"Es Ella"

-Señorita Kim.- La puerta de abrió despacio y una mujer de unos cuarenta años con las gafas apoyadas en la parte baja de su nariz le miro con precaución.- Llamo el señor MinHo para insistir de nuevo en la invitación a sus viñedos.-

-Dale la excusa que se te dé la gana.- Taeyeon no levanto la vista de los papeles.

-Me he quedado sin excusas.- Ella frunció el ceño.

-Pues entonces dile la verdad Boram.- Ella suspiro molesta levantando la vista para verla.- Dile que no me dan la gana, que no me apetece pasar unos días en su maldita hacienda viendo como recogen y pisotean uvas ¿Algo más?-

-No.- Ella negó con la cabeza cansada retirándose saliendo de la oficina.

-¡Maldita sea!- Incapaz de concentrarse Taeyeon lanzo el bolígrafo por encima de la mesa aterrizando en la alfombra que había en la mitad de la habitación.

Estaba en su oficina, en el edificio desde que llevaba su empresa de trasporte de barco, avión, tren, su otra oficina estaba en el edificio de a lado, el edificio que pertenecía a Changmin, su socio. Se levantó de su implacable sillón de piel y se giró a mirar a través de la cristalera. Observo los ventanales del edificio próximo.

-¿Por qué no dejo de pensar en ella?- Suspiro cansada. Hacía años que tenía el mismo sueño. Todo estaba oscuro, todo en silencio, la silueta de una mujer aparecía ante ella, sentada en el suelo, desnuda, abrazándose con una sábana tapando sus muslos, su rostro estaba girado a la derecha impidiendo que viera su rostro. Su pelo castaño largo recogido en una pinza en lo alto de su cabeza, sus brazos cubrían sus pechos.

Al principio de tener ese sueño no le dio importancia, es más, dormía de maravilla cuando soñaba con ella. Pero ahora, todas las noches, viéndola, sin poder tocarla, la desesperaba, la torturaba, terminaba por despertar a la mitad de la noche, bañada de sudor y llamándola. Diciendo ella.

-¡¿Que pensativa no?!- Yuri entro a la oficina sonriendo sentándose en el sillón ante el escritorio de su hermana, la miro con el ceño fruncido.- ¿Preocupada por algo?-

-¿No te he dicho mil veces que antes de entrar a mi oficina te hagas anunciar con Boram?- Taeyeon miro molesta a su hermana volviendo a tomar su asiento detrás del escritorio.

-Ya que tu no respondes, te daré yo una posible respuesta.- Levanto una ceja.- ¿Quizás estas nerviosa porque Tiff… ella regresa?- Evito decir su nombre, desde que ella se había ido, nunca habían vuelto a mencionarla. Su hermana no quería oír nada de ella y Yuri siempre supuso que se debían a su ego femenino había sido pisoteado al irse ella y abandonarla. A pesar de que Taeyeon si sabía que era lo que había pasado. Por eso disfrutaba de ver a su hermana tan torturada.- Dime ¿Es por eso?- Yuri miro su reloj.- Ya debe estar aterrizando su avión.- Levanto la vista para ver a su hermana.- Ahora que lo pienso ¿Tu no que tenías que ir a casa de Changmin? Puede que te la encuentres.-

-¿Quieres callarte de una vez?- Sonó mas como un gruñido que una frase, Taeyeon atravesó a su hermana con la mirada.- El regreso de… ella, no tiene nada que ver.-

-¿Estas segura de eso?- Yuri sonrió con suspicacia.- Pues yo tengo ganas de verla.-

-Pues ve tu a visitarla.- Taeyeon se levantó de mala gana de su lugar y tomo su maletín.- Ahora si me disculpas voy a ir a ver a Changmin, como tú me has recordado que debo hacer.-

-¡Si la ves salúdala de mi parte!- Rio al ori el portazo que dio Taeyeon al salir, se acomodó en el sillón subiendo los pies en la mesa acomodándose.- Ay Hermanita, no puedes ni imaginarte quien es la mujer que va a regresar. Sera interesante ver tu reacción.-

-¡Tao!- Taeyeon se paró en la puerta de la sala de empleados y su chofer dio un brinco.- ¡Nos vamos!-

-Si señorita.- El hombre tomo su gorra, tomo las llaves del coche y siguió a su jefa hasta el sótano, donde estaba el aparcamiento. Abrió la puerta trasera del mercedes negro, después subiéndose en el lugar del piloto- ¿A dónde señorita?-

-A la casa de Changmin- Ella respondió seca mientras acomodaba el sillón y miraba por la ventana.

La casa de Changmin estaba a penas a unos veinte minutos de las oficinas, pero al ser de mañana y en día laboral, lo más normal es que hubiera mucho tráfico. Aun así Taeyeon estaba molesta hasta por el hecho de que un semáforo se pusiera en rojo. Bufo mirando por el cristal, al instante frunció el ceño mirando un coche. Un BMW gris que pareció ser el de Changmin.

Su mercedes paso junto al BMW, lentamente pudo distinguir el rostro de una mujer que iba sentada en el asiento trasero. Por un instante su corazón dio un vuelco, su rostro giro hacia atrás, siguiendo al coche.

-¡Señorita!- El grito de Tao hizo que mirara hacia delante. Un camión se desvió de su camino y choco con un turismo pasando por encima de este, chocando contra uno de los pilotes de hierro del puente, de manera que cayó sobre los vehículos, después el camión volcó y cayó sobre otros autos, entre ellos, el suyo. Ante la sacudida Taeyeon se vio empujada hacia adelante, se chocó con el asiento del copiloto quedando tumbada sobre la alfombrilla de su coche.

En un momento todo se había vuelto un caos, el pitido de las alarmas de los coches resonaba en el eco del puente, oyéndose gritos y llantos. Taeyeon se removió, se llevó una mano a su cabeza, donde había un poco de sangre, se incorporó y miro a su chofer.

-¡Tao! ¡¿Estas bien?!- Se incorporó hacia delante para quitarle el cinturón.

-Si señorita- El asiento tocando su cuello.- ¿Y usted?-

-Estoy bien.- Taeyeon asintió aliviada. Entonces el rostro de ella aparecio en su mente, en la parte trasera del BMW, el coche que ellos habían adelantado.- Ella.- La palabra salió en apenas un susurro, nerviosa abrió la puerta, salió corriendo del vehículo.

-¡Señorita!- Tao salió también del coche.

Ambos se quedaron parados en la mitad de la carretera, el humo los rodeaba, había coches ardiendo, la estructura del puente estaba a punto de derrumbarse. Un helicóptero les sobrevolaba.

-Señorita.- Se paró al lado de su jefa.

-Busca el