La Vid
Saber que es “ELLA”
"La Vid"
-Vaya. – Tiffany dio una vuelta sobre su cuerpo mirando a su alrededor – Es hermoso. –
-Tampoco es para tanto. – Changmin refunfuño mientras bajaba del coche – Estoy agotado del viaje. –
-Te hará bien el aire libre papá. – Ella ignoro el anterior comentario de su padre y siguió mirando la gran maravilla que había ante ella.
-¡Bienvenidos a mi Hacienda! – MinHo se paró en lo alto de la escalinata que daba a entrada a la casa y bajo hacia ellos con una gran sonrisa - ¡Bienvenidos a La Vid! –
-Es precioso, me encanta. – Tiffany se acercó a él y le dio dos besos.
-Hola Changmin. – Se acercó a él y estrecho su mano - ¿Qué tal el viaje? –
-Demasiado largo. – Él miro a su hija de reojo.
-Merecerá la pena, ya lo veras. – Sonrió divertido mirando a padre e hija – Ha tenido que venir tu hija de Los Ángeles para que aceptaras mi invitación. Ya me sentiré completamente satisfecho cuando consiga que Taeyeon venga. –
- ¿Taeyeon? – Tiffany le miro confundida.
-Sí, le invite como quinientas veces. – Suspiro resignado – Pero nunca tiene tiempo, o eso dice. –
-Taeyeon es una mujer muy ocupada, se toma su trabajo muy enserio. – Changmin miro a su hija con orgullo.
-Tan enserio que no ve lo que pasa en sus narices con su hermana Hayeon. – Ella hablo mientras subía un par de escalones, se giró y miro a MinHo - ¿Vas a enseñarme todo cierto? –
-Por supuesto. – Él rió divertido – Pueden sentirse como en su casa. –
-Pues en ese caso yo me voy a echar un rato. – Changmin comenzó a subir las escaleras.
- Ann enseña al señor su habitación por favor – MinHo miro a la chica que esperaba en lo alto de las escaleras y después a los mozos que se acercaban a ellos – Saquen las maletas del auto. –
-Bueno ¿Cuánto se el tiempo que me está permitido estar aquí? – Tiffany levanto una ceja mientras de un salto bajaba los escalones y se situaba al lado de él.
-Todo el que quieras por supuesto. – Él le guiño un ojo.
-En ese caso será mucho. – Hizo una mueca – Me asfixio en aquella casa con mi padre persiguiéndome y hablándome de lo fantástica que es su empresa y lo maravilloso que es trabajar ahí. –
-Es su vida, entiéndele. – MinHo la miro a los ojos sonriendo.
-La suya, no la mía. – Dio unos pasos a delante y abrió los brazos inspirando aire puro - ¿Cuando empezamos con el paseo? –
-Ya. – Él señalo el todoterreno que estaba al otro lado – Vamos. –
-Genial. – Como una niña pequeña Tiffany salió corriendo hacia el coche, se subió en el asiento del copiloto y aprovechó que el coche era descapotable para incorporarse y agarrarse a las barras del techo - ¿Cuántas hectáreas son? –
-Mil quinientas. – Él sonrió de lado mientras arrancaba el coche – Hice que nos prepararan algo de comer y beber, pero si te cansas nos regresamos. –
-¡Ni hablar! – Lo miro entusiasmada – Vas a enseñarme cada rincón de este paraíso. –
-A sus órdenes señorita. – Acelero en dirección a la salida trasera de la hacienda – Vamos a recorrer los primeros viñedos, los más antiguos. –
-¿Es que los hay nuevos? – Frunció el ceño mientras se sentaba a su lado.
-Sí. – Él asintió mientras conducía – Hace un año adquirí nuevas tierras y en esta fiesta de la cosecha recogemos la primera de ellas. –
-¡Genial! – Tiffany saludo a unos niños que jugaban entre las vides.
-Me gustaría que fueras mi invitada de honor. – MinHo le guiño el ojo y volvió la vista a la carretera.
-¿Y que hace exactament
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