Escena 4

Entre Líneas

La pantalla del celular se iluminó dejando leer al familiar remitente.

“¿Mismo lugar esta noche?”
“Esta noche estoy cansada”
“¿Cansada de leer? Jajaja Nos vemos en una hora. Si no te veo ahí, lo tomaré como una invitación a tu departamento”
“No sabes donde vivo”
“Jajaja el que nunca haya ido no significa que no sepa donde vives. Nos vemos, Joohyun. Ponte guapa”

Antes de cerrar el libro que sostenía contra su pecho, colocó el separador entre las hojas en las que su lectura había sido interrumpida, la vibración del celular que estaba sobre la cómoda a un lado de la cama, en donde la veterana actriz en pijamas se encontraba recostada, la había sacado de la inmersiva lectura que realizaba. Joohyun se estiro para regresar el celular al lugar que ocupaba, soltó un resoplido y puso los ojos en blanco. Sooyoung, en definitiva, sabía darle en los nervios.

Esa noche la actriz sentía un ardor en su interior al no poder dejar de pensar en los eventos de aquella mañana y, con el afán de distraer su mente, se le había ocurrido continuar con la lectura que permanecía hasta la fecha en una pausa indefinida. Trató de no pensarlo mucho y dejó de hacer lo que hacía, aunque no era que hiciera mucho. Se enderezó de la cama y colocó el libro a un costado de su celular, tomó una rápida ducha y se decidió por el atuendo que portaría esa noche.

Una vez fuera de su departamento se volvió de espaldas para revisar que la puerta estuviera cerrada con llave. Acomodó los mechones de cabello que un corrientazo de aire había sacado de su lugar y que le cosquilleaban la cara. Titubeó entre tomar el transporte público o ir caminando hacia su destino. La verdad era que el clima de esa noche era un tanto agradable y la ciudad parecía tranquila a pesar de ser la hora en que los oficinistas abandonaban los cubículos de los grandes edificios para regresar a sus casas. Por un momento se sorprendió de lo bien que le asentaba el sereno de la noche y el bullicio de la gente. Se decidió por caminar.

Después de andar por unos minutos se percató de que, de alguna forma, el ruido, las luces de neón y las diferentes caras a su alrededor le acomodaban mejor que la atmósfera que tenía en casa. Aunque la lectura le parecía cautivante y ciertas líneas leídas aún paseaban por su mente, estirar los músculos y sentir el aire cálido pegar contra su casi frío rostro, le habían dado un sentimiento de protagonismo. Sus manos por fin estaban cálidas. Interactuar con el exterior le resultaba esa noche, más inmersivo que practicar su lectura. Desaceleró el pasó y se tomó el tiempo para absorber todo a su alrededor, miraba a las parejas caminar tomadas de la mano, algunas con las manos dentro de los bolsillos del otro. Algunos otros saludando con quienes se acababan de encontrar, el cielo profundo y para nada estrellado, los aparatosos anuncios de los locales, unos encimados sobre los otros. Le parecía una pena tener que encerrarse nuevamente en cuatro paredes tan pronto se encontrara con Sooyoung. Esa era una de las pocas y extrañas noches en las que Joohyun se sentía más cómoda rodeada de gente y de bullicio que estando dentro de su cómodo departamento, sentía que debía aprovecharlo.

- ¿Qué haces usando la misma ropa de hace rato? – Fue la forma en la que Joohyun saludó a Sooyoung, quien dejó a un lado su celular para observar a la persona que ahora arrastraba la silla frente a ella con la intención de ocupar el asiento.

- ¿Y tú qué haces usando un nuevo atuendo?

- Conozco las reglas básicas de higiene.

- Eso o eres tan adicta a hacer la lavandería que tomas cualquier oportunidad para ensuciar ropa. Si te hace falta más, en mi casa tengo de sobra. Te la puedo traer para la próxima.

El primer argumento de la noche y Sooyoung lo había ganado. Joohyun acomodó sus cosas en lugar de responder al satírico comentario.

El olor a carne asada inundaba el lugar, las mesas estaban llenas y el pequeño local humeaba, se escuchaban voces fuertes que venían desde la zona del personal autorizado y también por parte de las mesas contiguas. La mayoría de las mesas las ocupaban grupos grandes de jóvenes, la mesa más solitaria era, a simple vista, la que ocupaban únicamente las dos hermosas mujeres.

Sooyoung se dispuso a tomar los trozos de carne crudos para colocarlos sobre la parrilla. Era casi una regla no escrita entre ellas. Sooyoung siempre alardeaba sobre lo bien que sabía preparar la carne y a la veterana actriz le daba igual si lo hacía ella misma o la escritora, se conformaba con que la carne no terminara quemada. Joohyun dió un par de tragos al vaso de cerveza que Sooyoung le había servido mientras el primer alegato de la noche tomaba lugar. La escritora bebía con una mano y con la otra movía las pinzas de un lugar a otro para darle un apetecible término a la carne, realmente parecía una experta. Era diestra y a Joohyun se le ocurrió que parecía ser el joven manos de tijera, solo que, en su caso, sería la mujer manos de pinzas para asar carne. Joohyun observaba la forma en la que Sooyoung hacía bailar la carne en la parrilla y rió en privado ante tal ocurrencia, la escrito se percató de esto y supo que la actriz se burlaba de ella, no hizo nada más que sonreír para ella misma.

A pesar de que la carne estaba lista y era ella quien la preparaba, Sooyoung invitó a Joohyun a tomar los primeros bocados. La actriz tomó con los palillos los primeros trozos de carne que habían sido bien cocinados por la escritora y se los llevó directo a la boca, desapareciéndolos uno por uno. Sooyoung tuvo que poner más carne sobre la parrilla.

- Vaya, tú sí que sabes comer bien.

- Es un buen lugar – respondió Joohyun cubriéndose la boca.

- ¿Está rica? – sonrió Sooyoung manteniendo el ritmo para que ambas pudieran continuar con el festín.

- Mmm – asintió con la cabeza mientras alzaba una ceja, sus palillos buscaban tomar un nuevo trozo.

Ahora era el turno de Sooyoung para probar bocado. Dejó las pinzas a un costado de la parrilla y se llevó consecutivamente varios trozos de carne a la boca. Un zumbido salió de su garganta en forma de aprobación, masticaba lentamente para saborear el juego y los condimentos, unos cuantos tragos de cerveza facilitaron que los bocados de carne resbalaran.

Tanto Sooyoung como Joohyun disfrutaban del sabor de la comida en ese lugar, la ternera era suave y siempre estaba bien condimentada. Los precios eran accesibles y debido a sus continuas visitas al local, les habían dado varios descuentos en ocasiones al azar. Si no estaban ahí para cenar, estaban ahí para beber y hablar de cualesquiera cosas les apeteciera compartir. Ni la una ni la otra preguntaba cosas que podrían ir más allá de los límites que disimuladamente se habían establecido, y así, conversaciones ligeras y amenas, de ritmo lento y tranquilo tomaban siempre lugar en la mesa de aquel establecimiento. Después de engullir varios rollos de ternera y rellenar por segunda vez su bebida, Sooyoung comenzó a hablar.

- Hoy tuve un momento de pánico en el trabajo y me parece que hasta le pedí al director que se esforzara por no joder el proyecto.

La escritora tomó varios tragos de cerveza como si respirar ya no le fuera necesario, Joohyun podía escuchar un sonido sonoro que salía de la garganta de su compañera acompañado del movimiento rítmico de su tráquea tras cada uno de ellos. Una vez que la escritora sintió que había bebido lo necesario, azotó el vaso sobre la mesa, exhaló pesadamente y sintió como la esencia de la cerveza recorría su garganta y salía por su boca y nariz. Miró la pasiva cara de Joohyun y se acomodó el cabello con una mano humedecida por el sudor de la bebida fría.

-  ¿No te lo pedí a ti también? – rió con la mirada gacha y de una manera un tanto incómoda.

- Es muy importante para todos – se limitó a decir Joohyun.

- Lo es, aunque tal vez más para unos que para otros. Todo depende de sus prioridades. Cada uno ha apostado cosas diferentes y, por ende, tienen menos o más que perder – lanzó ahora un suspiro. - Incluso presioné a la pequeña Kang Seulgi – hizo un puchero y después engulló un rollito de ternera, prosiguió hablando incluso con la boca llena. – Creo que debo confiar un poco más en todos, y en mí también.

- Y tienes que disculparte por hostigar a Kang Seulgi e irrespetar a tu superior.

- Sí, mamá - Sooyoung puso una cara como la de un payaso triste y aparentemente fue ese su escudo contra el golpe que Joohyun estaba lista para lanzar. La escritora supo que se había salido con la suya y continuó.

- ¡Eso mismo, Joohyun! Tengo que disculparme con todos – Sooyoung rió ahora de una manera más relajada.

En un inicio, Sooyoung había pensando al llegar aquella tarde a su departamento en la forma en la que había manejado el estrés y la carga de aquel día en el trabajo y dedujo que se había comportado de manera egoísta e irrespetuosa con sus compañeros. Joohyun, Seulgi, los directores, entre otros, habían sido sus víctimas. Lo que hacía que lo ocurrido le pesara más en la consciencia era que ninguno le había hecho un reproche o reclamo, al contrario, habían tratado de dismunuir su carga con palabras comprensibles y tranquilizantes. Sooyoung tenía la tarea de ofrecer sus disculpas y evitar que tal acción se repitiera en un futuro. En un segundo pensar, Sooyoung decidió que sería Joohyun la primera que escuchara sus disculpas. Invitarla a su usual punto de reuniones parecía adecuado.

- Gracias por aguantarme hoy en el pasillo. Tengo una carga mental con este trabajo, ¿sabes? Creo que hoy me dejé hundir un poco, pero no volverá a pasar.

- Eso espero, por tu bien... y el mío.

A pesar de que había sido una respuesta corta, la escritora capturó el tono de voz de Joohyun y además de parecerle tranquilizante, le afirmó que no tenía nada de que preocuparse. Sus hombros se relajaron y retomó la segunda parte del plan que había armado para la noche.

– Por cierto, Joohyun, sobre Kang Seulgi...

Joohyun dejó hablar a Sooyoung, sabiendo que, con el cambio de ánimo de la más alta tras haber confesado lo que llevaba en su interior, un golpe al hígado se aproximaba.

- Si, le dejé caer una carga sobre los hombros, pero no se trata únicamente de eso, ni únicamente sobre mí. Su comportamiento de esta mañana va más allá de eso. Creo que se trata de algo más… de alguien más.

- Ah, ¿sí? – Joohyun permaneció calmada sosteniendo una hoja de lechuga con una mano y con la otra colocando cuidadosamente los granos de arroz.

La actriz sabía de ante mano el rumbo que la conversación estaba tomando pues era la milésima vez que la escritora la molestaba con el mismo tema; Seulgi. La escritora fue capaz de percibir la fachada de serenidad en el rostro de la actriz y al sentirse cansada de darle vueltas al asunto entre disculpas y tragos de cerveza, decidió ir directo al grano.

- ¿Qué vas a hacer con la niña, Joohyun? Kang Seulgi parece un arma de dos filos ahora, o nos lo arruina o lo hace como se espera.

- No es una niña y no tengo nada que hacer con ella.

Joohyun sentía que la calma que aparentaba pronto la abandonaría. El silencio de Sooyoung la presionó para que continuara con su respuesta, pero antes de rematar con un comentario ácido, pensó en los eventos de ese día.

Sooyoung se había manejado estupendamente durante la lectura del guion. Era una profesional y una perfeccionista tanto como ella, pero tal vez lo había sido demasiado. Recordó que Sooyoung hizo más observaciones que los mismos directores y al pensar en las hojas que sostenía aquella mañana, concluyó haber hecho demasiadas anotaciones, la mayoría de ellas se trataban de indicaciones por parte de la escritora. Pensó también en que Sooyoung había mencionado haber presionado a Seulgi y a los directores para apoyar el proyecto. La imagen de su persona en los pasillos compañada por la escritora y la mirada de desesperación de la última mientras le recalcaba la falla de Seulgi, le hizo recordar que la expresión “apostar” ya la había escuchado salir de la boca Sooyoung. ¿Qué le había apostado la escritora a este proyecto? ¿Qué la tenía tan presionada? ¿Era una razón monetaria? ¿El deseo de ganarse un nombre en la industria?

Joohyun pensó en ella misma y pudo simpatizar con la afligida escritora al recordar sus primeros pasos dentro la industria de la actuación. Si de eso se trataba, la experimentada actriz asumiría en ese momento la responsabilidad de aminorar la carga de su compañera. De alguna forma sentía que se lo debía por haberla sacado de su cueva esa noche y haberla hecho darse cuenta de lo mucho que lo necesitaba. Además, Sooyoung era una buena chica. Era joven y trabajadora y a pesar de su casi siempre molesta actitud, había demostrado ser una fiel compañera.

- Kang Seulgi… - las palabras de Joohyun salieron suavemente rozando sus labios, su sincera voz traspasaba las de sus escandalosos vecinos y corrían apresuradas a los oídos de la escritora - No tienes que preocuparte por ella. Es una profesional y está rodeada de gente que la puede guiar. Tampoco es correcto que te preocupes por el proyecto en general, como dijiste antes, tienes que confiar en nosotros y en ti misma. Estamos todos en esto.

La escritora era de las personas que, al no saber cómo manejar las situaciones que avivaban sentimientos, recurren al humor para suavizar la incomodidad del momento; la respuesta de Joohyun la había incomodado significativamente. Sooyoung sabía la forma de trabajar de Joohyun y la relación que establecía con los involucrados una vez que firmaba contrato. Sabía la distancia que marcaba y era por esa razón que se sintió afortunada de que se ofreciera a brindarle su apoyo.

- ¿Piensas acoger a la joven Kang bajo tu ala? Si lo dices en ese tono tan serio puedo pensar en otras cosas, Joohyun. Sonó como si propusieras recrear un cliché de lío amoroso entre mentor y alumno y sin duda las puedo imaginar a ambas en ese plano, créeme – la sonrisa de Sooyoung era la de un diablillo y sus cejas iban de arriba hacia abajo – ¡créeme! – enfatizó.

Y lo hizo, el gesto característico de las conversaciones con Sooyoung, Joohyun había girado los ojos dejándolos en blanco. La paciencia se le había terminado y la escritora lo sabía. Ella misma sabía hasta qué punto molestar a la mayor, pues conocía sus límites.

- ¡Joohyun, Joohyun! – dijo entre risas que hizo que las demás mesas fijaran su atención en ellas, se cubrió la boca para que la comida no escapara por accidente. - Te invité a un lugar para que comieras rico, ¡no puedes amargarte!

La audacia para pedirle que no se amargara cuando era ella misma quien amargaba a la actriz. Joohyun trató de retomar la compostura que se había derrumbado por culpa de la persona que tenía enfrente. Se mojó los labios y bajó la mirada hacia su plato.

- Exacto, me invitaste. Entonces tú invitas esta noche.

- ¡Claro, claro! – A pesar de que no era la idea original, Sooyoung aceptó la nueva propuesta sin pensarlo mucho e hizo una reverencia para oficializar su disculpa por su comportamiento en el edificio de la compañía y por haberla indigestado a la hora de la cena. Pensó que le causaba muchas molestias a la actriz.

- Vaya, eres tan molesta - dijo Joohyun mientras su mirada buscaba el último trozo de carne.

Sooyoung rió nuevamente y esta vez Joohyun levantó la mirada para soreírle. Después de ese breve contacto ambas dejaron envolverse en un cómodo silencio, sentían que no había nada más que discutir. Si la otra se hubiera levantado repentinamente y marchado se habría sentido con naturalidad, porque la sensación de satisfacción y cumplimiento por las palabras intercambiadas era grande. Se habían dicho todo y apenas habían transcurrido unos minutos desde su encuentro. Parecía que así era las plátics entre ellas, diez minutos de palabras serias y cincuenta minutos de palabrería. Ese era el ritmo perfecto en que su relación había logrado avanzar. 

Ambas se enfocaban en su bebida ahora, pues era lo único sobre la mesa que les falta por terminar. Sin embargo, el rechinido de la silla frente a ella y la ausencia que ahora ocupaba el lugar de Joohyun la tomaron por sorpresa, de un momento para otro la actriz había desaparecido como si de magia se tratara. O era magia o la escritora se sentía tan despreocupada por su al rededor que se había perdido el momento en el que Joohyun se había disculpado para abandonar la mesa. Sooyoung se tranquilizó segundos después al ver que el bolso y el celular de la actriz aún se encontraban en donde los había dejado. Dedujo que la actriz había requerido utilizar el baño del local y una vez regresó a la mesa, no la cuestionó. Cuando Joohyun tomó asiento, comenzó a hablar.

- La noche es agradable – dijo con los codos recargados sobre la mesa mientras recargaba su barbilla en una de sus manos. La mirada de Joohyun se perdió y viajó por un momento a través del ventanal que se encontraba a las espaldas de la escritora.

- Si, hay un buen aura afuera – mintió Sooyoung, la humedad hacía de su cabello un desastre y el clima cálido hacía que la ropa se le pegara al cuerpo y le incomodara. Esa noche era como cualquier otra noche de verano para ella, pero los ojos de Joohyun decían más que sus breves palabras. Sus ojos se habían engrandecido y brillaban como la luna. Así que añadió.

-  Una vez que terminemos de beber esto, salgamos a estirar las piernas – propuso con una de sus contagiosas y amplias sonrisas.

- Mmm – Joohyun dio un par de tragos más a su bebida, dirigiéndole una disimulada sonrisa a la mujer frente a ella.

Salieron acaloradas del lugar y la sensación no desapareció una vez se encontraron entre el mar de gente, tanto a Joohyun como a Sooyoung se les secó la garganta en cuanto pusieron un pie fuera del local y decidieron retomar la bebida tras pasar por una tienda de conveniencias. Hablaban de cosas vagas, de cosas que ocurrían en el momento, de lo que observaban, lo que presenciaban y sentían. A Joohyun le parecía que la noche era aún más amena, los absurdos comentarios de la escritora hacían que a menudo le lanzara manotazos, pequeñas risas apenadas que cubría con su mano o bien, risas ensordecedoras, las cuales según Sooyoung, simulaban a un delfín. Tal comentario no pasó desapercibido e hizo que se ganara otro manotazo acompañado de un empujón, la escritora sabía que amanecería adolorida. Caminaron por más de una hora contra la cálida brisa de esa noche, el alcohol y el ejercicio mantenían sus cuerpos a una temperatura un tanto sofocante. La letárgica escritora sentía los estragos de la caminata y aunque intentó ocultarlo, no pasó por desapercibido ante la presencia de Joohyun; la actriz decidió dar por terminada la noche.

- ¿Cómo piensas regresar a tu departamento? – preguntó Joohyun mientras esquivaba a un grupo de amigos que caminaba en contra flujo. Ambas caminaban hombro con hombro.

- En taxi, ¿y tú?

- En autobús – mintió Joohyun, lo más probable era que regresaría caminando a casa pues no parecía haber tenido suficiente de la noche.

- ¿Por qué estás actuando como una abuela y quieres dar por terminada la noche?

- Si no doy por terminada la noche voy a tener que conseguirte un tanque de oxígeno para que puedas regresar a casa.

Sooyoung rió tan fuerte como pudo, el alcohol la ponía más accesible a las bromas y los recalques punzantes de Joohyun le subían los niveles de estamina. Hacían que el diablillo dentro de ella bailara.

- Estoy en los primeros años de la segunda década de mi vida, abuela. No sé de qué hablas.

- Sooyoung, puedo escuchar sobre el ruido de la gente tus resoplidos y hace un rato noté como te doblabas de dolor en el costado, seguramente ibas respirando por la boca. No entiendo como…

Joohyun no pudo terminar su comentario pues para cuando miró a su lado, notó la ausencia de la escritora. Buscó con la mirada entre las personas, pero le era difícil encontrarla. Una característica voz nasal le robó la atención.

- ¡Joohyun, entremos!

Sooyoung estaba parada en la entrada de un club y movía sus brazos en forma de aleteo para poder ser notada por la actriz. Joohyun se acercó y miró la fachada del local de forma sospechosa.

- Te quieres morir, ¿verdad?

- ¡Ya, Joohyun! ¡Entremos! Me apetece seguir bebiendo y honestamente ya me aburrí de caminar por ahí. Te voy a demostrar que me queda energía de sobra.

Era el punto de la noche en el que dentro del cuerpo de ambas había la cantidad suficiente de alcohol para fluir con la corriente. Joohyun se lo pensó dos veces, pero decidió complacer a su compañera.

- ¿Te apetece bailar también?

- Tengo ganas de hacer algo más que caminar y siento que me estoy derritiendo aquí afuera. ¿Tú no? ¿No quieres entrar? ¿Las mujeres de tu edad ya no bailan?

Sooyoung se había ganado otro manotazo, ahora más fuerte por el alcohol que la actriz había consumido.

- Si te desmayas después de la primera canción no me hago responsable.

Otro comentario acertado de Joohyun que hizo explotar en risa a Sooyoung. La escritora le sonrió animada y entrelazó brazos con su compañera para adentrarse al nuevo local que les prometía una noche llena de tragos, baile y sorpresas.

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Thank you!
Jossosan
Para todos los que siguen está historia; no la he dejado en el olvido.
Me mudé lejos de casa, me encuentro comenzando desde cero y me ha sido difícil continuar escribiendo dadas las circunstancias.a Sin aembargo, la historia sigue en pie. Gracias a los que continúan esperando

Comments

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irnbaebae21 #1
Chapter 9: Esperare con respeto tu regreso uwu
Itaenylove
#2
Chapter 9: tengo esperanzas de q pronto vas a actualizar (^^)
de todas formas voy a esperar xd
AChriad #3
Chapter 9: te sigo esperando:(
ItaNyanG #4
Te sigo esperando.
Munusuo #5
Chapter 9: La historia va muy bien, eres muy buena escribiendo, gracias por actualizar, estaré esperando por más ?
Skyth06
#6
Chapter 9: OMG me encanta!!
Skyth06
#7
Chapter 8: Felicidades por lo de tu tesis!! Y excelente cap
A_readerg #8
Chapter 7: No suelo comentar pero de verdad me gusta la historia y tu forma de escribir...Esperando tu proximo update.
Skyth06
#9
Chapter 7: Quedó muy bueno
Kimdubu02
#10
Cant wait for the english version!