Piano Apagado

Take Me Away

 

 

 

Jin soltó el piano ante la clara voz de la joven vestida de blanco que acaba de ver en su visión. Se mira muy sorprendido con el Detective Shun, que también está atónito ante lo recién presenciado. No hay explicación lógica para lo que acabaron de vivir.

 

 

Detective Shun –hablando extrañado y con calma- Dijo que la liberés.

Jin –Hablando nervioso y con angustia- Es la chica que ví en mis sueños, cuando practicaba en el piano.

Shun – ¿Que más te dijo?

Jin – ¡Es la primera vez que habla! ¡Creo que es Meisa!

Shun – ¿Estás seguro? No hay duda ¿No? ¡Ella apareció en una especie de visión y pidió que la liberen! ¿¡Pero cómo es posible esto!? ¡Tiene que haber una explicación!

 

 

 

Jin y Shun se miran extrañados sin saber que decir o hacer, no encuentran explicación alguna para informar el acontecimiento vivido, pero aún así Jin está por tocar de nuevo, ante la aprobación del detective. Cuando toca la tecla no emite sonido, ambos miran extrañados, vuelve a tratar y tampoco suenan, miran el tomacorrientes para asegurarse que el piano está conectado y empieza a tocar, pero siguen sin escuchar nada, de repente el piano se apaga con un fuerte descenso de energía, algo que alarma al pianista, y bruscamente se cierra el capot del teclado, Jin rápidamente sacó las manos de las teclas justo antes de que el piano se cerrara, alarmando más a Jin quién esta vez se levanta de un salto, mientras el detective se acerca hasta donde está él, lo toma del brazo para ambos detenerse a meditar que le pasó al piano. De pronto escuchan unas llaves siendo colocadas en el cerrojo, y la puerta de entrada abriéndose, el Obispo entra por la puerta del sacramental y ve a los hombres cerca del piano.

Obispo – ¡Detective Shun! Que sorpresa, ¿Qué está haciendo aquí?

Shun – Aun mirando extrañado al Obispo- Tuve una corazonada que me trajo hasta aquí.

Obispo –mirando a Jin- ¿Vos le abriste?

Jin – Llegué un poco antes que él, estaba practicando la canción para el domingo cuando de pronto…

 

 

 

Shun apretó el brazo de Jin levemente, haciéndole entender que no diga lo que acababa de acontecer, la mirada cómplice de ambas personas dejan desconcertado al Obispo.

 

 

 

Shun –Hablándole en voz baja a Jin- Yo hablaré con él, no te preocupés. –Hablándole al Obispo- ¿Puedo hablar con usted?

Obispo – Por supuesto, Jin ¿vos te quedás practicando? ¿A los que vengan a verme les avisás que esperen un momento por favor?

 

 

Jin asiente con la cabeza, el Obispo y el Detective se dirigen al obispado, desde la puerta del salón Shun mira a Jin mientras sostiene el marco de la puerta, ambos miran extrañados, pero en una mirada cómplice. Shun va hacia el obispado y Jin queda mirando el piano, aún sin salir del asombro.

 

 

Shun – ¿Hace cuánto tiempo el ático alberga las cosas que no usan en la capilla?

Obispo – No sé, mucho antes de que yo asumiera el cargo seguro.

 

 

Mientras el Detective habla Jin sigue pensativo, no sabe si tocar el piano otra vez o solo levantarse e irse. Otra vez siente un aura raro, y el piano de repente se prende, Jin mira extrañado otra vez, toca una tecla y efectivamente el piano andaba como si nada hubiera pasado, mirando raro trata de saber cuál es el próximo paso, el aura que siente ahora es cálido y agradable, como siempre que empieza a tocar, cierra los ojos mientras está sentado y cree escuchar una voz a lo lejos, una voz de mujer otra vez que en los ecos se escucha decir una palabra: ¡Liberame! La voz de Meisa va cada vez más nítida en su oído, y no duda en tocar el piano, la conexión entre Meisa y Jin empieza otra vez, el aura vuelve como siempre, pero esta vez Jin está más atento a lo que tiene que hacer, mientras toca el piano con los ojos cerrados dice en su mente:

 

 

 Jin - ¿Sos Meisa? ¿La pianista que desapareció?

Meisa –Apunto de Hablar- ¡Himnario!

 

 

La voz de Meisa se desvanece rápidamente, Jin abre los ojos cuando escucha que otra vez tocó mal la tecla. En ese momento de silencio descubre en la puerta a un invitado que venía a ver al Obispo.

 

 

Extraño – Que pena, tocó mal la tecla de esa linda canción y se cortó todo.

Jin - ¿Estaba tocando el piano?

Extraño – Si, lo estabas tocando bien pero cuando abrí la puerta creo que te asusté porque tocaste mal y cortaste el himno. Perdoná

Jin – ¡No! No tiene porque disculparse, si viene a ver al Obispo me dijo que espere un rato porque está en una entrevista.

Extraño – oh, bueno. Espero entonces. Espero aquí sentado, pero siga tocando esa linda música –lo dice con una sonrisa muy amablemente- Gracias.

 

 

 

Mientras decía eso El detective y el Obispo salen de la oficina. El Obispo sin decir nada se va con la persona que tiene que entrevistar, el detective se acerca al pianista.

 

 

Shun – Tenemos que hablar, ¿a qué hora terminás de practicar?

 

 

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