"¿Qué pretendes?"

-Bueno creo que ya lo tenemos todo. – MinHo entro a la casa cargando con bolsas.

-No debiste molestarte. – Tiffany le seguía sonriendo.

-Son mis invitadas. – Él le guiño el ojo y después miro a Hayeon que caminaba junto a ella muy feliz – Estoy seguro que se verán hermosas con los vestidos. –

-¡Tengo unas ganas inmensas de que llegue la fiesta! – Hayeon abrió los brazos emocionada.

-Se fueron temprano. – Taeyeon se encontraba parada en lo alto de las escaleras mirando a todos.

-Buenos días Taeyeon. – MinHo le saludo sonriendo – Lleve a Tiffany y Hayeon a comprar los vestidos para la fiesta de la cosecha. –

-¡Es mañana ya! – Hayeon subió los primeros escalones saltando.

-¡Ey! – Yuri salió de la sala con una sonrisa – Sunny vino hace unas horas con los padres del niño. –

-¿Despertó? – Tiffany dio un paso hacia ella.

-Sí. – Asintió – Y se encuentra muy bien. –

-Subiré a revisarle. – Sin más preámbulos ella subió los primeros escalones con prisa.

-¡Pues yo voy a darme un baño en la alberca! – Hayeon corrió hacia su habitación para cambiarse.

Tiffany pasó casi toda la mañana cuidando del pequeño y por la tarde ayudo a Sunny en su traslado  la casa de los padres. A pesar de que no fuera necesaria su presencia, ella se sentía más segura acompañándolo.

-Muchas gracias. – La madre la abrazo llorando – No sé cómo podre agradecérselo. –

-Cuidando de su hijo. – Ella sonrió.

-Avise al doctor del pueblo para que venga todas las mañanas. – Sunny hablo al padre del niño.

-Aun así. – Tiffany miro a ambos – Me gustaría venir a ver como evoluciona. –

-Por supuesto. – Él padre del pequeño le tomo la mano y la apretó entre las suyas – Siempre será bienvenida en nuestra casa. –

-Es hora de irnos. – Sunny coloco una mano en la espalda de Tiffany, guiándola hacia la puerta.

Ambas subieron al todoterreno que ella había conducido en el traslado del pequeño, en silencio.

-Te están muy agradecidos. – Sunny la miro de reojo mientras conducía.

-Tú le encontraste. – Tiffany se giró para mirarla – Gracia a ti se salvó. –

-Digamos que fue un trabajo en equipo. – Dijo divertida – Un gran equipo. –

-Déjalo Sunny. – Tiffany suspiro mirando por la ventanilla.

-¿Qué ocurre? – Ella paro el coche en la linde de ambas Haciendas, donde el auto que ella había usado para ir de la casa hasta allí, estaba aparcado.

-No voy a quedarme. – La miro a los ojos – No quiero quedarme y aunque quisiera, no puedo. – Trago saliva despacio – Tu, despiertas algo en mí, no sé el que y tampoco porque, por lo mismo que tampoco puedo saber por cuanto tiempo. –

-Pero admites que hay algo entre nosotras. – Sunny se acercó a ella mirándola fijamente. – Las dos lo sentimos. –

-Hace mucho tiempo que aprendí a no dejarme llevar por lo que siento. – Se quedó pensativa – Cuando me marche, cuando regrese a mi vida, dejare atrás todo lo que haya vivido aquí. –

-Eso se significa que no te niegas el disfrutar de lo que está surgiendo entre nosotras. – Acaricio su mejilla despacio.

-La pregunta es ¿Te niegas tú? – Tomo su mano y con una leve caricia la aparto de su mejilla – Me marchare y puede que nunca nos volvamos a ver Sunny. – Bajo del coche y camino hacia el suyo, antes de subirse volvió a mirarle.

Cuando Tiffany llego a la Hacienda ya había anochecido. Se sorprendió al ver fogatas en el jardín delantero de esta, donde los trabajadores, tanto de la casa como de los viñedos estaban reunidos, cantando, bailando y divirtiéndose.

-¿Y esto? – Cerró la puerta del coche observándoles.

-¡Tiffany! – Hayeon salto en medio del circulo de mujeres agitando sus manos para que la viera - ¡Ven a bailar! –

-Hola. – Se acercó a MinHo, Taeyeon y su padre que charlaban, todos la moraron - ¿Y esta celebración? –