Piloto

Entre Líneas

CASA GILL. SALA DE ESTAR. NOCHE

GILL
Se está haciendo viejo esto que haces.

YUN-BAE
Yo pienso todo lo contrario. ¿Crees que no noto lo emocionada que te pone todo esto? Tus ojos me lo dicen.

Yun-Bae camina hacia Gill y la acorrala contra la pared. Gill trata de evitar el contacto físico entre las dos. Yun-Bae la forza a mirarla.
Gill nerviosa y conflictuada. Se abre una grieta de vulnerabilidad al mirarla a los ojos.

GILL
¡Deja de jugar!, ¡¿Es que no puedes tomarnos enserio?!

Gill se separaba bruscamente. La pregunta de Gill golpea a Yun-Bae. Se aleja. Se muestra indecisa al elegir sus siguientes palabras. Gill toma el control.
Gill vulnerable.

GILL
Yun… este poder que crees tener sobre mí… al menos tómame en serio como tu compañera de trabajo, ¿quieres? No nos hagas más complicado esto. Si es un juego para ti, te pido que lo dejes. Merezco que me muestres respeto.

Yu-Bae se aleja aún más. La voz de Gill suena apagada.

GILL
Mira lo que callada que te quedas cuando se te confronta. Ni siquiera sabes lo que quieres. Cada vez que te acercas… ¿Sabes realmente lo que me hace sentir? Cada vez que te acercas a mí con la intención de hacer callar lo que sé que sientes por mí. ¿Sabes cómo me hace sentir?

Yun-Bae se encuentra cerca de la puerta y se recarga en ella. Se le nota desequilibrada. La mirada vacía.

GILL
Yun… te necesito conmigo, pero no así. No pienso unirme a tu juego. Si tienes pensado marcharte sin decir ninguna palabra, hazlo. La puerta está ahí. Pero si decides ser valiente por primera vez en tu vida y decides quedarte, necesito que me respondas algo primero. Contéstame, Yun. ¿Qué sientes por mí?

Gill acorta la distancia entre las dos. No hay sonido alguno a su alrededor. Yun-Bae posa su mano sobre la perilla con la espalda hacia la puerta. Se le ve como un león enjaulado. Gill se mantiene firme frente a ella. Comienza a hablar en un tono apenas audible.

YUN-BAE
Yo… Gill, yo te…

Gill se acerca lo suficiente para que Yun-Bae acepte la invitación a besarla. Gill cierra los ojos. Yun-Bae la mira por un momento y la besa. Es un beso lento y apasionado. Yun-Bae y a Gill abandonan sus seres para entregarse a la otra.

FADE OUT

- Ah… vaya. Ok… si, ya… ya entiendo…

Era imposible negar que Seulgi era un manojo de nervios, y al encontrarse sola en su departamento le daba la suficiente confianza de no ocultarlo. Su mente no era capaz de digerir las palabras que acababa de leer, imaginarse la escena que debía montar hacía que en su cara se dibujara una mueca entre miedo y alegría. Sin darse cuenta comenzó a reírse a carcajadas, pero al momento de percatarse se llevó una mano hacia su boca y se levantó del sofá como si tuviera un resorte en los pantalones. Su corazón estaba a punto de explotarle. ¿Era esta la sorpresa que el director les dijo que les tenía preparada?

- ¡Pues vaya sorpresa! ¡Vaya sorpresa! – gritó mientras arrugaba el guion entre sus manos.

- ¿Seulgi? – la suave voz de su vecina se escuchó llamar por fuera de la puerta - ¿Está todo bien? ¿… puedo pasar? 

Seulgi escuchó el llamado de su vecina, sí, ¿pero tuvo la suficiente fuerza para sacarla de su trance? Imposible. Seulgi seguía parada frente al sofá con el guion arrugado entre sus manos y la mirada perdida.

- Seulgi… voy a entrar, ¿ok? la puerta se abrió lentamente – Con permiso…-

- ¡¡¡Ah, Wendy!!! – Seulgi exclamó cuan pronto vio la pequeña figura de su vecina asomarse tímidamente por la puerta. La visión le causó un poco de alivió y fue así como su rígido cuerpo se desplomó dramáticamente, quedando tumbada en el sofá con el guion cubriendo su cara. Al descubrirse la cara después de unos segundos vio la mirada preocupada de su vecina y fue gracias a ello que entró en razón. Dejó escapar un largo suspiro para recomponerse y se sentó en el sofá haciendo espacio para que Wendy ocupara el lugar junto a ella.

- ¿Qué…?

La pregunta de Wendy fue interrumpida por Seulgi, quien le entregó el guion de manera un poco tonta y brusca sin hacer contacto visual con ella.

- Lee esto, lo recibí esta mañana – se recargó en el respaldo del sofá –

Wendy no dijo nada. Con el entrecejo fruncido tomó los papeles que Seulgi le había entregado y comenzó a leer. En el departamento había ahora tranquilidad, ninguna de las dos producía ruido alguno hasta que los ojos de Wendy comenzaron a agrandarse y su boca se abrió. Ordenó los papeles y los dejó sobre la mesa de café de un golpe, copió el movimiento de Seulgi y se recargó en el respaldo del sofá. Después de unos segundos comenzó a hablar

- Pero esto es bueno, ¿sabes? 

- ¿Cómo es bueno? 

- Si tu mente dejara de orbitar alrededor de tu… compañera de trabajo, te darías cuenta de que con esto… Wendy hizo una pequeña pausa para volver a tomar los papeles de la mesa y así poder azotarlos en sus manos para hacer claro su punto – el ranking va a subir, y subirá alto. Me atrevo a decir que pueden llegar a posicionarse en los primeros, si no es que, en el primer lugar de la tabla de popularidad. Los fans llevan tiempo pidiendo que Gill y Yun-Bae desarrollen su relación y ahora por fin lo van a poder disfrutar. Después de esto la paga va a ser mejor, Seulgi y no sólo eso, serás una actriz más conocida. 

- Pero… Seulgi fue interrumpida por Wendy quien ahora le daba palmaditas en la cabeza.

- Pero nada, Seulgi. Esto es bueno, ¿recuerdas cuál fue nuestra promesa al llegar a Seul? Si íbamos a salir de nuestro pueblo iba a ser para hacerla en grande y honestamente veo aquí tu oportunidad. Además… eso de besarla no está nada mal tampoco.

Seulgi inhaló profundamente y recargó su cabeza en el hombro de Wendy.

- Recuerda que esto es meramente profesional, Seulgi. Ganarás dinero, fama y una sesión de besos. ¿Qué más puedes pedir?

- Es que… - Seulgi comenzó a titubear, sentía que si las palabras que estaban a punto de salir de su boca eran pronunciadas, dejarían de ser un simple pensamiento en el fondo de su mente. Cobrarían poder y se materializarían - ... en el trabajo, hay alguien... y creo que... 

De repente le confesión de Seulgi se vió interrumpida por el sonoro  y prolongado gruñido de su estómago. Era como si le pidiera a gritos que se callara y atendiera sus necesidades. Wendy se quedó mirando a Seulgi fijamente mientras que la última se llevó las manos al estómago esbozando una tierna sonrisa que arrugó sus ojos.

- …creo que tengo hambre 

Las dos explotaron en carcajadas, Seulgi agarrándose el estómago con más fuerza. Wendy se limpiaba una lágrima que apenas escapaba de sus ojos.

- Me imagino que con el estado de piedra en el que estabas cuando llegué, no has podido ocuparte de la cocina, ¿quieres que nos prepare un ramen? Es lo más rápido que podemos hacer.

Sin esperar respuesta de Seulgi, Wendy se levantó del sofá y se dirigió a la cocina. Era increíble para Seulgi que después de tantos años, Wendy y ella aún siguieran siendo amigas. A medida que crecía, se daba cuenta que hacer y mantener amistades era algo realmente difícil. Y que tener solo a una persona a quien confiarle tus miedos e inquietudes, era más que suficiente para ella. Con este pensamiento en mente se levantó del sofá y se encaminó hacia la cocina.

- ¿Quieres que…? – dijo a medio camino, pero Wendy la interrumpió y sin darse vuelta para responderle, estiró su brazo en señal de alto con la palma de la mano encarando a Seulgi.

- No, no, no… vete a acostar al sofá. No hagas que te recuerde la última vez que me ayudaste en la cocina. Si a eso se le puede llamar ayudar.

- Aish – gruñó Seulgi, pero en el fondo sabía lo que Wendy estaba haciendo por ella. Así que no replicó y decidió volver al lugar en el que estaba. Encendió la televisión y después de unos minutos la voz de Wendy le robó la atención.

- Seulgi, trata de mantenerlo profesional, ¿quieres? Y si sientes que el asunto se te está yendo de las manos, aquí estaré para ti.

Seulgi volteó la mirada hacia la cocina y se encontró con una Wendy sonriente que batallaba manteniendo el equilibrio para no derramar la comida que llevaba en sus manos. Seulgi le sonrió y se levantó para ayudarle a acomodar los platos sobre la mesita. Una vez sentadas, Wendy le lanzó un guiño invitándola a probar el ramen.

- Provecho – exclamaron ambas mientras se llevaban los fideos a la boca.

Después de la primera bocanada, unas repentinas e inesperadas lágrimas comenzaron a resbalar por las mejillas de Seulgi. Wendy al ver esto, sonrió y le ofreció una servilleta para que se limpiara.

- ¿Tan bueno está? ¿tan agradecida estás? Seulgi, eres toda una sentimental.

- Wendy… las palabras se atoraron en la garganta de Seulgi. Tuvo que tomarse el vaso completo de soda de limón de un trago para que el bulto pudiera bajar. Se mojó los labios y apretó los ojos, las lágrimas no dejaban de caer.

- Wendy… ¡¡Wendy, idiota!! ¡¿por qué me diste el ramen extra picante?!

Seulgi escupió las últimas palabras porque el picante se había atascado en su garganta y le producía una picazón y ardor inmensa, la lengua le quemaba, le era imposible mantenerla dentro de su boca, era doloroso. Wendy miraba el espectáculo y le fue inevitable reírse a carcajadas al contemplar el semblante de la pobre actriz frente a ella. Se fue corriendo a tropezones a la cocina sin dejar de reírse. Entre carcajadas y disculpas tomó leche del refrigerador y se la ofreció a Seulgi quien la tomó desesperadamente. Wendy pensó que bien pudo haberle ofrecido salsa picante en ese vaso y Seulgi no se habría dado cuenta.

- Perdón, perdón! ¡Perdón, Seulgi! El ramen extra picante era para mí – Wendy cambió de lugar los platos – ¡Seulgi, perdón!

Seulgi le lanzó un golpe débil y poco atinado al brazo. Las lágrimas le impedían ver con claridad y al verla en tal sufrimiento, Wendy la abrazó.

- ¿Apoco no te sientes mejor después de este subidón de endorfinas? ¿Sabías que está científicamente comprobado que el picante hace que tus niveles de…

- Wedy… do, déjado. Do digas nada. –  La lengua de Seulgi no funcionaba como quería. Wendy le sirvió otro vaso lleno de leche que con gusto tomó. Después de vaciar y azotar el vaso en la mesa como si de un concurso de bebidas se tratara, lanzó ahora un certero y agudo golpe al brazo de Wendy que hizo que el cuerpo de la más pequeña cayera hacia el otro lado del sofá.

- ¡Ouch!... ¿¡OUCH?! – Los desorbitados ojos de Wendy se abrían desmesuradamente a medida que su boca se mantenía en forma de o. Se quedaron mirándose. Era una escena graciosa, parecía un concurso de gestos y al parecer Wendy era la ganadora.

- Gadcias – La sonrisa de Seulgi mostraba ahora sus dientes que eran tan blancos como la lenche, Wendy le devolvió la sonrisa y se reacomodaron para continuar con la cena. Esta vez, con los platos correspondientes, sin dirigirse palabra y atentas a la televisión. Disfrutando la compañía de la otra.

 

 

- ¿Estás emocionada?

- ¿Por qué debería de estarlo?

- ¿De verdad quieres que lo diga, Joonhyu? Porque una vez que lo haga…

Joohyun se limitó a no responder, continuaba enfocada lavando los trastes que había ocupado para la cena de esa noche. Hacer la limpieza siempre le había resultado tranquilizante, al hacer la limpieza su mente no se enfocaba en nada más que eso. Su mente dejaba de girar y pensamientos innecesarios eran evadidos. Entonces, con esta llamada, está de más decir que la gran burbuja que el detergente lavatrastos había creado alrededor de ella, había sido rota, y eso le molestaba. Inconscientemente dejó escapar un suspiro cargado de frustración, lo que sirvió de motivo para que el atacante al otro lado de la línea continuara con su juego.

- Sé que estás emocionada, Joohyun. ¿o no es emoción? ¿qué será? ¿estás acaso nerviosa?

Secó los últimos trastes y los acomodó uno por uno en su lugar, se quitó los guantes de goma y con el antebrazo secó el poco sudor que escurría por su frente. Lavar los trastes no era una tarea dura, lo que era duro era soportar a la persona que le había llamado.

- Si no tienes nada importante que decirme, prefiero cortar la llamada. Buenas noches, Sooyoung.

La persona al otro lado de la línea lanzó una risita que provocó una mueca en Joohyun.

- Mañana tenemos lectura de guion a las 10:00am. Te esperamos con puntualidad. Descasa, Joohyun y ya no le des tantas vueltas al asunto. Te queremos entera para mañana.

Joohyun gruñó y cortó la llamada. Si alguien sabía como atrofiarle los nervios, esa era Sooyoung. Tenían años de conocerse gracias a la empresa del entretenimiento, y era gracias a esos años que la confianza en ellas había crecido. Sabían que la otra la respaldaba y siempre procuraban su bienestar. Era siempre en oficinas y sets de grabación en donde más se frecuentaban, amabas talentosas y audaces en su profesión siempre apreciaban el consejo laboral de la otra. Así era su relación, algo laboral.  O al menos las personas cercanas a ellas la describían así. La una no conocía el departamento de la otra, ni sus amigos, ni su familia, no sabían nada más que la otra no soltara entre tragos después del trabajo o durante fines de semana. Sin embargo, era ese respeto a la privacidad y cercanía lejana que Joonhyu apreciaba tanto. Sooyoung, por el otro lado, no prestaba demasiada atención al tipo de relación que tenían. Si era una relación puramente laboral o si era una relación de amistad íntima, a ella le daba igual. Si Joohyun necesitaba un favor, lo hacía y con gusto se lo cobraba. Sooyoung veía a Joonhyu como una persona capaza, independiente y madura y siendo ella más joven, sentía que era el tipo de persona con la que tenía que relacionarse. El trabajo era más fácil si la tenía a ella a su lado y sabía que la experimentada actriz pensaba del mismo modo.

Joohyun culpó a Sooyoung por la falta de sueño esa noche, ¿Que no le diera vueltas al asunto? ¿qué asunto? La falta de sueño y la maraña de pensamientos en su mente eran por culpa de Sooyoung, por haber interrumpido su ritual de limpieza. Ni Kang Seulgi ni el guion eran los culpables. Es más, no había espacio para ellos en su mente.
Aunque si era rotundamente honesta con ella misma, cosa que se le daba a altas horas de la madrugada, era que tal vez Seulgi ocupaba un espacio en su mente. Estaba preocupada por la menor. Últimamente Joohyun había notado las miradas, los tartamudeos, las evasiones y el nerviosismo de su compañera. ¿o era su imaginación? ¿por qué le preocupaba en todo caso? Ese no era su problema. Lo único que Joohyun esperaba era que Seulgi no estropeara la química en cámara que hasta ahora habían sabido crear. Que supiera hacer trabajo. Eso era, su trabajo. Estaba preocupada por su trabajo y no por Kang Seulgi. La seguridad de mantener su trabajo dependía del desempeño de ambas y en sus manos estaba el poder guiar a la menor para que no cometiera ningún error.
Joohyun sonrió más dormida que despierta al sentirse satisfecha con la conclusión de su meditación. Y con este último pensamiento dejó a su mente descansar para sumergirse en un profundo y necesario sueño. Tenía la certeza de que mañana al ver los resultados de la lectura del guion y poder hablar con Seulgi, toda preocupación desaparecería.

Así, inconscientemente, el último pensamiento que se formó en su mente antes de rendirse ante el cansancio y sueño que la apoderaban, fue la imagen de la joven Kang Seulgi.

Like this story? Give it an Upvote!
Thank you!
Jossosan
Para todos los que siguen está historia; no la he dejado en el olvido.
Me mudé lejos de casa, me encuentro comenzando desde cero y me ha sido difícil continuar escribiendo dadas las circunstancias.a Sin aembargo, la historia sigue en pie. Gracias a los que continúan esperando

Comments

You must be logged in to comment
irnbaebae21 #1
Chapter 9: Esperare con respeto tu regreso uwu
Itaenylove
#2
Chapter 9: tengo esperanzas de q pronto vas a actualizar (^^)
de todas formas voy a esperar xd
AChriad #3
Chapter 9: te sigo esperando:(
ItaNyanG #4
Te sigo esperando.
Munusuo #5
Chapter 9: La historia va muy bien, eres muy buena escribiendo, gracias por actualizar, estaré esperando por más ?
Skyth06
#6
Chapter 9: OMG me encanta!!
Skyth06
#7
Chapter 8: Felicidades por lo de tu tesis!! Y excelente cap
A_readerg #8
Chapter 7: No suelo comentar pero de verdad me gusta la historia y tu forma de escribir...Esperando tu proximo update.
Skyth06
#9
Chapter 7: Quedó muy bueno
Kimdubu02
#10
Cant wait for the english version!