Pil Gyo ajusto su gorra y se apresuro al bus, con un poco de suerte llegaría a San Francisco para el día siguiente.
Se sentó al medio y abrazo su mochila, su corazón se sentía pesado y un miedo familiar lo recorría.
Vivir en Corea del norte era soportable en el mejor de los casos, hasta que ya no lo era.
Sus papás habían echo todo para protegerlo de las atrocidades que hacian en su país, todo iba relativamente bien hasta un invitado de su "Líder" apareció.
Era curioso comí Pil Gyo recordada el tono oscuro y suave de su piel, la voz ronca y fuerte, la sonrisa de dientes blancos pero no podía recordar su nombre, como protocolo de bienvenida los de ultimo año en preparatoria tenían que hacer una actuación, Pil Gyo estaba ahí con ellos se quedo cautivado y aunque no hizo nada mas que mirar para el final del día, ofi iales visitaron su casa, sus papás lo abrazaron a pesar de estar temblando le dijeron que si se sentía atraído a los hombres no era malo, sólo diferente esa noche lo despertaron le pusieron ropa abrigadora y le llenaron los bolsillos con cachivaches.
En completo silencio fueron a la frontera, su pequeño coche de tres ruedas era muy silnecioao y muy lento.
-Hijo, tienes que ser valiente- le dijo su mamá, poniendo en su cuello su collar- tienes que vivir y pensar siempre en tu bienestar.
Pil Gyo no era tonto sabia lo que estaba pasando y estaba dispuesto a todo.
No pasaron, cuando Pil Gyo vislumbro una carretera después de correr mucho rato, lo oyó, el sonido de diaparon el grito de su papá el llanto de su mamá y los gritos desesperados pidiéndole que corra y no se detuviera, llego a un pueblo, un anciando lo acorralo ni bien llego, le dio agua, comida le pidió todos los cachivaches y le pregunto su nombre.
-Soy Hyesung- le había dicho el muchacho
-no, ya no, eres Jung Pil Gyo- le dijo el anciano- eres un muchacho campechano que irá a Seúl para convertirse en idol pero no lo logrará se quedara ahí trabajando de lo que se pueda.
Jung Pil Gyo, su nueva identidad le pareció un poco tonta pero al pasar la primera frontera le pareció una bendición.
Llego a seúl 2 días después, su historia de chico campechano queriendo ser idol, fue creíble le indicaron las oficinas de diferentes agencias, una persona le dijo de un lugar donde podía rentar mientras hacia audiciones, no fue a esas  empresas, fue al jardín botánico mas grande de la ciudad y planto el collar de su mamá, con ese gesto se despidió de sus padres.
 Busco trabajo de camarero y repartidor de volantes, encontró un pequeño lugar para vivir y cuando sintió que todo iba bien, lo obligaron a entrar en una camioneta y después termino ahí.
 Pil Gyo durmió la mitad del camino la otra mitad ignoró su estomago gruñendo, llegó a san Francisco por la tarde, después de medio día, como desertor, Pil Gyo sabia que hacer buscó el lugar donde los indocumentados iban busco un edificio semi- decente y vio su fajo de billetes
 -Rentamos por noche una mujer le dijo con mala cara al verlo entrar.
 -bien-
 Pil Gyo le entregó un par de billetes y la señora le dio la llave de una habitación, sentado en la cama con el estómago gruñendo esperó.
Efectivamente minutos después entro una mujer de ascendencia latina.
-ey nuevo?- le preguntó sonriendo.
-si, no tengo papeles- dijo Pil Gyo
-uy! Que directo- sonriendo la chica entro, su manera de hablar no era mejor que el de Pil Gyo pero se entendía 
-tienes donde anotar?- le preguntó
-si- con una dirección en un papel la mujer salió.
-vivo en el cuarto al final del pasillo, EA un buen lugar- dijo y se fue.
Tiempo después Pil Gyo salio rumbo a esa dirección, es lo que le había enseñado el anciano en esos dos días.
'Lo primero que debe preocuparte es un lugar donde esconderte lo segundo los papeles siempre habrá alguien que se encargue de eso, siempreverde hay un lugar donde no se aprovechan de niños como tú, buscalos y lo demás caerá por su cuenta"
Pil Gyo entró a otro edificio.

A/N: gracias por leer. Responderé todas las preguntas.