"Una doctora en la Hacienda"

-Buenos días. – Taeyeon se sentó en la mesa evitando mirar a su hermana Yuri.

-Hola. – Yuri sonrió divertida – Tienes mala cara ¿Todo bien? –

-Sí. – Ella casi gruño la respuesta.

-¿Ya arreglaste tus asuntos de trabajo? – Yuri bebió un poco de zumo.

-Sí, ya. – Ella respondió tomando una tostada.

-Entonces te vas hoy. – Miro a su hermana - ¿No? –

-No – Respondió seca – MinHo me invito a quedarme. –

-Ah, claro. – Yuri aguanto la risa – Y como a i te encanta el campo. –

-Buenos días. – Changmin entro a la sala y se sentó en su lugar – MinHo está organizando todo lo referente a la vendimia. – Miro a Taeyeon – Yo iré al pueblo a hacer algunas compras ¿Y ustedes? –

-Pues yo quiero disfrutar de un día tranquilo en la alberca. – Taeyeon se acomodó en la silla suspirando.

-¡Hola! – Hayeon entro a la sala sonriendo.

-Vaya ¿Tú madrugando? – Taeyeon la miro con una ceja levantada.

-Taeyeon ¿Cómo te encuentras hoy hermanita? – Hayeon ignoro a Yuri y fijo la vista en la mayor de sus hermanas.

-Bien. – Ella se tensó y la miro molesta.

-¿Es que te encontrabas mal? – Changmin le miro confundido.

-Un simple dolor de cabeza. – Miro a su hermana como advertencia.

-Hermanita. – Y ella sonrió – Quería pedirte una cosa. – Taeyeon entrecerró los ojos – Quiero hacer una fiesta por mi cumple, en casa. –

-¿Cómo una fiesta? – Taeyeon trago saliva.

-Anda porfa. – Miro a Changmin – No puedes decir que no. –

-Está bien. – Taeyeon tuvo que aceptar.

-¡Gracias! – Ella salto en su silla.

-Joder niña, ¿A quién has salido? – Yuri miro a su hermana de reojo, mientras hablaba en voz baja – Está visto que en nosotras las mujeres llevamos dentro la maldad. –

- Y las mujeres como tu son unas idiotas, capaces de emborracharse para hacerse las divas. – Ella contesto con una sonrisa triunfal.

-¿Tiffany ya desayuno? – Taeyeon pregunto mientras bebía un poco de café.

-Temprano. – Yuri miro su reloj – Salió a cabalgar. –

“Mañana saldré a cabalgar, quizá podamos vernos en la linde de los terrenos”

Taeyeon se atraganto con su café y empezó a toser agobiada, mientras Hayeon reía divertida y Yuri la miraba confundida.

El caballo atravesó a galope la linde la Hacienda, freno junto al manzano que había señalado como meta y Tiffany sonrió triunfal.

-La verdad. – Sunny la alcanzo con una sonrisa – Te desenvuelves muy bien en este lugar, podrías quedarte. –

-¿Y que hace una cirujana en una Hacienda alejada del todo? – Ella pregunto mientras bajaba de su caballo.

-¿Disfrutar? – Se bajó y se acercó a Tiffany - ¿Sonreír? –

-También puedo sonreír ahí. – Respondió mirándole a los ojos, mientras se situaba bajo el árbol para tener su sombra.

-¿Estas segura de eso? – Sunny se acercó a Tiffany, obligándola a bajar su rostro para mirarle, al ser tan baja. Alargo la mano hasta toca su mejilla y la acaricio despacio con el pulgar.

Tiffany cerró los ojos ante aquella maravillosa sensación y cuando los abrió le vio aún más cerca. Sunny iba besarla, sus labios cada vez estaban más cerca y Tiffany lo deseaba. Deseaba un beso de ella. Cuando apenas se acercaban un llanto llamo la atención de ambas.

-¿Es un niño? – Tiffany s