpeta. –Me despiertan en el receso.–

–¿Sooyoung, ese es tu trabajo?– Wendy, quién caminaba en dirección al escritorio del profesor se detuvo en el lugar de la más alta sorprendiendo a todos en el salón. 

El orden y estatus de los grupos estaba más que marcado, todos sabían sus limites y lo que pasaba si intentabas sobrepasarlos. Y eso, eso era algo que Wendy odiaba. 

–Eh... S-si.– Joy observaba con nerviosismo a Wendy y a sus compañeros que miraban con desprecio a la canadiense. 

–¿Quieres que lo lleve por ti?– Pero a Wendy parecía no importarle en lo absoluto, ella solo quería ser amable con Joy. 

–Oh, la extranjera es muy amable, lleva mi trabajo de paso, ¿quieres?– Ordenó Daniel, uno de los más populares de toda la escuela por ser parte del equipo de fútbol. 

–Si, el mio también y rápido.– Jennie lanzó su trabajo hacia Wendy pero ésta ni siquiera se esforzó por atraparlo. 

Joy sonrió por aquel acto y se colocó de pie. –Gracias Wendy, pero esta vez permite que yo lleve tu trabajo, ¿de acuerdo?– 

La canadiense asintió y se lo entregó con amabilidad a la más alta que de inmediato caminó al escritorio del profesor dejando ambos trabajos para luego regresar a su sitio bajo la mirada de todo el salón, incluyendo a Irene y Seulgi. 

–¿Que le pasa?– Cuestionó incrédula la presidenta del salón. –Hace unas semanas ella era igual que esos idiotas sin cerebro y ahora ayuda a Wendy, ¿quiere morir o qué?– 

–Creo que estás exagerando, Bae, en primer lugar Sooyoung siempre ha sido diferente a ellos y, ¿morir? Estás loca.– Seulgi negó abriendo su cuaderno pues el profesor empezó a escribir en la pizarra. 

–No los conoces, ese grupo está lleno de bullies disfrazados de inocentes personas.– Murmuró Irene imitando a su amiga. 

–¿Y eso te preocupa?– Seulgi sonrió con discreción.

–No, me preocupa que ella termine golpeándolos y nos descubran.–

–Claro.–

***

–Park, vamos a comer.– Ordenó Sungjae saliendo del salón con sus compañeros una vez sonó el timbre indicando el cambio de hora.

–Tengo algo que hacer, adelante, no se preocupen.– Joy tomó un libro de su bolso y salió del salón bajo la mirada de Seulgi.

–¿Vamos a comer?– Wendy se acercó al lugar de Irene y Seulgi quienes guardaban sus cuadernos.

–Claro, pero si primero me acompañan a mi casillero.– Irene pidió y las adolescentes accedieron para luego salir del salón.

–¿No les duele el cuerpo?– Cuestionó Wendy a mitad del camino.

–Demasiado, Joohyun tardó un minuto entero en tomar asiento.– Seulgi se burló ganando un golpe por parte de la mayor en su muslo derecho. –¡Auch!– Se quejó llamando la atención de todos los estudiantes que las rodeaban.

–Te lo merecías.– Irene sonrió victoriosa y detuvo sus pasos sacando un pequeño bolso. –Listo, vamos a comer.–

Las adolescentes salieron al patio y de inmediato se ubicaron en su mesa respectiva.

–Demonios, me siento como en Mean Girls.– Se quejó Wendy sacando sus alimentos que consistía en unos pastelillos y jugo de manzana.

–Es Corea, ya sabes, las clases sociales están muy marcadas, es molesto en realidad, pero.– Seulgi no terminó su oración pues le pareció ver a un par de personas muy conocidas. –¿Son Yeri y Sooyoung?–

Las adolescentes llevaron su mirada a la entrada del patio. Ahí se encontraban las dos adolescentes.

–¿Entones piensas que eso puede pasar?– Cuestionó Joy muy interesada en lo que la menor decía.

–Creo que si, estuve investigando y los Maomaos pueden llegar a ser más de lo que podemos imaginarnos.– Yeri al notar que ya estaban en el patio se alejó un poco de la mayor. –De todas formas nos vemos más tarde.–

–Espera, tengo algo para ti.– Joy estiró su brazo hacia la menor entregándole el libro que había sacado de su bolso antes de salir del salón. –Es el cómic de las Power Rangers.–

Yeri no lo pensó ni un segundo y tomó aquel libro entre sus manos. –¿Para mí? ¿Por qué?–

–Jennie y Nancy arruinaron el tuyo, no puedo ir contra ellas pero si solucionar los problemas que pueden causar.– Joy miró de un lado a otro encontrándose con la mirada desaprobatoria de Sungjae. –Ademas, ¿crees que podríamos ser amigas?–

–Sooyoung, sabes que eso traería muchos problemas, de verdad agradezco esto, es el mejor regalo del mundo.– Yeri sonrió de lado observando con curiosidad a Joy, por más extraño que parecía, desde que la conoció en ningún momento la vio sonreír por más de dos segundos. –Podemos ser amigas, ¿qué más da? Soy Power Ranger, si me molestan por ser tu amiga puedo sacarles los dientes.–

–¿En serio?– Joy intentó contener su emoción. –Gracias, ahora voy con mis amigos, pero nos vemos.–

A lo lejos las tres estudiantes estaban muy atentas a la conversación de sus compañeras y de un momento a otro, Wendy se colocó de pie y caminó en dirección a las dos estudiantes.

–Ustedes vienen conmigo.– Wendy no esperó por una respuesta y tomó de la mano a Yeri y Joy llevándolas hasta la mesa dónde se encontraban Irene y Seulgi.

–¿Qué estás haciendo?– Se quejó Irene observando a su compañera.

–Sus estúpidos complejos me tienen cansada, ¿por qué las etiquetas? ¿Por qué una "popular" no puede ser amiga de la presidenta de la clase, una "nerd", una extranjeras y Seulgi?– Exclamó con molestia la canadiense.

–Gracias por hacerme sentir especial.– Intervino Seulgi comiendo con molestia su sándwich.

–No sé en qué etiqueta estás encasillada.– Wendy se defendió.

–Es la "artista".– Joy habló sacando su comida, nada más que un sándwich y jugo.

–Seulgi es muy conocida por participar siempre en competencias de baile, suele competir contra Lisa, Momo, Chungha y SinB.– Yeri informó logrando hacer sonreír a su compañera.

–Eso no lo sabía y tampoco sé quiénes son esas chicas.– Wendy sonrió comiendo un poco. –Da igual, somos un equipo ahora y creo que es bueno conocernos más.–

–Pero no así, todo el mundo nos está viendo.– Se quejó Joy encogiéndose en su sitio, en ese momento odiaba ser alta.

–Wendy tiene razón.– Después de un largo silencio Irene intervino. –Creo que esto es más que solo ser un equipo, no digo que deberíamos ser amigas, pero si podemos trabajar juntas.– La mayor abrió su pequeño bolso y sacó una botella de yogur para cada una de las jóvenes.

–¿Para qué es esto?– Seulgi sonrió mirando a su amiga.

–Quiero pedirles perdón por mi comportamiento, Sooyoung lamento haberte golpeado y lamento ser cobarde, prometo ser la mejor líder para ustedes.–

Las adolescentes quedaron sorprendidas, sobre todo Sooyoung y Seulgi pues eran quienes conocían más a Irene.

–Yo también me disculpo por todo lo que pasó, no quería causar daños.– Intervino Joy.

–Debemos trabajar unidas, así todas seremos mejores.– Wendy sonrió mirando a sus compañeras, tal vez era el primer paso para algo grande.

***

–Seulgi, ¿tienes planes esta tarde?– Wendy cuestionó a la rubia mientras salían del edificio de Girls Generation Company luego de una tarde más de entrenamiento.

–Debo ir a un lugar.– Informó la adolescente bebiendo lo último que quedaba en su botella de agua.

–¿Te puedo acompañar?– Wendy pidió con entusiasmo.

–Lo siento Wendy, es algo muy personal, pero puedes ir con Sooyoung o Yeri.– Seulgi sonrió a medias y se despidió con un movimiento de mano de sus compañeras.

–¿Nosotras qué?– Cuestionó Yeri acercándose a la canadiense.

–¿Les parece si paseamos un rato? Odio estar encerrada en mi habitación y no conozco la ciudad.–

–Te enseñaré la ciudad.– Propuso Joy.

–Y luego podemos ir a comer algo.– Siguió Yeri emocionando a la canadiense y a la alta. Podría decirse que esas tres empezaban a llevarse bien.

–¿No te unes a nosotras, Joohyun?– La canadiense cuestionó con amabilidad, en todo el entrenamiento no habló para nada e incluso parecía perdida en sus pensamientos, tal vez salir un momento pueda ayudar, Wendy pensaba que todo eso de debía a la presión que Irene sentía. 

–Lo siento, también tengo cosas que hacer, nos vemos.– Irene sonrió de lado y con una pequeña reverencia se despidió de las adolescentes.

Seulgi imitó a la mayor y ambas se marcharon por caminos diferentes.

–Bien, solo quedamos nosotras.– Yeri sonrió emocionada mirando a las mayores.

Las adolescentes llevaron a su amiga canadiense por los lugares más cercanos y conocidos de la ciudad, compraban comida en cada puesto que encontraban y no dejaban de reír con las ocurrencias de Wendy que siempre tenía algo para animar la conversación.

Así pasaron horas, ya estaba por anochecer y las tres estudiantes caminaban en silencio por el conocido puente sobre el Río Han.

–Es bueno tener un descanso después de tantas emociones.– Joy rompió el silencio.

–Este no es el mejor lugar para celebrar un momento libre, pero si, es bueno relajarse antes que... Ya saben, las cosas empiecen a ponerse fuertes.– Comentó Yeri leyendo las frases escritas por todo el largo de las barandillas del puente.

–Tenemos suerte que no hubieran ataques hoy, con todo este entrenamiento estoy segura que hubiese acabado con todos los Maomaos en un solo segundo.– Bromeó Wendy colocándose en pose de pelea, con los dos brazos al frente y las piernas ligeramente separadas, tal y como Yuri les enseñó.

Yeri y Joy estallaron en risas al ver cómo Wendy peleaba imaginariamente con un Maomao mientras gritaba como si fuese Bruce Lee.

–Gritas como gato.– Exclamó Yeri entre risas.

–Solo es envidia, si un monstruo atraviesa mi camino, le daré una buena paliza.– Aseguró la canadiense retomando una postura normal para seguir la caminata con sus compañeras.

–Hablando en serio, hoy fue un día tranquilo, no hubo ningún ataque.– Joy se detuvo al ver una banca vacía, estaba cansada de tanto caminar así que no dudó en sentarse.

–Tienes razón y ojalá siga así.– Yeri y Wendy tomaron asiento junto a la más alta observando el paisaje.

El silencio nuevamente se apoderó del lugar, las personas y autos pasaban, el viento soplaba con fuerza aquella noche, el clima ideal para iniciar con el plan de Ice Princess.

–¿Sooyoung, hace mucho que conoces a Joohyun y Seulgi?– Cuestionó Wendy cómo siempre, aquella adolescente estaba llena de preguntas.

–Si, de hecho las conozco desde el jardín de infantes.– Sooyoung no solía dar muchos detalles sobre su relación con aquellas dos jóvenes, pero no tenía nada que perder, de todas formas pasarían mucho tiempo juntas. –Pero bueno... ¿vamos por un café?– Cambió de tema casi de inmediato.

–Claro, yo invito.– Ofreció la canadiense y las dos jóvenes sin duda aceptaron.

***

–¿Puede darme un café americano, ustedes qué desean?– Wendy se acercó a la barra del café junto a sus amigas quienes decidían que pedir.

–Un Vanilla Latte.– Respondió Joy.

–Y para mí un Caramel Macchiato.– Yeri sonrió apoyando sus codos sobre la barra.

–Perfecto, entonces tres americanos simples, por favor.– Ordenó la canadiense entregando el dinero a la cajera quien sonreía divertida al ver el rostro de Yeri y Joy.

–No sé si agradecerte o llorar.– Comentó Joy bebiendo su café después de varios minutos de espera.

–Ni mis padres me han desilusionado tanto.– Replicó la menor en tono de broma. –Gracias Wendy unnie.–

–Hey, ¿unnie?– Joy preguntó sorprendida al oír a Yeri, siempre las trataba tan formalmente que eso era un gran avance.

–No me molesta, pueden llamarme unnie.– Wendy siempre tan relajada, era increíble cómo podía tomar las cosas y siempre sonriendo o haciendo expresiones dignas para un meme, al menos eso pensaba Joy.

Las adolescentes pasaron el rato riendo, bebiendo y conociéndose un poco más. Yeri y Joy quedaron sorprendidas por la inteligencia de Wendy y ésta, quedó asombrada por el buen humor que tenían las dos menores, conoció una cara de Joy que no solía mostrar al resto.

–¿Por qué actúas así?– Wendy cuestionó de la nada.

–¿A quien le hablas?– Yeri estaba confundida, incluso dejó de reír.

–A Sooyoung, con nosotras eres muy agradable pero cuando llegué a la escuela incluso noté que eras algo...–

–¿Intensa, agresiva, seria?– Joy terminó la frase de la extranjera asintiendo. –Si querías sobrevivir el ingreso a secundaria y no ser pisoteada en el camino, tenías que tomar el mando de algo, no sé cómo llegué a ser popular, pero creo que la actitud de ellos me influenció.– Explicó la adolescente dejando su taza vacía. –Les contaré todo en su momento, pero ¿no soy tan mala, no?–

–Sooyoung unnie siempre me pareció diferentes, incluso más ahora que logré conocerte más.– Intervino Yeri. –Creo que todos tenemos un muro frente a nosotros para evitar que las personas vean quienes realmente somos y quizás llegue a lastimarnos, creo que Wendy y yo llegamos a romper un poco ese muro.–

–Si, no eres la Sooyoung presumida que todo el mundo ve, creo que eres mejor que eso.– Wendy habló con seriedad mirando fijamente a Joy que quedó muda, nadie le había dicho eso.

El silencio se apoderó de  ellas nuevamente y después de varios segundos, Joy respondió. –Creo que ya debo irme... Gracias por todo, nos vemos en los entrenamientos.–

Se colocó de pie y salió a paso rápido del local, claro que de inmediato Yeri y Wendy empezaron a seguirla por su repentino cambio.

–¿Sooyoung?– Wendy llamó a la más alta pero parecía ignorarla.

–Sooyoung.– Yeri imitó a la canadiense siguiendo sus pasos.

–¿Qué le pasa? Hace un rato hablábamos muy bien.– Se quejó Wendy sin dejar de perseguir a Joy.

–¿Por qué tiene que ser tan alta?– Se quejó Yeri. –Cada pasó que da es dos para nosotras.– 

–No importa, la voy a seguir hasta que se canse.– Exclamó la extranjera caminando a paso rápido detrás de la más alta que a ese paso pensaba haber perdido a sus compañeras.

Sooyoung caminó demasiado, cruzó varias calles y puentes peatonales hasta llegar a un lugar que conocía perfectamente.

Detuvo sus pasos una vez llegó a su destino, un parque pequeño pero muy tranquilo, había juegos para niños por todos lados, toboganes, pasamanos, columpios y demás juegos. La vista era hermosa, la luz de los postes de energía y la luna hacían una muy buena combinación.

La adolescente subió hasta lo más alto de una estructura, era una especie de tobogán con una fortaleza en la parte superior, parecido a una casa en el árbol.

–¡Ah!– Gritó asustada la más alta dando un salto y en cuestión de segundos ya se encontraba en el suelo. –¡¿Qué haces aquí?! Me asustaste.–

–No eres la dueña de este lugar, puedo estar aquí si me da la gana.– Aquella persona era Irene quién estaba dentro de la casita cuando Joy intentó ingresar.

–Como sea, no pensé que estarías aquí.– Murmuró la adolescente colocándose de pie con un gesto de dolor, caer desde aquella altura no era nada lindo.

–Vienes muy seguido aún, por lo que veo.– Irene bajó con cuidado de aquella estructura hasta topar el suelo.

–A mis hermanas les gusta mucho este parque.– Respondió Joy limpiando su ropa llena de arena.

–¿Y dónde están tus hermanas?– Irene fingía no entender lo que pasaba, cosa que molestó a Joy.

–¿En la mañana decías que sería bueno que seamos un grupo y ahora me vienes con esa actitud? Y claro, la mala soy yo.– Replicó Joy.

–¿Crees que voy a borrar todo lo que pasó estos años en tan solo unos días