Toma 2

Entre Líneas

La escena escaló rápidamente. Los muslos de Seulgi ardían y dentro de ella algo se incendiaba. Era el humo de aquella llamarada el que le salía por las orejas y le nublaba la vista. Esa noche Wendy presenciaría un lado de Seulgi que había olvidado existía. El pasivo y apático oso se transformaría en un feroz oso pardo, un animal feroz digno de ser llamado el rey de los bosques.

La locutora aún confundida, tumbada en el pavimento y con el cuerpo a medio enderezar, intentaba procesar lo que había ocurrido hace segundos. Con los ojos bien abiertos y con las manos sobre el suelo, dió unos cuantos pestañazos sin poder prevenir lo que estaba a punto de suceder. Por su perfil izquierdo notó una sombra de tamaño similar al de su amiga que pasó rápidamente junto a ella, fue tan veloz que aquella imagen le pareció un borrón. Una brisa sopló en su mejilla.

Con aquel cuerpo esbelto y de frágil apariencia, Seulgi fue capaz de derribar al fornido joven que, no contento con mandar al suelo a las dos mujeres, se preparaba para dar media vuelta y lanzar un puño a la mujer que se encontraba detrás de él jaloneándole de la camisa. Salió disparada como una bala de cañón y se aventó sobre él con todo el peso de su cuerpo. Gracias a la mala postura en la que el impacto lo encontró y al estado de ebriedad en el que se encontraba, la joven actriz fue capaz de ponerlo en el suelo. Los gritos de los presentes anunciaron su caída como el grito de los leñadores al ver venir abajo el árbol que acaban de talar. Los dos robles cayeron el uno al lado del otro con un golpe seco que se acompañó de un gruñido unísono.

Tan pronto como Seulgi tocó suelo, dejó de escuchar sonido alguno y sintió un punzante dolor que se clavaba en su costado derecho. Sabía que debía levantarse, pero su cuerpo no le respondía, le parecía que su cabeza se había adherido al pavimento. El terco chico, por el contrario, se había enderezado como los costales de piso que, al ser golpeados, regresan a su postura original. Se plantó a un lado de la actriz que se encontraba en una lucha interna para levantarse del suelo y no quedar en desventaja en la pelea. La miraba con odio y con los puños bien cerrados, estaba listo para lanzarle una patada en el costillar, que si bien atinada, la hubiese dejado con al menos una costilla rota. Pero por suerte para Seulgi, seguridad apareció en el momento justo, en el momento en el que su pierna se encontraba en el aire tomando impulso para clavársela en el costado. Lo tomaron bruscamente por la espalda y lo separaron de las chicas. Ahora era una lucha entre el cuerpo de seguridad y los amigos que lo acompañaban e intentaban separarlos, pues el atacante se había convertido en una masa llena de rabia que buscaba exudarla a través de golpes y patadas. La joven actriz intentó incorporarse una vez más, pero al apoyar su peso en uno de sus brazos, este se le dobló instantáneamente fallando como soporte, cayó nuevamente al pavimento golpeando su cabeza y esta vez, dándose por vencida, se dejó desvanecer.

///////////////////////////////////////////////////////////

Para cuando recobró el sentido, sintió una respiración caliente y agitada rebotar en su frente, dedujo que era de la persona que la cargaba en sus brazos. Le pareció abrir los ojos, pero no vio más que negrura, pensando en Wendy quiso preguntar por ella, pero no encontró las fuerzas para mover la boca; su garganta estaba atascada. Se rindió al sentirse extrañamente segura en aquel vaivén tremuloso de los brazos que le llevaban y confió ciegamente en la extraña sensación de seguridad que la envolvía. Nuevamente, Seulgi cayó en un profundo sueño.

- ¡¿Por qué estamos huyendo como delincuentes?! ¡Hay que presentar cargos contra esos imbéciles!

- ¡No! No hagamos un escándalo de esto.

- ¡Al menos hay que darle asistencia médica! ¡¿Que nadie piensa con la cabeza?!

Las tres mujeres caminaban a prisa entre calles angostas, escondiéndose de la multitud, como si entre ellas llevaran lo que se trataba de un cadáver. Los jeans rasgados, el cabello desalineado, el cuerpo frío y sudoroso. Las tres agitadas, las tres cansadas, las tres con adrenalina corriéndole por las venas. Caminaban a prisa como si de una caminata matutina se tratara, como si el cuerpo no les incomodara, como si no tuvieran los miembros mallugados. En breve salieron a una calle principal y vacía, iluminada solo por el alumbrado público y por una milagrosa luz roja que se acercaba hacia ellas. Pronto estarían en su lugar destino.

////////////////////////////////////////////////////////////

La tercera vez que Seulgi recobró el sentido desistió de abrir los ojos, estaba agotada. Movió la boca para preguntar nuevamente por su amiga, pero de sus entrañas salió solo un gruñido ronco. Y este, como miel a las abejas, atrajo a las mujeres quienes ahora se encontraban reunidas a su alrededor.

- ¿Cómo te llamas? – una voz rompió el expectante silencio.

Seulgi reconoció de inmediato la voz del entrevistador, esbozó una ligera sonrisa dificultosamente pues solo una persona podría preguntarle semejante cosa en momentos como ese. Sin energías, decidió ir con la corriente.

- Kang Seulgi – la voz de la joven actriz salió apenas audible y ronca.

- ¿Cuántos años tienes?

- Veinticuatro – aclaró un poco su garganta.

- ¿Cómo se llaman tus padres?

Seulgi intentó contestar, pero una tercera voz la interrumpió.

- ¡Ya! ¿¡Qué carajos estás preguntando?!

De nueva cuenta, Seulgi fue capaz de reconocer la voz de la persona que exasperadamente le gritaba a Wendy. Por la presencia de aquella voz, dedujo que de mucho se había perdido estando inconsciente. La cabeza le palpitaba y la luz de la pieza no ayudaba de nada, pues se encontraba recostada justo debajo de una lámpara. Podía sentir como la luz le traspasaba los párpados.

- ¡Se golpeó la cabeza muy fuerte! Son preguntas básicas para saber si no perdió la memoria, estuvo inconsciente mucho tiempo.

Seulgi sonrió apenas notoriamente, no se podía creer que sus dos mundos hubieran chocado ni tampoco se podía creer el racionamiento de Wendy. La curiosidad por saber lo que había ocurrido durante su ausencia crecía a cada palabra que pronunciaban.

- Lo que me preocupa es que no abra los ojos.

Tal vez aún estaba inconsciente y todo era una ilusión, una fabricación de su mente. Posiblemente estaba en una cama de hospital atada a cables, en un coma indefinido. O tal vez había desistido, e incluso con un cuerpo vacío en un el mundo terrenal, su mente no se había olvidado de su mejor amiga ni de las personas que trabajan con ella, que le acompañaban en la realización de su sueño. Se dice que cuando una persona muere en un aparatoso accidente, su alma queda estancada en aquel momento y lugar y le es imposible avanzar. Le apenaba la idea de haber muerto fuera de un bar, pero seguramente eso había pasado. Tenía sentido. Era más lógico encontrarse en el limbo a que Bae Joohyun se encontrara con ella en ese momento, con Wendy, con Sooyoung, en lo que dedujo por el olor, el departamento de su vecina. La fantasía era confusa pero vívida.

- Seulgi, ¿puedes abrir los ojos?

Nuevamente, la aterciopelada y suave voz la llamaba. ¿Sería una ilusión o la mera realidad? Seulgi apretó los ojos y reunió todas sus fuerzas para llevarse las manos hacia ellos y frotarlos, estaba lista para la verdad. Una fuerte punzada achacó su brazo derecho y gimió ante la dolorosa sensación. Por si alguien se lo preguntaba, las almas también sienten dolor. Abrió sus ojos poco a poco y otro gemido se le escapó debido a la despampanante iluminación que se le clavaba como alfileres en el globo ocular. Estaba molida. Estaba a punto de trascender. Estaba en el túnel que conecta y separa dos mundos.

Escuchó un revoltijo de cosas y de repente, la luz que la torturaba desapareció, alguna divinidad se había tomado la molestia de hacer calmar su dolor y había ajustado la luz del departamento a una más tenue y cálida, supuso nuevamente que esta divinidad era Wendy.

Tras esta acción fue capaz de abrir los ojos por completo, visualizó el blanco techo por un momento y giró su cabeza con las ganas de encontrarse con una cara que la reconfortara. A su lado estaba Wendy en cuclillas con su rostro casi pegado al suyo, la miraba con detenida atención y después de un breve momento, la locutora le sonrió cálidamente. Colocó una mano sobre la frente de su amiga apartando unas tiras de cabello, la acarició tiernamente. Confirmó que aún existía en este mundo y la presencia de Joohyun era entonces sólo una fantasía, un sentimiento con mezcla de alivio y decepción se clavó en ella.

- Wendy, ¿no te pasó nada?

Los ojos de Seulgi se habían ajustado por fin a la luz ambiental y su voz sonaba menos adormilada, sin embargo, le era imposible ignorar los músculos adoloridos.

- Estoy bien, Seulgi. ¿Te duele la cabeza? Te voy a traer hielo y un poco de agua.

Wendy se incorporó y desapareció a paso apresurado antes de que Seulgi pudiera pronunciar palabra. Su espacio a un lado de Seulgi se vió ocupado rápidamente por otro familiar rostro.

- ¿Qué te duele, Seulgi?

Unos ojos grandes y de color avellana la miraban atentamente, en ellos una diminuta luz de alivio brillaba. Y, a pesar de preguntar con una voz calmada, las cejas fruncidas que demostraban preocupación arruinaban la armonía de aquel pulcro rostro.

Entonces era cierto, Bae Joohyun y Sooyoung estaban con ella en el departamento de Wendy, pero ¿cómo? Fue en ese momento, en el que el perezoso cerebro de la joven actriz decidió ponerse en marcha y la bombardeó con pregunta tras pregunta, pidiendo a gritos llenar las lagunas mentales que se habían creado en el transcurso de la noche. Seulgi miraba con la misma atención a Joohyun, y el quiebre mental de la joven actriz no pasó por desapercibido por la veterana.

- Después te explicaremos qué sucedió, pero primero dinos en dónde te duele.

- Sólo me duele la cabeza, y creo que un poco el hombro.

- ¿Te puedes enderezar?

Seulgi intentó incorporarse y de la misma forma que antes, al apoyar su brazo derecho en el sofá para impulsarse, este flaqueó debido al intenso dolor y volvió a desplomarse. La machacada actriz evitó quejarse para no alarmar a los presentes, pero una mueca que dejó asomar sus puntiagudos caninos se formó en su rostro.

- Extiende tu brazo y dime en donde te duele.

Seulgi hizo lo que se le pidió, a cada comando de Joohyun ella le obedecía como un disciplinado soldado. La actriz tomó la palma de la menor entre sus manos. El repentino, suave y cálido contacto hizo que Seulgi brincara en el sofá inconscientemente e intentó alejar su mano como la de un animal herido, pero el fuerte agarre de Joohyun impidió que lo hiciera.

- No te voy a lastimar – la suave voz hizo contraste con el apretón.

Seulgi respiró hondo y asintió con la cabeza, la tensión era latente.

Joohyun comenzó a hacer presión con sus dos pulgares en el centro de la palma de la mano de Seulgi, lo hacía en movimientos lentos y circulares. Ascendió hacia la muñeca y movió la mano de la menor hacia arriba y abajo, Seulgi no se quejó de dolor alguno pero su incomodidad era notoria. Sus pulgares avanzaron en línea recta con la misma técnica por el antebrazo, y fue cuando llegó a la altura del codo que Joohyun clavó sus ojos en el rostro de Seulgi. De mismo modo que con la muñeca, la actriz flexionó el brazo de arriba hacia abajo y notó la misma mueca que la menor había mostrado anteriormente. Una vez que sus manos se colocaron en el brazo, acarició su bíceps, como si la prepara para lo que estaba a punto de venir .

Presionó los dedos con fuerza y le estiró el brazo para alcanzar a masajear la parte interior de este. De Seulgi salió un gruñido, esa noche era un verdadero oso, y e pesar de la reacción, Joohyun no se detuvo. Se acercó más hacia ella y la menor instintivamente se echó para atrás, pero la actriz la sostuvo en un semi abrazo y se enderezó para alcanzar su hombro y espalda alta. El pecho de la veterana actriz estaba a la altura de la cara de su paciente y su voluminoso y ondeado cabello caía como cascada sobre su cabeza. La menor no pudo evitar cerrar los ojos, la fragancia que despedía la mayor la tenía relajada y no sólo eso, su aura era maternal y acogedora, el calor que su cuerpo irradiaba despertaba el deseo de ser arrullada y acurrucada. Peleó contra la urgencia de recargar su cabeza en el atrayente pecho de Joohyun.

La mayor comenzó a masajearla y los quejidos de Seulgi no cesaron, incluso cuando era evidente que la menor trataba de suprimir unos cuantos, algunos otros inevitablemente escaparon.

Una vez satisfecha con su trabajo e indagación en el cuerpo de la coestrella, Joohyun se separó de ella.

- Tu hombro tuvo una sobrecarga cuando caíste al piso, pero no es anda grave. Lo que me preocupa es tu cabeza.

Joohyun la tomó por la barbilla y el ligero roce de la punta de sus dedos tuvo el poder de mover su cabeza para alinearla con la suya. Sus ojos hicieron contacto, Seulgi intentó desviar la mirada pero no había hacia donde más mirar, sólo era Joohyun frente a ella y un rincón de su corazón se alegró de que así fuera.

Cuando se sintió satisfecha con la posición de Seulgi, llevó sus manos a las sienes y las masajeó por unos segundos, tiempo que fue suficiente para calmar el pálpito en la cabeza de la joven actriz, Seulgi cerró los ojos pues pensó que era mejor recibir el trato de la mayor de esta manera, su cuerpo se relajó un poco más.

Nuevamente la distancia entre las dos llegó a parecer inexistente, sus alientos chocaban y un golpe de calor rebotó en el rostro de la adolorida actriz. Las manos de Joohyun pasaron a la nuca de la menor. A Seulgi le fue imposible alarmarse tras este cambio pues su cuerpo estaba atento únicamente al tacto y sutiles caricias de la mayor, quien al parecer sabía en qué zonas ejercer presión o masajear,; sus manos servían mejor que cualquier aparato masajeador y el cuerpo de Seulgi recibía con placer aquella medicina que le aliviaba el dolor.

Pero como nada dura para siempre, aquel momento de alivio desapareció. Dejó de sentir el aliento de Joohyun contra el suyo y sintió en cambio un aire frío que le sopló en el rostro, las manos de la mayor habían dejado de tocarla. Deseó que lo que sea que Joohyun había hecho durara un poco más , por su sanidad, pero no le quedó más que abrir los ojos con decepción.

Para su sorpresa, a pesar de que la mayor se había alejado de ella se encontraba aún a una distancia que se podía considerar invasiva. Así que, como era de esperarse, a Seulgi se le atoró un pequeño grito en la garganta, y la impresión la mandó al respaldo del mueble en el que se encontraba.

- Wow… eso estuvo intenso.

Sooyoung, quien las miraba a la distancia desde el momento en que la sesión de masajes comenzó, rompió la burbeja. Joohyun volteó a mirarla con láseres en los ojos.

- No queremos que Seulgi se desmaye otra vez, ¿verdad? Dale espacio que le falta el aire.

- ¿Por qué no hablas cuando estés sobria? – replicó Joohyun con molestia mientras soltaba un resoplido y se apartaba de Seulgi.

- Pues ojalá estuviera ebria y todo me lo hubiera imaginado.

¿Se refería a la noche o a lo que acababa de presenciar?

- ¡Wendy! – grito Sooyoung con naturalidad - ¿Tienes algún analgésico para Seulgi?

Wendy regresó a la sala con una pequeña bolsa de hielos, una toalla de manos al hombro y un vaso de agua en la otra mano, parecía una mesera atareada en la hora pico de un restaurante. Pasó de largo entre las dos compañeras de trabajo de Seulgi y se arrodilló una vez más frente a ella para señalarle que se recostara, pero su vecina se rehusó. Le entregó entonces la bolsita de hielos y la actriz la presionó firmemente recibiendo con gusto la frialdad en su cabeza que ardía. Wendy sostuvo entre sus dos manos el vaso de agua, esperando a que su vecina pidiera por él.

- Puedes ir a mi baño, están en el botiquín - ordenó Wendy sin mirar a Sooyoung, quien se dirigió hacia el pasillo del departamento, el cual parecía que lo conocía como la palma de su mano.

Seulgi no pudo evitar analizar la interacción entre ambas mujeres, se trataban como si se conocieran de años, con confianza y sencillez, sin formalidad, con familiaridad. En serio, ¿cuánto tiempo había estado inconsciente? Las palabras salieron sin filtro de su cerebro a la boca.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que llegamos aquí? – preguntó.

- Tendrá al menos una media hora – contestó Wendy.

- Vaya…

Hizo una pausa y suspiró, sintió que la entrada de aire le oxigenó el cerebro pues le hizo recordar las últimas escenas en las afueras del bar con Wendy en el piso y ella corriendo hacia el hombre que atentaba herir a una de las jóvenes que eran atacadas. Quiso preguntar cómo fue que las cuatro terminaron juntas, pero prefirió callar y no romper postura con respecto a la bolsa de hielo en su cabeza. El golpetear de los tacones de Sooyoung se hicieron presentes, se acercó a Seulgi y le entregó la pastilla en la mano.

- Actriz de día y doctora de noche, de esas ya casi no quedan, ¿eh?

Sooyoung le guiñó el ojo a Seulgi mientras le dejaba la pastilla en la palma de la mano. Por un segundo, la mirada de Seulgi se movió por la sala y descansó en los ojos de la veterana actriz, los cuales tímidamente, la esquivaron y huyeron con pánico. Wendy cambió el tema en un intento de salvar a las víctimas de los comentarios de la escritora.

- ¿Cómo se te ocurrió aventarte al tipo, Seulgi? ¿No pensaste que algo peor te pudo haber pasado?

Wendy le entregó el vaso de agua a su amiga, sus palabras bien articuladas fingían una calma que su voz temblorosa desmentía. El oso herido de batalla sintió que le debía una explicación a Wendy por haberla preocupado, así que respondió antes de tomarse el analgésico que mucha falta le hacía.

- Corrí para ayudarte, Wendy, pero cuando me acerqué vi que el tipo se estaba jaloneando con una chica y estaba a punto de golpearla…

Las tres mujeres se miraron entre sí, al parecer Seulgi no tenía claro lo que había sucedido ni conocía a los involucrados en la infortuna noche.

- Es que Kang Seulgi aquí presente es una tonta con buen corazón. Honestamente yo hubiera ido directo a mi amiga sin importarme nadie más – dijo Sooyoung con una sonrisa.

Joohyun se hundía en sus hombros en una esquina de la habitación como si un peso se hubiera posado sobre ellos.

- ¡Sí, eso es lo que es! – replicó Wendy con la intención de continuar su regaño, pero se le escapó una tierna sonrisa.

Hubo un silencio que envolvió a las presentes y Seulgi aprovechó para engullir el medicamento y dar un par de sorbos al vaso, su garganta aún estaba seca y su mente aún disparaba preguntas no conforme con la poca información ofrecida.

- ¿Y entonces ustedes nos… mmm… ayudaron? – preguntó Seulgi con una voz tímida pero necesitada de saber.

- Sí y no. Fue algo mutuo.

Sooyoung tomó asiento en uno de los muebles contiguos al de Seulgi, Wendy dejó el lado de su amiga e imitó a la escritora. Joohyun, por el contrario, permaneció de pie en la misma esquina. Entre las cuatro mujeres formaban un perfecto rombo. Seulgi esperó pacientemente que Sooyoung retomara su explicación.

- La pequeñita de tu amiga no podía contigo y Joohyun… – lazó una mirada a la excluida actriz, cuya cara no desplayaba emoción alguna – …bueno, tampoco. Entonces me dí a la tarea de cargarte hasta aquí.

- Voy a ignorar lo primero que dijiste, pero porqué lo haces sonar como si la hubieras cargado todo el camino.

Sooyoung sonrió de lado y se acomodó un mechón detrás de la oreja, barrió con la mirada a Wendy antes de dirigirle la palabra a Seulgi.

- Porque eso fue lo que hice. Bueno, Seulgi, te cargué hasta que tomamos un taxi. Te cargué también para traerte hasta aquí, al cuarto piso… con las rodillas sangrando.

Sooyoung hizo énfasis en sus últimas palabras al hacer un pequeño golpeteo en sus piernas, sus jeans estaban distintivamente manchados de una sombra más oscura al color original de la tela en esa zona y Seulgi no pudo evitar alarmarse, su instinto hizo que quisiera levantarse del mueble, pero todo le dio vueltas. Wendy se levantó como un resorte de su lugar y apenas le alcanzó el brazo para evitar que se desplomara por la incontable vez esa noche. Otra lluvia de láseres cayó sobre Sooyoung. Si Seulgi no hubiera necesitado de su ayuda, lo más seguro era que se hubiera lanzado sobre la escritora.

- Tenemos elevador – Wendy miró a Sooyoung con intensidad, su voz aún calmada, aunque quisiera asesinarla por haber alterado a la ya acongojada actriz.

- ¡Pero aún así! ¡¿Por qué quieres desacreditar mi acto heroico?! – Sooyoung alzó la voz encarando a la locutora y una media sonrisa se le dibujó en el rostro, como si disfrutara molestarla.

- ¡Porque exageras la historia! – Wendy regresó la vista a medio grito para dirigirle la palabra ahora a Seulgi.

- Seul, caíste como piedra al piso. Se hizo un alboroto entre seguridad y los idiotas y decidimos abandonar el lugar, tú sabes, por su… ¿estatus?

- Si, porque son élite y no podemos darnos el lujo de ser la noticia principal por una pelea en un bar. Pero no fue por votación unánime – Sooyoung dirigió la mirada a Joohyun, le pareció que la actriz se había encorvado y hundido aún más en sus hombros.

Las miradas que Sooyoung lanzaba a Joohyun eran una invitación para que participara en la plática, pues le parecía que la mayor tenía mucho por decir, que era su tuerno de explicar lo que había pasado. Dedujo entonces que algo andaba mal ya que nunca decidió unirse a ellas, al contrario, la sombra de aquella esquina la devoraba y sentía que si no la sacaba de ella, pronto se la tragaría y se quedarían sin la actriz estelar del programa.

- Pero bueno, como sea... – se levantó de su asiento – …ya que se explicó lo que sucedió y nos aseguramos de que todas estamos bien, nos vamos. Gracias por proteger unos de los rostros más bellos de Seúl. – Sooyoung le guiñó a una Seulgi atónita. Todo tenía sentido ahora.

Wendy tuvo que correr para alcanzar a Sooyoung, quien empujaba el cuerpo mecánico de Joohyun hacia la puerta. La abrupta despedida de la escritora había dejado a todas congeladas. Abrió la puerta y con una palmada en la espalda le indicó a la actriz que saliera, Sooyoung la seguía detrás y sin girarse para cerrar la puerta, tomó la perilla y la empujó hacia ella, pero una mano la detuvo antes de poder abandonar por completo el departamento.

- Gracias – dijo una cambiada Wendy. Su suave voz y su genuina sonrisa hicieron que Sooyoung se sincerara.

- Lo que sea por nuestra Kang Seulgi – respondió queriendo hundirse en los ojos de Wendy – Ya le agradeceré como se debe cuando pueda, ¿verdad?

La pregunta iba dirigida hacia Joohyun, quien miró a Wendy con la cabeza baja, como si hubiese recibido un fuerte regaño de su madre.

- Lo haremos – respondió Joohyun – Buenas noches, Wendy. – y se encaminó hacia las puertas del elevador.

- Buenas noches – respondió Wendy a punto de cerrar la puerta, pero ahora la mano de Sooyoung fue la que la detuvo.

Wendy la miró con duda y anticipación en sus ojos, Sooyoung la miró con determinación. La locutora temió entonces ser atacada por un comentario por los que la escritora era bien conocida. No solo los había escuchado a través de las anécdotas de Seulgi, ahora también los había vivido en carne propia. Tragó en seco y con bravura no se retiró del marco de la puerta, solo esperó a que Sooyoung disparara.

- Ahora que nos conocimos, espero que cuando nos volvamos  a ver, tener las rodillas adoloridas y el trasero mallugado sea por diferentes motivos – sonrió ampliamente y sin más, aprovechó el pasmo de Wendy para cerrar la puerta de golpe.

Wendy se quedó vacía y sin palabras, lo que dijo Sooyoung la había agarrado con la guardia baja, ni siquiera le había dado tiempo de portar el chaleco antibalas.  Lo único que pudo hacer fue mirar con los ojos desorbitados cómo se cerraba la puerta. Se dio la vuelta plantada en el mismo lugar, Seulgi y ella se miraron con un remolino de pensamientos circulando en ambas cabezas.

- ¿Qué acaba de pasar? – preguntó Seulgi con la boca entreabierta, un distintivo rasgo que representaba su modo de analizar las cosas cuando los sistemas se le habían sobrecalentado.

Seulgi pensando en las acciones de Joohyun y Wendy en las palabras de Sooyoung, ambas con una contusión severa. La locutora creyó poder salirse por la tangente, pero cuando decidió hablar sus palabras salieron como metralleta y las orejitas de Seulgi se movieron para ajustarse a la velocidad y no perderse de ninguna de ellas.

- No puedo creer que trabajes con esas dos, ¿son de verdad amigas? Son polos opuestos, una es muy reservada y la otra es…

Se ruborizó ligeramente antes de hacer una pausa que no tenía planeada, pues un pensamiento intruso se había colado por su mente; la última línea de Sooyoung antes de irse del departamento. Continuó con prisa para que su amiga no notara su quiebre.

- … es todo lo contrario, pero es agradable… ¡agradable por lo que hizo por ti, claro!

Wendy alzó la voz de repente queriendo corregir la forma en la que se había expresado de la escritora, si eso no funcionaba, sus gritos harían que su amiga se asustara y olvidara lo que había salido de su boca. Fue lo segundo, o al menos eso pareció, pues la poderosa voz de Wendy hizo que Seulgi saltara en el mueble.

- Es muy amable, por lo que hizo por ti – recuperó la compostura y finalizó el discurso.

- Si, me siento en deuda con ella. Trabajamos juntas pero no nos conocemos mucho y para serte honesta, me tiene sorpendida lo que hizo, sorprendida de una buena manera - Seulgi lanzó su tierna sonrisa de osito de peluche, la más genuina.

- Me parece que no eres la única que se siente así.

Hubo un momento de silencio en el que ambas amigas conectaron y pensaron en la misma persona, Bae Joohyun, quien para la segunda mitad de la noche había perdido presencia.

- Deberíamos volver a verlas – retomó Wendy.

- ¿Quieres ver a Sooyoung otra vez?

- ¿NO? Me refería a que… cuando dije que “deberíamos” me refería a ti. No a mí. ¿Por qué querría verla? Pienso que deberías agradecerle apropiadamente a Sooyoung, es todo. Tú y Joohyun también tienen que hacerlo. Ella tiene que agradecerte a ti y tú a Sooyoung. Por cierto, verla en la pantalla es una cosa, pero en persona, ¡vaya! Ya entiendo porqué te intimida tanto. Es muy bonita. 

- ¿Por qué estás diciendo lo primero que se te viene a la cabeza? ¿Te puso nerviosa pensar en Sooyoung? – Seulgi por fin pilló de qué iba.

- No.

La locutora se había quedado sin armas y respondió con sequedad queriendo contrarrestar la exaltación de hace un momento, quería ofrecer bandera blanca. Seulgi no hizo más que sonreírle a su transparente amiga.

- ¿Qué días tienes libres?

- ¿Por qué preguntas?

- Para invitar a salir un Sooyoung un día que puedas venir con nosotras, ¿o quieres salir con ella sola? También puedo decirle.

Wendy puso los ojos en blanco y despegó los pies por fin de la puerta. Pensó que no tenía sentido comenzar un alegato que Seulgi no sabría ganar. Su amiga era como el estudiante que participa en los debates escolares pero que termina quedándose sin argumentos o simplemente, sin ganas de argumentar, porque su naturaleza pasiva y tolerante, dispuesta a ver las dos caras de la moneda sin exigir prestar atención única a solo una de ellas, se lo impedía. Decidió enfocarse en algo más importante.

- ¿Te sientes mejor? ¿Te puedes levantar? ¿Quieres pasar la noche aquí?

La intención de Seulgi no era la de ignorar las preguntas de su amiga, pero había una urgencia dentro de ella que aún esperaba ser saciada.

- ¿Me vas a contar a detalle lo que sucedió?

- Claro, pero mañana. Nos hace falta descansar, hay que dormir por ahora.

Wendy colocó el brazo de Seulgi que no había recibido atención esa noche sobre sus hombros para ayudarla a levantarse, lo consiguió a duras penas, con un quejido por ambas partes. No había duda de que Sooyoung tuvo que haberse hecho cargo de ella esa noche. Arrastró a su amiga encaminándola hacia el dormitorio, pero notó que Seulgi la conducía hacia la puerta.

- No, no, no. Te vas a quedar aquí esta noche. Mañana regresas a tu departamento.

- Pero me siento mejor y vivo a escasos diez pasos de aquí  – sonrió.

- Eres tan mala mintiendo, Seulgi, ¿cómo te atreves a decir que te sientes mejor sabiendo que no estoy ciega? Mejor mañana regresas a tu departamento. Esta  aquí.

Sin nada que se le ocurriera decir para que Wendy la dejara ir a su departamento, cedió a que su amiga la condujera a la recámara. La depositó con cuidado en el lado de la cama que le correspondía, en el que ya había pasado muchas noches, mañanas y tardes antes. En el momento en el que el cuerpo de Seulgi tocó la cama, su pestañeo se hizo pesado, su mente incluso se calmó y dejó de bombardearla con preguntas. Por última vez, Seulgi se esfumaba de su entorno y desaparecía en una reconfortante calma.

La locutora hizo el menor ruido posible y se metió entre las sábanas, ni siquiera se atrevió a echar el último vistazo de la noche a su amiga por el temor de que aquella sintiera su mirada y despertara. Al contrario, miró por la ventana de su habitación que daba hacia la calle y recordó que la capital es una ciudad que no duerme de noche. Por un momento envidió a Seulgi, quien había hundido el lado contrario del lecho, pero se reconfortó al pensar que la ciudad podría ser su compañera. Resopló y juró no volver a festejar nada en su vida, o al menos no hasta que terminara el año. Cerró los ojos y se preguntó si en realidad se reencontraría con aquellas dos, aún no entendía como dos personas tan disparejas podían alinearse a la perfección. Una paradoja de la vida. Tal vez en el exterior su amistad con Seulgi así lucía. Joohyun también era completamente distinta a Seulgi y Sooyoung era el Norte de su Sur.

No le desagradó la idea de que el cuarteto pudiera encontrar un punto de conexión entre ellas.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Jossosan
Para todos los que siguen está historia; no la he dejado en el olvido.
Me mudé lejos de casa, me encuentro comenzando desde cero y me ha sido difícil continuar escribiendo dadas las circunstancias.a Sin aembargo, la historia sigue en pie. Gracias a los que continúan esperando

Comments

You must be logged in to comment
irnbaebae21 #1
Chapter 9: Esperare con respeto tu regreso uwu
Itaenylove
#2
Chapter 9: tengo esperanzas de q pronto vas a actualizar (^^)
de todas formas voy a esperar xd
AChriad #3
Chapter 9: te sigo esperando:(
ItaNyanG #4
Te sigo esperando.
Munusuo #5
Chapter 9: La historia va muy bien, eres muy buena escribiendo, gracias por actualizar, estaré esperando por más ?
Skyth06
#6
Chapter 9: OMG me encanta!!
Skyth06
#7
Chapter 8: Felicidades por lo de tu tesis!! Y excelente cap
A_readerg #8
Chapter 7: No suelo comentar pero de verdad me gusta la historia y tu forma de escribir...Esperando tu proximo update.
Skyth06
#9
Chapter 7: Quedó muy bueno
Kimdubu02
#10
Cant wait for the english version!