Capítulo 3 - De nuevo una familia

Cartas a un Ciego (una segunda oportunidad)

Holi ya pronto saldra Tae no desesperen.

 

 

 

Pasaron pocos meses hasta que un matrimonio entró en el orfanato con intención de adoptar a una niña. Sus requisitos eran claros, necesitaban una niña, no importaba raza o color, tenía que tener 7 años, la edad de su hija Jessica. Llamaron a varias niñas que se reunieron con ellos uno a uno, les hacían unas preguntas y luego decidirían qué niña sería la idónea, todos los niños ahí tenían un pasado traumático en mayor o medida, pero no les importó.

Cuando llegó el turno de Tiffany comenzaron las preguntas, a pesar de estar dando las respuestas correcta y educadamente había algo en ella que les llamaba la atención especialmente, no era su físico ni su forma de expresarse sino el modo en que intentaba por todos los medios que le eran posibles que adoptasen primero a su compañera de cuarto. Curiosos por conocer a Sunny la hicieron reunirse con ellos. Cuando la joven entró en la habitación donde estaban entendieron el motivo que tenía Fanny para que se llevasen a su amiga antes que a ella. En ese momento lo tenían claro, querían a Fanny, pero habían simpatizado con Sunny, de modo que antes de llevarse a Fanny buscaron a alguien que adoptase a Sunny, de manera que la pequeña no se sentiría mal por dejar a su amiga ahí.

Unas semanas más tarde un matrimonio amigo de ellos se llevó a

Sunny, y un par de semanas después éstos se llevaron a Tiffany.

La llegada a la casa fue traumática, Jessica se negaba a tener a una extraña como hermana, siempre estaba dispuesta a tirarle de los pelos, a echarle la comida por encima o a fingir que Tiffany le había pegado.

Los padres, cansados de la actitud egoísta y malintencionada de su hija.

― Jessica, acércate al despacho hija, tu padre quiere hablar contigo, ―gritó su madre desde una habitación, Jessi sospechó que su “hermana” se había chivado, pero al entrar al despacho su padre le hizo sentarse en el sillón y comenzó a contarle.

― ¿Sabes hija? ―hizo una pausa, ―sé que no te gusta Tiffany, porque llegó a ésta casa después que tú, ¿sabes? Esa niña perdió a sus padres el día de su 

cumpleaños, ese mismo día también murió su abuelito y se quedó sola, se la llevó el mayordomo de la casa donde vivía y cuando éste señor murió su hijo no la quería en su casa y la mandó a ese orfanato de donde nos la trajimos. Te acuerdas de Pinch? ―el padre recordó a Jessi un perro que habían tenido.

― Si ―asintió la niña pensativa.

― ¿Qué es lo que ocurrió con su cría cuando Pinch murió?

― Que no tenía mamá y se murió.

― Tiffany  tampoco tiene mamá, ni papá, ni a nadie.

Jessi apretó los labios resignándose a tratarla bien.

Cuando Jessica salió del despacho de su padre y se dirigió a su habitación, que estaba después de la de Tiffany. La puerta de ésta estaba entre abierta, pero no le importó hasta que pasando de largo escuchó un sollozo, se detuvo y miró al interior del enorme dormitorio, todo estaba como debía estar. Por un momento pensó que no había escuchado bien y comenzó a caminar de nuevo pero de nuevo un sollozo ahogado llamó su atención, ésta vez entró al dormitorio y cerró la puerta tras de sí, la puerta del armario se entreabrió y una mano pequeña tiró de ella para cerrarla. En ese momento Jessi pensó que aquella niña que había llegado a su casa no tenía familia y sintió un poco de lástima por ella. Se acercó al armario y abrió las puertas de par en par, descubriendo a Tiffany, que permanecía escondida bajo una manta blanca.

― Llorando no arreglas nada ―advirtió ésta a Fanny, que ni siquiera levantó la cabeza para mirar.

― ¿Qué quieres decir?

― No lo sé, eso siempre se lo dice mi padre a mi madre cuando llora.

Fanny levantó la vista hasta su ahora hermana. Ésta tiró de la manta dejando caer a Fanny al suelo.

― Vamos, levántate. Ven vamos a jugar ―Jessica quería ser amable.

Fanny se levantó y sin decir una sola palabra siguió a Jessi hasta la sala de juegos, una enorme habitación plagada de juguetes que aquellos amorosos padres habían habilitado para las dos pequeñas.

Desde ese día Jessi empezó a ver a Fanny como a su hermana, poco a poco fueron convirtiéndose en amigas y poco después fueron inseparables.

Jessica y Tiffany cumplieron 15 años. Los padres de Jessi lo había planeado hacía años que cuando cumplieran 15 años irían a Londres a estudiar. Estaban muy emocionadas, eran las mejores amigas y estaban dispuestas a estudiar cuanto fuera necesario y a divertirse.

Con ellas fueron un par de sirvientas y un mayordomo, el apartamento era un lujo, todo de diseño moderno, decoración minimalista, suelos de mármol blanco tan pulido que reflejaba. Las habitaciones eran lo mejor, parecían habitaciones de princesa, ambas habitaciones daban a una terraza que conectaba las dos habitaciones.

Nada más llegar decidieron salir a pasear por la ciudad, el clima era húmedo y desapacible pero estaban tan emocionadas que nada podía fastidiarles.

Por el día estudiaban y estudiaban pero por la noche lo pasaban en grande bailando por toda la casa contándose secretos o escapándose en secreto para salir con compañeros del instituto.

Una mañana Jessica decidió no ir a clase, buscó a su hermana y se escaparon para ir al cine, ponían una película de dos amigos que eran separados de pequeños y se reencontraban cuando su vida estaba a punto de terminar 80 años después. Cuando la película terminó Fanny no se encontraba bien y se marcharon a casa.

― Dime Fanny, ¿qué parte de la película ha hecho que te pusieras así?

― No ha sido la película.

― No me engañas hermanita ―avisó―Ha sido cuando han separado a los dos amigos, ¿no?

La conocía perfectamente para saber cuándo engañaba en algo

― Bueno, esto nunca lo he contado a nadie, cuando yo nací el mayordomo de la casa donde vivía, a quien consideraba mi abuelo tenía un nieto. Siempre jugaba con él y luego no recuerdo porqué me llevaron a su casa, siempre estábamos juntos. Luego el abuelo murió y me enviaron al orfanato.

― Sí, sí, pero… ¿y ese chico?

― Bueno él se llama Yuri.

Alice estaba emocionada por saber esa parte de su hermana que no conocía.

― ¿Te gusta ese chico?

― Bueno, crecí un tiempo con él.

Fanny no quería hablar de Yul porque se sentía mal sabiendo que nunca había vuelto a saber de él.

―Te he preguntado si te gusta Fanny ―Jessi reprochó que anduviera con rodeos.

― Si, supongo que sí, o al menos pensé mucho en él. Incluso me hizo una promesa.

― ¡Qué emocionante! ― rebotó en la cama haciendo fuerza con los pies en el suelo―cuenta, cuenta!!

― Son solo cosas de niños pero… ―se quedó pensativa un

momento―se llevó una fotografía mía y prometió venir a verme todas las vacaciones y que cuando fuéramos mayores nos casaríamos.

― No me lo puedo creer, ¿en serio? ―Jessi estaba tan emocionada que se abrazó a su hermana adoptiva, ―Yuri… voy a tener que buscar a alguien así de romántico para mí misma, ―ambas rieron durante un rato.

Pasaron unos años, las chicas cumplieron 18 años y Fanny decidió volver, en Londres estaba muy a gusto, pero el recuerdo de aquel niño de su infancia comenzaba a inquietarla. Jessi la alentaba a irse, le encantaba la idea de conocer algún día a Yuri y de saber que su hermana tenía a alguien tan maravilloso como ésta le contaba.

Después de la emotiva despedida de su hermana Tiffany  volvió.

Las primeras semanas estuvo en casa de los Jung, sus padres adoptivos, pero ella quería trabajar en el orfanato donde estuvo, quería trabajar allí hasta saber qué hacer con su vida, tenía claro que no iba a vivir de ellos toda su vida por muy ricos que éstos fueran. Esa fortuna que ellos tenían pertenecía a su hija Jessica, a pesar de que ellos no lo veían de ese modo.

La casa de sus padres quedaba bastante lejos con lo que le dieron dinero para poder alquilar un apartamento y tener para sus gastos hasta que empezara a ganar dinero por ella misma.

Un par de manzanas calle arriba encontró un bonito apartamento de una habitación, era grande y espacioso y quedaba lo suficientemente cerca como para ir caminando aunque lloviera.

Cuando entró en el orfanato todo seguía igual, el mismo color en las paredes, el mismo olor… se adentró hasta un salón donde siempre se reunían los profesores y las monjas que regentaban el orfanato, cuando abrió las puertas dos de las monjas la recordaron instantáneamente, Tiffany no había cambiado, seguía teniendo ese aspecto delicado y frágil, su pelo seguía siendo tan rubio como cuando era pequeña, corrieron a abrazarla y a darle la bienvenida. Rápidamente le ofrecieron el trabajo que pedía y así comenzó a trabajar en aquel orfanato que le había dado una familia.

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Comments

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alexghastly #1
Chapter 13: actualiza quiero saber si se quedaran juntos
silvanaph #2
Chapter 13: Actualiza por favor.... no te olvides de este fic por favor
silvanaph #3
Actualiza por favor.... esta interasante por favor que hay taeny... por favorrrrrr
dafnytae
#4
Chapter 13: actualiza porfa ya me quede pikada en el fic plissss!!!!!!!!!!!!
gabriela021
#5
Chapter 6: Me hubiera gustado mucho que fuera YulTi no hay fics, todos son taeny taeny y taneny, pero bueno
LlamaAmerica #6
Chapter 13: Tengo unas enormes ganas de pegarle a Taeyeon jajajaja hay Fany :(
silvanaph #7
Chapter 13: wooooooww me gusto mucho espero que actualizes muy pronto por favor quiero ver taeny jejeje suerte y gracias
Lari_sone #8
Chapter 13: <\3 mi taeny!!!
silvanaph #9
disculpa pero ya no vas a seguir con el fic.. me dejas con ganas del taeny, queria saber si tiffany se enamoro de taeyeon jejejejeje suerte espero que actualizes
lovetaengo93
#10
Hola se que no eh actualizado ,pero estaba en Duelo, fallecio mi hermna y pues es un duro golpe solo pido tiempo vale lss prometo actualizar prontk antes de que salga el mes ,a todas las historias.