El Pianista está sorprendido, un extraño hombre está en la puerta haciendo una pregunta algo retórica y con cierta rudeza en su hablar.

 

 

Jin –hablando firme pero cordialmente- ¿Quién es usted?

Shun –Mostrando la placa que lo acredita como oficial- Detective Oguri Shun, estoy a cargo del caso de Meisa Kuroki –mientras lentamente se acerca a donde está el Pianista- ¿sos el nuevo pianista?

Jin – lo dice algo inseguro- Eeeeh… sí, soy yo, Akanishi Jin.

Shun – Esa canción que estás tocando ¿cómo se llama?

Jin – Kolob.

Shun - ¿Qué?

Jin – La canción se llama Kolob.

 

 

El Detective siente un aura diferente al igual que el pianista.

 

 

Shun – Tocá de nuevo la canción por favor.

 

 

Jin empieza de nuevo a prepararse, mira escéptico al detective, acomoda otras hojas y empieza a tocar, la melodía  pronto cubre todo el salón de nuevo, esta vez ambos quedan sumergidos en el aura que de a poco se empieza a crear mientras Jin toca el piano, cada vez más fuerte, tanto el piano como la melodía empiezan a sonar más agudo y fuerte, el pianista logra trasladarse en su pensamiento y logra ver algo blanco, como un vestido, un vestido blanco y brilloso a lo lejos, cada vez lo va viendo más claro y más cerca pero ocurre lo de siempre: toca mal una tecla y se deshace la imagen.

 

 

Shun – ¿Que fue eso? –mira muy sorprendido-

Jin - ¿Eh?

Shun –sigue sorprendido- Perdón, hubiera jurado haber visto a alguien.

 

 

La mirada de Jin abre los ojos muy relativamente, primero titubea antes de preguntar pero finalmente decide hablar

 

 

Jin - ¿viste a una mujer vestida de blanco?

Shun - ¿vos también la viste?

Jin – Si, la veo cada vez que toco este Himno. Aunque no la veo bien, es como si estuviera lejos y tengo que ir hasta ella.

Shun - ¿hace cuánto que la vés?

Jin – Desde la primera vez que toqué este himno, pero solo en este piano, también toco la guitarra pero no pasa igual.

Shun – Es como si te trasladara a otro lugar, ¿Por qué dejamos de verla?

Jin – Estoy aprendiendo a tocar este himno, Inconcientemente hay una tecla que toco mal y se interrumpe esta especie de sensación.

Shun – Tocá de nuevo el himno.

Jin –Titubeando de nuevo pero diciéndolo igual- Ya lo hice varias veces… y por más que sé en dónde está el fallo me pasa lo mismo. –mientras se alista a tocar-

 

 

El detective recuerda lo que los amigos de Meisa le habían dicho en la plaza en aquel encuentro, por lo que estaría por hacer una conclusión bastante irreal para todos, pero no había alternativa, no hay prácticamente declaración razonable de la desaparición de Meisa.

 

 

Shun –se dice a sí mismo en voz alta-  Cualquier cosa con tal de encontrarla.

 

 

Jin mira extrañado ante lo que acaba de escuchar, pero no dice nada y empieza a tocar, la suave melodía atrapa de nuevo a ambos hombres en la imaginación, tal como la última vez, todo el salón oscurece y una luz blanca brillando desde el interior del piano ilumina el sector del piano y alrededor, donde están los hombres, uno sentado tocando, y el otro parado en frente. Sucede lo mismo que la última vez, pueden ver a lo lejos una mujer vestida de blanco flotando en la oscuridad  en forma horizontal como si estuviera levitando, volando con su gran vestido blanco y con sus cabello largo de color negro revoloteándose por el viento suavemente, el pianista sigue tocando y abre los ojos, al igual que el detective, que abre los ojos 5 segundos después, Jin no ha dejado de tocar pero está viendo que la mujer se va acercando flotando tratando de enderezarse lentamente, ambos miran tratando de conocer su rostro, se sorprenden al ver que es la pianista desaparecida, Jin se da cuenta que está llegando a la nota que él no puede pasar porque erra en la tecla y trata de controlar sus manos.

 

 

Jin –Pensando- Estoy a punto de fallar, no logro controlar las manos.

Meisa –Con una voz suave pero decidida- ¡Liberame!