Flashback 

–¡Si dan un paso más les sacaré los dientes de un solo golpe!– Amenazó una niña de apenas siete. Se encontraba en la parte trasera del comedor de su escuela frente a un grupo de niños que estaban golpeando a una niña de su salón. 

–¿Tú y quien más?– Una niña se cruzó de brazos sonriendo de forma burlona. 

–Nosotras dos.– Una pequeña se sumó también dejando su envase de Pringles en el suelo. 

Los niños se miraron entre ellos y negaron riendo. –¿Saben qué? No tiene sentido, nos vamos.– Una de las niñas miró con desprecio a la pequeña que estaba en el suelo sollozando antes de girarse con su pequeño grupo saliendo del lugar. 

–¿Qué estaba pasando?– La niña de las papitas corrió para recuperar sus alimentos mientras la otra se acercaba a la pequeña que lloraba. 

–¿Ellos te hicieron algo?– La niña preguntó con dulzura como lo solía hacer su mamá cuando lloraba. 

La otra niña negó, se colocó de pie y señaló sus rodillas llenas de sangre y raspones, había caído. 

–Auch... ¿quieres papitas? Te ayudará a... a que dejes de llorar.– La niña de los Pringles le ofreció sus alimentos a la pequeña de mejillas regordetas. –Soy Seulgi, ¿cómo te llamas?– La niña miraba con desconfianza a Seulgi y con cierto temor a la otra niña, su mirada y rostro serio asustaba.

–Soy Sooyoung...– Murmuró la niña bajita tomando una de las papas que Seulgi le ofrecía.

–Joohyun.– Dijo la otra niña con seriedad, era la más alta de las tres.

–¿Tú estás en nuestro salón, no?– Cuestionó Seulgi y de un momento a otro, antes que Sooyoung responda, Joohyun desapareció confundiendo a las niñas.

–Eh... Si.–

–Bien, a partir de ahora no te vas a separar de mi.– Sentenció la niña con una torpe sonrisa en los labios. –¿Dónde se habrá metido Joohyun?–

–Aquí.– La más alta llegó corriendo con algo en la espalda. –Sooyoung, toma asiento.– Ordenó la niña y casi de inmediato, por el temor, la mencionada obedeció corriendo a sentarse en una banca.

–¿Qué es eso?– Preguntó Seulgi sin dejar de comer.

–Tomé prestado el botiquín del salón.– Murmuró la niña dejando una caja blanca sobre el suelo y sacó el alcohol.

–¿Eso va a doler?– Si, Sooyoung tenía miedo y aún más por Joohyun también le causaba temor.

–Solo un poco, pero todo estará bien.– Y por primera vez, Sooyoung logró ver la sonrisa de Joohyun, igual que Seulgi, ambas niñas estaban sorprendidas. –Listo.–

–¿Qué? ¿Ya?– Sooyoung miró sus rodillas y tenía dos pequeñas curitas con dibujos de pollitos y conejitos, no le dolió nada, eso causó la risa burlona de Seulgi.

–¿Qué no había otros mejores?– Se burló la niña de orejas grandes a lo que Joohyun solo respondió sacándole la lengua.

–A mi me gustan.–

–¿Ves? A mí también me gustan.– Joohyun sonrió otra vez causando un efecto de tranquilidad en la menor. –Ahora vamos, no te dejaremos sola, ¿cierto oso?–

Sooyoung casi ríe al oír como Joohyun llamó a Seulgi, no se parecía a un oso.

–Tu sonrisa es muy linda.– Comentó Joohyun y Seulgi asintió de acuerdo con su amiga. 

–Dicen que mi sonrisa da miedo...– Murmuró la Sooyoung con seriedad. 

–Tonterías, es muy linda.– Seulgi estaba dispuesta a convencer a la menor.

–Te llamaremos... Joy, Joy es felicidad y tu sonrisa transmite eso, ¿cierto Seulgi?– Joohyun sonrió esperando una respuesta.

Seulgi asintió con una gran sonrisa en los labios. Y así inició su amistad, cumplieron su promesa de estar juntas, incluso más que eso, ellas se protegían y cuidaban con forme pasaba el tiempo.

Tres años después.

Tres niñas estaban sentadas en una pequeña banca comiendo cada una un sándwich, esperaban que el receso termine para ingresar a su clase.

–Tenemos que reunirnos después, la tarea de matemáticas no se hará sola.– Recordó Joohyun ahora de diez años.

–Podemos quedar en mi casa, mis papás trabajan hasta la noche.– Propuso Joy, aún seguía siendo la más pequeña de sus amigas y un poco llenita a comparación de Joohyun o incluso Seulgi.

–Perfecto porque la última vez el hermano de Seulgi no nos dejó trabajar para nada.– Joohyun se quejó haciendo reír a sus amigas.

–Es un idiota.– Seulgi sonrió pero otras risas más se unieron a ellas.

–Pero miren quién es, Legolas.– Una chica gritó a lo lejos dejando en silencio a Seulgi, solían molestarla debido a sus orejas un poco más grandes.

Joohyun y Sooyoung se colocaron de pie de inmediato y se miraron entre sí para luego fulminar con la mirada a la estudiante.

–Deberías verte al espejo, al menos Legolas es guapo, pero Gollum...– Joohyun miró de arriba hacia abajo a la estudiante con cierto desprecio y Sooyoung hizo un gesto de asco. 

–¿Por qué mejor no buscas a "tu precioso" y nos dejas en paz?– Sooyoung respondió y la estudiante apretó los puños alejándose de las tres niñas. 

–¿Estás bien?– Cuestionó Joohyun al ver a su amiga seria. 

–Si, ellos no me importan, solo que... Sé que no te gusta pelear y aún así lo haces por defendernos, lo lamento.– Seulgi bajó la mirada algo avergonzada. 

–Ya sabes que nuestra diosa de la paz haría todo por ti, incluso pelear.– Joy rodeó los hombros de su amiga con un brazo para darle ánimos, ella era la encargada de llenar de alegría al grupo.

–¿Diosa de la paz?– Seulgi y Joohyun cuestionaron confundidas. 

–¿De dónde sacas todo eso, Joy?– Preguntó Seulgi negando, a veces su amiga salía con cada cosa.

–Estaba leyendo en Internet.– Joy empezó su relato lo más calmada posible.

–¿Tu, leyendo?– Se burló la mayor. 

Joy miró seriamente a Joohyun para luego volver a hablar. –Cómo decía, estaba por Internet y me apareció un articulo sobre la diosa de la paz, se llama Irene.– 

–Irene es mucho más fácil de pronunciar que Joohyun o Diosa de la paz.– Seulgi pensó en voz alta-

–Además Irene es un lindo nombre.– Joy aportó con una gran sonrisa en su rostro. 

–Bien, seré Irene.– Se burló la adolescente, más no esperaba que sus amigas lo tomasen en cuenta y que el resto de la primaria ese fuese su nombre. 

Fin del FlashBack 

–¿NO PUEDEN SER MÁS INCOMPETENTES?– Ice Princes estrelló su mano contra la mesa del comedor con fuerza, estaba más que enojada. 

–Mi plan era identificar a quien tiene su gema, Ice Princes, no pelear.– El rubio enmascarado habló intentando aliviar los ánimos aunque él también estaba enojado por la herida que dejaron las Rangers en él.

–¿Y tú? Se supone que debes ser quien ayude, no huir ante el primer ataque.– La castaña estaba hirviendo en furia. 

–A ver, yo no voy a pelear con niñas que ni siquiera saben lo que hacen.– Reclamó Krystal colocándose de pie. 

–¿Saben? Creo que los subestimé demasiado.– Ice Princess imitó a Krystal saliendo del comedor. –Tendré que buscar otro tipo de ayuda.– 

–¡Espere Ice Princess!– Kris detuvo a la castaña con desesperación. –Por favor, deme una oportunidad más.– Sabía que si le fallaba a la castaña, sufriría el peor de los castigos, Krystal le había comentado sobre eso. 

–Bien, ¿al menos sabes quién posee mi gema?– 

–Si y tengo un plan.– 

–Tienes un mes, sino, yo misma te llevaré al calabozo, ¿entiendes?– Ice Princess era muy despiadada si así lo deseaba, no se podía jugar con ella. 

–¡Lo entiendo perfectamente!– 

***

–Oh, ¡Yeri!– Seulgi llamó a la estudiante a penas cruzo la puerta del comedor junto a una de sus amigas. 

–¿Son tus amigas?– La adolescente que acompañaba a Yeri la veía con sorpresa, era una chica muy poco sociable y tímida en su mayoría que estaba feliz de ver que poseía más amigas. 

–Si, ¿vamos con ellas? Son geniales.– Animó la adolescente y caminaron hasta la mesa donde se encontraban Irene, Seulgi y Wendy almorzando. –Hola.– 

–Yeri, amiga de Yeri, tomen asiento.– Ofreció Wendy alejando su mochila de una silla para que las adolescentes se acomoden. 

–Oh, ella es Saeron.– Presentó la menor y la mencionada hizo una pequeña reverencia, se sentía algo intimidada por estar rodeada de estudiantes mayores que ella, pero al ver la comodidad de Yeri, intentó relajarse. 

–Mucho gusto, ella es Joohyun y la chica rara que no deja de comer es Seulgi.– La canadiense presentó a sus compañeras haciendo reír a Yeri y Saeron. –Y yo soy la genial Wendy.–

Seulgi rodó los ojos con una sonrisa divertida. 

–¿Sooyoung unnie no vendrá?– Cuestionó la menor del grupo sacando sus alimentos de su mochila. 

–Ella está con sus amigos.– Explicó Seulgi llevándose una papita a la boca. 

–¿Cómo no subes de peso si solo comes pura chatarra?– Se quejó Irene quitándote la papa de la boca con molestia. 

–No son sus amigos, unnie.– Intervino la menor compartiendo sus alimentos con Saeron como era de costumbre. 

La mayor estaba por hablar pero un grupo de personas cerca de ella llamó su atención y de todos los estudiantes. Las adolescentes voltearon para ver que pasaba, lo único que vieron fue la cara de Jennie estrellar contra su plato de espaguetis y la mano de Joy impidiendo que ésta pueda alejarse de los alimentos siquiera para respirar. 

El rostro de la más alta estaba completamente rojo, se encontraba claramente enojada. Sus compañeros, Jisoo, Sungjae, Daniel y Zelo; quien casualmente era el único amigo verdadero de Joy en ese grupo, intentaban alejar a la adolescente cómo podía, pero extrañamente nadie hacía nada. 

–Oigan, ¿nadie irá a ayudar?– Se quejó Wendy colocándose de pie, pero las demás negaron. 

–Esa es la verdadera Sooyoung.– Murmuró Joohyun volviendo a sus alimentos apretando la mandíbula. 

–Esa no es Sooyoung.– Reclamó Yeri. 

–¿Estás segura?– Seulgi a pesar de querer mucho a Sooyoung, no podía dejar de reproducir recuerdos en su mente, así solía ser Sooyoung. 

FlashBack

–Las vacaciones de verano empezaron, ¿qué piensan hacer en su tiempo libre?– Cuestionó Seulgi  caminando junto a Irene y Joy a sus hogares después del ultimo día de escuela.

–Viajaré con mi familia a Daegu para ver a mis abuelos.– Explicó Irene con calma bebiendo de su yogur con calma al igual que sus amigas, solían hacer eso todos los días.

–Mamá me inscribió a un campamento de verano, así que...– Joy rodó los ojos mirando a sus amigas, le costaba mucho socializar aún, además que por su estatura y peso recibía burlas constantes temía mucho estar lejos de Irene o Seulgi. 

–Suerte con eso Joy, yo estaré en la academia de baile, ya saben.– Seulgi sonrió contagiando a sus amigas. 

–Apuesto que serás la mejor bailarina del mundo.– Aseguró la mayor mostrando su dedo pulgar en forma de aprobación. 

–Debes serlo, quiero presumir que mi mejor amiga es una famosa bailarina.– Amenazó la menor causando la risa de sus amigas. 

–Tal vez este sea el ultimo día que nos veamos, así que las quiero ver aquí una hora antes de entrar a nuestro primer año de secundaria, ¿de acuerdo?– Seulgi dejó de caminar pues estaban frente a su casa, siempre era la primera en estar en casa, de otra forma su hermano iba de casa en casa buscándola para llevarla de las orejas a su casa. 

–¡Así será!– Las dos adolescentes respondieron con una sonrisa en la cara, una más expresiva que la otra, pero sonriendo al final. 

–¿Piensas entrar o saco tu cama a la calle?– 

–¡Ya voy idiota!– Seulgi gritó al identificar a su hermano, se despidió de sus amigas con un abrazo y se alejó corriendo. –Nos vemos.– 

–Adiós oso tonto.– Irene gritó haciendo reír a Joy para luego volver a caminar en silencio. 

–Unnie.– Joy llamó la atención de su amiga unas cuadras adelante de la casa de Seulgi. 

–¿Si?– 

–Tengo algo para ti.– Joy detuvo sus pasos y colocó su mochila en su pecho para rebuscar entre sus cuadernos una pequeña caja. 

–¿Qué es eso?– 

–Ábrelo.– Sugirió la menor con una gran sonrisa en los labios antes de entregarle la caja a su amiga. 

La mayor obedeció y al abrir la caja lo primero que observó fue un par de brazaletes rosa y verde, casualmente de sus colores favoritos. –Wow, Joy... gracias.– 

La menor sonreía avergonzada, siempre que estaba junto a Irene actuaba torpe y eso era una gran molestia para Joy, no le gustaba eso, quería ser segura frente a su unnie. –Bueno, como no nos veremos en un buen tiempo pensé... que tal vez esto nos mantendría unidas.– 

–¿Y Seulgi?– Era inevitable pensar en su mejor amiga. 

–Unnie siempre pierde las cosas que le doy, me rendí con ella.– Se excusó la menor, había olvidado por completo comprar una para Seulgi. Luego le daría algo. 

Irene no respondió y abrazó a Joy sin previo aviso, sin embargo la menor correspondió al abrazo. –También tengo algo para ti, pero te lo diré cuando regresemos.– 

–Siempre tan misteriosa.– 

–No sería Bae Joohyun sin mis misterios.– 

–Pero yo sé muchas cosas tuyas unnie, no hay muchos secretos entre nosotras.– Razonó la menor causando una sonrisa tierna en la mayor. 

–Es porque para ti, yo soy Irene.– Explicó volviendo a caminar. 

–¿Y eso que tiene que ver?– Joy siguió rápido a su amiga. 

–Que Irene no tiene secretos y es sincera.– 

–Entonces... ¿qué diferencia hay entre Sooyoung y Joy?– Cuestionó la adolescente con curiosidad. 

–Sooyoung es una niña frágil pero fuerte, que también tiene muchos secretos y con temor, Joy, en cambio, es una persona sonriente, que siempre ve el lado positivo, que ayuda a las personas, que es graciosa y le gusta molestar a sus mayores.– Explicó Irene estirando su mano ha